Pensaba que iba a ser un día como otro, totalmente normal, ir al trabajo ayudar al Hokage y después regresar a casa con mi esposa. Si tengo que ser sincero, si me hubieran dicho que me casaría con una mujer tan problemática, no se lo hubiera creído a nadie.
Yo pensaba casarme con una mujer que no fuera ni tan bonita, pero que tampoco fuera tan fea, tener dos hijos, primero una niña y después un niño, hacer que mi hija se casara y que mi hijo fuera buen ninja. Pero lo que aprendí fue que las cosas no siempre son como uno las planea, a veces son mejores de lo que esperabas.
Aún cuando seamos jovenes, muchas cosas pasaron en nuestra vida. Perdí a mi mentor, él era como un segundo padre para mí, logré vengar su muerte, no solo por mis compañeros o por mí, si no también por la mujer que amaba y por su hija. No pasó mucho tiempo antes de que ese momento llegara, el día en el cual se creó la Alianza Shinobi. Recorandolo ahora, parece como si hubiera sido todo un mal sueño, una pesadilla, pero a los pocos segundos de despertar me doy cuenta que no lo era. Él se habia ido, mi padre, de la misma manera que Asuma, protegiendo lo que él creía. De no haber sido un momento tan dramático, me habría reído cuando me pidió que desechara lo que él escondía de mamá bajo llave.
Los extraño a los dos, en el momento en el que se fueron, un gran agujero se abrió en lo más profundo de mi ser, haciendome vulnerable y debil. Solo después de esa misión, en la cual ella me rescató - y tengo que decirlo, de una manera bastante dolorosa, porque no todos los días eres salvado por una rafaga de viento, ocasioda por la mujer que amas, y que te haga volar al otro lado de la habitación - pero gracias a eso no me convertí en otro de los seguidores de Gengo, y me di cuenta que ya tenía lo que podía llenar ese vacío que tenía, la luz que me haria caminar hacia adelante, y la respuesta era tan simple como a la vez complicada, y todo solo porque no quería abrir los ojos y ver lo que para todos los demás siempre fue tan obvio.
Era ella, siempre tan hermosa como mandona, rubia como el desierto, me miraba con esos hermosos ojos color jade llenos de ira, en ese momento yo solo atinè a sonreirle.
Luego sucedió lo que tuvo que suceder, inmediatamente después de la misión hice lo que jamás creí hacer, pedirle una cita, mientras lo hacía me preguntaba porqué siquiera le pregunté, porque invitar a una mujer como ella a salir y el porque tomarme tal molestia, al no obtener una respuesta de parte de ella me había resignado al haber sido rechazado, pero justo en ese momento ella sin siquiera decir una palabra, me otorgó el mejor obsequio que pude pedir; ver su sonrisa diciendome un - Ya veremos -.
Y cuando pensé que lo peor ya había pasado, vino el día en donde tenía que hacerle esa fatídica pregunta; recuerdo que Ino estuvo preguntandome toda la maldita semana antes que ella llegara a la aldea si estaba todo listo, a lo que yo siempre le respondia solo con un - Sí -, ella quería "revisar" que todo estuviera bien y que yo no lo arruinara, pero en cada ocasión con un pretexto lograba escabullirme, yo que no queria que nadie más aparte ella lo viera, no solo porque sería extremadamente vergonzoso, sino porque había hecho todo eso solo y únicamente para ella, y tengo que decirlo, fue muy problemático.
En el preciso momento en el que ella llegó noté su vestimenta, llevaba puesto una blusa blanca manga larga, en sus manos unos guantes los cuales dejaban ver sus dedos, una falda abierta a los costados haciendo ver sus delgadas pero torneadas piernas envueltas en unos leggings negros, en su hermoso cabello rubio casi llegando al oro como ya era su costumbre recogerlo en dos coletas, pero lo que más destacaba era el enorme poncho y la bufanda que llevaba puesta, ya que era enero y el frío del invierno aún persistía y como era su costumbre, en su espalda llevaba su infaltable abanico.
Estaba muy nervioso, hasta ella lo notó, y en cada momento que podía, me preguntaba ; - ¿Estás bien? - o un - ¿Seguro que no quieres ir a tu casa? -, y yo le respondía con una negativa, más de una vez quise dar marcha atrás y decirle que sí, intentarlo otro día, pero tambien sabía que mi madre e Ino jamás me lo perdonarían, pero lo peor de todo sería que me matarían sin ningún remordimiento, y seguramente de la forma más dolorosa e inhumanamente posible. Así que eso me daba una motivación más para hacerlo y preguntárselo.
Era de noche, la llevé a la orilla de un pequeño estanque en el bosque de mi clan, y allí se lo pregunté con la nieve cayendo del cielo- ¿Quieres casarte conmigo, Temari? -, se quedó en shock, o eso creí, porque durante un lapsus de 5 minutos literalmente no hizo nada, hasta que de sus hermosos ojos empezaron a caer calidas gotas de agua, las cuales por inercia terminaron en la nieve y en el pasto debajo de nuestros pies, alimentando el terreno de agua, de la misma forma en la que yo necesitaba alimentar mis dudas y esperanzas, y solo ella podría hacerlo, solo aceptando mi proposición.
Temari lo que hizo a continuación fue acercarce, tomo las solapas de mi chaleco táctico y acercó sus labios a los mios, rodeó mi cuello con sus esbeltos brazos y yo hice lo mismo con los mios alrededor de su cintura, no sin antes secar las lagrimas con mis dedos de sus mejillas. En ese preciso momento me di cuenta de cuanto habiamos cambiado y de lo diferentes que eras nuestras complexiones, la recordaba como una mujer aterradora y una fuerza que me hacia temblar, pero allí al tenerla entre mis brazos tan pequeña e indefensa, llorando por causa mía, me hizo ver la realidad de las cosas, y es que sin importar cuán fuerte sea yo siempre la protegeria, aún si tuviera que sacrificar mi vida.
Esa noche nos dejamos llevar y nos unimos en cuerpo y en alma, no había nada ni nadie más en el mundo que nosotros, fue algo sencillamente hermoso, ella era hermosa, y no había necesidad de decirselo, ella misma lo sabia, a donde fuera que iba todos los ojos de los hombres eran dirigidos hacia ella, no me había percatado de ese detalle anteriormente, tal vez debido al hecho que era demasiado inmaduro para siquiera darme cuenta en ese entonces. Pero al tenerla debajo de mi gimiendo mi nombre mientras le brindada el placer que ella tanto necesitaba para llegar al tan anhelado orgasmo, verla tan expuesta y abierta solo para mi hizo que lleguara a mi limite y llenara todo su interior con mi semen.
Al terminar de hacer el amor estabamos hechos un desastre, nuestras ropas hasta las mas íntimas estaban regadas por el piso de mi habitación, quién sabe donde, mientras que nuestros cabellos estaban desatados de sus tipicas coletas, no me percaté de cuando pero creo que en algún momento entre el cual mi cabeza descendió hacia sus pezones hasta su entrepierna sus manos lograron soltarlo dejandolo en su estado actual, desde arriba la contemplaba, tan exhausta y enchida, cuando recuperó el aliento me dijo - Deja de mirarme así - de la manera más tierna que alla visto, con su rostro rojo y avergonzado, no sabía si por lo que acabábamos de hacer o por el hecho de que seguía mirandola fijamente.
Finalmente la besé en la frente y luego en sus labios con ella devolviendome el beso, cubri nuestros desnudos cuerpos los cuales todavia seguian unidos, con las sábanas de mi cama, creando un escudo contra el frío de la estación actual, y atraje su cuerpo al mio, su espalda desnuda contra mi pecho, pero antes de ponerme a dormir ella se dio la vuelta y escuché salir de sus labios las más hermosas palabras, las que yo tanto estaba anhelando - Sí, acepto ser tu esposa -, ese fue uno de los dias más importantes de mi vida, lo que hice a continuación fue ponerle el anillo que compre con la mitad del sueldo de 4 meses.
Lo que vino después, mas que tenerme nervioso, me asustaba a muerte, habiamos ido a Suna para decirselo a sus hermanos, en el preciso instante que pisamos la oficina del Kezekage con sus hermanos adentro puse en marcha mi cerebro para poder divisar posibles rutas de escape en caso de peligro mortal, y con eso me refiero a una posibilidad que sus hermanos quisieran matarme.
En el mismo momento en que entramos los ojos de los dos hermanos se posaron sobre Temari y sobre mi, pero mayormente sobre mi, Gaara me veía con una mirada inquisidora, mientras que a Kankuro le habían llegado algunos rumores, seguro obra de Matsuri y su amiga, que yo y su hermana Temari estabamos saliendo desde hace algún tiempo, tal vez pensó que íbamos a hacerlo oficial, pero no podría estar más equivocado, en el preciso instante que vio el anillo de compromiso alrededor del dedo de Temari lo entendió todo y al ser sincero me miró de una manera aterradora, tanto que hizo que se me helara la sangre, pero ya estaba allí, y no iba a dar marcha atrás.
Los dos con nuestras manos entrelazadas le dijimos que nuestra intención era casarnos, Temari les dijo que se iría a vivir a Konoha conmigo, cuando pensaba que mi fin se acercaba solo escuché un - Ya era hora - esa voz era de Kankuro, el mismo que hace unos segundos atrás estaba seguro que me mataria con una de sus marionetas, me miró divertido - ¿Qué, realmente creias que te mataría? - dijo riendo - Créeme que ganas no me faltan, pero si lo hago uno, Temari lloraria y dos, ella me mataría o peor me sepultaria después de torturarme horriblemente - dijo viendo a Temari, a lo que ella respondió - Puedes apostar a que si lo haría - lo miraba mientra sonreía, y los tres reimos en conjunto, eso hizo que me relajara un poco, todos dirigimos nuestras miradas hacia Gaara esperando alguna palabra o reacción de su parte, desde que dimos las noticias no se movió ni tampoco dijo nada, en el momento que abrió la boca dijo - ¿Cuándo? y ¿Cómo? - Kankuro al escuchar eso solo pudo reir a todo pulmón, mientra Temari y yo estabamos parados como piedras sin poder creer que realmente haya preguntado eso, digo era tan evidente, todos en las dos aldeas sabían que yo y la Princesa de Suna estabamos saliendo desde hace un tiempo, realmente él no se dio cuenta de nada.
Temati entonces habló - Gaara yo y Shikamaru estamos saliendo desde hace ya año y medio - a lo que el menor de los hermanos de la arena solo asintió no sin antes decir - Ya veo - Kankuro todavía seguía riendo, mientras yo me puse tenso otra vez al ver la mirada de Gaara posarse sobre mi otra vez, estaba esperando su arena, pero lo que recibí fue una pregunta - ¿Tu amas a Temari? - en ese preciso instante la habitación estuvo en silencio, Kankuro dejó de reir al esperar la respuesta del shinobi de la hoja, mientras que Temari lo veía expectante, en ese momento sabía cual era la respuesta y con toda la convicción del mundo di una única respuesta, mientras miraba a Temari y me aferraba más a su mano - Sí, la amo, como a nadie más, ella es la mujer que más amo en el mundo, incluso más que a mi mismo, aún cuándo eso sea problematico - al segundo de decir eso, sentí que habia dicho algo muy vergonzoso, pero no me iba a arrepentir o retractar de mis palabras ya que estas eran cien por ciento ciertas, sin ningún rastro de duda.
Esa respuesta pareció satisfacer a los hermanos de la arena, mientras que Temari estaba muy ruborizada y podía ver caer lagrimas por sus mejillas, mientras escondía su rostro en mi pecho, para que sus hermanos no la vieran, allí término esa difícil tarea de pedir la mano de la mujer que amo a sus hermanos, fue uno de los días más extenuante de mi vida.
Hubo una que otra complicación al organizar la boda, los consejos de ambas aldeas tenian sus que decir sobre esto, ya que al ser de aldeas distintas sabiamos que esto no solo nos concernia a nosotros dos, fue tratado como un tema delicado y de estado, como un matrimonio político que uniría a las dos aldeas ya no con una alianza sino con dos personas, a nosotros eso no podría importarnos menos, lo único que queriamos era estar juntos y vivir nuestra vida juntos.
El consejo de Suna puso una que otra traba para ralentizar los preparativos al tener el temor de que si Temari se embarazada y tuviera a un hijo mío, antes que Gaara, este podría llegar a ser Kazekage y sería uno pero criado y crecido en Konoha y del clan Nara, la sola idea de que eso llegase a pasar ponía en alerta a los ancianos del consejo, claramente los ancianos de Konoha lo vieron de esa manera también y no lo veían como una amenza más bien como una ventaja al tener un Kazekage criado en nuestra villa.
El que estas personas pensaran así de un futuro hijo mio y de Temari como si fuera una mera herramienta de negociación hacía que me dieran ganas de vomitar, pero tanto Kakashi como Gaara me advirtieron que algo así podría suceder, mientras tanto Gaara se las arregló para convencer al consejo en Suna, al aceptar una entrevista de matrimonio, lo que aconteció después, es demasiado largo y problematico de contar.
Entonces llegó el día de nuestra boda; para ser más exactos, la primera, habiamos decidido hacer dos debido a que los ancianos no se ponian de acuerdo en cuál aldea se celebraría, cada uno con sus ceremonias y tradiciones, pero Temari me pidió especialmente que la primera se celebrara en Suna, al ser ese el último día en el que viviría allí, al ser ella no me pude negar y se lo concedi, los del consejo en Konoha no estuvieron de acuerdo, pero el Sexto Hokage logró persuadirlos; la segunda ceremonia seria solo como una fachada, para calmar la hostilidad de los ancianos de que la verdadera ceremonia se celebraria en Suna y no en Konoha, pero la verdad me importaba poco lo que esos viejos decrépitos pensaran, lo único que quería era su ver su hermosa sonrisa, y si la conseguía con celebrar la boda en Suna, que todos los demas se fueras al diablo.
Mi madre estuvo un poco triste, pero entendió que ese sería el último día de Temari en Suna, pero cuando le dije que tenia carta blanca para organizar la boda en Konoha inmediatamente salió de la casa, seguro para avisar a Ino, quien seguramente le diría a las demás chicas para que empezaran de inmediato los preparativos. Honestamente no sabía como eran las bodas en Suna, pensaba que eran como en Konoha, pero al ver que el tradicional kimono negro era remplazado por algo que ellos llamaban tuxedo, me parecía algo extraño, en el momento que me lo probé no se sentía tan mal como pensaba, según la costurera fue hecho a medida, para que no me sintiera incómodo y yo le agradecí por eso, pero me pareció extraño como es que tenían sus medidas, pero no le tomé mucha importancia.
Les pregunté si el vestido de Temari tambien estaba hecho a medida y ella contestó que sí, pero que no podia verlo, ya que en Suna eso es considerado mala suerte, simplemente me dijo que la Princesa se vería hermosa, más de lo que ya era, con él puesto ensima.
La marcha nupcial empezó y según las tradiciones de Suna, dos niñas las cuales estaban paradas al final del pasillo junto a la puerta empezaron a caminar lanzando petalos de flores por el pasillo, por el cual en poco tiempo pasaría Temari, y fue entonces cuando la vi entrar al salón, ni siquiera podría describirla, sería imposible describir lo hermosa que era. Parecía un ángel, no tenía mucho maquillaje, este era muy natural, solo acentuaba aún más su belleza natural. El vestido al igual que el tuxedo que tenia puesto, no era el tipico kimono blanco que usaría una novia en Konoha, como el que usó Hinata en su boda hace unos meses atrás con Naruto, este era un vestido, uno de los más hermosos que he visto en mi vida y ella llevaba una corona junto con un velo transparente en la cabeza el cual llegaba más allá de la cola del vestido, el cual era levantado y llevado por el pasillo por otras niñas. Pero yo solo podia concentrarme en ella.
Simplemente me quedé boquiabierto, junto con todos los invitados, veia como ella se acercaba poco a poco con Gaara acompañandola hacía mi y el sacerdote, tomé la mano que me ofrecía el Kazekage, la mano de su hermana mayor y en ese momento antes de acercarnos hacía el sacerdote le sussure al oído - Eres la criatura más hermosa que he visto en mi vida - ella se ruborizo y me sonrió, continuamos con el itinerario hasta el final de la ceremonia, en el transcurso de esta podía oír los sollozos de mi madre, con Ino y Choji consolandola, hasta el momento del tan esperado beso. En ese momento me puse algo nervioso, ya que todos estaban mirándonos, pero Temari siendo Temari tomó la corbata y me acercó a ella, dándonos eso que todos estaban esperando, un beso. En el instante que nuestros labios se acercaron me olvidé por completo de todo y de donde estábamos y a su vez la besé con todo el amor que tenía por ella, el cuál le prometí que sería suyo y suyo solamente, junto con mi vida, que nunca la abandonaría y que siempre estaría a su lado y que la protegeria.
Luego de la ceremonia todos los presentes fuimos a la sala de recepción, aunque lo que yo más quería era llevarme a mi ahora esposa a nuestra alcoba, pero todos nos divertimos y festejamos en grande, puedo asegurar que los que más se embriagaron fueron los típicos tres mosqueteros, Naruto, Kiba y Kankuro, Gaara a penas tomó cerveza ya que al día siguiente tendria que volver al trabajo y no podía darse el lujo de tener dos días libres. Yo mientras tanto junto con Temari estabamos sentados en nuestra mesa, la cual estaba justo al frente de todos los invitados junto con mi mama y los hermanos de Temari, al llegar la noche los invitados fueron cada uno a sus cuartos de hotel, mientra que yo y mi esposa fuimos al nuestro, antes de eso no faltaron comentarios de nuestros amigos y familiares los cuáles nos hicieron reir a ambos, como - No se diviertan mucho - o - Quiero un nieto - ese ùltimo seguro era de mi mamà.
Despues llegó el dia de la segunda boda, la cual se celebro justo en primavera, tanto mi madre como las chicas se esmeraron mucho para que esta fuera tan hermosa como la de Suna, y lo consiguieron, decidieron celebrarla a las orillas del bosque del clan, para permitir que los invitados que no fueran del clan pudieran pasar, la boda serìa al estilo tradicional de Konoha y esta vez sì usarìa un kimono, uno negro y ella uno blanco, de acuerdo a la ceremonia, esta vez ella sería acompañada por Kankuro. Pero lo que tenía más emocionada a mi madre era el embarazo de Temari, la cual tenía cuatro meses de gestaciòn.
Tan solo un mes después de la boda en Suna nos enteramos que Temari estaba embarazada, al parecer esa primera noche en mi habitación tuvo consecuencias, pero fue una noticia que nos trajo mucha alegría, obviamente no le dijimos nada a nadie, todos pensaron que el bebé fue concebido en la noche de bodas, si deciamos que fue antes ahora sí estaba seguro que Kankuro y Gaara me matarían a sangre fría, y mis amigos sobre todo Naruto y Kiba me molestarian toda la vida, recordandomelo.
Si bien es cierto que el embarazo tiene su lado malo con las náuseas y unos antojos que tienen de lo increíble, de los cuales podría decirles muchos, como sandías o fresas cuando aún no estabamos en temporada, u obligarme a levantarme en medio de la noche con el pretexto de - El bebé tiene hambre - o - El bebé quiere... - con los cuales terminaba exhausto. También tenía su lado positivo y era que las hormonas de Temari estaban totalmente descontroladas, a veces se convertía en una verdadera ninfómana y estaba muy sensible a la hora de tocarla, no que eso me molestara, yo estaba dispuesto a todo con tal de satisfacerla.
Y henos aquí casi nueves meses después, como dije al principio pensé que este sería un día como todos los demás, con la diferencia que era mi cumpleaños, un día antes que el de Ino, Temari dijo que me estaria esperando junto con todos los demás en Yakiniku Q, su embarazo ya era más que notorio en su octavo mes, casi llegando al noveno, Hinata, Sakura y Karui ya habían dado a luz a sus hijos respectivamente a Boruto, Sarada y a Chocho, las que faltaban eran Temari e Ino, junto con la esposa de Rock Lee. La verdad nadie se esperaba que Sakura despues de haber seguido a Sasuke en su misión regresara con una bebé en brazos, todos nos quedamos boquiabiertos.
En medio de una junta con Kakashi y Shizune llegó un ave hecha de tinta con un mensaje muy corto y conciso - ¡EL BEBÉ ESTÁ EN CAMINO! - rápidamente con el permiso del Hokage, me precipite al hospital en dónde estaban todos reunidos fuera de la sala de parto, quería entrar y ver a Temari pero mi madre me dijo - Ella esta bien, la están atendiendo Sakura y Tsunade - eso me tranquilizó, pero de igual forma quería entrar y estar con ella, cosa que me negaron, al parecer Temari no quería que yo la viera de esa forma, acepté sus deseos y esperé afuera, a veces se podía escuchar uno que otro grito de dolor por parte de ella.
Ya habían pasado 20 horas aproximadamente, eran las 8 de la mañana del día 23 de septiembre, mi cumpleaños ya había terminado hace horas atrás, mientras intentaba convencer a mis amigos que se fueran a sus casas, aún cuando les dije que no era necesario que se quedaran y que podían irse, mis amigos se negaron a hacerlo, aún cuando se les viera cansados al igual que yo. A la hora y media después Sakura se asomó por la puerta y me llamó diciendome - Entra - hize como me dijo y en el preciso momento en el que entré pude olerlo, la sangre y el sudor, Temari tenía razón no era una vista muy agradable.
Su hermoso rostro se contorsionaba por el dolor, Sakura me dijo que me colocara a su lado y tomara su mano, hize como me dijo, pero me arrepentí de hacerlo en el mismo instante, Temari tomó mi mano y estaba literalmente triturando mis huesos, tanto era su dolor que empezó a gritarme e insultarme.
- ¡TODO ESTO ES CULPA TUYA! - me dijo gritando, apretando aún más su fuerte agarre.
- Shikamaru, tienes que alentarla a que puje - Tsunade habló del otro lado de la camilla.
- ¿Estas bromeando?, es que acaso no ven que me esta rompiendo la mano - dije casi gritando por el dolor.
- Tienes que intentarlo, falta poco para que el bebé salga - oí otra voz, seguramente de Sakura. Entonces hize lo que me dijeron.
- Temari vas muy bien, solo tienes que hacer un último esfuerzo - le dije apartando con la otra mano su mojado cabello de la frente.
Fue entonces cuando dejó ir mi mano y tomó el cuello de mi polo negro y gritandome dijo - ¡NO ME VENGAS CON ESO, MALDITO INFELIZ, TÚ Y TU MALDITO PENE FUERON LOS QUE HICIERON ESTO! - continuó - ¡CUANDO TODO ESTO TERMINE ME LAS VAS A PAGAR SHIKAMARU! - y continuó - ¡LA. PRÓXIMA VEZ QUE QUIERAS TENER UN BEBÉ, NO CUENTES CONMIGO, O SI SIQUIERA LO INTENTAS TE MANDARÉ A VOLAR CON TUS QUERIDAS NUBES! - dijo lo ùltimo tomando con màs fuerza mi polo de manga larga, arrugandolo aùn màs.
PRÓXIMA VEZ QUE QUIERAS TENER UN BEBÉ, NO CUENTES CONMIGO, O SI SIQUIERA LO INTENTAS TE MANDARÉ A VOLAR CON TUS QUERIDAS NUBES! - dijo lo ùltimo tomando con màs fuerza mi polo de manga larga, arrugandolo aùn màs
A las 9.46 de la mañana se escucho un grito - ¡Ya esta! - seguido de un llanto, un hermoso llanto que cesó poco después de haber empezado, Sakura se acercò y dijo - Es un niño - lo veo y no puedo creer lo pequeño que es, se lo dieron a Temari y los dos al verlo nos pusimos a llorar y los abracè a ambos.
Los dos eran tan hermosos, veìa mientras Temari tenìa a nuestro hijo entre sus brazos, con el rostro rojo y lleno de lagrimas y sudor. Al parecer querìa que yo tambien tuviera al niño.
Pero justo cuando estoy a punto de tenerlo en mis brazos, llega a mis oídos un grito, en un primer momento no me percato de esto, pero inmediatamente despuès veo que provenìa de mi costado, era Temari.
- ¿Qué es lo que pasa? - pregunté alarmado.
- Temari está teniendo otras contracciones - dijo Tsunade sorprendida al igual que Sakura, quién dio el recien nacido a una enfermera.
- Al parecer son dos, está viniendo el otro bebé - al oír la palabra otro sentí mis piernas y conciencia fallar, casi me desmorono y caigo piso. Si no fuera por su "dulce" voz que me estava gritando y amenzando con matarme si la dejaba sola en este momento, que me lo haría pagar toda mi vida, y estoy seguro que así lo haría, sin lugar a duda.
Los gritos y los reproches regresaron de inmediato, solo que esta vez Temari llegó a darme un muy buen izquierdo en la mejilla, haciéndome caer al piso el cual casi me deja inconciente, me logré levantar gracias a la ayuda de una enfermera, pero ella seguía gritando mientrasn decía que solo era un debilucho, si no podía aguantar un golpe tan débil. Casi diez minutos después y sin otros incidentes parecidos se escuchó por segunda vez otro llanto, pero este era más fuerte y seguía persistiendo, dando a entender que no iba a detenerse pronto, o eso creí hasta que Tsunade le dijo a otra enfermera que llevara al bebé a que lo limpiaran junto al otro que acababa de salir por la misma puerta. Fue entonces cuando Tsunade nos miró a los dos.
- Es una niña - le oí decir, debido al esfuerzo tanto de ella como de Sakura se veían cansadas y disculpandose las dos nos dejaron a mi y a Temari a solas. La pobre también se veia cansada, y era del todo normal, no todos los dias das a luz a dos bebés en el mismo día, cuando pensabas que solo sería uno. Y fue entonces cuando pregunté - ¿Cómo te sientes? - a lo que ella entre jadeos contestó - Como si hubiera dado a luz a dos bebés, me parece extraño, pero unas completas desconocidas lograron ver lo que hay debado de mis piernas en menos tiempo que tú, y Nara lo dije en serio, eso de no querer embarazarme de nuevo, tal vez - yo tan solo reí mientras decía - Está bien - en eso entra una enfermera diciendo que se llevaria un momento a Temari para poder atenderla y que estaría de regreso en su cuarto en 15 minutos.
En el momento que salí de la sala todos me saltaron encima haciendome una que otra pregunta, yo solo dije que Temari estava bien y que en 15 minutos estaría en su habitación, hacia donde yo me dirigía seguido de todos los demás.
A los pocos minutos Temari regresaba con la enfermera, pero no lo hacía sola, a su lado otra enfermera traía una pequeña cuna con dos bebés en el, los cuales estaban durmiendo. Los presentes se sorprendieron y dijeron todos al unísono, incluida mi mamà - ¡Son dos! - por allí escuché el típico dattebayo de Naruto - Son gemelos- escuche la voz de Tsunade mientras entraba a la habitación, seguida de Sakura, se veian mejor, pero el cansancio se notaba en sus ojos.
- Pero en todas las ecografías sólo aparecía un bebé - dijo mi madre a lo que Tsunade respondió - Es común que en algunos casos los bebés se tapen los unos a los otros y como consecuencia solo se ve un bebé, además en este caso específico la niña es más pequeña que el niño, como es obvio el pequeño cerdito estuvo eclipsando a su hermanita, lo que causaba que durante las ecografías solo se le viera a él, impidiendonos verla a ella - dijo Tsunade sarcastica al llamar a mi hijo "pequeño cerdito".
Me sentia un poco abrumado con la noticia, estaba listo para ser padre de un niño, pero de dos, esas dos palabras seguían vagando por mi mente intentando darle un significado "gemelos" y "dos", cuando por fin llego a una respuesta Temari me toma de la mano, y me mira - ¿En qué piensas? - y yo contesto - En lo felíz que me haces, hoy y todos los demás días de mi vida, tú y estos niños, no importa si es uno o son dos, los amo incondicionalmente. Además miralo de esta forma, tenemos a el niño y a la niña, ya no tendrás que embarazarte, tuvimos un 2x1 - le dije riendo y poniendo mi frente sobre la suya - Con ese comentario no se si reírme, sentirme felíz o golpearte en la cara - dijo ella entre risas. En eso por el rabillo del ojo veo que los chicos se acercaron a la cuna, para ver a los recien nacidos, curiosos por verlos y casi inmediatamente empezaron a debatir quién se parecía más a quien, hasta que gracias a Dios la enfermera los obligó a salir, diciendo que solo podian estar los familiares y que tanto Temari como los bebés necesitaban descansar.
Al final solo quedaba mi mamá, quien al ver los dos recién nacidos empezó a llorar junto con Temari, la cual aún no había visto a la niña. Se acercò y tomò al niño en brazos mientras mi mamá tomava a la niña, el primero percibiendo el movimiento y cambio de lugar abrió sus ojos lentamente, lo que los tres pudimos ver es que el niño tenía los ojos jade de su madre y con su misma forma.
- Tiene tus ojos Temari - dije mirando al niño, el cual se veía poco interesado a lo que sucedía a su alrededor.
- Es igual a ti contando que tiene tu cabello negro, y tal vez me estoy apresurando pero creo que será un vago, al igual que su padre - Temari me sonrió con su típica sonrisa a lo que yo solo correspondi con la mía.
- Oigan, van a querer ver esto - escuché la voz de mi madre quien se acercó a nosotros con la niña en brazos y la pasó a los míos - Al parecer ella se parecerá a ti, Temari - y tenía razón, la niña tenia los ojos de su madre, ademas del mismo color de cabello, rubio casi tocando el oro.
- Es - al verla hize un pausa, las palabras no querían salir de mi garganta, con todo mi esfuerzo continúe - Es hermosa - pude decir al final, casi con lagrimas en los ojos.
- Los dos son hermosos, bebé llorón - me dijo y continuó - Ahora tendré que cuidar de tres bebés, no puedo creer mi suerte - dijo esta vez sonriendo, con las lagrimas que se deslizaban por sus ojos, por el mismo tramo que hicieron las anteriores.
Ahora lo entendía, la muerte de Asuma y mi papá dejaron ese vacío en mi alma y corazón. Pero en algún momento, cuando no lo sé, ella ya lo habia ocupado, con su dulzura algo violenta y con esa sonrisa tan típica de ella. Y en ese mismo lugar junto con Temari ahora estaban estos dos bebés, por los cuales yo daría mi vida sin dudarlo. Como me dijo una vez Asuma, ellos son mi Rey.
- ¿Y cómo los llamaremos? - me preguntó Temari secandose las lagrimas de su rostro.
Las dos mujeres me estabn viendo, como si el encargado de esa tarea tuviera que ser yo, yo solo pude suspirar y decir mi típica frase - Esto es tan problemático - y las dos seguían mirándome divertidas.
- A menos que quieras llamarlos problemático 1 y problemática 2, tienes que darles un nombre, Shikamaru - me miró divertida mi madre.
- Bueno, papá decia que los niños del clan debian tener como inicial el kanji Shika - dije ruborizandome, mientras Temari y mi madre se pusieron a pensar, yo veia a la bebè en mi brazos, hasta que la voz de Temari hizo dirigir mi mirada hacia ella.
- ¿Qué les parece, Shikadai? - dijo entonces Temari, mirando al niño en sus brazos.
- ¿Para el niño? - pregunté sin pensar.
- Obvio que es para el niño, idiota. No le daria un nombre así a una niña - y me miró con los ojos fruncidos.
- En mi opinión es perfecto, y ahora, ¿qué nombre le damos a la niña? - preguntó mi madre acercándose a la niña que tenía en brazos - Tienes que tenerla con la cabeza un poco inclinada - hablaba mientras hacía que su pequeña cabeza estuviera apoyada en mi brazo - Así esta mejor, al parecer estava incómoda por la manera que se movia - le di las gracias, pero ahora los ojos de la bebé veian directamente los mios, fue una especie de conexión, un sentimiento que sería imposible describir. Acerquè mi dedo índice y ella lo tomò, envolviò mi dedo en su agarrè con su pequeña mano sin intenciòn a soltarme . Ojos jade, casi tocando el azul viendo a los mios cafés, y entonces fue cuando se me ocurrió.
- Karura - dije sin dudar, mirando a la niña.
Temari al escuchar ese nombre se erizó - ¿Que dijiste? - me veía con sus ojos llorosos.
Pensando que se habia molestado por el nombre, me asusté, pero lo volví a decir - Karura, con el segundo kanji de lapiz lazuli, por sus ojos; y el tercero con el kanji de tu hermano, el ra, de Gaara - me puse tenso cuando sus lagrimas empezaron a descender por sus mejillas, pensé que se levantaria y me mataría - Mira lo que has hecho Shikamaru, la hiciste llorar - gritó mi madre, cuando iba a continuar Temari habló.
- Ese era el nombre de mi madre - llegó a decir entre sollozos con su rostro cubierto por su cabello, a lo que mi madre y yo solo nos mirábamos, y fue entonces que Temari nos miró con una gran sonrisa y dijo - Es simplemente precioso - y fue cuando tampoco yo pude contener mis propias lágrimas junto a mi madre. Mientras esos dos veían como tres extraños adultos lloraban por su llegada, lo que ellos no sabian pero que más adelante sí, sería que completaban lo que le faltaba a esa pequeña familia, y eso era el amor incindicional de padres a hijos y viceversa.
Estabamos los cinco en esa gran habitaciòn, todo estaba en silencio, cuando Temari acercò el niño a su rostro y dijo - Asì que sus nombres seràn Shikadai y Karura - seguía llorando, pero no con la misma intensidad de antes - Estoy tan felìz, que ustedes dos hayan nacido - luego volteò su cabeza hacia mi y me dijo - Gracias Shikamaru -.
- Es lo contrario Temari, gracias a ti - le dije, al parecer los dos enanos tambièn estaban cansados y sin darnos cuenta estos ya estaban durmiendo, pero al parecer Karura no habìa soltado mi dedo aùn estando dormida, lo cual provocò que en mi rostro apareciera una enorme sonrisa - Al perecer acertaste Temari, seràn igual de vagos y dormilones que su padre, solo espero que la pequeña y linda Karura se salve de los genes de los Nara - dijo mi madre suspirando y riendo a lo que yo solo pudè reir aùn màs que antes, ante el comentario de esta ùltima.
Shikamaru quién se había sentado en la cama, al lado de su esposa, pensaba mientras veía a ambos bebés - Tal vez ahora no lo sepan, pero cuanto más estén creciendo encontrarán en sus caminos muchas personas, con los cuales formarán lazos y encontrarán amigos, algunos mas duraderos que otros, con los cuales tendrán una que otra aventura. Conocerán la victoria y el fracaso, pero nunca se rindan y miren siempre hacía adelante, y corran junto con esos que serán en un futuro sus compañeros y amigos, siempre por un futuro mejor, en el cual todos podamos vivir - no se los diré ahora, ya que no me entenderían, pero cuando crezcan se los dirè a ambos, hijos mios.
FIN
Espero les halla gustado leerlo como a mi me gustó escribirlo, si les parece muy largo para leerlo todo diganmelo y lo dividiré en dos partes. Dejen sus comentarios. Las imàgenes son de diferentes artistas, pero las que màs me gustaron fueron las de Midori-chan, tus imagenes son geniales.
La verdad estaba en un lìo, ya que no sabìa si darle a la niña el color de ojos de Temari o los de Shikamaru, ¿ustedes que opinan, estàn bien asì o los cambio a cafès como los de Shikamaru? Aunque si le cambio el color de ojos tendrìa que cambiarle el nombre tambièn, ya que entonces este no tendrìa sentido. Digan ustedes, lo pondrè a votaciòn.
Digan ustedes, lo pondrè a votaciòn
¿Cùal prefieren?
Ademàs estava pensando hacer una segunda parte.
¡Hasta la próxima!
