¡Yey! Hola;3
Hoy vengo con este two-shot, que participa en el reto del Mes de Junio "¿Qué tan ebrios estamos?" del foro de Inuyasha "Hazme el amor".
Título; Juicy Love. -Sin críticas, yo no sabía que poner:'(.-
Género; Humor, romance, drama.
Palabras; (Del capítulo -Sin contar todo esto como notas del autor.) 2.679 palabras.
Narrado; Tercera persona, Omnisciente. (Soy mala para los pov's de cada uno, así que decidí que sería mejor saber lo que todos pasan aquí ewé. xD)
Parejas; Sesshomaru x Kagome, Shippo x Soten, insinuación de Bankotsu x Jakotsu, y...? (Alguna que otra metida con alguien *-*)
Advertencias; ¡Ujum! Escuchen bien por aquí, no me hago responsable de posibles traumas psicológicos ÙuÚ. Este fic contiene un poco de insinuación Shounen Ai/Yaoi (Relación ChicoxChico), aunque solo una insinuación. Lenguaje obsceno -Pequeñas, nunca copien mi lenguaje;) xD-. Algunas cosas de clasificación T, por seguridad;3, temas no adecuados para todas las edad.. Y bien... ¡Están borrachos! Así que la temática puede no ser adecuada o no de gusto para todos. Los posibles errores ortográficos, y las parejas;3 -Por si es que no les gustan.-.- ¡Y al final! Aquí pueden volar algunos personajes que salieron de la nada;).
Resumen; En el momento en que todos quieren olvidar algo, la solución de Sango fue ir a una fiesta 'Crazy' de esas universitarias. Jakotsu, Kagome, y Soten terminaran metidos en lugares donde el alcohol predomina, ¿Qué harán los príncipes azules para rescatar a las damiselas ebrias? Mucho más cuando la razón es "Pena de amor". [Este fic participa en el Reto del mes de Junio"¿Qué tan ebrios estamos?" del foro "Hazme el amor".]
Clasificación T; La clasificación en si también esta sumada al hecho del tema. Todos ebrios. Peleas, lenguaje obsceno, e insinuaciones explícitas. Aunque es más solo por seguridad;333
Disclaimer; Todos los personajes son de Rumiko Takahashi, si fueran míos, entonces muchas cosas habrían cambiado en la historia ewé.
Notas Extras; Bien, yo... Ugh. Como ya dije, este two-shot participa en el reto del mes de Junio "¿Qué tan ebrios estamos?" del foro de Inuyasha; "Hazme el amor." Me emocioné por el tema y quise escribir, así que, nada;) Si se animan pueden ir a votar. Si les gusto, agradeceré sus comentarios y bueno, que vaya bien entre todas las participantes que será un gran gusto leer sus historias;).
Juicy Love
.
.
.
Kagome avanzó al frío lugar. Miró nuevamente la puerta, en este momento, vacilante de entrar y observó a sus acompañantes. Suspiró.
Se adentró al gran salón al borde de personas, casi sin espacio para más. Se hizo paso junto a Jakotsu y Soten, aquella chica de los hermanos Trueno.
Sango los había obligado. Realmente, Kagome no se acordaba de las razones por la que Jakotsu y Soten habían decidido no aparecer más, pero sabía por que ella ya no quería salir de su habitación de universitaria,.. Por Sesshomaru.
— Ugh.
Se dio cuenta de que se había perdido entre las personas, casi ahogándose entre las cabezas altas para su baja estatura. Supo desde el comienzo que llamar a su amiga, a Soten o Jakotsu sería imposible inservible, mucho más cuando tantos cuerpos se movían descaradamente sobre otros cubriendo las salidas.
A tropezones, saltos y tambaleándose, Kagome llegó hasta la barra del salón. Un mini-bar donde se iban a sentar los solos. Oh bien, esto pegaba muy bien a su exacta situación. El cantinero, joven y azabache, se acercó hasta ella con una sonrisa y ofreció a Kagome un vaso con Bourbon.
Ella aceptó.
— ¡Cantinero! Otr-otro por fa-favor.
El chico obedeció a la petición, pero ahora se veía preocupado. Esa chica llevaba embriagándose con un montón de licores hace más de una hora. Vio a los otros sentados, los cuales eran una chica, morena de ojos carmín y el otro hombre que parecía una mujer; Se dio cuenta de que todos tenían el mismo aspecto. "Penas de amor" , él dedujo, sabiendo como se sentía, prefirió darle más.
— ¡Otr-otro ma-más!—las voces de Jakotsu, Soten y Kagome cantaron.
El cantinero, con ojos preocupados, cedió tres vasos más.
Los siguientes tres. Y tres más.
-.-.-.-.-.-
— Hey, Miroku, ¿de verdad esta bien irnos así? No encontré a Kagome.—la voz de Sango reclamó.
Miroku alzó los hombros.
— No importa, la verdad. Supongo que ella escapó y regresó a casa, ya sabes, no quiere salir desde que vio a Sesshomaru con Kagura.
Sango decidió que así era, y continuó su camino hacía aquella habitación especial donde compartiría la noche con Miroku.
-.-.-.-.-.-
— M-más..
El cantinero vaciló. Kagome trepó la mesa, sin importarle su posición, tomando los licores del estante detrás del cantinero, volviendo a su lugar.
— Y-yo.. que-quería más.—Kagome declaró.
Tomando aquellas botellas de sus manos para mezclar un par en la jarra que le ofreció el asustado cantinero. No era como si juntos fuesen a saber bien o algo, simplemente el sabor del licor o todos juntos, los ayudaban a olvidar escenas de la vida que ya no querían recordar, mucho menos volver a experimentarlas. Así, Soten, Jakotsu y Kagome, golpean torpemente sus vasos con un audible "¡Salud!" antes de declarar sus motivos y beberse el líquido de golpe, sirviéndose más.
Se habían trasladado a una mesa, luego de haber quitado todos los licores, botellas de vino y cervezas al cantinero.
Jakotsu alzó su vaso, mirándolo con duda, antes de bebérselo.
— H-hey.. y-yo...—el hombre comenzó, saltando con ahogados suspiros mientras hablaba, entre cortado y de forma poco convincente.— Y-yo... qui-quiero... ir a ver... a Bankotsu.
Jakotsu parecía lamentarse por ello mientras bebía más líquido.
— Y-yo,... N-no .. qu-quiero vol-volver a ver a Ship-Shippo...—Soten declaró. La muchacha estaba tirada sobre la mesa, aferrada a una lata de cerveza, con un vaso de ginebra al frente de ella.
Kagome se quedó en silencio. Parecía, de hecho, la más borracha, debido a su nariz y mejillas con un fuerte sonrojo color carmín, sin contar la poco coherencia con la que lograba murmurar un par de palabras inteligibles.
Para ese momento, ella sentía que no quería ver a Sesshomaru más en su vida, mucho más al recordar la escena con Kagura. Bien; no es que fuera tan interesante, pero le dolió. Obviamente. Ya le había declarado al estúpido peli-blanco que lo quería, ¿E ir a meterse con Kagura esa misma noche? No pensó que el Sesshomaru que ella conocía fuese así, pero era la realidad, ese albino jamás sería de ella, así que sus planes para próximamente serían cambiar de todo y no volver a verlo, nunca más.
Dio un respingo sobre su silla, dando una mirada al cantinero, quién atinó a traer un poco más cerveza y otros licores fuertes.
-.-.-.-.-.-
Sango se removió incómoda sobre la cama, con Miroku sobre ella.
— ¿Qué pasa, Sanguito?
— Nada, estoy preocupada.—ella dijo, con la voz ahogada por los movimientos del otro— Ka-kagome me hubiese dicho... si ella se hubiese ido.
— Hay, Sango, creo que ella no quiso interrumpirnos, nada más.
Sango asintió mientras dejaba mover a Miroku libremente.
— Pervertido..
— Tú pervertido.
-.-.-.-.-.-
Sesshomaru miró por enésima vez el reloj. Las 1:34 am. Estaba leyendo el reciente libro de ciencia que compró. Aunque por alguna razón, aunque quisiera, no sentía deseos de dormir, por el contrario, tenía una extraña sensación de preocupación. Bufó.
— ¿Qué estupidez me preocupa ahora?
Su voz quedó en silencio, su habitación estaba deshabitada de no ser por él. Jakotsu no había llegado a dormir y la última vez que lo vio, fue cuando Sango lo arrastró hacía quién sabe donde. Miró por encima de su hombro la cama al lado de la suya. Intacta. No era como si le preocupará el idiota de compañero que tenía, ya que le daba igual como quisiera hacerlo, sin embargo, Sango se lo llevó a él y a Kagome, junto con aquella muchacha que creyó era la novia de su amigo, Shippo.
Revisó una vez más el nuevo horario que consiguió sacar de Kagome. Hace como dos semanas, ella había dejado de hablarle, y no había estado presente en las clases de la universidad, así que tuvo que convencer a los de administración, o bien, a la de administración, quién indicó que Kagome cambió su horario, y mientras ella dictaba rápido, Sesshomaru alcanzó a escribir la nueva rutina, en la cual la azabache no coincidía en ninguna clase con él.
Miró el reloj; 1:37 am.
Suspiró.
No alcanzaba a comprender por que se sentía así.
Gruñó.
-.-.-.-.-.-
Las 1:34 am.
Soten no había llegado a su cuarto. Eso Shippo lo sabía, por que estaba vigilando la puerta para ver si alguien entraba a la habitación de Soten y Kagome. Nadie. Nadie desde las 22:56 pm, cuando Sango las sacó a rastras de aquel lugar.
Gruñó.
Se estaba congelando. El pasillo en si era frío, y la ventana se había quedado abierta durante toda la tarde, y no es como si el despreocupado de Suikotsu la fuese a cerrar.
— Maldición—murmuró bajo.
Frotó sus manos sobre sus brazos, tratando de mantener el mínimo calor corporal.
¿Por qué estaba haciendo esto? Simple. Soten malinterpretó una situación, y él quería explicárselo como buen novio y fiel qué es. Odiaba admitirlo, pero lo que más dolía en él era pelear con aquella morena, mucho más cuando está decidía no hablarle.
-.-.-.-.-.-
Bankotsu miró su habitación. Estaba vacía. Volvió a suspirar. Se había quedado dormido hace horas, pero... Ahora estaba despierto. No estaba consciente de la hora que era, solo sabía que el idiota de Suikotsu le avisó que Jakotsu había ido a algún lugar con aquellas dos azabaches que conocía de pasada.
Observó la otra cama. Ahí Renkotsu roncaba. Pensó en ese momento la desventaja de dormirse después que él y que en verdad su compañero de habitación era un maldito traidor. Se rindió con la idea, ya le daba igual que hiciera el que alguna vez fue su amigo, así que, que decir. Ahora iba a lo que era importante. El estúpido de Jakotsu. Ese idiota era realmente afeminado, y llegó hasta el punto de dudar si era mujer, así que decidió ignorar ese tema de sexos, para concentrarse en el por qué, ese idiota, había ido con dos mujeres a quién sabe donde. Considerando que conocía a Sango por haberla visto en variedad de fiestas 'HARD' de los de la universidad junto a su novio, Miroku.
Cerró los ojos, con los brazos tras su nuca, mirando al techo de la habitación.
— Eres un maldito complicado, Jakotsu.
-.-.-.-.-.-
Kagura sonrió a su acompañante de cama, un hermoso joven deportista. Tenía suerte de que a Kikyo no le interesaba que hacía por las noches, así que era perfecto.
— Bien, querido, tienes que irte.—ella pronunció.
Él la miró enojado.
— Lo siento, ya sabes, lo de siempre, hasta el próximo Martes, guapo.
El hombre se levantó, mostrando su bien formado cuerpo desnudo, vistiéndose con desgano para irse de del lugar. Kagura desbloqueó con el patrón su celular y observó la foto de Sesshomaru en su pantalla. Se relamió los labios.
— Los prefiero albinos.
Observó el peli-plata un rato más antes de tener que arrastrarse hasta la ducha y vestirse, para ver si aun podía ir a conseguir alguna cosa más divertida, aunque se sentía cansada. Ese maldito deportista la había agotado, así que pensó que lo más recomendable sería dormir por unos momentos.
-.-.-.-.-.-
Kagome trató de enderezar de su espalda, sin poder hacerlo, siguió con esa sensación de ahogarse cada cierto tiempo, a lo que generalmente llamarían hipo. Miró el vaso con vodka frente a ella, y prefirió seguir con sus latas de cerveza. Bebió.
— Od-odio... a.. l-los... hom-hombres..—murmuró ella.
Soten asintió de acuerdo, con todo ese fuerte carmín bajo sus ojos, señal clara de su embriago. Jakotsu bufó un montón de incoherencias contra sus dos compañeras.
— ¡-Y-yo... so-soy .. u-un hombre!—reclamó con voz ahogada, entrecortada por las leves corrientes de aire a su garganta.
— U-una.. mu-mujeres eres... estúpido Jakotsu.—Soten respondió, seguido de un *hip* *hip* *hip* antes de seguir con su vaso de algún licor, que con su vista borrosa, no alcanzaba a distinguir.
El que se suponía hombre mantuvo silencio. Tal vez sería mejor ser una mujer ¿no? él pensó, desechando aquello inmediatamente. Sería estúpido querer cambiar con alguien, aunque debía admitir que no parecía un hombre al espejo. Igual, no le importaba mucho.
— ¿U-una mu-mujer... y-yo? O-ojalá.
Kagome rió.
— ¡Ba-bankotsu...!~—cantaron las dos voces femeninas.
Jakotsu, con su estado, solo hizo un intento inútil por tratar de fulminarlas con la mirada.
— Son u-unas...—Jakotsu se tragó sus siguientes palabras, acompañado de un *hip* saltado que lo despegó por un instante de la silla.— Mujeres..—rodó los ojos, bebiéndose de un solo trago todo lo que él no sabía que era, pero que había en su vaso.
Los tres cuerpos volvieron a caer sobre la mesa.
-.-.-.-.-.-
Suikotsu saltó sobre su cama, asustado. Casi había estado esperando eso, pero ya eran pasadas las tres de la madruga y pensó que no se daría. Era un mensaje de Jakotsu. Gruñó audible y continuó leyendo;
" hhey' us uste d pu puede . le llevarme a a.. ca casa?" Adjunta con una imagen que mostraba a dos mujeres borrachas, las reconoció, eran las que también andaban con Sango; Souten y Kagome. Se levantó a duras penas. Odiaba esto. Desde que el estúpido de Jakotsu entró en depresión, él había sido el que tendría que sacarlo de todos los líos.
— Maldito seas, Jakotsu, me las cobraré uno de estos.
Vestido ya, aunque a medio vestir, se levantó lo más sigilosamente posible. Si Shippo lo atrapaba, lo más seguro es que haría un millón de preguntas, además de estar enojado por despertarlo. Y considerando que él peli-naranja también vio cómo Sango se llevó a esas dos.
-.-.-.-.-.-
Kagura miró su celular. Dudó un momento o no si es que estaba soñando. El remitente era aquella chica, la más contraria a ella, y también la única que tenía la atención del que ella quería, Sesshomaru. Era Kagome.
"e-ey... es estoy en ZonaBlack, ¿ pa pasas p por nosotros?" Miró nuevamente el móvil, no habían errores de contacto, y se pellizco para comprobar. Dolió.
— ¿Cómo esta chica puede pedirme a MI que la vaya a buscar?
Iba a negarse, de no ser por la fotografía que había adjunta, de tres borrachos a no dar más. Bien, podía tenerles todo el odio del mundo, pero esa azabache, Kagome, la apoyó mucho en su estado de depresión cuando fue con Sesshomaru hacía tiempo, aun cuando a ella también le gustaba. Si bien, siempre se decía que no tenía corazón ni alma, pero estaba malditamente en deuda con esa niña, y por más víbora que fuera, tendría que ayudarla ahora, por lo menos para dejar esto "pagado". Al fin y al cabo, no tenía nada que hacer y no podía dormir.
Se vistió y partió. Conocía más que bien ese lugar para hacer fiestas de la "ZonaBlack".
-.-.-.-.-.
Sesshomaru miró hacía la ventana que daba hacía fuera de la "casa", por así decirlo, donde Suikotsu se escabullía por el patio en dirección a la calle. Miró a la cama de al lado. La cama de Jakotsu y lo dedujo. Avanzó por el pasillo hasta unas habitaciones más, se escabulló dentro de la de Suikotsu y Shippo, y tomó el celular del maldito que escapaba. Sabía perfectamente que era lo suficientemente tonto como para dejar el móvil. Sonrió. Miró el mensaje, y casi sintió que su mandíbula caía por el suelo.
— ¡MALDICIÓN!
Se tapó la boca al ver a Shippo, quién abrió los ojos para verlo, parecía casi demacrado aun sin la luz, y Sesshomaru huyó antes de que comenzarán las preguntas. El celular de Suikotsu cayó por algún lugar de la habitación y Sesshomaru regresó a la suya.
Se vistió a tropiezos y tomó la misma ruta de escape que Suikotsu. Iba a seguir a ese maldito.
O*o*O*o*O
Kagome luchó por mantenerse de pie.
— Hey,... ¿qui-quieres bai-bailar conmigo?—preguntó al chico frente a ella.
El chico la miró. Tenía aroma alcohol, pero aun podía reconocer ese dulce aroma frutal. Asintió con una sonrisa.
— Claro que si, linda.
El chico, con el pelo castaño alborotado un poco largo amarrado en un coleta, y ojos azules eléctricos. La empujó hacía él por el brazo, para pegarla a su cuerpo. La volteó teniendo las manos con las de ellas entrelazadas y siguieron el ritmo de la música. La sentía tan cerca de si que era desesperante, esa mujer tenía buen cuerpo.
— Oye, pequeña ¿qué haces por aquí tan tarde? Pensé que las bellezas se habían ido ya.
Kagome rió torpemente, tratando de controlar sus nada rítmicos pasos.
— Na-nada... Y-ya sabes... Intentando olvidar, nada más.—respondió ella.
El chico sonrió.
— Me dicen Koga, mucho gusto.
Kagome, en respuesta, pegó su cuerpo más al de él.
— ¿y tú?—Kagome cuestionó, seguida de un estúpido y seco a su garganta *hip* *hip* *hip*.
— Lo mismo.
El baile era balance entre cuerpos, unos sobre otros, casi con descaro. Kagome no perdía el hilo hacía él mientras que él tenía el completo control de la situación con la chica totalmente embriagada.
Soten miraba a lo lejos, casi celosa de como Kagome podía distraerse de sus pensamientos deprimentes por Sesshomaru. De un solo sorbo, se bebió toda la cerveza restante, más de la mitad de la lata. Se ahogó un poco más. Jakotsu había ido a hacer de sus necesidades, o a vomitar la comida al baño. Ella miró a la infinidad, ahora más pocos, moviéndose entre si mientras bebían. Ya habían pedido, o al menos eso creía recordar, para que fueran por ellos, así que se dejó caer de espaldas en la mesa.
— Q-qué... im-importa..
Cerró los ojos.
Los abrió cuando sintió una respiración sobre su rostro.
— ¿q-quién?
Era un rostro moreno, peli-azul de ojos oscuros que asomaba su cabeza sobre la de ella, cercanos.
— ¿Porqué tan deprimida?
Ella negó levemente.
— Na-nada.
— Entonces... ¿Bailas?—cuestionó él.
Souten asintió. Bailar, por último, la ayudaría a olvidar al idiota de su ex-novio, Shippo. El chico se aseguró de mover su cuerpo lo suficiente como para mantenerla despierta.
Jakotsu regresó de su momento de asco hacía la comida, y vio a sus 'amigas' o mejor dicho, compañeras de depresión. A ellas les bastaba con ir a bailar y poder olvidar los ojos de aquellos dos, pero él... Ps, Si fuera tan fácil olvidarle no estaría ahí. Decidió avanzar entre las mesas, no quería volver a su lugar.
¿Ñam? :)
- Shinza.
