¡¿Juntos?!
From Disimulandofelicidad

Chapter one: Goodbye, London

Una joven pelirosa caminaba hacia su departamento en Londres. Allí vivía con su amiga Ashley. Ella se había mudado a Londres hace cuatro años, exactamente cuando tenía catorce años; pero comenzó a vivir con Ashley hace dos.
Estudiaba a la mañana y a la tarde trabajaba en una tienda de ropa. El oficio no tenía nada que ver con lo que en realidad siempre había soñado. Desde pequeña quería ser médica, pero las vueltas de la vida hicieron que se mudara y, sin otra opción, trabajar vendiendo ropa, ya que debía mantenerse de alguna forma.
Su vida a través de los años se había vuelto una gran rutina, al contrario de cuando no vivía allí. Ella no disfrutaba de eso, es más, quería cambiarlo. Pero lo que menos imaginó es que todo eso puede hacerlo una simple llamada.

Sonó el celular de la pelirosa, cuando estaba a dos cuadras del departamento. Ella se sobresaltó y miró la pantalla del aparato, pretendiendo conocer el número. Pero, para su sorpresa, no fue así. Atendió de todas formas, tal vez era importante.

— ¿Hola?

Buen día, con Sakura Haruno quería charlar. —contestó suavemente la voz de una mujer

—La misma habla, ¿quién es usted?

¿No me recuerdas?

—¿Debería hacerlo? —Sakura comenzaba a sentirse confusa, no todos los días recibía llamadas de ese tipo

Bueno... pueden ser los años —admitió la mujer, soltando una risita—. Tsunade, ¿te suena?

—¿¡Tsunade-sama!? —gritó, sin importarle que la gente a su alrededor se paraba para observarla— ¡No puedo creerlo! Tanto tiempo, Dios mío...

Bien, bien. Tranquila, no creí que lo tomarías así.

—Es que... ¡wow! Jamás creí que tendría contacto con Konoha... —contestó con un deje de melancolía— No de nuevo.

Pues sí, y ahora tendrás mucho más contacto del que te imaginas muchachita...

Sakura emitió un sonido de desentendimiento. "¿Contacto con Konoha nuevamente?" se preguntaba, había prometido dejar esa aldea en el más profundo de sus recuerdos.

Ve a tu departamento y verás. Hablamos pronto. Y cuidate, Sakurita —Tsunade colgó

Sakura, sin darse cuenta, se encontraba parada en el medio de la vereda y con la boca abierta. Comenzó a caminar apresuradamente, estaba muy ansiosa y nerviosa a la vez. ¿Qué iba a suceder?
Llegó y subió velozmente, tirándose contra la puerta y corriendo hacia la mesa más cercana. Allí, había un sobre que contenía su nombre. Se acercó a él y lo tomó con manos temblorosas.
Al abrirlo, quitó el papel de carta y comenzó a leer:

Sakura:
Supongo que estarás sorprendida por mi aparición, pero debo comunicarte algo muy importante.
En Konoha no hay médicas/médicos tan buenos como los que necesitamos en estos momentos, por lo tanto quería proponerte algo: Viajar a Konoha y permanecer aquí por tiempo indeterminado, trabajando en el Hospital. Por supuesto que comenzarás estudiando y, cuando estés lista, comenzarás a emprender tu carrera de médica. Vivirás en la casa de algún ciudadano que yo considere seguro y apropiado para la convivencia. En unas horas, un auto pasará por ti. Puedes aceptar o rechazar mi propuesta.

Contestes lo que contestes, te espero con los brazos abiertos

Tsunade.

Permaneció en silencio por unos segundos. Era un gran shock, pero sin pensarlo, admitió que era la propuesta de su vida, como esos trenes que dicen que pasan una sola vez. Tenía la oportunidad de ayudar a Tsunade, de esa forma podría devolverle todos los favores que le debía, y también estudiar para ser lo que soñó toda su vida.

Sakura se dirigió a su cuarto, decidida. Tomó la maleta más cercana a ella y comenzó a buscar un par de prendas que le servirían, al fin y al cabo no podía llevarse todo lo que compró durante esos años, serían muchas cosas. Probablemente, pensaba Sakura, Ashley haría buen provecho de ellas.
Sintió unos pasos acercándose, hasta que se silenciaron de golpe

—Así que te vas...

—¿Ash? —dudó Sakura y se volteó, para confirmar si era su amiga la que le hablaba

Así era. Ashley estaba parada en la entrada a su habitación, observándola detenidamente. Sus ojos fabricaban lágrimas que le dolían a Sakura y tenía en sus manos la carta de Tsunade. Sakura maldecía internamente.

—Ash yo... bueno, sabes que es mi pasión ser-

—Sh, no me des explicaciones —la interrumpió—. Lo sé. Ve, no te lo impido. Sólo llámame de vez en cuando —sonrió y se acercó a la pelirosa para abrazarla—. Todos los días, mejor.

Sakura le devolvió el abrazo con alegría, Ashley era la única que realmente había estado con ella desde su llegada allí. Iba a ser difícil dejarla, ya que era como una hermana. Susurró un "por supuesto", acompañado de unas pocas lágrimas que comenzaban a salir.

-x-

Horas más tarde, escuchó una bocina en las afueras del departamento. Tomó sus maletas y lo pensó por última vez. No todos los días se tomaban decisiones de tal importancia.
Se giró para observar a Ashley, que estaba sentada en el sillón cercano al televisor. Sonrió con un deje de tristeza, gesto que su amiga copió al instante.
Luego de un intenso abrazo a modo de despedida al fin, Ashley la acompañó a la entrada del departamento aconsejándole que no se preocupe por el trabajo y demás cosas, que ella se ocuparía de todo. Bajaron por el ascensor, fijando algunas reglas para mantener su relación a larga distancia. Ashley propuso mantenerse en contacto a través de llamadas, correos electrónicos y demás. Prometió ir a visitarla algún día.

Llegaron a la entrada del departamento, donde se encontraron con un gran coche y un chofer que sonreía amablemente. Él se acercó para tomar las maletas e ir guardándolas en el baúl del coche.
Sakura subió de inmediato, luego de que el hombre le abra la puerta y de saludar a su amiga por última vez. Comenzaron el viaje hacia el aeropuerto.

Tardaron en llegar alrededor de media hora. El chofer le dio indicaciones a Sakura de lo que debía hacer para viajar correctamente. Ella escuchó atentamente, le agradeció e ingresó en el aeropuerto.
Ella había olvidado por completo todo el trámite para viajar, habían pasado muchos años y en ese entonces no había prestado atención. Las palabras del hombre habían servido, de lo contrario hubiese estado perdida allí.

El viaje duró unas cuantas horas. Sakura durmió lo necesario para llegar a Konoha con todas las energías recargadas. Un pequeño brillo en sus ojos jade hacía notar la ansiedad que tenía. ¡Hacía tanto que no iba allí! En realidad, desde su partida no volvió jamás. Probablemente todo había cambiado, todos.
Al llegar al aeropuerto realizó los trámites correspondientes y emprendió camino por las calles de Konoha.

Para su sorpresa, realmente las cosas allí habían cambiado. Había nuevas casas, nuevos árboles, mucha gente que no conocía. Pero también muchas cosas aún estaban en sus respectivos puestos, tal cual como cuando la joven dejó la aldea. No pudo evitar sentir un nudo en la garganta, eran muchos los recuerdos y sentimientos que afloraban su mente.
Rápidamente, al mismo tiempo que observaba todo con detenimiento, se dirigía a la oficina de Tsunade. Y llegó sin problemas, estaba justo donde ella la recordaba. Una pequeña pero sincera sonrisa abarcó su rostro. De nuevo en casa.
Ingresó con una mezcla de ansiedad y nerviosismo, no sabía qué era lo que la aguardaba en esos momentos: ¿una fría bienvenida? ¿un gran abrazo?
Totalmente sorprendida, se topó con Shizune en uno de los pasillos. Ella la recibió con una sonrisa y la acompañó hacia esa puerta que, en su infancia, había cruzado miles de veces.

—Espérame aquí, Sakura —ordenó Shizune con ternura

La dejó a un costado de la puerta, la cual abrió luego de golpear y recibir un "¡Adelante!" de Tsunade. Sakura escuchó con suma atención los murmullos de allí.

—A que no sabe a quién tengo ahí afuera, Tsunade-sama.

—Mmmm... ¿a quién, Shizune? —preguntó Tsunade un tanto desconcertada

—Adelante, por favor.

Sakura tragó saliva. Asomó sus ojos por el costado de la puerta y, al ver la cara de felicidad de Tsunade, se hizo ver completamente. Sonrió, pidió permiso e ingresó en la oficina. Tsunade se puso de pie inmediatamente, avanzando hacia Sakura y otorgándole un cálido abrazo.

—¡Sakura, mi muchacha!

—Tsunade-sama, tanto tiempo —murmuró Sakura un tanto asfixiada

Tsunade notó esto y soltó a la pelirosa— Oh, lo siento —se disculpó—. Bien, no hay tiempo para charlas. Te daré esto —se dirigió rápidamente hacia su escritorio, tomó un papel y se lo entregó a Sakura—. Ve allí, esa será tu casa. Luego hablamos —al ver que la joven no movía agregó— ¡Vamos!

—Oh, sí —Sakura sonrió levemente en forma de agradecimiento, aunque en realidad estaba descolocadísima— Gracias, hasta luego Tsunade-sama.

Shizune le dedicó una pequeña sonrisa y un gesto de despedida. Sakura lo devolvió y se retiró de la oficina.
Los rayos de sol hicieron que Sakura cierre levemente los ojos al salir al exterior. Observó el papel e intentó recordar la dirección mientras que lo guardaba en uno de sus bolsillos, tomaba sus maletas nuevamente y caminaba hacia su próximo hogar.
Deseaba intensamente reencontrarse con alguien: Naruto, Kakashi… hasta con Ino, si era necesario. Había transcurrido mucho tiempo.

Sin darse cuenta, se encontraba en la entrada. Alzó una ceja en forma de sorpresa por lo bonita que le parecía la casa, más bien mansión.
Sus paredes eran blancas, muy sutiles por cierto, aunque no tenía ninguna planta. Pero le resultaba familiar, muy familiar.
Se acercó hacia la puerta de madera, buscó el timbre. Era pequeño, lo que dificultó la búsqueda. Lo tocó una vez y escuchó el "Riiiiing" que producía. Se mordió el labio, estaba nerviosa.

-x-

Se encontraba sentado en el sofá, mirando la nada. Tranquilo, como a él le fascinaba estar.
Se desconcertó al escuchar el timbre sonar. Dirigió su mirada a la ventana, para fijarse si veía a alguien. Nada. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba en la puerta, tomando el picaporte y abriéndolo lentamente.
No tuvo sorpresa igual a la de ese momento.

-x-

Lo que menos imaginaba era que esa persona le abriera la puerta, que viviera allí. Él la observó de arriba a abajo, escrutándola con interés.
Sakura llevó sus manos a su rostro como muestra de su gran asombro, ¡no podía ser!

—Tú... —murmuró él

Alguna vez debía suceder, ¿no?


Estoy segura de que no imaginan la felicidad que siento en este momento, no soportaba más no terminar el capítulo. Sólamente espero que les haya gustado, supongo que habrán notado que esta historia es AU.

¿Merece comentarios?