Primer Día.
9:30, academia Crypton.
Tac, tac, tac...
El mismo ruido una y otra vez, ¿Como demonios había llegado allí?, ¡Ah! Si, por la oportunidad e su vida, ¿Pero de verdad esto era como en sus sueños?... No, ni siquiera se acercaba; ella esperaba grandes puertas abriéndose de par en par mientras ella las atravesaba, ojos mirándola con euforia, admiración, deseo y, porque no, envidia; esperaba toda la atención en ella, en cada paso que daba, cada movimiento que hacia, cada pequeño detalle que la conformaba, esperaba que la gente le preguntase su nombre y desesperadamente tratasen de llamar su atención, después de todo, ella era Hatsune Miku, la hija de una de las familias mas famosas y ricas de todo el país, la chica cuyo nombre paso de ser no solo nombrado por toda su antigua escuela sino por casi toda la ciudad y sus alrededores, la chica que desde pequeña había llamado la atención por no solo su belleza, sino que también por su voz, la misma voz por la que en ese momento se encontraba en ese lugar.
Si, definitivamente jamás se hubiera imaginado estar en esta situación, pasar tan desapercibida como no deseada, aquellas personas no se paraban a mirarla descaradamente ni a sacarle fotos sin su consentimiento, solo la ignoraban, lo máximo que le habían mostrado era unas cuantas miradas a escondidas; y definitivamente, la chica detrás suyo, no se paraba a siquiera pensar amablemente que el maldito sonido que marcaba con sus dedos la estaba sacando de quicio.
Tac, tac, tac...
El ruido se volvió mas rápido, mas impaciente, ¿Es que acaso esa chica no podía controlarse y calmar su angustia? O, por lo menos ¿No hacer que todos nos enterásemos de ello?
Tac, tac, tac...
Respira, no estalles. Una y otra vez repetí eso en mi mente, apretando los nudillos, y sintiendo como la chica seguía golpeando insistentemente sus dedos contra el respaldo de mi asiento.
Tac, tac, tac...
Piensa en otra cosa. Mire a todos lados, intentando encontrar algo en lo que poner mi atención. Un niño estaba pegando una goma de mascar en el pelo a la chica delante suyo, esta, no se percataba de la situación, solo miraba empedernida su celular. Mirando a otro lado me encontré con una llamativa chica rubia, que llevaba un caro vestido de encaje; un pensamiento paso por su mente en ese momento, demasiado incomodo y llamativo, y tal vez eso era lo que la chica quería, llamar la atención. Aunque no la culpaba, si hubiera sabido que iba a pasar tan desapercibida, me habría puesto si era necesario un mismísimo vestido de novia con tarde llamar un poco la atención.
No era por que le gustase ser el centro de atención, si no porque ya estaba acostumbrada a serlo, y era algo que no tenía intenciones de cambiar.
Tac, tac, tac...
Ignorando el incomodo sonido, bajo su vista a su atuendo, era un bonito vestido azul de tirantes, cuya falda se desplegaba desde la cintura, el final de la falda era en un borde negro, y en su cintura, había una cinta negra también, esta venia con un adorno floral, pero se lo había quitado en la mañana, considerándolo demasiado llamativo, y ahora, se estaba arrepintiendo, no tenía escote, después de todo, a pesar de no ser totalmente plana, no tenía pechos lo suficientemente prominentes de los cuales presumir, o eso a su parecer; por ultimo unas medias blancas que llegaban mas arriba de sus rodillas y unos zapatos negros. Su cabello estaba agarrado en dos coletas a cada lado de su cabeza. Por alguna razón, pequeñas imágenes de ella llevando este atuendo en su anterior escuela llegaron a su mente, podía sentir las miradas de la gente en la espalda, malos murmullos, silbidos, sonrojos; alejo esos pensamientos lo mas rápido que pudo, por alguna razón, sintió una pequeña decepción.
Miro nuevamente a sus alrededores, intentando encontrar algo o alguien que dispersase esos pensamientos... Y disipara las ganas de mostrarle, de manera no muy amable, su incomodidad a la chica de atrás.
Tac, tac, tac...
Un poco mas y mi cabeza iba a estallar. Mire mi celular, si mis cálculos eran ciertos, que obviamente lo eran, ya llevábamos casi dos horas en lo que los profesores habían llamado una "pequeña introducción" a las normas, reglas y básicamente lo que que seria la academia, al principio puse atención, pensando que serian lo mas generales posibles y solo hablarían de las cosas realmente importantes, pero luego de un rato, no me costo mucho inducir que no seria así. Lo peor de todo era que ni siquiera estábamos en un gran salón o el gimnasio, sino que estábamos al aire libre, en un patio en medio de las instalaciones que, a mi parecer, eran la cosa mas fea que había pisado.
Mire a todos lados, nuevamente pose mi mirada a la chica con el chicle en el cabello, sentí un poco de lastima, esa chica tendría posiblemente que cortar su cabello y el cabello que tenía era realmente bonito, de un color verde que destellaba, por suerte la goma no estaba en plena raíz, así que solo tendría que cortárselo un poco, tal vez... Tal vez debí haberle dicho algo... Tal vez...
En ese momento algo me llamo la atención, de entre todas las cabezas pude reconocer el cabello de cierta chica rubia.
Rin, definitivamente ese era el cabello de Kagamine Rin.
Mire fijamente a mi amiga, el verle su rostro me calmo, aunque apenas podía reconocer sus facciones debido a lo lejos que se encontraba.
Estaba frotándose los ojos mientras de una manera muy cómica bostezaba, eso me hizo sonreír, me arrepentía de no haber llegado antes y haber tomado asiento junto a ella, así no estaría tan aburrida y no tendría que soportar a la chica de atrás mío.
Seguí mirando a Rin, hasta que alguien a su lado llamo mi atención, un rubio que se encontraba con su cabeza a punto de caer, posiblemente se había dormido, no me costo mucho saber quien era, pues era casi obvio. El chico al lado de Rin no era nada mas y nada menos que Len Kagamine, el idiota hermano de Rin.
Len
Un suspiro salió de mis labios al pensar en el. Me percate de mi error lo suficientemente rápido para poder recapacitar.
¿Que estoy pensando? Puse mis manos en mis mejillas y sentí que estas estaba calientes, pero antes de poder abofetearme mentalmente sentí que los fastidiosos golpecitos en el espaldar de mi silla pasaban a mas.
¿No le basta con los dedos y ahora usa los pies?
El sonido volvió a empezar, pero ahora se acompañaba con los pies. Me senté firme y lo mas disimulado que pude, corrí la silla, por suerte no hubo ningún sonido, pero por la brusquedad de mis actos sentí como mi silla se levantaba un poco dejando atrapado el pie de la chica, además de haber golpeado sus dedos lo suficientemente fuerte como para que estos sonaran.
La chica soltó un pequeño gemido ahogado, lo cual marco una sonrisa en mi boca. Rápidamente ella saco su pie de debajo de la silla, y pide sentir su mirada furiosa en mi espalda.
No me sentí mal, después de todo, se lo merecía, ¿Acaso no se le pasaba por la mente con quien se estaba metiendo?. Trato de llamar mi atención, probablemente para reclamar algo, pero la ignore con una sonrisa.
Atrás mío, mi pequeña "amiga" se removió en su asiento, casi podía palpar su frustración al no poder llamar mi atención, esto ensancho mi sonrisa. Poco a poco escuche como se empezaba a levantar, ¿Que quería hacer?, me preocupe un poco de que armase todo un alboroto ¿Solo por un pequeño "empujóncito"? Vaya mártir resulto ser.
Antes de que pudiese hacer cualquier cosa, todos los estudiantes se levantaron, rápidamente los imite, hicieron una venia y empezaron a dispersarse en el gran patio, busque con la mirada a Rin, cuando encontré mi objetivo me pude dar cuenta de que la también me buscaba, corrí a donde ella estaba.
Cuando llegue al lado de Rin esta me recibió con un fuerte abrazo.
—¡Miku-chan!.– exclamo poniendo su mejilla contra la mía, como una niña pequeña.
— ¡Hola Rinny!. ¿Como haz estado?.
— Bastante aburrida, las vacaciones no fueron lo mismo sin ti.
— Lo siento, pero mis padres no podían aplazar la reunión, ya sabes como son esas cosas. — respondí sonriendo. Al lado de Rin, se encontraba Len. Me dirigí a saludarle.
— Oh. El pequeño Len se encontraba aquí. — Puse una mano en su cabeza. El gruño he intento apartarse.
Estaba apunto de tomar sus mejillas para molestarle aun mas, cuando una chica nos interrumpió.
— ¡Len-chan! — grito una chica de pelo castaño, venia vestida de rojo, y con un escote bastante pronunciado. — Nesesitamos tu ayuda para orientar a los chicos nuevos.
— Bien, ¿Quienes mas van a dirigirlos? — pregunto Len con sus manos en los bolsillos.
— Creo que Kaito es el único — respondió la chica, luego dirigió su mirada a Rin — ¡Ah! Ella debe ser tu hermana, ¿Lín?
— Rin — corrigió la rubia extendiendo su mano — Kagamine Rin. Y esta es mi amiga Miku.
— Mi... Ku — cuando sus ojos me miraron parecían algo sorprendidos, pero luego reflejaron un extraño brillo, como si me conociera, ¡Por fin alguien se daba cuenta de quien era yo! — ¡Tu! ¡Eres la chica que estaba enfrente mío!
— Si, yo... Espera ¿Tu eras la chica que no dejaba de molestar con sus dedos?
— ¡¿ A quien estas llamando molesta, eh?! Lo dice alguien que para ser pequeña es demasiado pesada — dijo señalando su pie.
— ¿Disculpa?.
— Bien, creo que ya es momento de irnos, Meiko... — Len tomo del brazo a la chica y se alejó. A mitad de camino se detuvo y nos miro—¿Necesitan que les mostremos la escuela con los demás novatos?
"Tu también eres un novato" balbuceo Rin por lo bajo, con una gota en su frente, mientras Meiko y yo gritábamos al tiempo.
— ¡NUNCA! — nos miramos la una a la otra molestas. — ¿Porque repites lo que digo? — pregunto Meiko, con una mano en su cadera — TU eres la que esta repitiendo — le dije tratando de poner una sonrisa, una sonrisa que estaba segura se veía como una mueca.
Antes de que pudiéramos seguir " conversando" Len la tomo nuevamente de su brazo y la jalo lejos.
10:15, lugar desconocido.
Luego de un rato caminando, Miku se tiro al suelo, haciendo in puchero como una niña pequeña.
— ¿Que sucede? — pregunto Rin.
— Creo que debimos haber aceptado la ayuda de Len — respondió Miku por lo bajo.
— ¿Por que? — Miku la miro como si fuera algo obvio
— ¡Estamos perdidas! ¡No hemos encontrado los dormitorios y seguramente ya todos este allí!
—¿Que estamos perdidas...? — la rubia estallo en risas, su amiga sola la miraba incrédula — Lo siento, pensé que querrías dar un paseo por el campus, por eso te traje aquí — Rin soltó otra pequeña risa — si querías ir a los dormitorios debías haberlo dicho.
— Rin, ¿Tu conoces este lugar?
Miku recordó lo que le había dicho Meiko a Len.
Necesitamos tu ayuda para orientar a los chicos nuevos
— Claro, conozco este lugar me memoria — dijo Rin dándose pequeños golpes en la cabeza con su dedo.—¿Recuerdas que Rinto estudia aqui también? Hace unos días nos hizo memorizar cada rincón de este lugar. Ya que según el, es mejor estar preparado.
— ¿Porque no lo dijiste antes? — pregunto Miku con lagrimitas en los ojos — ¿Me puedes llevar a los dormitorios?
— Claro.
Rin tomo de la mano a Miku.
10:18, edificios gemelos.
Luego de unos pocos minutos llegaron a los dormitorios, unos edificios no muy altos, pero si anchos, también se les llamaba edificios gemelos ya que tanto la parte derecha como la izquierda eran perfectamente iguales, aunque Rin decía que era un nombre un tanto ridículo; luego de mirar el edificio, para la sorpresa de Miku, en su anterior "caminata" con Rin habían pasado mas de una vez por enfrente de el.
— Créeme Rin, si no fueras mi amiga, te estaría ahorcando. — Entro con desgane al lugar, aun habían unos cuantos estudiantes recogiendo sus maletas y mirando su numero de habitación. Se dirigió a la pizarra y empezó a buscar su nombre en la lista.
— ¿Que habitación es la tuya? — pregunto Rin a su lado.
— Es la... 214 — respondió y se aparto para que su amiga pudiese buscar su nombre. Cuando esta lo encontró, ni siquiera se molesto en preguntarle el numero, después de todo ya lo sabia, al igual que el suyo, la habitación de Rin era la 214; recordaba la pequeña discusión que había tenido con su padre para que este sobornase al director de la academia y las ubicaran en una misma habitación.
— ¡Es la 214! ¡Igual que la tuya! — Rin dio un pequeño salto de alegría.
—¡Si! — Miku fingió sorpresa.
— Miku... ¿Acaso tu...?
Antes de que pudiera continuar Miku la interrumpió.
— Deberíamos ir a por nuestras maletas — Miku esquivo la pregunta, consciente de que su amiga le reclamaría por acabar la, como llamaba Rin, magia de la casualidad; pero para Miku, esto solo era una tortura, no se podía permitir siquiera la posibilidad de quedar lejos de su amiga.
Tomo su maleta, esta se encontraba lejos del resto, la había ubicado así para que no quedase atrapada entre otras maletas, ya que a pesar de ser una maleta grande, tal vez demasiado grande, y resistente podría romperse algo en su interior si se le aplicaba mucho peso.
— ¡Espera! — la detuvo Rin, quien ya tenía su maleta a su lado. — déjame recompensarte lo de la habitación — definitivamente, Rin no perdía de vista nada.
— Rin no es necesario...
— ¡Shh! — la interrumpió Rin, luego miro de lado a lado y empezó su teatro. — ¡No puede ser! ¡Mi maleta es mas pesada de lo que pensaba! ¿Como se supone que la lleve a mi habitación? ¡Hace un mes que no me alimento y estoy DEMASIADO débil para hacer tal esfuerzo! ¿Acaso no hay algún caballero que me ayude? — Rin movía sus caderas y hacia poses de damisela en apuros, incluso saco un pañuelo, quien sabe de donde, y lo uso para secarse las lagrimas que no tenía. Miku solo miraba con una gota en su frente y apartándose un poco, orando por que las personas se olvidaran de ella y no la relacionaran con Rin.
— ¡Oh, bella damisela! ¡Nosotros os ayudaremos! — un peli azul llego a la escena, acompañado por cierto "samurai" que miraba divertido; Miku no podía creer que Rin consiguiera a alguien para que llevase sus maletas con tan penosa actuación. El recién llegado se arrodillo ante Rin y tomo una de sus manos.
— K-Kaito — Rin lo miro por un momento, luego, moviéndose al lado de Miku le dijo — Lo siento Miku, tendremos que llevar nosotras mismas las maletas.
— ¡No, no , no! — dijo Kaito parándose de una salto. — No puedo permitir que una dama desnutrida lleve una gran maleta como esa por su cuenta — se acerco asta donde Rin se encontraba y tomo la maleta de esta. Rin intento quitársela de las manos, pero este no la soltó.
— ¡Bien! ¡Llévala!, después de todo eres mi sirviente — dijo Rin al final, cruzándose de brazos con una sonrisa triunfante. Kaito la miro durante un minuto, y luego embozo una gran sonrisa.
— ¡Pero mírate! Si apenas puedes mantenerte en pie. ¡Es una desgracia que una bella chica como tu haya tenido que pasar por la suerte tan terrible de no comer por un mes! — se acerco rápidamente a Rin — ¡No puedo permitir que malgastes tu preciada energía subiendo esas odiosas escaleras! — luego de terminar esto, tomo a Rin por la cintura y la cargo por encima de su hombro.
—¡Kaito! ¿Que demonios haces? — Rin pataleo como una niña pequeña.
— ¡Tranquila bella damisela! ¡La llevare sana y salva a su habitación!
Mientras tanto, Miku miraba la escena sin saber muy bien que hacer, después de todo, no tenía ni idea quien era ese tipo, pero por la forma en la que Rin y el se trataban, podría decir que se conocían hace tiempo. Alguien toco su hombro.
— H-Hola, me llamo Kamui G-Gakupo, vengo con Kaito — dijo el peli morado señalando al chico con Rin — ¿Tu eres amiga de Rin?
— Eh si, me llamo Hatsune Miku — Miku dirigió su mirada al rostro del chico, pero este rápidamente lo aparto, y a ella le pareció ver que el estaba sonrojado.
— ¿Necesitas ayuda? — Gakupo señalo la maleta junto a ella.
— Ah... Etto... Si, por favor. —Miku no supo que responder por un momento, pero al final decidió que si Rin había echo todo ese alboroto, no debía desaprovechar la oportunidad.
Gakupo se acerco y tomo la maleta, luego sin mirar a Miku pregunto.
— ¿Cual es su numero de habitación?
— 214 — respondió Miku rápidamente y para su sorpresa, Gakupo frunció el ceño.
— Kaito — llamo a su amigo. Pero cuando Miku y el posaron su vista en el susodicho, una gota cayo por la frente de ambos. Kaito estaba dando vueltas, aun con Rin en sus hombros, y esta se encontraba pataleando y gritando que la soltara. — ¡Kaito! — llamo mas fuerte.
—¿Eh? — Kaito se paro y volvió su vista hacia Gakupo — ¿Que sucede Gakupo? ¿Ya sabes cual es su habitación?
— Es la continua a Meiko — respondió Gakupo.
— La continua a Meiko... — repitió Miku casi como un robot, al instante, entendió el significado de esas palabras — Un segundo... ¡¿ La siguiente a Meiko?!
Bien, creo que este capitulo ya esta listo para subirse. De verdad, espero que les guste. Pase días y días editando y cambiando cosas, y espero que sea de su agrado / Por favor, cualquier error háganme saber.
Todavía no hay parejas definidas, estas las iré escogiendo a medida de que pase el tiempo y las que sean mas votadas en los comentarios.
No se si tenga que aclarar esto considerando que los Vocaloid son un programa de voces o sintetizador)? Pero al igual lo diré.
Los Vocaloids no me pertenecen (Pero en el futuro Len lo hará 7w7r) lo único que me pertenece es la historia, y pido que por favor no la copien o pasen a otros foros.
De verdad espero que les haya gustado. El siguiente capitulo posiblemente lo suba mañana o el lunes.
^^ Bye Bye!
Atte: AyanoGray-sama
