¡Hola! Bueno pues, jamás eh publicado algo en esta sección xD se me ocurrió escribir esto, esta súper cortito pero espero que les agrade :3 ¡saludos!

Ah, y si me quieren dejar un review con gusto lo acepto Jajaja x3

Descargo de responsabilidad, VICTORIOUS no me pertenece, sólo es un pequeño escrito.

LA SONRISA DE VEGA

Ah… como odio el mismo precepto de este estúpido lugar. Claro, todo tiene que ser perfecto. El nido de los West siempre debe mantenerse al margen de una alta sociedad, como si al mundo le importara en realidad nuestras vidas, ¡que ilógico! La presión ni siquiera me deja emplear racionalmente mis sentidos.

¡Esta utopía perfeccionista me desgasta completamente! Y lo peor es que me ah contaminado por entero en mi pellejo.

Desde pequeña siempre tuve que ser la chica agraciada, pulcra y de buen porte, ¿qué de malo tiene que ahora yo quiera expresarme libremente? La aprobación de mis actos, se privó desde que llegué con mi ceja perforada hace exactamente 3 años. No permitiría que ellos, los padres "perfectos" controlaran mi propia vida.

― Jadelyn, es tarde para la escuela― dijo mi padre empinando su púdica mirada a una página del diario matutino.

Mi entrecejo se frunció. Claro, tu mundo ecónomo sigue siendo el oportunista dentro de nuestras vidas. Y bueno, así rotaba la audiencia todas las mañanas; eran aburridamente monótonas, por eso mismo jamás llegaba tarde a Hollywood Arts. Hasta prefería aguantar los acosos de Sinjin antes que tener que quedarme más tiempo platicando con él o con mi madre.

― No te preocupes, ya me voy― braveé de mala gana y rápidamente me retiré.

Antes de salir sentí el peso de su mirada abatir sobre mis hombros. Seguramente su cara debe estar desfigurada, lo que me facilitó encorvar mis labios sonriendo triunfante.

A diferencia de todo, H.A. me parecía el lugar perfecto para mi, nadie cuestionaba mis actos, mi fama no les permitía acercarse y eso era lo mejor de todo. El no tener que soportar personas con reglas estúpidas que a nadie le interesan, yo soy y seré siempre un espíritu libre y sin trinchera alguna.

Por otro lado, el observar el distintivo de mi casillero realmente me deleita, es la insignia de mi mera expresión, de lo que realmente adoro.

Pero claro, no todo es un lecho de putrefactos rosales…

― Hola Jade― saludó Tori con una sonrisa blanca en su rostro.

―Piérdete Vega― comenté malhumorada mientras pasaba de largo a su costado.

Muchos me altercan el hecho de que odie a Victoria Vega. Sólo puedo decir una cosa, ella me recuerda a mi anterior yo. Esa sonrisa en su cara, me hace remedir lo "perfecta" que debo ser. Su propia persona me hace recordarlo, es por eso que la aborrezco.

El mirar como sonríe con tanta simpleza me hace sentir diminuta. Es decir, a mi corta edad tuve que aprender a sonreír, no era que no me gustase, pero era algo que forraba mi ser completamente. Algo que yo tuve que expresar en mi pasado lo veía visiblemente en cada parte de su insubstancial persona.

Sin embargo, es una de las sonrisas más hermosas que he visto en toda mi vida. Siempre estuve rodeada de gente apócrifa, y por consecuente sus gestos estaban llenos de irregularidades, pero tú eres distinta.

Te odio Vega; pero, mentiría si digo que no esplendes mis mañanas día con día, que no socorro a ti por alguna cosa que me atrofia de vez en cuando, y bueno, eso yo lo sé porque me parecí a ti, pero nunca preexistí igual.

Y aunque no te lo diga, espero poder ver más tiempo esa bella sonrisa.

Fin.