Era un día normal en la Aldea Oculta entre las Hojas. Los comerciantes se preparaban para recibir las visitas de los comensales, algunos ninjas se preparaban para sus respectivas misiones; los niños se alistaban para ir a la academia, los ancianos admiraban su trabajo a lo largo de los años. En fin, era un día como cualquier otro.
-Que aburrido es este lugar- pensaba aquel azabache de mirada ónix, observando como poco a poco crecía la actividad en la aldea. Con el bullicio que desprendía el lugar, parecía todo lo contrario a aburrido, tal vez lo que aquel joven quiso decir; es que las misiones que tenían eran aburridas; desde el término de la guerra, se respiraba paz y calma en todo el mundo, por lo consiguiente ya no había necesidad de encargar misiones-suicidas. Pero para un gran shinobi como él, era aburrido.
Siguió su camino hasta la torre Hokage, Kakashi los había mandado a llamar, tal vez había otra misión estúpida que requería de su presencia. Con resignación toco la puerta. Se pudo apreciar un pase desde adentro de ésta. Sin más, giro la perilla y se adentró; avanzo unos cuantos pasos para percatarse de que sus antiguos compañeros de equipo también se encontraban adentro de la sala. Se giraron a verlo, expectantes, tal vez de que se mostrara en público.
No se inmuto ante ellos, avanzo normal hasta estar enfrente del Hokage; el cual prosiguió a hablar.
-Bien ya que llegaron todos- junto sus manos debajo de su mandíbula, su mirada parecía jodidamente despreocupada –como siempre-
-Les tengo una misión. Es de rango A, tendrán que ir a la aldea oculta de la luna, en el País de la Luna. Más específicamente a la aldea vecina. Allá escoltaran a una joven para su casamiento a la Aldea Oculta de la Luna. Partirán mañana temprano.
-QUÉ?!- pegó el grito en el cielo nuestro apreciado ninja número uno cabeza hueca. –Pero sensei, esa misión suena como de rango C o incluso D. Porque nosotros?
Los demás solo miraban a Naruto en silencio, a ellos también les pareció que esa misión era una broma, una misión de ese nivel y para ellos, unos anbus reconocidos, capitanes de sus respectivos escuadrones, los nuevo sannin legendarios; iban a servir solo como una simple escolta para una mujer. Qué ironía de la maldita vida.
El Hokage solo dejo escapar un pesado suspiro, ya imaginaba que algo así iba a suceder, conto hasta diez y prosiguió:
-Sé que esta misión parece una burla para ustedes, pero debido a que la señorita que se casa es hija del señor feudal de esa tierra, ha pedido escoltas de gran elite por si algo llega a ocurrir en el viaje. Debido a que se casa con alguien importante de la Aldea Oculta de la Luna, ellos escoltaran al novio y debido a sus supuestas supersticiones de que el novio no debe de ver a la novia antes del matrimonio, han pedido ayuda a nosotros. Así que eso haremos, les daremos las mejores escoltas que la Aldea Oculta entre las Hojas pueda tener. Ha quedado claro?
Con un soplido de fastidio y colocando los brazos atrás de la cabeza Naruto acepto –muy en contra de su voluntad- Sakura y Sasuke solo asintieron.
-Bien. Ya que todo está aclarado, pueden retirarse- pronuncio Kakashi para continuar firmando papeleo.
Los tres sannin se retiraron en silencio, al menos Sakura y Sasuke; por supuesto Naruto alego que él era muy poderoso para que solamente lo manden como una escolta.
Se encontraban caminando afuera de la torre del Hokage, después de un aburrido día entrenando en el bosque, el sol se empezaba a ocultar, por lo que la aldea de a poco se comenzó a quedar silenciosa.
-Bueno, iré a comer a Ichiraku, me acompañan chicos eh! Que dicen?- pregunto con su característica sonrisa.
-Sí Naruto, vamos- dijo la peli rosada con una sonrisa.
El Uzumaki giro a mirar expectante a su amargado amigo, pero él simplemente contestó.
-Hmp. Tengo mejores cosas que hacer.- y con éstas palabras reanudo su camino hacia su "hogar".
-Maldito teme! Así te pudrirás tú solo!- le gritó bastante fuerte para que se alcanzara a escuchar, ya que el azabache se había alejado velozmente del lugar.
-Ya déjalo Naruto. Si él quiere vivir así, nosotros ya no podemos hacer nada.- Sakura se escuchaba muy convencida de sus palabras.
Una sonrisa triste se asomó en la cara del rubio. –Tienes razón Sakura-chan, ya no podemos ir tras él. Bueno él se lo pierde, cierto?
Sakura soltó una leve risa. –Sí, él se lo pierde. Vamos.- agarró a Naruto del brazo y ambos se dirigieron a Ichiraku.
Un azabache se encontraba sentado en la rama de un árbol. Había escuchado la conversación de sus compañeros. Al parecer seguían siendo unos niños, acaso no entendían que para él ya no había marcha atrás? De acuerdo, cumplió su venganza, ayudo a acabar la cuarta guerra mundial shinobi; había vuelto a su "hogar" de cuando era un niño; pero, él ya estaba podrido.
Había cometido muchas faltas que ya no tenían remedio y no hacía falta que ellos también cayeran al abismo en el que él se encontraba en estos momentos. Ya no quería que sufriera más gente, ya no.
Un movimiento en el árbol continuo capturó su atención, no se movió de su lugar, ya sabía quién era.
-Sabes, él todavía no se da por vencido. Deberías darte una segunda oportunidad.
-Yo ya no tengo oportunidades, Kakashi.
-Todos tenemos unas segundas oportunidades, sabes.
-Pero yo ya. .
-Sasuke- su voz se tornó seria –No tienes por qué atormentarte eternamente. Se te otorgo una segunda oportunidad, no la desperdicies así; aun eres joven, tienes toda una vida por delante. No la desperdicies nuevamente en estar solo. Todavía tus amigos tienen confianza en que cambies.
-Ellos no son mis amigos.
-A no? Bueno pensé que eras inteligente, pero ya veo que no.
Ese comentario basto para que el sharingan saliera a la luz. –Hmp? No me mires así, es la verdad. Ellos son tus amigos, tu familia, son las personas que darían todo por verte feliz nuevamente.- dicho esto se giró hacia las estrellas, la noche ya los había acogido.
-Yo. . .yo soy un hombre maldito. Como pueden estar junto a un vengador que los deprecio e intento matar más de una vez? No tiene sentido, es algo estúpido.
-Sí, es estúpido. Pero, así son ellos, te aprecian desde que se formó el equipo 7; y eso no cambiara. Ellos te salvaron Sasuke.- al no obtener respuesta, suspiro.
-Solo espero que cuando abras los ojos, no sea demasiado tarde, cada quien debe seguir con su vida, sabes. –dicho esto desapareció en un puff.
Claro que lo sabía, no era estúpido. Naruto se estaba impacientando para poder reintegrarlo a la sociedad, que sea más sociable, que conviva con los demás novatos. Pero, él no se encontraba con ganas de reanudarse a la sociedad, aun tenia rencor en su corazón y no se iba tan fácil.
Las últimas veces que veía a Naruto, solo le inventaba excusas para alejarse; sabía que él no le creía y lo aceptaba, lo aceptaba! Sabía que de ese modo nuevamente perdería todo, pero sino estaba en paz consigo mismo, como podía estarlo con los demás?
Se acercaba a la línea del límite, lo sentía. Naruto ya no le insistía tanto como recién llegado a la aldea y Sakura. . . Sakura no le dejo de hablar, pero ya no era aquella niña de 12 años que aleteaba a su alrededor. Ahora era toda una mujer, era más madura, más fuerte. Hablaba con él por simple cortesía, por compromiso hacia Naruto, no porque lo deseara.
Acaso esta vez, si lo había perdido todo? Nuevamente estaría solo?
Estúpido.
Estúpido.
Estúpido.
Se repetía una y otra vez. A lo mejor, todavía estoy a tiempo de recuperar lo perdido.
Con este pensamiento salto hacia su casa, mañana era la misión y tenía que encontrarse en perfectas condiciones. Esta vez, iba actuar de la manera correcta.
