En fin la musa se despertó a la mitad de la noche y me comandó/obligó amistosamente a escribir esto, no quedo del todo decente, pero en fin... que lo disfruten!
I don't Care…
A él no le importaba que se hable por los pasillos.
Su nueva conquista, lo rebelde que era, la última hazaña cometida por los merodeadores, que era oscuro, extraño, sexy, un renegado de su apellido.
Los dichos en la torre de Gryffindor se multiplicaban a cada segundo y eran la comidilla del día, iban desde "Va a salir con Cindy, una rubia de séptimo, con más busto que cerebro", hasta "Sirius Black puede hacerte correr tres veces en una noche", cada chica estaba atenta a cualquier rumor que se generaba sobre la leyenda enfundada en cuero de Hogwarts.
Pero había un punto negro que nadie había descubierto, y que jamás se sabría. Era lo único que no había dejado atrás, lo único que lo ataba a su apellido y lo mantenía prisionero.
La maldita Bellatrix, tenía algo en su piel, en sus besos que lo hacía volver constantemente y aunque cada vez se repetía que no le afectaba en lo más mínimo, cuando la tenía cerca sentía su sangre hervir y terminaba arrinconándola en algún pasillo oscuro, haciéndola suya una y otra vez, recordándole que el después de todo si era un Black, que en su sangre corría la traición y que tenia un oscuro secreto que no podía revelar a nadie.
Pero una vez más se marchaba sin mirar atrás.
Después de todo a él no le importaba.
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