Advertencia: Autolesiones, Muy OOC y AU.
Capitulo 1
Hoy tengo que ignorar este dolor, si, debe
haber un modo de seguir y de vivir.
La sangre salía por sus heridas, trazando un triste recorrido por su antebrazo hasta el piso. Mientras tanto, en su rostro otro liquido hacia un recorrido similar desde los ojos azules que un tiempo no muy lejano habían brillado de alegría y amor, ahora lucían opacos y sin vida.
-¡Alec! ¡Si no sales en este momento, juro que tirare la puerta! –escucho entre sollozos el grito de su hermana proveniente del pasillo.
Siendo muy consciente de que cumpliría su amenaza cogio la toalla que estaba a su lado y la presiono contra las heridas mientras se levantaba hacia el baño.
Ahí abrió la llave del lavadero y puso las heridas bajo el chorro. Las heridas le escocieron pero recibió el dolor con gusto.
-¡ALEC! –escucho nuevamente
Suspirando profundamente grito
-¡Ya voy Izzy, estoy en el baño! –a pesar de sus esfuerzos su voz salio ronca por todo el tiempo que estuvo llorando.
Unos minutos despues se vendo las heridas y limpio la sangre que habia manchado el lavabo.
Despues se miro al espejo. Su cabello estaba despeinado, sus mejillas estaban húmedas por las lagrimas que aun derramaba. Sus ojos, rojos e hinchados, estaban carentes de brillo y lucian sombras oscuras debajo de ellos, tenia la tez de un color palido enfermizo y estaba delgado, casi esquelético.
Su reflejo no mentia, estaba devastado. Tanto por dentro como por fuera.
Un nuevo golpe en la puerta le hizo salir de su ensimismamiento. Limpio sus lagrimas y salio con la toalla en sus manos.
Obviamente no iba a engañar a su hermana, ella sabia que estaría llorando, era lo que hacia cuando no estaba cazando demonios o entrenando.
Miro su cama, donde habia estado sentado minutos antes y vio la navaja cubierta de sangre sobre las sabanas manchadas.
Camino rápido hacia estas, limpio la navaja con la toalla y la guardo en el cajón de su mesita de noche.
Despues agarro las sabanas y las toallas y la metio a la cesta de la ropa sucia.
-¡ALEC, TE LO ADVIERTO! –Volvio a escuchar. Rápido tomo unas muñequeras que estaban en la mesita y se las coloco encima de las vendas cuidando que no podía verse.
Camino a la entrada y le quito el pestillo a la puerta pero esta se abrió antes de que el lo hiciera, dándole paso a su hermana.
Esta lo miro con una mezcla de enojo y preocupación en sus ojos.
-¿Qué estabas haciendo?
-Nada –dijo Alec –te lo dije, estaba en el baño.
Izzy lo miro
-Estuviste llorando de nuevo –no era una pregunta
Alec hizo un gesto con la mano desestimando su comentario y paso a lado de ella en direccion a la sala de entrenamiento.
-¿A dónde crees que vas? –pregunto su hermana
-A la sala de entrenamiento –dijo como si fuera obvio
La chica se puso delante de el impidiéndole el paso
-De eso nada –dijo y le sujeto el brazo –Tu y yo vamos a ir a desayunar, son casi las once de la mañana
Alec suspiro, era lo mismo todos los días
-No tengo hambre
-Alec, ¡No has comido nada en tres días! ¡Y los días anteriores apenas probaste bocado!
-No puedo pasar nada Izzy, de verdad –le dijo
-¡No me importa! –dijo ella –¡Vas a comer, quieras o no! –sujeto su brazo con mas fuerza y lo jalo en direccion a la cocina.
Alec se dejo guiar derrotado.
Al entrar vio a Jace comiendo un emparedado. El rubio se volvio a verlos al entrar y de nuevo el sentimiento que lo habia embargado desde hace un mes se hizo presente.
Ira.
Ira hacia el estúpido brujo que habia reducido a su parabatai a ese estado. Ira hacia la maldita vampira que lo habia provocado. Ira hacia el mismo Alec por dejarse caer tan bajo. Pero sobretodo ira hacia si mismo por no saber como ayudar a su hermano.
Basta de fingir a quien quiero engañar,
Lo único en mi vida se llama esperar
Una hora y varios regaños despues Alec se escapo de la cocina con casi nada en su estomago, pero no le importaba, el ya no sentía nada mas que dolor.
Aun asi trataba de comer, no solo para no preocupar a sus hermanos mas de la cuenta tambien para poder hacer su trabajo y no ponerlos mas en peligro durante las cacerias.
Pero lo cierto era que el se sentía como si estuviera cayendo en una espiral profunda.
Las pesadillas no lo dejaban dormir en la noche, la voz de Magnus lo perseguia, diciendo que lo odiaba. Que no quería volver a verlo.
A veces le era difícil incluso el respirar. Solo encontraba un momento de alivio al cortarse. El dolor físico que le producia era un pequeño escape al que sentía dentro de si.
-¡Alec regresa en este momento! –escucho la voz de su hermana detrás de el y en unos segundos Izzy lo habia sujetado de nuevo -¡Aun no has terminado!
-Izzy…de verdad…
-Alec –dijo Jace llegando a ellos –Escucha a Izzy, debes comer…no puedes seguir de esta forma.
-No tengo hambre…
-Alec…-Izzy trato de seguir insistiendo pero Jace le puso una mano en su hombro y negó con la cabeza cuando lo volteo a ver
Ella suspiro
-Bien…pero mas tarde tendras que comer, quieras o no –dijo y se alejo
Alec sintio la culpa dentro. Odiaba preocupar a su hermana de esa forma.
-Oye amigo –dijo Jace mirándolo –porque no vamos a entrenar un poco.
Alec miro al rubio y asintio. El entrenamiento le ayudaba un poco, le servia para despejar su mente aunque fuera unos momentos.
Se dirigieron hacia la sala de entrenamiento y comenzaron a pelear cuerpo a cuerpo.
Estuvieron entrenando por tres horas hasta que Jace en un movimiento sujeto la muñeca y lo tiro al piso.
Estuvieron en silencio un par de minutos. Jace levanto la mano con la que habia sujetado a Alec y vio con asombro que se encontraba manchada de un liquido color carmesí. Reviso la muñeca de Alec y vio que el mismo liquido comenzaba a deslizarse por esta.
Alec se puso de pie rápidamente y se alejo del rubio tratando de escapar pero este no lo permitio y le dio alcance.
-¿Estas herido? –le pregunto y Alec negó vehemente. -¡Entonces explica esta sangre Alec! –le grito sujetando su muñeca en lo alto
-¿Qué sangre? –dijo Izzy llegando a ellos y vio la mano de Jace, despues vio la muñeca de Alec -¡¿Qué te paso?! ¿Fue en la ultima caceria?
Alec negó débilmente
-¡Contesta! –grito el rubio y Alec estallo.
-¡No les importa! ¡¿Por qué no me pueden dejar en paz?! ¡Dejenme solo! –grito y salio corriendo
-¡ALEC! –grito Izzy haciendo el ademan de correr hacia el pero Jace la detuvo –Jace ¿Qué…?
-Dejalo ir, necesita estar solo un momento
-¡Pero esa sangre! ¡Esta herido!
-Creo que se como se lastimo –dijo y comenzó a caminar a la habitacion de Alec –Ven, vamos…
Alec respiraba con dificultad mientras las lagrimas se deslizaban por sus mejillas, nunca habia querido gritarles, sabia que solo estaban preocupados por el. Pero solo quería estar solo. Quería que le dejaran de preguntar si estaba bien, que le dejaran de obligar a hacer cosas que no quería.
Queria desaparecer. Se sentía sofocado en el instituto. Ya no quería estar ahí. Queria ir a casa.
Al único lugar que sentía como su casa con la persona que mas amaba. Pero ya no podía hacerlo. Esta persona lo odiaba. No quería volver a verlo.
Se detuvo jadeando en un parque cercano y se dejo caer en una banca debajo de un árbol.
Las lagrimas rápidamente llegaron a sus ojos. Pego las rodillas a su pecho y oculto su cara entre ellas, dejando caer su poco autocontrol
"Quiero ir a casa, quiero ir a casa, por favor…por favor...Magnus…sálvame…ya no…no…puedo mas…ya no…"
Ahora se que no es igual,
Una casa que un hogar.
Nota: los párrafos en este formato es parte de la canción "Bien" de Sin Bandera.
