De camino a una de tantas presentaciones, dos Nambas "discutían" como ya les era natural.

-¡Solamente tienes que decir que me quieres y te dejaré en paz, no es tan difícil!-

-Te considero mi amiga y a mis amistades no les puedo mentir.

-Sayakaaaa, no seas malita…- Miyuki tomó del brazo a su capitana e hizo un puchero con la boca.

-No, y no me aprietes tan fuerte, me entumes el brazo.

-Mmmmm. ¿Segura que no me quieres?, porque yo sí te quiero mucho- Miyuki intentó darle un beso en la mejilla pero Sayaka puso una libreta entre ella y el objeto de su parcial mal humor.

-Ni lo sueñes. Falta media hora para llegar al teatro, no hagas que me duela la cabeza.- Sayaka se llevó la mano a la frente para masajearla, sería un largo viaje.

-Solo dilo y te prometo que no diré ni chapu chapu en todo el camino- Sayaka la miró pensando unos momentos.

-No te odio. ¿Feliz?

-¡Así no se vale! Me rompes el corazón de pollo…- Miyuki volvió a tomarle el brazo y posó su cabeza sobre el hombro de Sayaka, su mirada estaba al lado contrario de esta última.

-Pues yo no fui la que no dejó dormir a la otra en toda la noche. Te mueves demasiado y me golpeaste la cara como 3 veces. Sabes que si no duermo me pongo de mal humor.- Sayaka ahora miraba hacia el otro lado un poco avergonzada.

-Te lo advertí pero fuiste tu la que insistió en dormir juntas porque tuviste un mal sueño a media noche, ¿qué ya no te acuerdas?-

-… No, no me acuerdo.-

-Hummm, pues si hoy vuelves a tener pesadillas a ver quién te hace caso.- Ahora Miyuki la había soltado y se puso sus audífonos como protesta.

-Bien por mí.- Discusiones de recién casados, orgullo ante todo.

-Perfecto.-

-Genial.- Sayaka tomó una máscara para dormir y dejó que su cansancio le ganara. Miyuki tampoco había dormido muy bien a pesar de lo que Sayaka pudiera pensar, y también se dejó vencer por el sueño.

Después de un rato llegaron al teatro.

-Milky, despiértate, ya llegamos.- Sayaka la sacudió no muy amablemente como venganza, aun así procuró no lastimarla.

-Aaaaah, noooo, odio el sol…- A pesar de todo, ver el rostro de Miyuki cuando acaba de despertarse podía alegrarle la vida a cualquiera.

-Anda, si te levantas te diré que te quiero y que no me molesta que me patees de noche.- Le ofreció su mano y una gran sonrisa de gato.

Miyuki se puso colorada y sin poder decir nada tomó la mano que se le ofrecía. Cuando se levantó sintió un jalón extra que hizo que chocara con el cuerpo de Sayaka quien le dio un pequeño abrazo por la cintura.

-Bien, ahora vámonos, Bella Durmiente.- La de cabellos cortos le acarició la cabeza como a un cachorrito y entrelazó una de sus manos con la de su contraparte.

-¡Sayaka no me odia!- Bajaron juntas del autobús sin darse cuenta que alguien las espiaba.

-Ese par es peligroso. ¿Lo tienes todo, Maachun?

-En video HD, Momoka-sama. Es buen material, muy buen material…