Sintió el filo del cuchillo hacer impacto en su dedo, cortándolo, abriendo una pequeña fisura sangrante; decidió no trocear la manzana. Llevo el índice a su boca para parar la diminuta hemorragia.
Camino y subió las escalera, de su gran casa, con los blancos pies descalzos; al llegar a su habitación, no se preocupa en encender la luz, ya que la oscuridad le gustaba, solo los rallos del sol, que se encontraba en el atardecer, entraba por las ventanas haciendo que la estancia estuviera en una agradable penumbra.
Siguió despacio hacia el alfeizar de un ventanal, corrió un poco la cortina, solo lo necesario para ver. Fijo su mirada en la casa vecina, mas específicamente donde se ubicaba el cuarto principal, visualizando una escena de amor. Si...en ese lugar, una pareja hacia el amor placenteramente, con las ventanas completamente abiertas, sin preocuparse por el pudor, o por ser vistos..., sin percatarse de su mirada fija, curiosa, descarada, puesta en ellos.
Una ligera envidia le llego, hacia la mujer que disfrutaba del acto en donde participaba. Sinceramente en su interior, le hubiera gustado ser ella a la que tocaban de aquella manera
Mordió la manzana suavemente sin despegar la vista. Pero no se iba a quedar allí parada el resto de su vida, invadiendo la privacidad, secretamente. Se corrió un poco, recostándose, de espalda, en la pared, cerro los ojos, lamentándose por no tener un matrimonio normal y armónico.
Siempre mantuvo la esperanza de que fuera correcto, de que no iba a ser malo, aun que hubiese sido por un simple convenio entre las familias, pero se equivoco.
Solo llevaba 6 meses casada, y siendo una pareja tan joven ( ella de 22 y él 23 ), sana y llena de energía, era casi impresionante que solo tuvieran 3 encuentros piel a piel, como esposos. La dos ultimas las sintió como una obligación, frías y distantes, pero la primera fue diferente, muy pasional. Y pensar que todo empezó secamente.
Los recuerdos invadieron su mente:
Flash Back
ya quita esa cara, no es un funeral – dijo Draco
Solo estoy cansada, eso es todo – replico Ginny
Yo se que no es solamente eso, no trates de engañarme, me molesta, es bueno que lo sepas.
Pues gracias por la información, lo tomare en cuenta. Ya veo que haces un problema de cualquier estupidez.
Lamentablemente te falta aun mucha información de mi, pero con el tiempo se aprende. Ya veras.
Ginny se quito los zapatos, sentada en la cama, luego entro al baño, cogiendo antes uno de los regalos de boda, que consistía en una pijama pero muy coqueta y con su toque sexy, para la luna de miel. Su madre le había aconsejado que la usara, aunque por su mente no pasaba consumar el matrimonio.
Se desvistió con calma, no quería verlo, no deseaba estar allí, pero finalmente termino cambiándose y saliendo. Vio que él no estaba, pero si toda su ropa, en el piso, no le preocupo mucho; le dio hambre no quiso comer en la celebración, así que bajo a la cocina, con los pies descalzos, vio una manzana y fue lo primero que tomo.
Dio un sobre salto, por el tacto de las manos de Draco rodear su cintura, ella se relajo y mordió la manzana suavemente cerrando los ojos.
Sube a la recamara – susurro en el oído de Ginny.
Como toda obediente, siguió a Malfoy, viendo que solo se encontraba en ropa interior; al llegar a la habitación no perdió en tiempo y la despojo de su ropa con gran facilidad, besándola, acariciándola, deseándola. Ginny en primera instancia, pensó en resistirse, en no corresponder..., pero se dejo llevar; no podía ni pudo ocultar el gran placer que le causaba aquellas manos de hombre y esos besos pasionales. Lo sintió completamente, quitándole lo único que le quedaba de niña, su virginidad, no recuerda si dolió o todo lo contrario, pero lo que si sabe, es que después de ese primer paso todo fue un deleite. No podía negar que su, ahora, esposo fuera un buen amante, pero solo eso "un buen amante".
Fin Flash Back
Vio la fruta, roja, en su mano, rencorosa por ese recuerdo, la lanzo fuera de la casa, por la ventan; escucho su caída, conecto sobre el carro del vecino, activando la alarma. Fijándose que por ese acto, causado, hizo que las amantes cortaran su momento. Rió con malicia al notar la cara de molestia de la mujer.
Se pregunto a que hora llegaría el magnate de su esposo. "bueno y que importa, igual no va hacerme lo que yo quiero, que malo que tanta belleza y vigor se pierda". Se acostó en la cama, quedando dormida al instante.
