=Ni bakugan ni sus personajes me pertenecen=
- Entonces… ¿Estuviste viajando?- preguntó un pequeña niña pelinaranja.
Alice Gehabich, 5 años de cabellos ondulados y tono anaranjado, ojos color chocolate y de gruesas pestañas, tez blanca y estatura un poquito baja para su edad.
- Algo así- respondió secamente Shun.
Shun Kazami, 7 años, cabello negro lacio y largo a la cintura sujeto en una cola baja, ojos entre amarillos y dorados, tez morena y más alto que la pelinaranja.
- ¿Pero te vas a quedar?- preguntó esperanzada la pequeña. Shun la miró seriamente y notó ciertos deseos de que el niño se quedara con ella.
- Me veo obligado a eso- dijo regresando la mirada al frente. Luego suspiró con un aire de resignación. -¿Cómo terminé metido en esto?- se preguntó mentalmente el moreno.
El día… no había nada malo en él. Cielo soleado y despejado, una fría pero a la vez rejuvenecedora brisa. Amplios campos de pastos y flores cubiertos por una fina capa de nieve se divisaban.
Alice se alegró demasiado, ahora tenía un nuevo amigo con el cual poder jugar,Shun estaba molesto, al parecer de algo que no tenía mucho tiempo de haber ocurrido.
- Shun, ¿Por qué viniste aquí?- preguntó inocentemente la niña. Shun la miró de reojo y aparto su vista de ella.
- Porque así me lo pidieron- mencionó –Más bien así me lo ordenaron- se corrigió mentalmente. Era obvio que ocultaba algo, pero no quería decir nada y por desgracia Alice no podía obligarlo.
- Creo que guardaré el pétalo en alguna parte- dijo la pelinaranja mirando un pequeño y frágil pétalo de flor de cerezo. Shun miraba con cierto rencor esa inocente miniatura para después observar como era guardada.
- Ahora tendré que hacerle de niñero- se quejaba mentalmente el moreno, mientras una mueca de disgusto aparecía en su rostro.
- ¡Vamos!- habló Alice –Hay chocolate en la casa- ofreció alegremente con una gran y sincera risa en su rostro. Shun se levantó y comenzó a seguirla en silencio.
El miraba atentamente el sitio que lo rodeaba. Quisiera o no tendría que acostumbrarse, pues estaría viviendo allí por un largo rato. Estaba rodeado de diversas casas, árboles, y por desgracia más personas. Se regañó mentalmente por algún motivo. Finalmente llegaron a una casa y entraron en ella.
- ¿Quién es Alice?- le preguntó un señor de avanzada edad.
Michael Gehabich, es el abuelo y tutor de Alice, tez blanca y cabello grisáceo, siempre lleva consigo unos lentes.
- Shun Kazami, mucho gusto- se presentó el moreno. El anciano le tendió la mano y el la tomó aceptando el saludo.
- ¿Puede quedarse con nosotros?- rogó la pelinaranja –desde que Joe se fue quedó libre un cuarto- recordó la niña.
El señor lo meditó unos segundos… ¿Acoger en su casa a un niño totalmente desconocido? El miró al moreno que estaba sentado en una esquina mirando al suelo. Realmente no le parecía perjudicial, además últimamente estaba muy ocupado y Alice pasaba mucho tiempo en soledad.
- ¿Y tus padres?- preguntó el anciano al chico. Él le dirigió una gélida mirada pero sin malos deseos.
- De seguros muertos- mintió con un falso tono de tristeza en su voz para poder quedarse cerca de la pelinaranja. Entre más cercanía tuviera con ella más rápido terminaría su encargo.
-De acuerdo- suspiró Michael intentando olvidar ese triste comentario. No estaba del todo convencido, pero se aseguraría con el tiempo – Déjame mostrarte tu habitación- lo guió el hombre. Alice lo tomó de la muñeca y lo jaló, Shun solo se sonrojó levemente mientras fruncía el seño.
Michael abrió la puerta y dejó ver un amplio y cómodo cuarto, había un librero, una cama demasiado amplia para una sola persona y también unas grandes ventanas. El tapizado de las paredes eran de color verde lima.
- Espero y te guste, los dejo para que jueguen un rato- dijo el señor para después cerrar la puerta.
Alice se sentó en la ahora cama del moreno y al mirarlo le sonrió ampliamente. El la miró extrañado, si no mal recordaba la acababa de conocer, ¿Y lo trataba de esa manera?
- Es aburrido jugar sola- mencionó una niña de cabellos naranjas sentada en el suelo. Su abuelo tenía mucho trabajo que hacer y nuevamente la pasaría sola.
De repente escuchó como su nombre era mencionado por una voz que no reconocía. Unos delicados pétalos de flores de cerezo comenzaron a caer y ella se levantó para verlos.
Por algún motivo desconocido incluso para ella levantó su mano derecha y tomó al frágil pétalo para luego cubrirlo contra su pecho.
- ¿Qué es esto?- se preguntó Alice abriendo su mano para mirar al frágil objeto.
-Alice- escuchó una voz tras sí. Al girarse para conocer al dueño de aquella voz dio con un niño si acaso un año mayor a ella, de cabello negro lacio y largo a la cintura sujeto en una cola baja, unos peculiares ojos dorados que la miraban fijamente… como si quisiera algo de ella.
- ¿Quién eres?- preguntó gentilmente la pelinaranja. No se encontraba asustada… solo confundida.
- Me llamo Shun Kazami- mencionó fríamente.
Alice miró a Shun con una chispa de alegría en sus ojos. Era su oportunidad de hacer un amigo.
Jejeje =D aquí Neko-Chan con un nuevo fic ^^ aunque... creo que será un tantito largo... según como vaya subiendo los capítulos, terminaré rápido o lento el fic xD
Gomen si el capi estuvo corto (por que acepto que estuvo un poco pobre) pero como era un pequeña introducción decidí que no sería mala idea =^.^=
Acepto críticas, quejas, sugerencias... lo que sea ^^
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