Naruto pertenece a su creador Masashi Kishimoto y este fic está hecho sin ánimo de lucro.
Desde siempre me había aterrado volar. Resultaba irónico pensando que el viento, el cielo, son sinónimos de libertad, algo que yo siempre había ansiado. Sin embargo no podía subir a un avión sin haber engullido antes unos cuantos tranquilizantes y aún así, incapaz de contener el bailoteo de mis temblorosas piernas. No obstante, por suerte para mí, nunca había tenido complicaciones en los tres o cuatro vuelos que había hecho a lo largo de mi vida. Por eso cuando la voz del piloto se escuchó por todo el avión diciendo que íbamos a atravesar una zona de turbulencias, y que abrochásemos nuestros cinturones, el cual, por cierto, yo no me había quitado, me sentí morir.
Pronto el avión comenzó a moverse aunque no fue nada exagerado y la gente se encontraba normal. Algunos incluso continuaban charlando tranquilamente. Yo la verdad es que estaba emocionado. Siempre he sido un adicto al riesgo, al subidón de adrenalina y me encontraba totalmente emocionado. Sin embargo cuando giré la cabeza hacia la derecha pude ver que el estado de mi compañera de asiento se encontraba a años luz del mío. Era una chica pequeñita, de un largo y brillante cabello negro azulado. Tenía unos singulares ojos gris claro que en ese momento los estaba utilizando para leer la hoja con los pasos a seguir en una situación de emergencia mientras se mordía los labios. La chica parecía tan angustiada que me propuse distraerla costase lo que costase.
- Tranquilízate. No va a pasar nada.-
Me giré sorprendida. El chico que estaba a mi lado me sonreía dulcemente mientras me miraba con sus profundos ojos azules. No le había prestado mucha atención puesto que generalmente estoy muy ocupada rezando mentalmente todo el viaje para que el avión tenga un buen vuelo, pero como en este caso nadie había escuchado mis plegarias decidí conversar con ese joven rubio y muy atractivo que me hablaba. ¡La verdad es que no se como podía no haberme fijado en él antes!
- Gra-gracias. Es que volar me pone bastante nerviosa.-
- Mi nombre es Naruto.-
- Yo soy Hinata. Un placer.-
- ¡Encantado dattebayo! ¿Quieres que le pida algo de beber a la azafata?
- No, gracias. Estoy bien. Solo quiero que esto termine pronto.
La chica, Hinata, era simpática. La pobre parecía haberse calmado un poco aunque aún seguía nerviosa. Curioso que se embarcase en un vuelo de catorce horas como era este de Tokio a Nueva York. De pronto una sacudida mucho más fuerte que las anteriores hizo que todo el avión se sobresaltase y varias personas chillasen. Entre ellas Hinata, que soltó un gritito y se aferró a mi brazo. A mi el corazón me iba a mil por hora pero me pude dar cuenta de que no había sido con la sacudida, sino cuando una milésima de segundo después Hinata agarró mi brazo. La miré fijamente mientras ella cerraba los ojos y se agarraba a mí. No me había dado cuenta, pero era inusualmente bonita. Cuando las turbulencias se aplacaron un poco se enderezó y continuó hablándome intentando ignorar su miedo.
-Lo siento. Te he agarrado muy fuerte. Me he sobresaltado mucho, perdona.-
- ¡Tranquila! Está todo bien dattebayo. Es normal que te asustes, pero relájate. Yo cuidaré de ti. Te lo prometo.
Me sentía un poco avergonzada por haberle agarrado así, pero él, Naruto, no le dio importancia. Era todo alegría y sonrisas y cuando al rato finalizaron definitivamente las turbulencias seguíamos hablando tranquilamente. Yo sobretodo mucho más tranquilamente. Naruto era un bastante peculiar. Tenía un carácter muy extrovertido y cada dos frases soltaba un "dattebayo" de una forma muy graciosa, cerrando los ojos mientras lo hacía. Tenía 24 años, uno más que yo y viajaba a Nueva York a la boda de sus dos mejores amigos, unos tales Sakura y Sasuke. Involuntariamente di un respingo que el notó. El iba a una boda, yo huía de otra.
- ¿He dicho algo raro? Te has quedado muy callada. Si, yo tampoco creía que el teme de Sasuke le pidiese matrimonio a mi querida Sakura-chan porque lo cierto es que siempre era muy frío y seco con ella, pero cuando Sakura-chan se puso seria y comenzó a dejar de perseguirle y preocuparse por él, el teme se dio cuenta de lo que estaba perdiendo y tuvo que hacer malabares para que ella le diese una oportunidad de nuevo dattebayo. Pero en el fondo Sakura-chan siempre estuvo enamorada de él a pesar de… Perdona, estoy hablando demasiado…-
- ¡Oh! No, para nada. Es decir, si, hablas mucho, pero me agrada escucharte.-
- Si… Pero te has quedado muy seria dattebayo. Antes estabas sonriendo mientras me escuchabas, ahora no. ¿Estás bien?-
- Naruto-san…-
- No nos conocemos bien Hinata-chan, pero si tienes algún problema puedes desahogarte conmigo. Y no hace falta que seas formal conmigo dattebayo. ¡Somos amigos!-
- Muchas gracias, Naruto-sa…kun. La verdad es que yo… Bueno, me he quedado un poco sorprendida al saber que tu vas camino de una boda y yo… He huido de otra.-
- ¿En serio dattebayo? ¿Y eso por que? ¿Quién se casaba?-
- Yo.
No pude evitar quedarme mudo al escuchar la última palabra de Hinata-chan. En ese momento me sentí un poco extraño. Aquella no era una huída cualquiera. ¡Se iba hasta otro continente! ¿Que habría sucedido para que se escapase de esa forma? A pesar de marchase, ¿amaría al tipo que la esperaba en el altar? La última idea me torturó como si me hubiesen clavado un cuchillo. Me estaba pasando algo muy raro. Conocía a esta chica de cinco horas atrás y sentía una sensación extraña en el estómago. No sabía que era, pero si sabía que las horas que me quedaban a su lado se me iban a hacer cortas y que no me iba a resultar fácil asumir la idea de no volver a verla.
- ¿Tu boda? ¿Era… hoy?-
- Si. Técnicamente habría empezado hace una hora, más o menos.
- Y… ¿Cómo es que estás aquí y no casándote dattebayo?
- Bueno, encontrarte a tu futuro marido poniéndote los cuernos con otra dos días antes de vuestro matrimonio hace que te replantees algunas cosas.
- ¡Pero menudo desgraciado dattebayo! Me lo encuentro y le parto los dientes. ¡No sabe lo que se pierde ese imbécil!
Naruto se sonrojó un poco tras su último comentario y yo también. Me sentí un poco mal por no decirle toda la verdad pero él por suerte no advirtió el detalle de que yo había huido de mi boda y no suspendido, como habría sido lo más lógico. No me hacía muy feliz hablar del tema y Naruto se dio cuenta dando un giro a la conversación y haciéndome reír todo el rato. Cuando pusieron la comida se ganó un regaño por parte de una de las azafatas cuando por hacer el tonto una patata frita fue a caer a la bebida de un pasajero con muy mala uva y sin embargo se la metió en el bolsillo tras un par de palabras pronunciadas en un tono que hasta a mi me dejaron con la boca seca. Eso me hizo preguntarme si saldría ya con alguien. Se comportaba un poco como un niño, pero podía ser serio si quería puesto que tuvo mucho tacto y empatía tanto con lo de las turbulencias como con el asunto de mi boda. Por otra parte y analizándolo ahora que se encontraba con el modo conquistador activado resultaba increíblemente atractivo. Era delgado y ligeramente musculoso, con un torso ancho y apetecible. Me sonrojé hasta la raíz del cabello pero por suerte ni la azafata ni él se dieron cuenta. Estaba sonriendo lo que me hizo fijarme en sus blancos dientes. Tenía una sonrisa zorruna, que junto a su pelo rubio despeinado le daba un toque pícaro y seductor pero lo que más me fascinaba eran sus ojos. Eran azules como el cielo y cuando me miraba me sentía mucho más segura y confiada. Como si con él todo fuese a salir bien. Miré mi reloj. En cinco horas llegaríamos a los Estados Unidos y no volvería a verle. El regresaría a Tokio en una semana, yo probablemente nunca. Y no podía pensar en pasar con él esos días, puesto que:
No sabía siquiera si tenía novia.
Él mismo me había dicho que hacía un año que no veía a sus amigos, querría pasar tiempo con ellos y no con una novia fugada a la que acababa de conocer.
Si aún ignorando las anteriores le veía me quedaba con él esa semana y pasaba lo que estaba temiendo que iba a pasar, acabaría con el corazón roto cuando tuviese que separarme de él.
¡No sabía si él querría volver a verme!
-Tienes cara de cansada Hinata-chan y la verdad es que yo también me muero de sueño. ¿Te apetece que echemos una cabezadita dattebayo? He conseguido que la azafata nos traiga una manta.
-Después de seducirla de esa manera*risita*… Pero muchas gracias, la verdad es que si que me muero de sueño.
-¡Ah! Ahí viene. Muchas gracias guapa… Toma, tápate. ¿Te importa que me recueste hacia tu lado? Es que como estoy del lado del pasillo si no tengo apoyo la boca se me abre sola y ronco dattebayo. ¡No te rías Hinata-chan! ¡Es en serio!
-No, no… Es que a mi… Bueno yo…-
-¿Tu también roncas Hinata-chan?
-¡Claro que no! Yo, digamos que, esto…-
-¡Hina-chan ronca! ¡Hina-chan ronca!-
-Shhh… ¡Naruto-kun! Baja la voz…¡No ronco!-
-¡Hina-chan ronca! ¡Hina-chan ronca!-
-¡SOLO BABEO!-
La cara de Hinata-chan pasó del blanco al rojo tomate en menos de un segundo, al darse cuenta de que si no en todo el avión, en todo menos en la cabina de los pilotos la habían oído y un par de carcajadas se escucharon también después de su confesión en voz de grito. No obstante yo me descubrí pensando que incluso babeando tendría que verse linda y en mi cabeza se formó la imagen de una tierna Hinata durmiendo mientras un hilillo de baba le recorría la comisura y yo, acostado a su lado se lo limpiaba. De pronto una alarma sonó en mi cabeza. ¿Qué clase de imágenes mentales me estaba montando? Pero lo cierto es que cuando Hinata-chan se acomodó para dormir, la estuve observando un buen rato por el rabillo del ojo, a ver si podía cumplir mi fantasía aunque al poco noté que los párpados cada vez me pesaban más y acabé desplomándome sobre el regazo de Hinata-chan que me pareció de lo mas suave y acogedor, deseando poder permanecer para siempre así.
- Naruto-kun despierta… Naruto-kun vamos a aterrizar. Venga, despierta.-
-¿Eh? Que… ¿Quién? ¿Hina-chan? Ya… ¿Ya hemos llegado?-
-Si, aterrizaremos en breves. Hemos dormido cuatro horas, menudas mantas que somos…
-No veo baba. ¿Te has limpiado antes de despertarme?
-¡Naruto-kun!
-¡Es broma dattebayo! Estás toda roja Hinata-chan… Eso seguro que es porque fue cierto.-
-¡Pues que sepas que tu has roncado tanto que hasta el piloto preguntó por megafonía si alguien había metido de polizón a un ornitorrinco!
Naruto se quedó con la boca abierta por un instante para luego comenzar a reírse a carcajadas. Pronto me uní a él. No sabía como lo había hecho, pero Naruto había conseguido sacar una parte de mi personalidad que creía haber olvidado hace mucho. Desde un momento concreto de mi infancia comencé a ser una niña y posteriormente una adolescente insegura, muy tímida e incapaz de mostrarme sin complejos ante los demás. Pero con Naruto era distinto. Su energía era contagiosa y me sentía muy a gusto a su lado. Sin tan solo fuese capaz de decírselo. De que el supiese que en unas horas había conseguido lo que nadie en años.
A Hinata-chan se le saltaban las lágrimas de la risa y a mí con ella. Me pareció una chica muy fuerte. Pensar lo que le había hecho ese capullo de su novio y ella aguantando deshaciéndose en lágrimas pero de risa. Nunca me había sentido tan cómodo con nadie. A pesar de que era muy consciente de que a veces canso a la gente, de que nunca me callo y me comporto como un crío, Hinata-chan me había escuchado amablemente, se había reído conmigo y me había hecho corto el viaje. Demasiado corto. Ojalá pudiese decirle todo esto. Que me gustaría volver a verla. Tenía la sensación de que ella también se lo estaba pasando bien. Estábamos aterrizando y ni cuenta se había dado puesto que estaba muy ocupada imitando mi cara mientras dormía.
Sin darme cuenta me encontré de pronto con Naruto pasándome mi equipaje de mano mientras la gente se levantaba de sus asientos y hacía fila para salir del avión que ya había aterrizado. Él y yo fuimos los últimos. Mientras atravesábamos la plataforma que une físicamente el avión con el aeropuerto Naruto tomó mi mano sin mirarme y yo sentí que, de cualquier forma se me iba a partir el corazón. Estuvimos extrañamente silenciosos mientras esperábamos el equipaje en la cinta y descubrí mis ojos aguándose cuando ya con nuestras cosas, él iba hacia una salida determinada y yo hacia otra puesto que, desafortunadamente, cada uno iba a un extremo de la ciudad.
-Bueno… Pues, me lo he pasado muy bien en el vuelo.
-Si… Yo también. Has conseguido que me olvidase de todo por unas horas. Muchas gracias, Naruto-kun.
-No… No ha sido nada, dattebayo. ¡Tú me has salvado el viaje! Me aburro con facilidad, y más en lugares cerrados.
-Entonces estamos a mano.
-Si…
-Bueno, creo que ya tendremos que… irnos.
-Si…
-En fin, ha sido un placer conocerte Naruto-kun. Espero que te lo pases muy bien con tus amigos y que tengan una bonita boda. Y que todo te vaya bien, claro.
-Claro. Gracias… Cu-cuídate mucho.
Definitivamente no podía ser más idiota "cuídate mucho". Ella tan amable y educada y yo soltándole semejante estupidez. Pero es que me quedé sin habla. No sabía que decirla al verla allí de píe mientras me miraba con aquellos preciosos ojos que cada vez brillaban más. Me pareció incluso ver una lágrima asomar y temeroso a ser incapaz de contenerme hice una rápida reverencia tras mis palabras y salí corriendo. Pensaría que era un imbécil. Y lo estaba siendo, maldita sea. Esa chica… Hinata-chan. Me gustaba. ¡Me gustaba muchísimo, dattebayo! Entonces… ¿Qué mierdas hacía yendo hacia los taxis cuando tendría que estar corriendo hacia ella? Mejor quedar como un idiota que perder algo importante por no arriesgarte, y a Naruto Namikaze podrían llamarle de todo, pero cobarde, jamás.
-¡Hinata-chan! ¡Hinata-chan!... ¡HINATA!
-Na… ¿¡Naruto!
-Espera… No te marches todavía, por favor.
-Yo…
-Déjame que hablar primero, por favor. Yo quiero volver a verte, dattebayo. Lo he pasado muy bien contigo y aunque me hayas dicho que no entra en tus planes regresar a Tokio, bueno… Eso no significa que no podamos vernos estos días ¿no?
-Lo cierto es que me gustaría mucho, Naruto-kun, de verdad, pero…
- Está bien. No quiero obligarte a nada. Discúlpame. Se me había olvidado por un momento todo lo que habías pasado. Es normal, dattebayo. Soy un idiota. Perdona.
Yo era la idiota. Naruto había regresado a pedirme lo que yo deseaba ardientemente: ¡Estar con el aunque solo fuese un minuto más! Tenía que hacer algo… Se estaba marchando porque como siempre me faltaba la confianza, la seguridad de ir a por lo que deseaba, sin temor a las consecuencias. Y aquella vez debía arriesgarme, porque era cierto que nunca antes había deseado nada como deseaba a Naruto en ese instante.
-¡Naruto espera!
-¿Si?
-¿Tomamos un café?
¿FIN?
Notas de autora: (Por favor leer ;)
Hola! ¿Qué tal os ha parecido? ¿Os ha gustado? Esta idea ha venido a mi cabeza porque desde hacía mucho quería escribir un NaruHina, pero no tenía muy clara la temática, solo que por cuestiones de que me he atrasado muchisimo con el manga y el anime ya ni os cuento, tenia que ser un AU, y que iba a intentar buscar algún tema no muy visto. Por ejemplo, me encantan los de etapa instituto y pareja que generalmente se odia al principio pero luego se enamoran, pero hay muchos de ese género. (Personalmente os recomiendo "Yo no soy gay" de blackstones3 publicada aquí en fanfiction, que incluye también otra de mis tramas preferidas la de chica se hace pasar por chico =). El pairing principal es el SasuSaku pero en general incluye a todo el elenco de Naruto y es muy loca y divertida. Recomendable 100%) Si. La escenita del aeropuerto de "tengo que coger ese avión, la mujer de mi vida va en el" y tal está muy utilizada ya, pero como podeis ver aquí no va de eso, sino de dos personas que se conocen en un avión y si, luego al final hay como un poco de dramatismo rollo "no puedo dejar que se vaya" pero no creo que sea muy exagerado jejeje.
Vamos a lo importante que estas notas de autora son para algo xP
Como podeis leer fin está entre interrogaciones, puesto que originalmente mi idea era hacer un one-shot, pero a medida que iba escribiendo las ideas que se me ocurrían me estaban quedando a huevo para hacerlo de varios capítulos. Por ejemplo que aparezcan más personajes como Sasuke y Sakura que se casan jeje, y saber el motivo por el que Hinata escapó de su boda, rumbo a Nueva York y no puede volver…
A mi generalmente, aunque amo los reviews, no me gusta poner "si quieres que continúe la historia déjame un review", vale que si no tienes te desmotiva un poco pero no me gusta exigirle a nadie y menos cuando ya tengo pensado hacer una historia larga.
Pero en este caso necesito pedir que si a alguien le ha gustado, y desea una continuación puedo hacerla porque tengo ideas suficientes para ella.
Por lo que más necesito opinión es porque precisamente, este tipo de narración que he empleado no resulta muy cómoda para una historia larga, sino para one-shots o drabbles y a lo mejor se vuelve muy tedioso leer cinco, seis, siete o los capítulos que pueda llevarme de esta manera. Pero claro… ¿No quedará muy feo si bruscamente cambio el estilo de narración?
Así que nada… Espero vuestros comentarios diciéndome si os ha gustado, y si seríais capaces de leeros una conti con el mismo formato o preferís que lo cambie… Dentro de un par de días decidiré según vuestras opiniones si finalmente hago conti o no, si lleva el mismo estilo… ¡Ah! En ese caso probablemente cambie el título, puesto que no me gusta poner el mismo título que el de un capítulo, porque Turbulencias tiene sentido si se trata de un one-shot, pero no si lo hago fic largo.
En fin, muchas gracias por tomaros la molestia de leeros estas notas de autor que como siempre me salen larguísimas, (que por cierto, en mi perfil esta mi msn por si a alguien le interesa añadirme y hablar de fics, comentar los propios y los de los demás, recomendar animes, mangas, series… O incluso la posibilidad de crear un fic en conjunto que es algo que tengo en mi lista de pendientes xP)
Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
Muchas gracias por leer. Un beso fuerte.
Mata ne!
