Como es habitual nada me pertenece; ni concepto el cual esta basado en un sketch en tumblr por la usuaria messysketchpad aka Fuu
–¡Bien hecho!–los dos chicos chocaron los puños sonrientes para inmediatamente atender a la persona que había sido poseída ignorando a las cámaras de los medios.
Apenas habían terminado de hablar con la victima que fue inmediatamente atendida por los servicios de emergencia cuando la chica se llevó la mano a su oreja para después intercambiar un par de palabras apresuradas con su compañero antes de escabullirse entre los tejados usando lo que parecía ser un yo–yo. El chico respondió unas preguntas rápidas al verse acosado por la prensa después de que su compañera se fuera antes de hacer lo mismo guiñando un ojo en especial a la cámara que los había estado siguiendo desde el principio.
–¡Y esto ha sido otra hazaña de Ladybug y Chat Noir!– la cámara giro hasta mostrar a una chica de tez oscura con gafas sonriente.– ¡Será mejor que estéis alerta para la próxima emisión, buggies!
Bruce se había pasado las ultimas horas viendo los vídeos de aquella página con el ceño fruncido debido a la concentración, estaba totalmente seguro que aquella pareja de superhéroes eran un par de críos que no podrían ser más mayores que Damian. Y los enemigos a los que se enfrentaban… Nunca había visto algo parecido a pesar de todas las cosas con las que se había encontrado a lo largo d ellos años trabajando con la liga.
–Señor Bruce.–Se giró ante la llamada de Alfred.–Pensé que sería oportuno informarle que ya están terminados los preparativos para su viaje con el joven amo Damian.
–Gracias, Alfred.–Se levantó del sillón de oficina dándole la espalda al monitor.– ¿Que ha pasado al final con la estancia?
–La secretaria del señor Agreste insistió en que este quería tenerlos como invitados en su casa debido a la ocasión; hasta comentó que el joven señor Agreste estaría encantado de hacerle compañía al joven amo Damian ya que solo es un año mayor que él.–añadió divertido y miró al monitor.– ¿No hay otra fuente de información aparte del blog de una joven estudiante de secundaria?
Bruce siguió su mirada; si había otras fuentes donde encontrar información y videos de las hazañas de los héroes de París, pero aquel blog era el que tenía mayor contenido ya que también publicaba videos y fotografías que otros civiles le enviaba además de entrevistas exclusivas con los dos chicos. Eso era lo que más le llamaba la atención, de toda la prensa de la ciudad de las luces ambos eligieron aquel blog como portavoz y siempre era a aquella chica y su teléfono, Bruce estaba seguro de que grababa todo con un móvil, a quien dirigía una última mirada cuando tenía que irse de entre todas las cámaras. Y bien sabía que podía significar aquel trato especial.
Clark hacía lo mismo con Lois y Barry con Iris.
Y resultaba que entre los compañeros de clase de la joven que llevaba el blog estaba el hijo de Gabriel Agreste, Adrien, el cual llevaba años queriendo organizar un desfile usando algunos de los modelos de la agencia de Wayne Entertainment. Y al final había decidido llegar a un acuerdo ya que sería la escusa perfecta para viajar hasta allí con Damian.
Tenía que saber que pasaba en París.
Las clases habían terminado, los adolescentes que estudiaban la secundaría Françoise Dupont se apresuraban en salir al exterior ansiosos de su fin de semana de libertad, disfrutando del tiempo primaveral aunque tuvieran que compartir sus espacios favoritos de la ciudad con el aumento de turistas como pasaba siempre que se acercaba el buen tiempo.
Nino, se encontraba entusiasmado ante las expectativas de ese fin de semana. Sus padres se iban a un pueblecito rural con otro matrimonio amigo y le dejaban la casa solo para el. ¡Y encima tenia permiso para celebrar una fiesta el sábado! Siempre y cuando todo estuviera limpio como una patena a su vuelta. El muchacho no paraba de hablar de todo lo que tenía pensado, ya fuese tanto en decoración como en comida sin olvidar la música por supuesto.
–Necesitare algo de ayuda para prepararlo todo.–admitió algo avergonzado.–¿Quien podría echarme una mano?
Alya, como buena novia, no tardo en ofrecerse voluntaria. Marinette asintió con la cabeza y una sonrisa en los labios. Adrien fue el único que tuvo que negarse.
–Hoy tengo muchas cosas que hacer no me puedo entretener.–respondió Adrien ante la propuesta con claro gesto de pesadumbres.–Mi padre quiere que esté presente mientras trabajamos en los preparativos para recibir a los Wayne
–¿Al final se quedan en tu casa?–pregunto Alya curiosa mientras bajaban las escaleras.
–Mi padre quiere asegurarse de su propia mano que estén lo más cómodos posible, además quiere que le enseñe la ciudad al hijo ya que tiene un año menos que nosotros.–suspiro pensando en todo el trabajo.– Así que tengo que preparar el tour con Nathalie; dudo que pueda ir a la fiesta.
–¡Tráetelo a la fiesta!–exclamó Nino.–Si tiene trece años seguro que le interesara más que dar vueltas y vueltas por toda la ciudad aburrido.
–No se aburrirá tanto si se da la ocasión de que haya un ataque y pueda presenciar a Ladybug y Chat Noir en escena.–comentó la periodista colocándose las gafas en un gesto de resolución.–Será un cambio curioso para él, los ciudadanos de Gotham rara vez pueden ver a su héroe. Aún así haz lo que dice Nino, tengo ganas de intercambiar opiniones aunque sea con un gothamita.
Adrien sonrió ante la ocurrencia de la pelirroja mientras por dentro deseaba que no pasara nada mientras entretenía a Damian Wayne, sería mucho más complicado escabullirse para pelear contra un akuma para luego dar explicaciones si tenía que estar con el hijo del dueño de la compañía más importante del mundo.
–¿Qué opinas tu Marinette?–miro a la morena sonriente aunque con gesto de duda en los ojos.– ¿Debería ir con el chico Wayne?
–Ehm...bueno yo...–empezó a gesticular con las manos como hacía siempre, gesto que le parecía muy adorable a Adrien.–Sería un desperdicio… ¡Digo pena! Si no estamos todos…
No había terminado la frase cuando el coche de Adrien llego pitando para hacerle saber que era hora irse, sonrió algo triste sabiendo que le esperaba todo un fin de semana planeado intentando llegar a tener una buena relación con un chico extranjero porque su padre así lo quería, en lugar de poder disfrutarlo con sus amigos. Esperaba que Damian Wayne fuera alguien con el que poder ser amigos solo porque deseaba tener a alguien que comprendiera lo dura que podía ser aquel estilo de vida; aunque fuera esa parte nada mas. Para lo otro ya tenía a su Lady.
–Bueno intentaré hacerlo.– se despido con un gesto mientras se dirigía al vehículo. Saludo a Nathalie y al Gorila cuando se sentó cerrando la puerta.–Buenas tardes, Nathalie.
–Buenas tardes, Adrien.–le respondió al saludo Nathalie mientras Gorila se limitaba a dar un gruñido como de costumbre.–Espero que no tengas muchos deberes para este fin de semana, en cuyo caso ser mejor que los intentes acabar antes de mañana al mediodía. Ya sabes lo importante que es este acontecimiento, ha costado años que el señor Wayne aceptara un evento de este tipo no podemos dejar que se eche a perder porque su hijo no se encuentre cómodo.
–Entiendo Nathalie, no tienes de que preocuparte.–sonrió algo desanimado.–Creo que podré tenerlos terminados esta noche. Por cierto, estaba pensando que si el joven Wayne no se encuentra demasiado agotado mañana podríamos pasar algo del tiempo de la tarde con mis amigos.
–No se Adrien...–Nathalie desvió su mirada de su tablet para mirarlo a los ojos a través del espejo retrovisor.–Sabemos cómo actúa Bruce Wayne cuando se trata de negocios, pero no podemos arriesgamos en lo que se refiere a cómo tratemos a su hijo. Y ya sabes que tu padre sólo tolerará la perfección sobre las actividades que hagáis.
Tal y como se imaginaba.
–No obstante, el señor Wayne puede tener unas ideas contrarias o el propio joven Wayne podría preferir pasárselo bien con otros chicos de su edad que visitar el Louvre un sábado por la tarde.–comentó Nathalie como quien no quería la cosa con los ojos clavados de vuelta en el dispositivo.
Adrien sonrió para sí al comprender que todo dependería de cómo fueran los Wayne, aún había una posibilidad. Y Nathalie procuraba siempre que pudiera disfrutar como cualquier chico de su edad.
Decir que el día había sido como siempre habría sido un error. Dado la importancia de la visita, su padre había ordenado que se cancelara todas su actividades extraescolares y sesiones con el objetivo de que dedicara el día a terminar sus deberes u hablar con Nathalie de lo que podían hacer durante el fin de semana y los días siguientes.
–El avión se supone que aterrizara sobre la una y media si no hay retraso, serán recogidos y llevados a casa inmediatamente.–consultó Nathalie en el horario.–Será demasiado tarde para ti, así que tendrás que recibir al señor Wayne entre las nueve y las diez de la mañana dependiendo de cómo esté dispuesto a descansar. Yo te llamare para que te levantes.
–Muy bien.–asintió mecánicamente.– ¿Y su hijo?
–Es probable que el señor Wayne quiera que descanse un par de horas más, pero aun así estate preparado en cualquier momento.
La mansión Agreste estaba agitada a pesar de que todo estuviera preparado y organizado, debido a que no estaban seguros de cómo responderían los visitantes. ¿Les gustarían los colores de sus habitaciones? ¿Tendría el señor Wayne alguna marca preferente de espuma de afeitar? ¿Le gustarían al joven Wayne los platos seleccionados en caso de que tuvieran hambre al llegar? La incógnita era lo que más nerviosos ponía a todos, incluso a Gabriel que se mostraba mas irascible de lo habitual.
Plagg incluso llego a comentar algo sobre como se las apañaría para conseguir su queso si tenía que estar todo el día con el otro chico; lo que significaba que el tendría que quedarse escondido en un estado de, según sus palabras, ayuno y aburrimiento sin fin.
–Puedes ir por la noche a las cocinas y tomar algo.–comentó Adrien centrado en sus deberes de química.–Procura hacerlo de madrugada para que nadie te vea.
–Tendré que hacer todo el trabajo.–se quejó el kwami tumbado y estirado sobre su cabeza con tono de lamentación.– ¿Qué haré si uno de esos dos se pasan la noche en vela?
–Plagg, dudo que los Wayne tengan hábitos nocturnos.–fue su respuesta inmediata.
El único que tenía hábitos nocturnos en aquella mansión era él. Pensó al recordar la conversación esa noche mientras saltaba por los tejados de París hacia el punto de encuentro con su Lady; menos mal que le había insistido de poder quedar aquella noche durante el último ataque el pasado miércoles, si no, no sabría cómo podría explicarle que seguramente lo tendría más crudo para aparecer a partir del día siguiente.
Si había algo que le molestase verdaderamente de aquella visita era eso. El tener que dejar de un lado sus responsabilidades como héroe para hacer lazos con Damian Wayne porque así lo quería su padre, a pesar de que le gustaba el poder conocer a alguien en una situación similar a la suya el verse obligado a hacer lazos solo por los negocios de su padre lo asfixiaba. Adrien Agreste tenía que hacerse amigo del heredero de Industrias Wayne a cualquier coste, lo que significaba que Chat Noir solo podría aparecer en casos muy extremos.
–Chat, ¿estás bien?–le llamo Ladybug sacándolo de su ensimismamiento colocándose a su lado desde donde había estado observando París con la vista perdida.–Llevo un rato llamándote.
–Perdona mi Lady.–se puso en pie y la saludo como tenía por costumbre.–Tenía la mente en otras cosas.
–¿Alguna chica?–preguntó con una sonrisa traviesa intentando ocultar el leve tono esperanzador.
–Me ofendes, bien sabes que la única dueña de mis pensamientos eres tú.–le respondió sonriendo coqueto.–Es más bien un asunto de familia.
Comenzó a contarle una vil mentira, cosa que odiaba, tener que mentirle a ella de entre todas las personas era lo peor para el. Pero no podía decirle la verdad, tenía que proteger su identidad secreta a toda costa, bien sabia que eso era lo que ella quería y esperaba. Quien sabe, quizás viera el engaño en sus palabras pero lo entendería.
–¿Tienes que cuidar a tu primo pequeño?–repitió con sus ojos azules como el cielo clavados en los de el como buscando respuesta en su mirada.– ¿No hay alguien más que pueda?
–Pues no, tengo que estar pegado a él como si fuera su sombra.–suspiro.–Si se da el caso de ataque veo muy difícil el poder transformarme hasta poder dejarlo en un lugar seguro sin que se vaya de la lengua después.
–Entiendo.–Ladybug desvió su mirada hasta la ciudad sin clavarla en un punto en concreto.–Entonces tendremos que aprovechar esta noche al máximo.
–Los ratones no tendrán tiempo para divertirse, mi Lady–dijo en tono socarrón.–Te lo prometo.
Fue una patrulla más larga y más minuciosa de lo habitual, no podían dejar ni un cabo suelto con la perspectiva de que Chat no podría aparecer en los próximos días. Pero salvo un par de carteristas que iban tras los turistas que salieron corriendo nada más verlos no encontraron gran cosa. Ya eran pasadas las dos menos cuarto cuando decidieron volver a sus respectivos hogares. Además Chat solo tenía poco más de media hora para volver antes de que llegaran los Wayne tenía que darse prisa para llegar antes que ellos y meterse en la cama sin hacer ningún ruido delatador mientras Plagg seguramente devoraba el trozo de queso que había dejado preparado de antemano para la vuelta.
Como era costumbre, la suerte no estuvo de su lado, cuando llegó el coche que habían mandado al aeropuerto a recoger a los Wayne estaba aproximándose, así que tendría que entrar y desvestirse a toda prisa. Con suerte estaba a acostumbrado a entrar y salir continuamente sin que le viera nadie desde afuera además de que era mucho más fácil para el camuflarse en medio de la noche.
Lástima de él que no supiera que unos ojos acostumbrados a buscar entre la oscuridad le vieran tras notar el movimiento del tejado hasta la ventana por la que entró.
