Disclaimer: Phineas y Ferb no me pertenecen, ni sus personajes tampoco.
Categoría: Romance, Humor, Drama... ¿Aventura?
Cursiva:Palabras importantes o recuerdos lejanos.
Cursiva en negrita: Charlas por teléfono, palabras importantes y letras de canciones.
Pareja: Principal, Ferbnessa. Secundario ¿Phinbella?
Advertencia: Spoiler y se recomienda ver (aunque sea en ingles) el capitulo "Druselsteinoween", para entender este primer capitulo.
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Un verano demasiado largo.
When a vampire queen locks her thirsty eyes on her Pimpernel.
And the music casts its ghostly spell
En la dulce inconciencia, un borroso y lejano recuerdo inundo su mente. Era ella bailando al ritmo de la música y a pesar de su cabello revoltoso y su obscuro vestido, para él, ella se veía radiante, hermosa.
It's like waving a blood–red cape in front of a vampire bull.
And that's a feeling we all know so well.
La grave voz le susurraba con lentitud y distorsionada claridad, casi recordándole a un canto de cuna. Él cantaba solo para ella
I find that I am haunted by you
And you haunted by me, too.
Sin embargo no podía evitar sentir en lo más recóndito de su interior, tristeza.
It's a story as old as time vampire queens dig Pimpernels.
Él despertó.
Capítulo uno: Gracias por las memorias.
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Los abuelos de los hermanos Flynn–Fletcher, despertaron ese día, felices y dichosos por la llegada de su hijo y nuera a Londres y además, por la reciente llegada de sus nietos que viajaron desde Oxfordshire a pasar las vacaciones de verano. La abuela Winifred despertó muy temprano esa fría mañana en Chelsea, Londres. Y con esmero en la cocina, hizo su desayuno especial para su familia con amor. El abuelo Reginald despertó esa mañana tatareando una canción, se vistió con la mejor ropa casual que pudo encontrar en su armario, acomodo las vajillas en la mesa y espero a que toda la familia despertara.
Después de sus padres, el primero en despertar de los hermanos, fue el más entusiasmado de los otros dos, Phineas Flynn–Fletcher, con diecinueve años de edad, era alto, ingenioso, amable y de una cabellera rojiza e intensa.
Phineas no podía estar más dichoso pues hoy era un día especial y sabía que lo mismo era para sus hermanos. Era el día que volvía a Danville después de dos años completos en Oxfordshire, obviamente estudiando en Oxford y viviendo en el campus. Claro, había hablado con sus amigos por las redes sociales y sin embargo, extrañaba esos increíbles veranos que en su mente se formaban con claridad, recuerdos casi tan viejos como los años pero como si fueran de ayer.
– ¡Buenos días familia! – bajo con pasos apresurados la escalera y con una sonrisa contagiosa pegada en su rostro. Al llegar al comedor, se encontró con todos sentados alrededor de la mesa, charlando y esperando porque todos estuvieran en la mesa.
– Oh Phineas, que bien que has despertado – hablo su abuelo, que se encontraba sentado al extremo de la mesa – Justamente estábamos hablando de ti y de Ferb. ¿Por qué no te sientas y nos hablas de tu estadía en Oxford? – Ayer después de un largo viaje de Oxfordshire a Chelsea, al llegar a la casa de sus abuelos, los hermanos cayeron rendidos ante el sueño y poco se supo de la experiencia agradable que ofrecía Oxford.
– Es verdad, Phineas. Cuéntanos – fue el turno de la abuela Winifred para hablar y los demás la apoyaron asintiendo la cabeza y alentando al chico a que tomara lugar en una de las sillas.
– Oh bueno…–.
– Fue un tormento – todos voltearon hacia la voz femenina y desinteresada de Candace, que se encontraba apoyada en el marco de la puerta – ¿Por qué no me preguntan a mi como me fue? – Candace también había estudiado en Oxford, sin embargo ella ya había terminado su último año en la universidad graduándose en Ingeniera de Negocios.
– Buenos días Candace, ¿Cómo amaneciste? – pregunto Phineas y Candace resoplo.
– No me quejo. La verdad no pude dormir nada, sabiendo que hoy volveremos a casa – y Candace de unos veinticuatro años de edad (Yendo casi para veinticinco), sonrió por primera vez esa mañana. Phineas se enderezo en su asiento y volvió a sonreír mientras apoyaba a su hermana en esa idea.
– Me imagino que deben tener mucha hambre los dos – Linda interrumpió la conversación de sus hijos y se levantó dispuesta a servir el desayuno y las bebidas – Espera… ¿Dónde está Ferb?
– Debe seguir dormido – Lawrence dejo de leer el periódico y salió a relucir en la conversación.
– Es extraño, yo nunca lo había visto dormir tanto – menciono Phineas mientras fruncía un poco el entrecejo, preocupado.
– Debe estar cansado por el viaje, querido. Recuerda que el trayecto de Oxfordshare a Chelsea es largo – la abuela Winifred trato de calmar a su nieto, buscando una probabilidad razonable para tal estado. En cambio, eso no fue suficiente para evitar que Phineas olvidara los pensamientos sobre el estado anormal de su hermano, con cuidado se levantó de su asiento con la excusa de buscar algo en su habitación. Al subir las escaleras, tropezó con su hermano que salía de la habitación e iba al cuarto de baño medio adormilado, entonces fue cuando Phineas se alivió. Tal vez, después de todo el culpable si era el agotador viaje.
– Buenos días hermano – Ferb Fletcher, de veintiún años de edad, era un poco más alto que su hermano, no tan delgado, con una cabellera verde que lo identificaba y que en esos momentos se encontraba desordenada, era una persona de pocas palabras pero no por eso tímido. Era audaz, ingenioso (Al igual que su hermano) y lleno de coraje. Ferb poso su mano en el hombro de Phineas como señal de saludo y siguió su trayectoria hasta el baño, en donde después se encerró.
Phineas sonrió y en vez de bajar, se dirigió a la habitación que compartía con su hermano. Se encontraba algo desordenada, ropa de ayer regada, libros, sabanas, almohadas y demás cosas, por doquier. Si bueno… algunas cosas habían cambiado con el tiempo, un ejemplo claro, el desorden del cuarto pero si ellos dos compitieran sobre quien era más desordenado, su hermano le ganaría.
De cualquier modo, trataban de erradicar ese defecto.
Empezó a buscar entre la pequeña montaña de ropa, su camiseta favorita y unos pantalones, porque no podía quedarse todo el día en pijama y además, hoy volvían a Danville. Mientras revisaba cada minúscula parte del cuarto, comenzó a desesperarse, tenía el pantalón pero no encontraba la estúpida camiseta y era un dolor de cabeza ¡Maldición, cuando buscas algo, no lo encuentras pero cuando no lo estás buscando…! Decidió despojarse de su pijama y ponerse el pantalón.
Escucho la puerta abrirse y de ella, entro su hermano con la cara recién lavada y un poco más en sus cinco sentidos.
– Oye Ferb – el nombrado volteo hacia su hermano – ¿Has visto mi camiseta de CCC? –entonces Ferb ya sabía la razón por que su hermano andaba con el torso desnudo por toda la casa.
– Revisa en el armario. Tal vez este ahí.
Phineas hizo eso, lo abrió y encontró más ropa tirada en el suelo del armario. Su cara hizo una mueca. Si bueno, a pesar de que estaban "tratando" de erradicar ese defecto.
No les iba del todo bien.
– Veamos…– se puso en cuclillas, casi cerca del suelo y busco entre el montón de ropa, su camiseta. Y efectivamente como dijo su hermano, su camiseta de CCC se encontraba ahí, algo arrugada pero ahí estaba – ¡Bien! – Después de colocarse su camiseta y pasarle la mano tratando de "calmar" las arrugas, se levantó y volteo para mirar todo el cuarto en general. Lo había dejado mucho más desordenado –. Creo que hice más desorden de lo que había – su hermano asintió, dándole la razón.
– Yo también me pienso cambiar – Ferb había tomado su celular en las manos y comenzó a revisarlo por primera vez en esa mañana.
– ¿Qué te pondrás?
– Una camisa y unos pantalones – sin quitar la mirada del celular, dijo como si fuera lo más obvio del mundo –. Pero antes que nada – levanto su mirada –. Deberíamos organizar este chiquero – Phineas estuvo de acuerdo con su hermano.
– Oh Jeremy, no sabes lo ansiosa que me encuentro por llegar ya a Danville – Candace estaba tan emocionada, que se encontraba desde la mañana hablando con sus amigos y su novio por su celular – ¿Tu no?
– Claro que lo estoy, Candace.
– Bueno, no lo pareces – frunció el entre cejo.
– La verdad… – Candace escucho la inseguridad en su voz –. Hablemos después ¿Si? Ahorita estoy ocupado.
Y sin despedirse o decirle lo mucho que la quería, Jeremy tranco.
¡Oh no! ¡Oh no! ¡Oh no! Candace se alarmo y tan rápido como daban sus dedos, marco en su celular el número de su mejor amiga, Stacy. Sin embargo ella no contestaba y le pareció más extraño aun. ¡O sea, hablábamos de Stacy! ¡La chica más cotilla que conocía!
Y Candace, todavía sentía la comezón de querer desahogar sus sentimientos, sus dudas, sus teorías sobre el inusual comportamiento de Jeremy. Sonrió por un momento al formular en su cerebro una solución a su problema y marco en el celular tan rápido como pudo, el número de…
– ¿Aló? – contesto de inmediato.
– ¡Vanessa! – Candace la nombro en un susurro, se alivió al recibir respuesta al otro lado del auricular.
– ¿Candace? ¡Candace! – Vanessa cambio el tono rudo de su voz a uno más suave – ¿Cómo estás?
– Bueno, no muy bien.
– ¿Ha ocurrido algo? La última vez que hable contigo, – hace dos semanas – estabas bien… Por cierto, ¿Hoy vuelves a Danville, no?
– Sí y Sí…– suspiro rendida – acabo de terminar de hablar con Jeremy o mejor dicho él término de hablar conmigo. Veras, estábamos hablando por el celular y de pronto… simplemente dijo que se encontraba ocupado y me tranco.
– Tal vez se encontraba ocupado de verdad.
– Si... ¡Eso puede ser! – agarro animo – Pero, espera ¿Por qué me trancaría?
– Candace…
– ¡Tampoco me dijo cuanto me amaba! ¡Ni siquiera se despidió! – Candace empezó a desesperarse cada vez más – ¡Oh, cuanto quisiera que Stacy contestara el celular! No es que tú seas mala consejera pero…
– ¿Stacy? Hace poco la vi. ¡Oh, por cierto! – Vanessa dudo por un momento – Iba con Jeremy.
– ¿Ya estás en Danville? Espera… ¿Stacy con Jeremy? ¿Y qué haría Stacy con Jeremy?
– ¿Planear una fiesta de bienvenida para ti?
– No lo sé, no estoy segura. Y si…
– Candace, no saques conclusiones – Vanessa adivino sus pensamientos. Pero Candace se encontraba preocupada, muy preocupada. – Recuerda, Stacy es tu gran amiga y Jeremy es tu novio desde hace… – pauso, mientras calculaba el tiempo – ¡seis años!
– Siete, en realidad.
– Bueno ¡ya ves!
– ¡Si, tienes razón! – Y Candace decidió cegar sus pensamientos en esa razón. Porque dentro de ella estaba muriendo: cada segundo, cada minuto e incluso cada hora que no estaba cerca de Jeremy para saber sus posibles razones de aislamiento.
¡Con más razón quería llegar a Danville!
– Chicos ¿Se despidieron de sus abuelos? – pregunto Linda, mirándolos por el retrovisor.
– ¡Sí! ¡Adiós abuelo Reginald! ¡Adiós abuela Winifred! – corearon los tres. Los abuelos rieron, conmovidos por su coordinación "planeada".
– ¡Los vamos a extrañar! – agrego Phineas.
– Bueno, creo que nos vamos – Dijo Lawrence viendo todo listo y organizado. Haciendo nada más que prender el auto.
– ¡Recuerda manejar con cuidado y avísennos cuando hayan llegado a casa, por favor! – se despidió la abuela Winifred junto a su esposo, mientras daban así concluida la despedida. Lawrence, empezó a andar el auto y Linda advirtió sobre los cinturones de seguridad, mientras ponía en la radio algo de Jazz. Phineas situado entre sus dos hermanos, tatareaba una canción y miraba hacia cualquier lugar en donde pudiera distraerse, a la izquierda de Phineas y detrás del asiendo de copiloto, se encontraba sentada Candace, un poco más calmada que antes pero con muchas incógnitas rondando en su cabeza y hacia la derecha de Phineas, se encontraba situado Ferb, mirando hacia la ventana y pensando en la inmortalidad del cangrejo.
– Oh, Candace ¿Estabas hablando con Stacy? ¿Le dijiste que le dijera a su mama sobre la nueva vajilla? – pregunto Linda, refiriéndose a la llamada de la mañana y a una nueva vajilla de buena calidad que la madre de Stacy vendía. Candace al oír ese nombre, elaboro una serie de pasos, primero no hizo más que sacudirse por el escalofrío, fruncir el entrecejo y por último, hacer una mueca con su boca. No le pareció tener más remedio que contestar.
– No, hablaba con Vanessa – Candace mostro desinterés hacia donde iba la conversación, en esos momentos no se encontraba dispuesta para aquello. En cambio, Ferb miro por el rabillo del ojo a las dos participantes del único tema de conversación tocado hasta ahora y Phineas se preocupó, él no era tonto, sabía perfectamente el tema referido a Vanessa y sabía lo que había llegado a sentir su hermano por la chica, sin embargo… ¿Las cicatrices de aquel amor no correspondido habían sanado ya? Porque también era conocedor de que la última vez que vieron a Vanessa, tenía una relación amorosa con alguien.
Definitivamente Ferb ya no pensaba en la inmortalidad del cangrejo.
– ¡Oh Vanessa! ¿Y cómo se encuentra?
– ¡Bien! – Candace no sabía que responder –. Ya salió de la universidad al igual que yo. Se encuentra en Danville.
– Que alegría ¿Todavía sigue con su novio? – ¡Oh no, por favor! No ese tema, pensó Phineas preocupado. ¿Qué podía decir? ¿Qué podía hacer?
– ¡Ow ow ow!
– ¿Phineas? – llamo alarmada su madre.
– Creo que me lastime el dedo – el auto quedo en silencio. Candace se alivió al ver la pobre actuación de su hermano que cambio el tema de conversación, Linda se preocupó levemente, revisando el botiquín auxiliar del auto y Ferb… bueno, él sabía lo que su hermano trataba de hacer, él tampoco era tonto. Con algo de frustración reprimida tomo sus auriculares situados en los bolsillos de sus pantalones, después de desenredarlos, lo conecto a su celular y los auriculares los coloco cuidadosamente en cada oído. Tal vez solo "Fall Out Boys" podía calmarlo de tantos pensamientos por ahora.
Thanks for the memories, inundo sus oídos ¿Por qué ese grupo le recordaba a Vanessa? ¿Y por qué lo seguía escuchando, si le recordaba a ella? Muchas preguntas para tan pocas respuestas. Ferb hizo una leve mueca.
Vanessa, su nombre todavía seguía siendo poesía para él y eso no le agradaba para nada. ¿Había coqueteado con otras chicas mientras estuvo en la universidad? No negaba haberlo hecho, sabía que Vanessa no tenía que ser el centro de su vida, porque nada había pasado entre los dos, pero ¿Seguía sintiendo algo por ella? Era difícil de explicar. Todavía podía recordar su cabello chocolate perfumado con el olor a champú impregnado a cada momento en el, también podía recordar el olor de su piel y lo tersa que era. Sus labios carnosos y sus ojos que eran como lagunas brillando en un claro de luna, podía recordar todo de ella porque esa primera vez que la vio fue mucho más que un coqueteo (Inocente e infantil en ese momento) para él. Cuando coqueteaba con su amiga de la infancia, Isabella, lo hacía en modo de broma porque él sabía que su vecina se encontraba perdidamente y locamente enamorada de su ciego hermano. Y lo mismo iba para con otras chicas.
Pero con Vanessa… Ferb pronostico una migraña naciente. Con Vanessa, su corazón sentía latir con mayor velocidad y salir en algún momento de su pecho, sudaba frio y a veces, solo a veces (como cuando ella le beso en la mejilla) perdía la razón.
Y eso le preocupaba. Si llegaba a encontrarse con Vanessa en Danville, no sabría qué hacer. Confiaba en su razón y en el tiempo, porque como dice el dicho "el tiempo lo cura todo", pero ¿Podrá haber curado el tiempo su corazón roto por su primer amor? Porque no negaba que Vanessa hubiera sido su primer amor.
Y tampoco negaba que su corazón hubiera sido "roto" o al menos un terrible vacío sintió cuando la vio partir en Paris, dejándolo con mil pensamientos, confesiones de amor y con una flor en la mano. O como cuando la vio salir con otro chico, con muchas más posibilidades que él. Y eso si había dolido.
El recuerdo más doloroso fue cuando, al subir al escenario en aquella fiesta de Halloween, la vio bailar con otro chico que más tarde lo conocería como su novio, sabía entonces que cuando aquellos ojos que muchas veces lo habían hechizado miraban hacia otra dirección y su atención era la de aquel chico, sabia entonces que había perdido.
Ferb se calmó un poco y decidió dejar de pensar en aquellos tiempos y escuchar a la banda que todavía cantaba en sus oídos, confiaba en sí mismo para superar a Vanessa, porque una parte ya lo había hecho.
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Bueno como mi primera historia en este Forum, supongo que tengo que aclarar algunas cosas.
Primero que nada, espero escuchen la cancion que canta Ferb en el capitulo "Druselsteinoween". Ya que con eso, podran entender medio capitulo. O al menos la parte inicial.
Segundo, CCC es un comic mexicano, hecho por VinnieVeritas. Pensé en esto para Phineas, por que este chico en serio tiene una gran imaginación y CCC es prácticamente un mundo alterno que el mismo creo.
Tercero, me inspire en la banda "Fall Out Boys" para hacer todo este capitulo, incluso una de sus canciones es el titulo de este capitulo en español.
Si les gusto este capitulo, seria gustosa de que dejaran sus Reviews, ya que con eso me animo a continuar.
Acepto criticas constructivas que me ayuden a avanzar.
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Cuídense y solo me queda por decir, que esto solo es el comienzo(Si así ustedes lo desean). ¿Reviews?
