Holaaa! ¿Cómo está intento de personas :D? Aquí estoy inaugurando mi nueva cuenta con un fic de una de mis parejas favoritas en tooooodo el anime (sí, sí soy la antigua GranDiosaSupremaPollito… sin ofender, pero eres un lento si no lo notaste e_e). Para los que se preguntan qué pasó con mi antigua cuenta… pueees… se me olvidó la contraseña y el correo así que ya no puedo entrar ;_; (para mayor explicación visitar mi perfil). Volviendo con el fic, pues sí, este es mi primer UraYoru y espero que les guste porque no me maté escribiendo para que vengan a criticar ¬¬… Ok, no, soy una persona pacífica que acepta cualquier tipo de críticas constructivas… sí, constructivas, si son destructivas los denuncio ¬¬ (?). El fic lo hice basado en los tiempos en que Yoruichi y Urahara estaban en la Academia Shinigami (hace uuuuuufff~) y bueno, creo que será un fic como d capítulos, todo depende de mi inspiración :D y si les sirve de consuelo ya tengo el segundo cap casi hecho. Ahora sí, pasen al fic :'D
Bleach no me pertenece, es propiedad de Tite Kubo y algún otro japonés por ahí ;_;
Siempre había sido una chica rebelde. A pesar de pertenecer a una de las cuatro familias más poderosas y adineradas de la región, a ella no le importaba ¡Al diablo con las formalidades! Sí, ese había sido su lema desde que era una niña; ella era una chica cualquiera por encima de todos sus cargos, así que ¿Por qué no debía tener la misma libertad que las demás personas de su edad? Ser libre, tomar sus propias decisiones, estar con quien quisiera en el momento que ella quisiera y principalmente amar a la persona que ella misma escogiera, no por una estúpida orden de su padre para "unir familias". Sí ese espíritu libre se llamaba Yoruichi Shihouin.
Una chica morena de cabellos púrpuras con el cuerpo de una diosa acompañada por esas dos gemas doradas que ella hacía llamar ojos. En sus tiempos fue una de las chicas más bellas y sensuales de la Academia Shinigami; belleza, poder y riquezas ¿Qué chico (y unas cuantas chicas) no quisiera estar con ella? Muy pocos eran los afortunados eran los que lograban estar con ella en una relación formal; la verdad es que la relación más larga que haya podido recordar fue una de cuatro meses y medio con el capitán del equipo de baloncesto; ella más bien prefería las relaciones "express". Y no solo eso, a pesar de ser una "belleza rebelde", Shihouin Yoruichi era la segunda mejor de su clase, siendo superada por solo una persona.
-¡Kisuke!- un chico rubio de unos diecisiete años se encontraba caminando hacia la biblioteca cargando una pila de libros de todo tamaño y color. Tenía un aspecto desarreglado, pero eso no le quitaba su encancto.
-¡Yoruichi-san! ¡Cuánto tiempo sin verte!- Kisuke exclamó con su típico tono alegre y despreocupado.
-Me acabas de ver hace una hora- comento la morena caminando al lado de este.
-sí, lo sé, solo lo decía por pura cortesía-
-a veces puedes llegar a ser tan raro…- este no le respondió -¿Necesitas ayuda con eso?-
-se supone que soy un hombre, no debería dejar que una dama y encima una noble como tú me ayudara con esto- el rubio comentó cínicamente, lo único que logró fue que su amiga lo fulminara con la mirada.
-sabes bien cuanto odio que me traten así-
-sí, lo sé, pero extrañaba esa mirada de enojo- esta vez en su rostro había una gran sonrisa, cosa que molestó un poco más a la chica.
-eres la única persona que conozco que me ha querido ver enojada-
-es que te ves adorablemente intimidante- este le dio un tercio de los libros que cargaba, era seguro que si no lo hacía Yoruichi lo golpearía hasta quedar inconsciente. La sonrisa de la morena regresó para el alivio del rubio.
-¿Ya te he dicho que eres raro?-
-Novecientos setenta y tres veces, setenta y cuatro contando esta- la sonrisa de la chica se ensanchó.
-Estás jugando Kisuke- Yoruichi exclamó entre risas.
-me conoces muy bien Yoruichi-san-
-soy rápida para aprender, aunque debo aceptar que eres alguien difícil de predecir… principalmente por esa estúpida sonrisa que SIEMPRE llevas en la cara- Yoruichi hizo énfasis en la palabra "siempre" para molestarlo.
-¿insinúas que esta sexy sonrisa de galán de telenovela e A?- Urahara estaba tratando de parecer ofendido. Yoruichi soltó una estruendosa carcajada al oírlo.
-¿Sexy? ¿Galán de telenovela? ¿Has estado durmiéndote entre tus experimentos otra vez?- preguntó sarcástica.
-puede ser…- para qué mentir, se dijo a sí mismo –y gracias por bajarme la moral-
-¿Yo bajándote la moral? Hoy es tu día de chistes IMPOSIBLES ¿No?- el muchacho no respondió, cosa que advirtió a Yoruichi de que estaba algo molesto; casi nadie podía adivinar cuando este se enojaba, pero después de ser su mejor amiga por más de doscientos años, todo que había pasado junto a él logró ser capaz de lograrlo.
Yoruichi aceleró un poco más el paso para así quedar de frente con su mejor amigo. Kisuke se sorprendió un poco por su repentina reacción; no le gustaba aceptarlo, pero a veces le resultaba difícil saber lo que pasaba por la mente de esa mujer. La morena examinó detenidamente la cara del chico, este se puso ligeramente nervioso al ver que esas dos hermosas piedras preciosas que Yoruichi tenía como ojos lo observaban con tanto detalle; para su suerte ella no lo notó.
-Si te afeitaras creo que estarías cerca de hacer verdad lo que dices- sí, ese era su modo de disculparse. Al estilo Yoruichi, como decía el joven genio y ese estilo le encantaba.
-¿Insinúas que mi barba casi inexistente disminuye mi evidente belleza? ¿Acaso estás ciega Yoruichi-san?-
-¡Hey! Agradece que te dije que tienes una sonrisa casi sexy-
-¿Casi? ¿Esa es tu mejor forma de consolar?- Preguntó. La morena se adelantó caminando de una forma altanera. No le gustaba aceptar sus defectos.
-sabes muy bien que soy mala para eso- Kisuke esta vez fue el que soltó una carcajada ante el comentario de esta y trató de alcanzarla.
-eres la mezcla perfecta de belleza, inteligencia y poder y no eres capaz de dar un buen consuelo…- el rubio estaba hablando inconscientemente, pero al caer en cuenta de lo que había hecho tuvo que ingeniárselas para no hundirse más-… aunque si lo pienso bien, también eres pésima para aconsejar a las personas, siempre terminan golpeadas-
"Genial Kisuke ¡Tanto cerebro! ¡Tanto ingenio! ¿¡Y no soy capaz de disimular que le di un cumplido a Yoruichi?!" Urahara se estaba reclamando mentalmente, era la primera vez que se le salía algo como eso.
-espera, espera, espera…- Yoruichi empezó a hablar en un tono divertido -¿Tú? ¡¿Kisuke Urahara me ha hecho un halago?!- el joven genio no respondió con miedo de que se le saliera alguna otra palabra inoportuna –creo que debo sentirme afortunada…- esta se le quedó mirando al ver que este no lo negó ni nada por el estilo (cosa muy común en él) -¡Hey Kisuke! Te hice una pregunta y espero que me respondas-
-¡K-Kisuke-san!-
"justo a tiempo Yuzuki-chan"
Sin darse cuenta ya había llegado a la biblioteca, para la suerte del rubio. Una chica que aparentaba ser unos años menores que estos dos, los había recibido en la entrada; Yuzuki era una joven de cabello rojizo y de ojos grises, era un poco más baja que Yoruichi y al contrario de esta, llevaba un uniforme nítido y arreglado sin ninguna muestra de arruga. (N.A: solo imagínense el uniforme shinigami bien arreglado :3) Sí, toda una estudiante ejemplar.
-¡Oh! ¡Yuzuki-chan! ¡Te ves muy linda!- la joven se sonrojó.
-m-muchas gracias K-Kisuke-san-
-no te preocupes, solo decía la verdad… por cierto ¿Sabes si…?-
"¡¿Cómo es que a ella le dijo todo eso voluntariamente?! ¡Si acaso me dijo lo anterior por que se le salió de la boca! ¡¿Qué diablos le pasa?!" Yoruichi apretó los dientes cuando los vio a los dos hablando MUY amigablemente para su gusto, pero supo disimular perfectamente que estaba molesta.
-Yoruichi-san, pásale los libros a Yuzuki-chan por favor- la morena solo asintió, sabía que si abría la boca corría el riesgo de sonar algo celosa.
Las dos chicas se miraron a los ojos y de una vez se sintió ese ambiente de tensión. Yuzuki había estado enamora de Kisuke desde la primera vez que había entrado a la biblioteca, siempre la había tratado bien aún sabiendo que a veces podía ser un genio de pocas palabras. Pero había solo un problema… Yoruichi Shihouin; la "chica perfecta" de la Academia Shinigami o como ella le decía entre su grupito de amigas "la líder arrogante de las cuatro casas". Siempre había estado demasiado cerca de su enamorado, siempre los veía juntos en los recesos, siempre trabajaban juntos y siempre se iban juntos ¿Acaso no era suficiente estar en la escuela todo el día juntos? Siempre que aparecía la oportunidad le preguntaba si estaba saliendo con alguien, claro, de manera disimulada, y este solo le respondía que su único amor era la ciencia; cosa que la aliviaba por un tiempo, o por lo menos hasta el momento que se enteraba de que Yoruichi había roto con uno de sus TANTOS novios. Además, Yoruichi no podía ser el tipo de chica de Kisuke. Arrogante, obstinada, rebelde, alocada, agresiva, desvergonzada y a veces podía resultar alguien muy antipática. No, ese tipo de chica no podía estar con un científico reservado necesitado de paz para pensar.
-Yuzuki-chan, ella es Yoruichi-san- Kisuke las presentó de una forma animada pasando por alto el ambiente de "odio" que había entre estas dos.
-es un placer…- las dos se dieron las manos fingiendo una sonrisa –he escuchado mucho de ti- la morena arqueó una ceja.
-¿Ah sí?- tenía la esperanza de que su mejor amigo la haya mencionado en alguna de sus conversaciones.
-sí, eres muy popular en la academia y también por tu velocidad. Sin mencionar que eres la líder de los Shihouin- no fue así, Kisuke no había mencionado ni una sola palabra sobre ella.
-ah eso… gracias-
-¡Bueno!...- Kisuke las interrumpió –creo que ya es hora de irnos Yoruichi-san… ¡Nos vemos Yuzuki-chan!-
-s-sí, adiós Kisuke-san…- Yuzuki nuevamente se sonrojó al ver su sonrisa.
Los dos salieron de la biblioteca, pero esta vez no se dirigieron ni una sola palabra, o más bien, Yoruichi no le dirigió la palabra ni por un minuto. Al principio hizo reír a Kisuke, de seguro estaba celosa, daba miedo verla así, pero fue gracioso; claro, aquella diversión pasó después de que a pesar de que ya estaban frente a la entrada de la academia dispuestos a salir, Yoruichi no había dicho absolutamente NADA. Mejor era hablarle antes de que se enojara con él y no le hablara por toda una semana.
-umm… Yoruichi-san… no has dicho nada desde que salimos de la biblioteca…-
-¡¿Y qué quieres que diga?!- Kisuke tragó saliva.
-¡Nada! ¡Nada! Solo que me sorprende que alguien como tú no haya dicho una sola palabra durante tanto tiempo-
-¿Insinúas que nunca me callo?-
-¡No, claro que no! Solo es que…- nunca sabía que decir en esos momentos. Tratar de decir algo era como pasar por un campo minado, solo que las minas en vez de explotar lo golpearían y lo dejarían en el hospital -¿Quieres ir a tomar un café?- lo mejor era tratar de cambiar el tema.
-tengo cosas que hacer- la morena le respondió cortante. Nuevamente se formó un silencio entre los dos y ya estaba llegando el momento en que se separarían para ir a sus respectivos hogares, si no le decía algo ahora iba a tener a una Yoruichi enojada por una semana completa.
-nee… ¿Estás molesta Yoruichi-san?-
-¡Claro que no!- la morena le gritó. Sí, de seguro iba a ser una semana larga para Urahara.
-c-claro… nos vemos Yoruichi-san- Kisuke estaba a punto de cruzar la calle cuando la morena lo llamó.
-Kisuke...- esta sacó una tarjeta roja con diseños dorados en el borde, muy elegante –el sábado tendremos una fiesta de disfraces conmemorando el cumpleaños de mi padre. Aquí está tu tarjeta- esta le entregó la invitación, pero en ningún momento la miró a los ojos.
-sabes que no me gusta ir a esa clase de eventos, además tu familia me mira feo sin razón, y principalmente tu "guardaespaldas", Soi Fon…- Yoruichi frunció el seño. Señal de alerta para Kisuke -¡Pero igual voy a ir!- le dijo con una gran sonrisa –aunque es mañana… ¿No me pudiste dar la invitación antes?-
-la tengo desde el martes, pero hasta ahora me acuerdo- Yoruichi le mostró una torpe sonrisa mientras se rascaba la cabeza. Por lo menos ya no estaba molesta.
-típico de ti Yoruichi-san…- le dijo mientras miraba la elegante tarjeta.
-debo irme…Nos vemos Kisuke- y la chica se fue de largo antes de que este le pudiera decir algo. No por algo le decían La Diosa de la Velocidad.
Kisuke se le quedó mirando por un largo tiempo. Esa mujer era realmente hermosa, no importa por dónde la vieras, siempre se había sentido afortunado de tenerla como mejor amiga, aunque no lo suficiente ya que solo eran amigos. Era todo lo contrario a él, pero eso solo la hacía más perfecta.
El joven genio cruzó la calle con la imagen de esta en la mente.
"¿Es posible que Yoruichi Shihouin estuviera celosa de un tipo como yo?" una sonrisa involuntaria salió del rostro del científico "Se debió haber molestado bastante… Aunque supongo que a eso se le llama karma" Kisuke empezó a recordar las incontables veces que había visto a su mejor amiga hablando, paseando o hasta incluso besándose con uno de sus tantos novios. Claro, comparado con eso no era nada, pero es un avance "Como sea… debo ir a buscar un disfraz adecuado antes de que cierren las tiendas"
Mansión Shihouin
Yoruichi no había llegado ni a la puerta cuando su subordinada, Soi Fon, le hizo una reverencia y la saludó respetuosamente mostrándole una laaaaaarga lista de actividades que tendría que hacer desde las 9:00 de la mañana hasta que se iniciara la fiesta de cumpleaños de su padre. Esta encogió los hombros y pasó de largo ignorando todo lo que su fiel compañera le decía; puede que fuera como su hermana menor, pero a veces tanta formalidad llegaba a ser estresante y aún más después de lo que acababa de pasar con Kisuke y la tipa esa.
-Acabo de llegar Soi Fon- empezó a quejarse la morena –al menos déjame cambiarme y luego hablamos ¿Sí?- a pesar de que estaba molesta, o más bien dicho en palabras que ella utilizaría, cabreada. No quería decirle alguna grosería sin pensar a la pobre Soi Fon así que lo mejor era evitarla por un rato, o por lo menos hasta que se calmara.
-S-Sí Yoruichi-sama-
La chica de pelo púrpura subió a su habitación rápidamente a su habitación sin saludar a su familia, ellos eran los menos indicados para hablar con ella en ese momento. Rápidamente cerró la puerta y se tiró en la cama a meditar.
"¿Cómo se atreve a tratarla así frente a MÍ?... ¡Hoy fue la primera vez que me dijo un cumplido de verdad y lo negó! En cambio con esa chiquilla lo dijo como sin problemas" la joven se puso de pié de un brinco dispuesta a cambiarse.
Buscó entre sus gavetas y sacó un viejo yukata verde que tenía desde ya hace cinco años. Con algo de pereza empezó a soltarse el cinturón, pero antes de terminar se fue a mirar en el espejo.
-soy mil veces más hermosa que ella… Todo el mundo lo sabe…- esta se dio la vuelta y fue a terminar de vestirse -¿Qué le cuesta decirme por UNA sola vez que estoy linda sin tener que bromear o negarlo después?...- y por segunda vez se tiró en la cama –aunque de seguro no me lo dice porque soy una altanera y grosera y…- suspiró –de seguro no soy ni el tipo de chica que a él le gusta- su mirada entristeció un poco -¡No!- dio otro brinco para ir al suelo -¡No voy a dejar que Kisuke se vaya con esa tipa!... Aunque tenga que dejar a un lado mi orgullo…-
Y aquí señores ha terminado el primer capítulo que aún no tiene título (de seguro en el momento que lo suba tendrá alguna clase de título completamente ridículo xD). Traté de hacer a los personas más de acuerdo a su personalidad, pero para estos dos me sale un poco difícil. Aún así hice lo mejor posible para que les gustara :D
Y si me quieren mucho dejen Reviews :3
