Leí en tumblr que uno de los temas de la semana Faberry era reencuentro y sé que la semana Faberry ya paso pero decidí escribir este corto fic. El año pasado estuvo lleno de muchas pruebas y la verdad es que todo lo que me paso, me dejo cansada emocional y físicamente. Perdí la inspiración. Sin embargo quiero empezar este ano bien, con ganas. Entre mis propósitos esta terminar "mi sapo azul". Estoy escribiendo este fic para entrar en calor jaja. Espero y les guste.
Gracias por su apoyo! Son lo máximo!
El domingo o lunes para más seguro subo el segundo y último capítulo…
Dedicación especial para 15marday
Lean y comenten….
G!P Quinn…
Regreso a Casa
Quinn Fabray miraba con melancolía la foto que siempre la acompañaba. Habían pasado ya varios años desde que huyo de Lima, Ohio. La joven rubia no podía evitar los sentimientos encontrados que esa foto le provocaba. Acaricio lentamente el rostro sonriente en la fotografía, si cerraba los ojos podía sentir la piel suave del amor de su vida.
"no me digas que la gran sargento Fabray esta sentimental?" pregunto Noah Puckerman con su típica sonrisa de lado.
"que se te ofrece cabo?" preguntó la rubia con tono autoritario.
"perdón mi sargento" dijo el joven judío levantado las manos "solo vine a ver si necesitaba ayuda"
"no, gracias, ya estoy lista" aseguro dándole la espalda para poder esconder la fotografía arrugada que por años ha sido su más grande tesoro.
"aun no puedo creer que vamos a volver a casa, no tienes una idea como extraño a mi mama, mi hermana, y sobre todo a las pollitas" dijo emocionado.
"me lo imagino" contesto la ojiverde sonriendo con cariño. Quien diría que ella y Puckerman terminarían siendo amigos. Años atrás Puck era el tipo chico malo, arrogante de la secundaria y Quinn lo detestaba porque siempre trababa de convencerla para que se acostara con él; ni el saber del secreto de la rubia lo detenía.
"nerviosa?"
"porque tendría que estarlo?" pregunto la rubia con la seriedad que la caracterizaba.
"hace tantos años que no vas a Lima"
"quien dijo que iré a Lima?" pregunto levando una ceja.
"vamos Quinn, a que le tienes miedo?"
"miedo? Después de lo que hemos vivido aquí, crees que tengo miedo de ir a una pequeña y aburrida ciudad como Lima?"
"entonces porque nunca regresaste?" pregunta Noah.
"porque Lima no hay nada para mi" Puck suspiro y se sentó en la cama de la rubia.
"sabes bien que eso no es cierto, en Lima hay mucha gente que te ama…esta tu papa" dijo tomando la mano de su superior, acto que en otras circunstancias le metería en problemas. Quinn trago saliva a pesar de los anos el tema de su papa aun le dolía.
"estoy seguro que todos te recibirán con los brazos abiertos" aseguro Puck.
"todos?"
"bueno casi todos. Santana te dará un par de cachetadas pero has pasado cosas peores"
"no ha cambiado verdad?" pregunto sabiendo de sobra la respuesta. Santana siempre será Santana.
"no mucho" dijo el cabo sonriendo "asegura odiarte con pasión pero yo sé que te extraña"
La rubia no podía culparla. La latina tenía más que razones para odiarla, un buen día la ex porrista decido sacar a sus mejores amigas de su vida sin darles explicaciones.
"pero que importa la latina sexy? a Shue le dará mucho gusto verte" la oji-verde suspiro Puck tenía razón ya era tiempo de volver a casa.
"además hay alguien más que quiere verte" dijo Puck guiñándole el ojo.
No podía referirse a ella. No, no podía ser ella, la viuda de su mejor amigo. No, Puck definitivamente no podía estar hablando de su princesa judía. Si Noah se enteraba que el nombre de la diva paso por su mente la castraría. Esa fue la advertencia que le hizo Puck cuando se encontraron en Irak. El judío estaba furioso, por poco la golpeaba, no lo hizo porque a pesar de saber que la rubia tiene un pene para el ella era una mujer y su madre le enseno que a las mujeres no se les toca. Pero si le dijo un par de palabras muy fuertes, entre ellas que si se atrevía a pensar si quiera en la morena la castraría.
"vamos" dijo la rubia tomando su maleta y saliendo de la tienda de campaña.
"me llamaras para que nos tomemos unas chelas?" pregunto caminando detrás de su amiga.
"si pero será después de que visite a mi mama y a Frannie" su madre y hermana vivían en Los Ángeles. En la otra costa del país de la cuidad de los sueños de su amaba, Nueva York. Quinn recordó con melancolía las noches en que ingenuamente planearon su futuro en esa ciudad. Lamentablemente nada salió como lo sonaron. Quinn arruino todo, sus acciones terminaron alejando a Rachel. Era mejor para todos que cuando la rubia estuviera en el país se mantuviera alejada de la diva. Quinn Fabray solo había traído dolor a la vida de Rachel Berry.
"entonces si iras Lima?" pregunto Puck mientras se acercaban a un helicóptero.
"Si" respondió la rubia sin emoción ya era hora que enfrentara sus fantasmas.
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"como estas viejo?" Pregunto la rubia tragando saliva.
"estás enojado conmigo, verdad?"
"entiéndeme por favor?" Suplico la joven con lágrimas en los ojos.
"me dolía mucho verte aquí….no lo podía aceptar…era mejor cerrar los ojos y pensar solo es una pesadilla…y que al despertar tu estarías ahí para abrazarme y decirme Quinnie no pasa nada yo te protegeré…..pero tú no estabas cuando despertaba, solo había dolor y rabia mucha rabia por haberte perdido….tome la salida más fácil…huir de la realidad…..perdóname por favor…..sé que no te hubiera gustado verme así….tuve que tocar fondo para entender que lo que hacía no estaba bien….pero cambie por ti, por mama, por Franie, por Rachel y por mí." Dijo la rubia secándose las lágrimas.
"ahora soy SSG Fabray" dijo parándose y haciendo un saludo militar. "si ves estas medallas? Te aseguro que tú nunca hubieras ganado una….eras más dulce que el pan papi" dijo la rubia con amor acariciando la lápida su padre.
"no tienes una idea cuanto te extraño" abrazo la lápida imaginándose que eran los brazos amorosos de su padre.
"te amo viejo"
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Esto no fue una buena idea repetía la rubia mentalmente mientras entraba en el salón de fiestas del único hotel decente de Lima, Ohio. Su mantra fue detenida cuando una fuerza se estrelló contra ella.
"QUIIIN NO LO PUEDO CREER" gritaba Brittany en su oído mientras la abrazaba con más fuerza. La joven Fabray temió morir asfixiada en los brazos de su amiga de infancia.
"Britt suéltala que le arrugas el uniforme" dijo Mercedes jalando del brazo a Britt.
"pero es que la extrañe mucho" dijo la rubia más alta haciendo un puchero.
"yo también te extrañe B" aseguro la ojiverde abrazando a su amiga con cariño.
"qué bueno que hayas regresado Q" susurro en su oído la ojiazul…Quinn entendió lo que su amiga le quiso decir. Los últimos dos años que la rubia vivió en Lima no era la Quinn que todos conocían y amaban.
"gracias" dijo con una sonrisa.
"Los anos te han sentado de maravilla" aseguro Mercedes con una sonrisa "el uniforme resalta tu trasero" dijo Cedes sonriendo. Quinn rodo los ojos, Mercedes y su fijación con su trasero.
"No te vayas aprovechar" advirtió antes de abrazar a la cantante.
"brincos dieras Fabray. Yo tengo mi muñeco de chocolate" dijo señalando a su marido.
"felicidades" dijo la rubia. Nunca era tarde para felicitar a sus ex compañeros de coro. Aunque Puck y ella evitaban ciertos temas había otros que si tocaban.
Así pasaron los primeros minutos de la fiesta saludando y abrazando a sus ex compañeros de Glee. Shue se emocionó tanto que casi llora. Quinn podía jurar que lo vio limpiándose una lágrima de los ojos. Shue era buen hombre que amaba a sus muchachos como si fueran sus hijos. Aunque en el pasado la rubia tuvo varios altercados con su el por su amor desmedido por Finn.
"me alegra tanto verte" dijo con sinceridad su ex profesor. La rubia asintió abrazándolo.
Lamentablemente no todos regresan a casa…..
La rubia platicaba con sus amigos, todos querían saber de su vida, era un poco abrumador pero la rubia los entendía.
Donde esta Puckerman cuando se necesita pensó Quinn cuando le preguntaron sobre su vida amorosa. Que podía contestar mi estado civil es por siempre enamorada de Rachel Berry.
"No seas chismosa" regano Artie a Cedes provocando la risa de todos.
"algunas cosas no cambian" dijo Tina.
"hablando de cosas que no cambian" dijo Mike señalando con la cabeza a una furiosa latina que se aproximaba.
"Oh..oh" dijo Sam.
"Sany mira quien está aquí?" dijo Britt empujando a Quinn hacia su esposa. En la inocente cabeza de Britt, su esposa correría en cámara lenta a los brazos de su mejor amiga, como en las películas. Quinn sabía bien que eso no pasaría.
"qué demonios haces aquí Fabray?" dijo la latina mirándola con enojo.
"vine a visitar a mis amigos Lopez" dijo la rubia parándose rectamente enfrente de Santana. La rubia esperaba que su uniforme provocara respeto en la latina.
"oh ahora tienes amigos? Lo recordaste después de todos estos años?" pregunto la morena cruzando los brazos.
"Sany, no te pongas así. Tú también has extrañado a Q" la regano su esposa.
"lo importante es que Quinn está de vuelta" dijo Mike. La latina le lanzo una de sus famosas miradas asesinas. El guapo chico se asustó.
"Eres una hija de puta, te odio entiendes" dijo la morena apuntando con el dedo a rubia.
"lo sé" dijo Quinn manteniendo su postura.
"lo sabes?" pregunto acercándose peligrosamente a la ex capitana de las porristas quien asintió nuevamente sin cambiar su postura.
Todos se quedaron con la boca abierta cuando Santana le dio una cachetada a Quinn y esta no respondió solo puso la otra mejilla y también recibió el mismo trato.
"Santana basta" ordeno Puck tomándola de la cintura.
No pudiste aparecer antes pensó la rubia. Se aguantó las ganas de sobarse la mejillas mendiga santana todavía pegaba como mula.
"suéltame Puckerman" grito jaloneándose.
"no, no vas a arruinar la fiesta" dijo Puck sujetándola con fuerza.
"Sany cálmate por favor" dijo Britt.
"como quieres que me calme si nos abandonó… y después se fue al maldito ejército"
"Sany, amor, yo sé que siempre tuviste miedo que algo malo le pasara pero eso ya paso" dijo Britt tratando de calmar a su mujer. A Quinn la culpa, la golpeo con fuerza, nunca pensó en la incertidumbre que les pudo causar. Ella se imaginó que la odiaban o que ni se acordaban de ella. Pero así como ella nunca dejo pensar en sus amigas ellas tampoco lo hicieron.
"te quiero" susurro al odio de la latina mientras la abrazaba. No importaba cuando le dijera que lo sentía, no cambiaría nada.
"maldita te odio" dijo la latina tratando de salir del abrazo.
"yo más" aseguro la rubia. Los demás rieron.
"pudiste haber muer…."
"pero no paso. Recuerda soy Quinn Fabray. Además tenía que volver a recibir tus magnificas cachetas" dijo sarcásticamente. La latina sonrió contra su voluntad.
Maldita rubia pensó la morena abrazando con fuerza a Quinn.
"mis cachetadas son geniales aunque debo aceptar que las tuyas no son tan malas"
"quieres un recordatorio?" pregunto la rubia arqueando la ceja.
"recuerda que soy de Lima adyacentes y guardo cuchillas en mi cabello"
"AWW" dijeron a coro los demás.
"que ven?" dijo la latina tratando de sonar intimidante mientras se limpiaba los ojos.
"esto va a Facebook" dijo Puck tomándole una foto.
"hijo de puta" le grito santana mientras Puck corría.
Santana López no podía permitir que una foto de ella llorando este en internet. Que van a pensar de ella, que se ablando. Jamás!
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La noche transcurrió lo más normal posible. Quinn se encontró con su antigua Coach Sue Sylvester. Quien le recordó como ella siempre la vio como una versión joven de ella. Aclaro que ella nunca se hubiera tenido en cabello de pepto bismol o consumido sustancias prohibidas. O unirse a las Skans. Quemar el piano de Nuevas Direcciones eso dijo que si lo hubiera hecho. En fin Sue enumero todos sus errores pero al final la sorprendió diciéndole que la admiraba y estaba orgullosa de ella. La rubia casi llora.
Ahora la rubia se encontraba en el balcón del salón de fiestas, necesitaba un poco de espacio, Entendía que sus amigos la extrañaban pero se sentía asfixiada y luego esa chica Kitty desde que la vio no se le quería despegar.
Respiro profundamente. En nada la afectaba que Rachel estuviera ahí. No le dolía que cuando llego con Blaine y Kurt, la ignoro totalmente. Kurt la miro con cara de pocos amigos y Blaine solo le dijo "te ves bien Fabray"
Pero Rachel en ningún momento se acercó a ella. Pero porque tendría que hacerlo? Quinn era solo su ex
Primer amor le dijo su conciencia.
Un amor que solo le causo dolor pensó la rubia respirando profundamente; un aroma familiar lleno su nariz.
"Kitty anda como loca buscándote" dijo esa voz dulce que Quinn tanto extrañaba. A pesar que la rubia se dormía escuchando sus canciones, porque si señores Rachel Berry había conseguido su sueño, extrañaba su voz.
"no piensas delatarme o sí?" pregunto mirando a su diva.
Oh DIOS MIO! Se ve más bella que nunca pensó Quinn dándose el lujo de mirarla de cerca por primera vez en varios anos.
"umm" fingió pensar la judía.
"no lo hare soy egoísta" dijo acercando un poca más a la uniformada. Quinn cuestiono levantando la ceja.
"te quiero solo para mi" dijo mirándola fijamente. El soldadito de Quinn se puso firmes.
"quiero decir quiero estar solas contigo" dijo nerviosamente la morena cuando se dio cuenta de lo que dijo "…eso tampoco sonó bien….quiero platicar tranquilamente contigo, si es a solas mejor tu saber para que no haya interrupciones, tenemos tanto de que hablar digo si quieres no tienes que sentirte obligada a platicar conmigo si quieres podemos volver adentro y platicar con los demás o tu puedes volver con Kitty"
Quinn sonrió, para cualquiera la verborrea de Rachel era un turn off pero con ella tenía el efecto contrario. Su soldado le gritaba que la tomara ahí mismo contra la pared. Que la embistiera con fuerza…
"Quinn estas bien?" pregunto la diva preocupada.
"Eh!?"
"discúlpame no fue buena idea venir, estoy invadiendo tu espacio, perdón" dijo Rachel alejándose.
"Rae espera" dijo la rubia tomando su brazo "quieres ir a otro lado a platicar?" Pregunto con esperanza.
"vamos" dijo la morena. En su mente la luz roja de alerta se encendió pero como decirle no a Quinn. Después de seis años de no ver su hermoso rostro.
Kurt la mataría pero tenía razones de peso para ir: Quinn Fabray en uniforme.
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Las chicas se encontraban en la mesa del rincón del bar del hotel, que se encontraba en otro piso del de la fiesta. Platicaban de sus carreras, de su familia, recordaban viejos tiempos pero siempre evitando el elefante rosa.
"Rachel" dijo la rubia jugando con su gorra.
"Si?" pregunto la diva después de beber un poco de vino.
"siento mucho lo que paso con Finn" la postura de la morena cambio radicalmente. Su sonrisa se borró y Quinn pudo leer el dolor en esos ojos chocolatosos.
"todo mundo dice lo mismo" dijo la diva acachando la mirada.
"entiendo tu dolor" Rachel rio sin ganas.
"lo entiendes? No lo creo Quinn porque a diferencia de ti yo afronte mi realidad" el comentario le dolió a la rubia pero sabía que Rachel tenía razón.
"lo siento Quinn" dijo la cantante apenada.
"no, tienes toda la razón, cada persona reacciona diferente al dolor de perder un ser querido, además tu siempre fuiste más fuerte que yo"
"me ayudo tener a mi hijo, el me dio las fuerzas que necesitaba" dijo la morena sonriendo al pensar en su retoño.
"estoy orgullosa de ti" dijo estrechando su mano y tratando de ignorar las mariposas que volaban en su estómago por aquel simple contacto.
"gracias" dijo la diva sintiendo una reacción parecida a la rubia.
"sé que muchas personas te han dicho que lo sienten y que te entiende pero tal vez nunca lo harán, cada dolor es diferente pero yo puedo entender un poco mejor porque he perdido seres queridos a mi padre, amigos. Algunos que murieron en mis brazos Rach, no los pude salvar. Me a tocado ver el dolor en sus familias al saber que los suyos no volverán a casa" dijo con dolor la rubia. Lagrimas rodaban en el rostro de la morena.
"cada uno de mis amigos murió con honor y te aseguro que Finn también lo hizo. Siento el mismo respeto y admiración por mis amigos caídos y por Finn. No importa las diferencias que él y yo tuvimos. Eran un gran hombre"
"gracias Quinn" dijo la diva limpiándose las lágrimas. "nunca pensé escucharte decir Finn y respeto en la misma frase" bromeo.
"madure" dijo sonriendo.
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"cuanto tiempo estarás en Lima?" pregunto la diva.
"aún no se" dijo la rubia quitándose la chaqueta y ofreciéndola a la morena. Rachel sintió elefantes volando en su pequeño y plano estómago. Un simple detalle, un simple detalle que Quinn hacia cuando eran novias.
"iras a Nueva York?" pregunto la judía evitando su mirada.
"Tal vez, S y B, viven ahí" dijo la ojiverde con las manos en los bolsillos del pantalón.
"santana te matara si te vuelves a desaparecer"
"estoy segura"
"si vas, puedes visitarme? Digo si quieres" dijo Rachel jugando con su cabello.
"tenlo por seguro que lo haré" dijo Q sonriendo nerviosamente. Se moría de ganas de besarla, aunque sea una vez.
"este es mi cuarto" dijo la morena apuntando al cuarto 369. "gracias por acompañarme…por todo"
"no, gracias a ti Rae. Fue una noche muy especial" dijo mirándola a los ojos.
"ya lo creo, no todas las noches tienes la suerte de que Santana López te cachetee" bromeo la judía.
"suertuda que fui porque me dio doble" dijo la rubia sonriendo.
"te extraño" dijo antes de abrazarla "todos lo hacemos" agrego besando la mejilla de la sargento Fabray. Quinn sintió derretirse.
"yo también lo hice. Que pases buenas noches Rae" dijo al separarse. La rubia necesitaba una ducha fría pero ya.
"buenas días" dijo la morena abriendo la puerta de su cuarto, técnicamente eran días. Quinn rodo los ojos despidiéndose con la mano.
"Rachel…" llamo la rubia antes de que la diva cerrara la puerta.
"si" contesto rápidamente abriendo la puerta.
"yo..yo.." tartamudeo la rubia "adiós" dijo dándose la vuelta.