Epilogo
Me desperté aturdida. Traté de abrir los ojos, pero el desbordamiento repentino de la luz me cegó. En lugar de ver mi entorno cuidado, yo la escuchaba y la sentía. Deje que mis ojos se acostumbran a la luz. Los abrí lentamente, dolía como el infierno. Mi visión era borrosa por un tiempo, pero se ajustó pronto.
Me levanté tambaleandome sin poder ver donde ponia mis pies, tenia punzadas en la cabeza. Sentia ganas de llorar, gritar, patear, golpear, sentimientos muy extraños y mezclados. Lo unico que queria era morir, abandonar mi cuerpo atado al dolor fisico que me hacia enloquecer.
