Deja vú

Habían cuadernos en el suelo, medias sobre la cama la cual estaba desecha algunas zapatillas y muchos libros.

Ese cuarto era un caos, y más si tenías en cuenta que la chica que allí habitaba solo usaba la habitación unos cuantos días al mes.

Ella estaba sentada frente al escritorio con la cabeza apoyada en sus brazos profundamente dormida sobre un libro de matemáticas.

Ella era Kagome.

Y el que la observaba desde la ventana con un sentimiento de deja vú era Inuyasha.

Cómo ya había pasado tantas veces el entro a su habitación la tomó en sus brazos y la acomodo en su cama.

Y así seguiría pasando si nadie daba el primer paso.

El peli plateado le apartó un pequeño mechón de pelo de la cara de la miko y sonrió.

Se acercó a la ventana, la atravesó y la cerró tras si.

Pero esta visita nocturna dejo de ser un deja vú en el momento en el que el hanyou, sintió su cabeza estrellarse contra el suelo, luego de que algo lo empujara.

Volteó alarmado de que esto pudiera suponer un peligro para SU miko.

Pero nunca se imaginó que el peligro pudiera ser Naraku.

El demonio lo atravesó con su espada con facilidad ante el estado de sorpresa del hanyou.

El encuentro despertó ala chica que se acerco somnolienta a la ventana y ahogo un grito al ver a el hanyou peliplateado en el suelo sin vida.

Corrió escaleras bajo con una rapidez digna del alguien del sengoku y atravesó a la puerta de su casa abriéndola con una fuera tan innecesaria que esta se golpeo contra la pared despertando a los otros integrantes de la casa.

Siguió su camino hacia el cuerpo ensangrentado con lagrimas en sus ojos y se abrazo a el.

- te amo inuyasha – susurró – pero eso no cambiara nada

Una risa se oyó a su espalda, la chica volteo sin separarse del cuerpo.

- que estúpidos son los sentimientos humanos, en especial el amor, es una arma de destrucción muy útil

- Na-Naraku – tartamudeo, poniéndose de pie – el amor no es un arma, es un escudo muy poderoso para quien es amado. Pero eso es algo que tu no entenderías – agregó con una sonrisa que transmitía mas tristeza que felicidad.

La miko sacó la espada que atravesaba el corazón del hanyou, la sangre de esta cayó hacia su mano y siguió corriendo por su brazo.

Corrió empuñado la espada hacia Naraku quien no se movió esperando a que la miko estuviera lo suficientemente cerca para matarla, grande fue su sorpresa cuando descubrió que no podía mover su cuerpo, se sentía sujetado por la espalda, volteo su cabeza y puedo ver que el espíritu del hanyou que acababa de matar era lo que lo sostenía impidiendo su movimiento.

Cuando la pelinegra vio al hanyou detrás de su enemigo se detuvo en seco dejando caer la espada que aún ensangrentada salpico su ropa.

- Hazlo – le dijo el hanyou

- Inuyasha…

- Vamos

- Inuyasha… t-te amo - dijo ella sonrojándose y bajando la mirada

- Yo también, pero eso, tendríamos que haberlo dicho antes – dijo con una triste sonrisa

- ¿te volveré a ver?

- Siempre que me necesites

- Yo siempre te necesito

- Y yo siempre voy a estar en tu corazón, ahora hazlo.

La miko levanto la espada de nuevo y con un rápido movimiento lleno de odio y rabia cortó la cabeza del demonio frente a ella, la cual rodó a un lado.

El peliplateado dejo el cuerpo y le sonrisa la chica.

Ella se acerco más a el y se puso en puntitas para poder depositar un suave beso en los labios de el chico.

Este o lo que quedaba de el, se desvaneció en el aire frente a ella, transformándose en un suave polvo plateado que se perdió en el cielo nocturno.


Bueno espero les guste este one-shoot, debo admitir que tube influencia de harry potter al escribirlo XD

Se agradecen los comentarios, soy una novata escribiendo y me gustaría saber que tan pésima soy ü

atte: mika-chan