Despertó y aunque la luna aún estaba ahí, sabía que no sería por mucho. Tras incorporarse de la cama y salir de su habitación, le extrañó lo callado que estaba todo, considerando la visita que habían tenido recientemente. No tardo demasiado en encontrarles, tanto en el suelo como en un sillón, con botellas de sake y platos con algún bocadillo olvidado por la sala. Clow caminaba por la zona que para otros sería el resultado de una Fiesta Divertida, y para Yue Demasiado Ruido, razón que le había llevado a retirarse temprano.
-¿Te encuentras bien, Clow?
Lo dijo esperando una confirmación a lo que pensaba, pero al contrario de eso, Clow aseguro que sí, que se encontraba bastante bien.
-Solo un poco mareado.
Yue dejó escapar un suspiro reprobador y se limito a observar como tomaba a Soel para dejarle cerca de Larg, quien estaba cómodamente durmiendo a un costado de Cerberus. Clow se tambaleo un poco y cuando encontró su túnica, Yue había regresado ya con una manta.
Yuuko masculló algo desde el sillón y se removió en una posición poco favorable.
-Mañana no solo estará molesta por la resaca, también por el dolor de cuello.
-Sí –acepto Yue.
-No es conveniente despertarla.
-Tienes razón.
-Sabes lo que pienso sobre usar magia en un estado poco conveniente –Clow hizo una pausa. –No es que me encuentre mal, pero tampoco puedo decir que estoy perfectamente.
-Indudablemente –respondió Yue un poco suspicaz hacia el rumbo que había tomado aquello.
Clow dejó de mirar a Yuuko y miro a Yue.
-No podré dar más de dos pasos antes de caer con ella al suelo, o peor aún, dejarla caer.
-Lo sé –Yue soltó un suspiro resignado. Tomo en brazos a Yuuko y ella sonrío con los ojos cerrados. Tras darle las gracias Clow le siguió en silencio.
Yuuko dijo "bastardo" en un tono de voz que tintineaba coquetería, mientras le echaba los brazos al cuello cuando subían por las escaleras. Tras un significativo suspiro, Yue se conformo con escuchar un carraspeo avergonzado proveniente tras de si.
