Bueno. Estoy pensando en hacer esta historia larga, por lo menos 10 capítulos.
Los personajes pertenecen al mundo de Gravity Falls, excepto los padres de Dipper y su abuelo. Sus nombres por lo menos, yo les cree una determinada personalidad.
Sin más que decir disfruten el capítulo.
PD. Es la primera vez que escribo. Sean pacientes por favor.
Bemyteenagedream2nightdraco
Capítulo 1: Tres años después
Sherman cerró el baúl de su auto, con dificultad, mientras maniobraba con los tres bolsos rosados que tenía en los brazos.
-Creo que éstos son los últimos Mabel- dijo el hombre agitado.
-¡Gracias abuelo! ¡Vamos a extrañarte muchísimo!- gritó, llena de entusiasmo, una jovencita esbelta de casi 17 años, agitando su largo cabello mientras abrazaba y besaba a su adorado abuelo en la mejilla, el cual casi deja caer uno de los bolsos, de no ser por la ayuda de su hermano mayor, que llegó justo a tiempo.
-Cuidado Shermy, deja que te ayude con eso- mencionó Stanford, cargando sobre uno de sus hombros el equipaje de su sobrina nieta.
-Gracias Ford, ya no soy tan joven cómo antes-mencionó risueño el hermano menor de los gemelos Pines, mientras observaba a su nieta ser abrazada por su otro hermano, quien se veía emocionado y más desenvuelto con los niños desde ese verano que pasaron juntos, hace tres años, cuando sorpresivamente Ford había vuelto a sus vidas.
-¡Mabel! Cuánto tiempo sin verte y cuánto has crecido, te has convertido en toda una mujercita –mencionó con cariño Stanley, admirándola.
-¡Gracias tío Stan! Y sigo siendo 5 cm más alta que Dipper, por lo que sigo siendo la Gemela Alfa- dijo orgullosa Mabel, dirigiéndose hacia la entrada de la Cabaña del Misterio, seguida por su adorable cerdito. -¡Vamos Pato! Hay que llegar antes que Dipper y elegir el cuarto de arriba!- dijo la joven apurando el paso hacia el interior de la Cabaña.
-Por cierto, ¿dónde está el chico?- preguntó el tío Stan con una mueca de tristeza, mientras observaba a Shermy suspirar con cansancio.
-Fue al bosque apenas detuve el auto, no ha estado muy bien desde que sucedió, ¿saben?-respondió Shermy con tristeza. –Tampoco Francis, él y Dipper comenzaron a discutir más seguido cuando Anna enfermó, pero luego de su muerte y pocos meses después, cuando Dipper confesó a su padre que no le gustaban las chicas, dejaron de hablarse y comenzaron a ignorarse mutuamente- respondió ahora con un poco de enojo. – ¡He intentado hablar con Francis! ¡No puede ignorar a su hijo de ese modo, pero ese hijo mío es más terco que una mula!-respondió ahora enojado, pateando con fuerza una piedra que se encontraba cerca.
-Ya ha pasado un año desde la muerte de su madre, pienso que estar este verano lejos de su padre va a calmar un poco las aguas y va a distraer un poco a los niños- dijo Ford, tratando de calmar al más pequeño de sus hermanos.
-¿Y Mabel como lo lleva?- preguntó Stan, disgustado por la actitud de su sobrino.
-Ella ha madurado. Se muestra fuerte e intenta ayudar a Dipper, a aceptarse como es y a no cerrarse tanto en sí mismo, pero él… ha comenzado a alejarla, a todo el mundo en realidad.-respondió más calmado Shermy, observando el camino al bosque, que minutos antes había tomado su nieto.
-Bueno, será mejor que entremos, pediré a Soos que te preparé un café y algo de comida para el viaje de regreso a Piedmont-mencionó Stan, adelantándose a sus hermanos, para buscar a su viejo empleado, quien se había convertido en el dueño de la tienda años atrás, sin embargo a Stan le alegraba saber que todavía seguía obedeciendo sus órdenes y buscándolo para despejar ciertas dudas acerca de qué artículos "sobrenaturales" podrían atraer más turistas a la Cabaña del Misterio.
-Todo se va a arreglar, ya verás-susurró con consuelo Ford, colocando su mano sobre el hombro de Shermy.
-Eso espero-respondió Shermy esperanzado, siguiendo a su hermano al interior de la cabaña.
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Cerró los ojos para disfrutar la sensación del viento sobre su rostro, el cual agitó un poco su cabello y reveló parte de su extraña marca de nacimiento, muy similar a una costelación.
El muchacho se encontraba sobre la rama más alta de un pino donde, años atrás, encontró un extraño diario que detallaba las características de criaturas sobrenaturales que se encontraban en ese perdido pueblo de Oregón. El cual pertenecía, luego descubrió, a un tío que se hallaba perdido en una de las diferentes dimensiones existentes, y de quien desconocía su existencia.
-Todo era más fácil en ese entonces-susurró, sonriendo con nostalgia, recordando las extrañas aventuras que vivió junto a su gemela en ese pueblo y lo unidos, felices y despreocupados que eran en esa época, antes de que su madre enfermara y su padre comenzará a ignorarlo.
Bajo con cuidado del árbol y se adentró un poco más en el bosque, sabía que existían más criaturas peligrosas que las detalladas en los diarios, no obstante no se preocupó mucho por eso. Había dejado de ser ese niño asustadizo y ansioso por nuevas aventuras paranormales hace ya un tiempo, ahora era sólo un adolescente indiferente y callado. "Me he convertido en Robbie" pensó con un poco humor.
Dipper se encontraba tratando de alargar el inevitable regreso a la Cabaña. De esta manera, no vería la decepción en los ojos de Mabel cuando uno de sus nuevos intentos por animarlo fracasará.
-No es su culpa que yo sea así- pensó, volviendo a perderse en sus recuerdos, lo cual hizo que tropezará y cayera, al no ver el obstáculo que se encontraba en el camino. Dipper se levantó, maldiciéndose a sí mismo, por haberse caído de una manera tan estúpida. Sin embargo el reproche mental acabó cuando vio el objeto que lo hizo caer.
Frente a él se encontraba uno de los brazos de la especie del… ¿cadáver? que dejó Bill Cipher al haber sido derrotado dentro de la mente de su tío Stan. Sus tíos la habían llevado al interior del bosque porque les producía escalofríos saber que sus restos se encontraban tan cerca de la Cabaña. El mismo Dipper reprimió un escalofrío al verlo.
-Bueno, creo que será mejor volver.-Se dijo a sí mismo y recordándose que lo que se encontraba delante de él era lo que quedó del demonio triangular.
Emprendió la vuelta a la Cabaña rápidamente sin girarse hacia el objeto encontrado. Al llegar agarró su bolso, que se encontraba cerca de la entrada, y entró en su nueva habitación. Soos la había descubierto el verano que pasaron allí cuando tenían 12 años. La alfombra que lo hizo cambiar de cuerpo con su hermana se hallaba a un costado, enrollada.
Suspiró, cansado de recordar. Dejó el bolso a un costado de la cama y se acostó, durmiéndose al instante y cayendo en un profundo sueño.
