Hola holaaaaaaa, bien mis queridos lectores es un placer para mi traerles esta nueva historia como siempre salida de la nada (Jubi: Mentira! Te inspiraste en la bella y la bestia y en Zelda!_ jinjuriki: Cállate Perra!) cof cof* bueno como les decía… admito que esto no seria posible si no fuera por la ayuda de mi mejor amiga en todo el mundo! Ella es mi beta (la mas gruñona de todas pero bueno cof cof*) y es un orgullo para mi decirles que ella es nada mas ni nada menos que Aedora-chan! Única como ella sola y cariñosa a su manera (siiii muy a su manera) y como se que se merece lo mejor también les invito a que pasen a leer la historia que ella misma esta escribiendo! "La luna, el cielo estrellado y la tierra apresada" anímense que es su primer fic y como somos todos una comunidad tenemos que darle una oportunidad ne? Jejeje
Se que tengo que continuar con "Mi Mascota Naruto" pero les aseguro que mi beta Aedora-chan y yo les aremos entrega del ultimo capi en la máxima brevedad posible ^_^ es una promesa
Sin nada más que decir disfruten pues de la lectura
Se agradecen reviews
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En lo Profundo del Bosque
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Hace muchos años, cuando el hombre y la naturaleza aun convivían en armonía, cuando las casas eran de madera y los caminos de tierra, los animales andaban libres por el bosque y altos castillos se alzaban imponentes de fina piedra, vivió una vez un joven, hijo de la honorable nobleza del reino del fuego, apuesto y orgulloso, inteligente y valiente, era el mozo más anhelado por las señoritas de alcurnia, la viva envidia de los caballeros, y desgraciadamente el ser con el corazón mas desalmado
Un día, cuando el joven, desobedeciendo a las ordenes de su padre, El Rey, se interno en lo profundo del bosque del sur, lugar prohibido y temido por la gran cantidad de brujas y espantos que ocultaba, se encontró con una anciana de lo más andrajosa, de sucio cabello desteñido y arrugada piel, ropas de harapos remendados y hediondos, manos huesudas de uñas amarillentas, largas y rotas. La mujer, de pie a un lado del sendero pidió, sin levantar la vista, una limosna al príncipe viajero, pero éste, asqueado por el aspecto de la mujer, decidió ignorarla, espoleando su negro corcel, continuó internándose en lo profundo del tétrico bosque, dispuesto a encontrar aventuras y así probar su valentía. Pero el príncipe era ingenuo, aquel bosque estaba prohibido, prohibido no solo porque estaba lleno de malignas criaturas, sino porque estaba encantado, todo aquel que entrase, jamás podría salir, y al caer la noche, sin importar cuanto buscó la salida, el príncipe jamás encontró manera de escapar
Hay quienes afirman que la anciana del sendero es la única que puede permitirte salir de aquél prohibido lugar, por ello pedía limosna, unas simples monedas bastaban para pagar la salida, sin embargo, ésta solo se presenta una vez, después, será imposible encontrarla, pues ella ya habrá desaparecido...
Del príncipe no se volvió a saber mas, el reino del fuego estuvo de luto un mes entero, en el cual su familia mandó a cercar el bosque encantado, para que así nunca nadie pudiera quedar atrapado en su espesura jamás
Los años pasaron, las estaciones iban y venían, nuevas personas llegaban al reino en busca de oportunidades de vida, y entre esas personas, una joven pareja decidió entonces alojarse en el reino del fuego, a las faldas del castillo, la creciente capital. Un humilde herrero, de hábiles manos y mirada tenaz, y su amada y joven esposa, de fuerte carácter y manos precisas, costurera era ella, de las mejores. Juntos formaron una familia, y pese al esfuerzo lograron tener su propia casa, sembradío y granja, tras unos años la dicha les bendijo con la llegada de un niño a la familia, un auténtico tesoro que inmediatamente se convirtió en la luz de los ojos de ambos padres, se desvivían por darle lo mejor, y aunque no tenían mucho el pequeño creció adorando a sus padres y agradeciéndoles todo lo que le daban iluminándolo todo con su hermosa sonrisa y su carisma, y fue perfecto, por muchos años fue perfecto. Hasta que un día, cuando Naruto, hijo de tan feliz familia, cumplió los ocho años de edad algo terrible sucedió
La gran nación del fuego entró en guerra con el país del rayo, la situación fue imposible de controlar y en menos de lo que se esperaba la destrucción estaba a las puertas de la capital, arrasando con todos, el fuego consumiendo las casas, los soldados mutilando hombres, mujeres y niños, saqueando, destruyendo, echando abajo estatuas y templos, en una sola noche de fuego y caos, la capital del país del fuego fue reducida a la nada
Sin embargo, algunos lograron escapar. Minato, el humilde herrero al ver a los soldados a las puertas de la ciudadela, corrió a casa, tomo a su mujer e hijo, y salio con ellos sobre la montura de su único caballo, el pánico y el fuego hacían difícil atravesar las calles, Minato tenia que tirar muy fuerte de las riendas del caballo para obligarlo a avanzar cuando este se asustaba, poniendo en peligro de caer al niño y la mujer
-¡Corran! ¡Kushina, saca a Naruto de aquí! - gritaba él comprándole tiempo a su amada familia, batiéndose a muerte contra un par de hombres del país del Rayo
-Mamá ¿Qué haces? ¡No nos podemos ir sin papa! ¡Regresa!
Pero no importó cuánto lloro, Kushina estaba dispuesta a salvar a su hijo costara lo que costara, ordenó al caballo correr a todo galope, pidiendo salvación a su esposo y ahogándose en la aflicción al saberse perseguida por oscuros jinetes en las vastas praderas llenas de humaredas, consumiéndose en las llamas. La desesperación por escapar la llevo hasta los límites de la enrejada del bosque del sur, aquel sitio tan lleno de peligro, prohibido y aislado por tan altas paredes de fuerte reja metálica, sin más a donde ir, frente a las encadenadas puertas del sendero descontinuo madre e hijo se vieron delante de tres jinetes bajando de sus monturas con espadas y ballestas en mano, dispuestos a matarlos allí mismo. Kushina, la hábil costurera, sacando a relucir su fuerte carácter y temple de madre, decidió enfrentarse a aquellos hombres solo armada con un simple cuchillo que su amado esposo se había encargado de forjar solo para ella
-Naruto, cielo quiero que corras y te escondas, mami tiene cosas de que hablar con estos caballeros... - la sonrisa mitad creída, mitad triste que le dedico a su pequeño fue suficiente para obligar al niño a obedecer
No se atrevió a mirar atrás cuando el grito de guerra de su madre se dejo oír en el espacio seguido del chirriar del metal y el soplido de las hojas de las espadas al atravesar el aire. Recorrió a caballo todo el borde del bosque, buscando con insistencia una apertura por la cual poder escabullirse, pero fue imposible, aquella enrejada estaba hecha para impedir el paso, y ya cansado de tanto montar, ordenó al caballo detenerse
Consumido por el agotamiento, la preocupación, el temor y la impotencia se dejo caer frente a la pared metálica, dejándose cautivar unos segundos por la vista de aquel bosque, tan profundo y espeso que sentía que lo llamaba. Escuchó al caballo relinchar asustado antes de lanzarse a la carrera desbocado, alertándolo del peligro, no muy lejos de allí, un jinete se acercaba a toda velocidad, apuntándole con una ballesta, el niño asustado retrocedió hasta tocar los barrotes, temblando de miedo, viendo acercarse al jinete
- Por aquí...- escuchó en un susurro obligándolo a girar la cara a un lado para ver de quien se trataba pero no halló a nadie - por aquí...- repitió la voz, Esta vez Naruto vio hacia abajo, un pequeño zorro le sonreía con sus dientes puntiagudos visibles, achicando los ojos engañosos y de poco fiar - por aquí...- repitió por ultima vez antes de traspasar la reja sin esfuerzo por un agujero escavado en la tierra y perderse en lo profundo del bosque
Sin tener muchas opciones, el niño se lanzo hacia el hoyo en la tierra, raspando sus palmas y rodillas, esforzándose por cruzar la enrejada antes de que el jinete lograra enfocarle con la ballesta. Cuando estuvo de pie al otro lado, se hecho a correr con todo lo que su pequeño y cansado cuerpo tenía, sentía un miedo enorme, pero no se detenía, conforme avanzaba el bosque se oscurecía, la noche callo rápidamente y el sonido de malignos entes se escuchaban allá en las sombras
El graznido de un cuervo posado en una baja rama le llamó la atención, sus ojos rojos no se despegaban de él, moviendo la cabeza constantemente, estudiándolo. Sin más decidió buscar un lugar en el cual pasar la noche, aun estando en el país del fuego un lugar tan siniestro como lo era aquél bosque era cubierto de nieve por su gélida atmósfera, los copos blancos comenzaban a caer, dejando una curiosa capa de nevado sobre las ropas del niño
Ya pasado unas horas de la caída de la noche, el rugido hambriento de bestias le alertó, un aullido estridente penetró sus tímpanos, seguido de múltiples sombras que se escabullían en la oscuridad directo hacia el, asustado y sabiéndose perseguido por aquellos malignos lobos de ojos rojizos como el rubí, Naruto corrió hacia el mismísimo corazón del bosque, ahí donde, las demás criaturas sabían, vivía el ser más poderoso y aterrador que jamás haya pisado el lugar
Casi asfixiándose, agotado por la carrera, el pequeño tropezó con unas raíces ocultas en la nieve, y sintiéndose incapaz de continuar miró a sus espaldas como la jauría entera se detenía espantada antes de salir corriendo presurosa. Confundido, pero más que todo agotado, se dejo caer enteramente en la nieve, abandonándose a la inconsciencia
Cuando la luna alcanzó su punto más alto en el cielo la silueta de una criatura se dejó ver por fin cerca de donde el niño se hallaba, ya cubierto por una considerable capa de nieve. Dos largos y oscuros dedos, armados con puntiagudas garras, fueron colocados delante de la nariz y boca del pequeño, asegurándose así que seguía vivo, prontamente el desconocido tomo al niño en brazos y cruzo con él, el bosque
Cuando Naruto volvió en si, viendo a duras penas a través de la bruma que cubría sus ojos por la fiebre, pudo notar el resplandor característico de una hoguera y las cosas típicas del interior de una humilde casucha, noto un ligero olor a comida pero no estaba realmente seguro, sus sentidos estaban pésimos, ni siquiera pudo incorporarse en un intento por saber en donde estaba
-no te levantes...- le ordeno una gruesa y profunda voz desde algún rincón de la habitación, pero por alguna razón en lugar de sentir miedo se sintió confiado, ya no estaba solo, lentamente el sueño se apoderó del pequeño hasta que finalmente se quedó dormido
El dueño de la misteriosa voz salio entonces de su escondite, cubierto por la oscuridad y las danzantes sombras que el fuego arrojaba a su alrededor, ocultando así su apariencia. Con calma, tratando de hacerlo lo mas delicadamente posible la bestia acomodo mejor al niño en el revuelto nido de telas y hierbas que había hecho como cama, lo arropo bien y tomó su temperatura, la fiebre le subía, tenía que hacer algo y rápido. Suspirando con pesar tomo una decisión, poseía las plantas correctas y ya había preparado una infusión para la fiebre, pero antes el pequeño debía comer algo, para ello había hecho una sopa, aquella que se encontraba en el fuego y cuyo olor inundaba la habitación, tenia que despertarlo, pero temía que al ver su apariencia el niño se asustara y saliera corriendo espantado. Un nuevo suspiro y procedió a tomar al rubio en sus brazos, bien envuelto en las mantas, algo viejas y desgastadas, se acercó al fuego tomo un poco de sopa en un pequeño cuenco y lo dejo cerca para que enfriara, lentamente cuidando de no cortar con sus garras la piel, toco una de las acaneladas mejillas del niño, buscando despertarlo, a los pocos segundos los pequeños ojos de color azul fueron abriéndose, intentando enfocar algo
- Toma...- le dijo la bestia, pasándole el cuenco
La criatura permaneció inmóvil todo el tiempo, viendo como el niño casi automáticamente llevaba el envase a sus rosados labios y tomaba la sopa más dormido que despierto, al verlo terminar tomó el cuenco y le acercó un frasco, previamente tomado con uno de sus extensores miembros, que contenía la infusión para la fiebre, sonrió imperceptiblemente cuando el pequeño arrugo la nariz ante el sabor amargo del remedio, minutos después, estaba nuevamente dormido en sus brazos, acurrucándose tembloroso contra su cuerpo, respirando entrecortado por la fiebre
Algo se removió en su pecho, hacia mucho tiempo que no veía a un humano, y mucho menos interactuaba con el, le daba cierto cosquilleo agradable sentir el calor que desprendía ese niño, una sincera sensación de alegría, algo que muchos siglos atrás había dejado de sentir. Decidió pues dormir, ya se hacía de día y la luz del sol no debía de darle, regresó a la improvidaza cama y se acomodó con el pequeño para descansar
Para cuando Naruto volvió a despertar era nuevamente de noche, toda la estancia estaba a oscuras pero eso no le impidió ver bien, desde muy pequeño había ocupado una vista excelente, sus padres se lo habían dicho unas cuantas veces, así pudo ver claramente la figura que a su lado dormitaba, se quedó unos segundos confundido, ¿qué hacia el allí?, ¿en donde estaban sus padres? Recordó con pesar los acontecimientos de la noche anterior y no pudo evitar derramar lagrimas, inconscientemente se arrimó por completo a la criatura, aforrándose a ella dolido por su perdida sin darse cuenta que lentamente el otro despertaba
Se sorprendió mucho al sentir los brazos del niño rodeándole, abrazándose a él como si fuera lo único que le quedara, era obvio que no había visto su apariencia, de lo contrario ya habría huido espantado, esperó unos minutos inmóvil aguardando el momento en que el pequeño se calmara pero este parecía mas desesperado conforme pasaba el tiempo, dudando de sus acciones, estiró un brazo para rodearlo sintiendo como ello parecía ayudar, el llanto fue deteniéndose hasta que finalmente Naruto tuvo el valor suficiente de ver directamente a la cara a aquella criatura, tenía la cuenca de los ojos negra y la pupila roja, la piel oscura de un gris contaminado pero peculiarmente suave, el cabello largo abandonado al descuido, liso y espeso, los labios de tono púrpura enmarcando unos colmillos puntiagudos, a pesar de ello al rubio se le hizo el rostro más perfecto, con el perfil hermoso, los pómulos ligeramente resaltados y la nariz recta, algo que inmediatamente notó fue la energía de sus ojos, tan tristes...
Dio un gracioso bote cuando una de las manos de la bestia le repasó las mejillas para borrar las lágrimas, viendo también las largas garras que cuidadosamente se deslizaban sobre su piel para no lastimarlo. Sonrió cuando se percató como tragaba saliva nervioso, aquella criatura no sabía si le agradaba del todo y para demostrarle que no temía de su físico alargo sus manitos para tocarle el rostro, repasando cada una de sus facciones, la bestia se dejó mansa, sintiendo agradecida las primeras caricias que jamás había sentido y le gustaba, le gustaba tanto que bajo la cabeza embelesado por los mimos, dejando así a la vista los ligeramente largos cuernecillos negros que tenía escondido entre el pelo apuntando hacia atrás
-¿Cómo te llamas?- escuchó la voz del niño, obligándolo a regresar a la realidad, con duda miro al pequeño a los ojos, ese azul tan puro...
-Sa-sasuke... - dijo con poca firmeza, llevaba siglos sin decir su nombre, el pequeño sonrió asintiendo con la cabeza y extendiendo una de sus manos
- Yo soy Naruto Uzumaki un gusto conocerte Sasuke - la bestia sonrió extendiendo su mano para tomar la más chica
Posteriormente las cosas fueron un completo remolino de cambios en la vida de ambos, Naruto tuvo que acostumbrarse a vivir con Sasuke, la bestia rey del bosque, aquella que le había salvado y con quien estaba profundamente agradecido, tenía prohibido salir de la casucha sin la compañía de Sasuke, según él había demasiados peligros afuera como para arriesgarse, hacía la limpieza voluntariamente, se notaba que allí jamás se había aseado, ayudaba a hacer la comida y salía con su guardián a recolectar alimentos, pese a la falta que le hacia su familia trataba de ser fuerte y siempre que se sentía abatido bastaba que Sasuke le abrazase, él por algún motivo le tranquilizaba y confortaba y estaba feliz de estar con el, no le importó en lo más mínimo su apariencia, luego tuvo la oportunidad de verlo bien, su cara no era la única poseedora de aquella peculiar piel gris, todo su cuerpo estaba cubierto de ella, tenía unas alas de un parecido aterrador a dos manos humanas repletas de escalofriantes dedos con sendas garras, de vez en cuando le veía tomar cosas con escurridizas serpientes que brotaban de su espalda pero trataba de no darle mucha importancia, se había percatado que tanto las deformes alas como el cuerpo de su bestia era suave y liso, ligeramente cálidos y muy reconfortantes cuando era tomado entre aquellas enormes alas, solía dormirse entre ellas por horas mientras Sasuke meditaba o había alguna excursión, le encantaba y el no parecía molestarse, de hecho una vez que veía al hiperactivo rubio correr hacia el sonreía ligeramente y dejaba abiertas sus alas para atraparlo cuando buscaba saltarle a la espalda
A Sasuke la llegada de Naruto fue lo mejor que le hubiera pasado desde que tenía memoria, si bien que no era divertido que sus oídos fueran torturados por su incesante parloteo se acostumbro rápidamente al punto de echarlo de menos cuando salía por las noches a cazar, también tuvo que hacerse a la idea de vivir con la preocupación, el bosque embrujado no era lugar para un niño, temía que se lastimara cuando corría por ahí buscando provisiones, que se cayera, que alguna planta o rama le raspara las piernas o los brazos, que algún animal lo suficientemente estúpido para ignorarlo le atacara, no quería que le pasara nada malo, para Sasuke, Naruto se convirtió rápidamente en su pequeño y frágil tesoro, lo más valioso que tenia en su desdichada existencia y no quería que por nada del mundo algo lo separara de el. Se esmeraba por buscarle la mejor comida, las sedas mas suaves para su ropa, las flores más hermosas para alegrarle, todo valía la pena pues la carita de ensueño que tenia al ver lo que le daba no tenia comparación. Agradeció que no le asustara su apariencia, le trataba como a un igual y aunque en un principio se preocupo, notaba a Naruto verle fijamente en muchas ocasiones, pero luego se dio cuenta, el pequeño hacía lo mismo con todo aquello que le llamara la atención, veía las cosas fijamente, apreciando cada detalle, todo lo estudiaba, todo lo tocaba, su curiosidad inocente incluso llegó a darle un par de sustos, como la vez en que el rubio se alejó de su lado en una de sus incursiones, solo un par de segundos que lo perdió de vista y el pequeño había desaparecido, se alteró mucho, lo busco en un instante y ya el pequeño se había alejado lo suficiente como para que un sucio lobo le estuviera acechando, sintió la ira apoderarse de el, y antes de que Naruto viese algo, el maldito can permanecía rajado de cabo a rabo muchos metros bajo tierra, dispuesto a darle una severa regañina al niño vio como este corría hacia él feliz de la vida portando entre sus manos un ramillete de flores púrpura, se las enseño y empezó a parlotear de lo hermosas que eran, no tuvo corazón para reclamarle nada y en lugar de eso le pidió que no se alejara y lo cargo protectoramente entre sus alas el resto del viaje para prevenir que se alejara nuevamente
Los meses pasaron y Naruto pidió a su amada bestia que le dejara ir a echar un vistazo a su antiguo hogar, quería saber cómo estaba su familia, cosa que siempre tuvo presente. Sasuke entendió, pero temía que una vez que el niño saliera del bosque éste ya no quisiera regresar
- Solo quiero saber si mis papis están bien, luego regresare y me llevarás a aquel prado que me dijiste está lleno de flores. ¡Me lo prometiste!
Con tan simples palabras la bestia acepto el trato y ayudó al niño a salir del bosque, la idea principal era que le acompañara a la enrejada y le permitiera cruzar para que así fuera al pueblo a ver a sus padres mientras Sasuke esperaba, pero la bestia se sintió morir al ver a su pequeño tesoro alejarse entre los prados fuera de la enrejada del bosque, tenía prohibido salir de aquel hechizado lugar, pero eso no evito que siguiera a su niño, inmediatamente el hechizo maldito que lo rodeaba se efectuó apenas cruzo la enrejada, transformándolo completamente en bestia, un ser similar a un lobo enorme, de pelaje negro, cuernos y alas deformes, dentadura temible y grandes zarpas. Corrió hacia el rubio que al verlo no tardo en reconocerlo, sintiéndose nuevamente feliz por no ser juzgado por su apariencia la bestia permitió que el niño subiera a su lomo y volando llegaron a la capital, estaba casi reconstruida, las personas se esforzaban para que su amado pueblo regresara a sus días de gloria y ello alegro a Naruto, pero no había señal de sus padres y tristemente se dio cuenta que los había perdido definitivamente, pidió a Sasuke regresar y la bestia le complació, transformándose en semihumano tan pronto estuvieron en el bosque, dejó a Naruto descansar todo el día, mimándolo y brindándole todo su apoyo, sentía su corazón contraerse cuando los sollozos del pequeño aumentaban, pero no pudo hacer mucho, el niño necesitaba desahogarse y él le dejo abrazándolo en todo momento
Un par de días después el pequeño había hecho aparecer su entusiasmo de siempre, las cosas retomaron su rutina y la bestia agradeció que su tesoro se recuperara
Los años trascurrieron volando y las cosas habían cambiado mucho, incluso un lugar tan tenebroso como el bosque encantado se había llenado de alegría con el resplandeciente sol que era Naruto, las criaturas del bosque le querían mucho, incluso los lobos y las quimeras le tenían cierto aprecio por lo que nunca le atacaban, los viejos y secos árboles, escuchando las risas del chico se alegraban también y una primavera echaron hojas, flores y hasta frutos, el congelado riachuelo que atravesaba el bosque era ahora un gran caudal de agua cristalina y pura llena de peces y en cuyas orillas los animales vivían a gusto, las plumas de las aves se tiñeron de sus olvidados colores e incluso se atrevieron a cantar arriesgando su desusada afinación, las abejas ya no tenían que esforzarse demasiado para hacer miel, las flores nacían por doquier y su trabajo se lo dedicaban al rubio pues éste cada cierto tiempo les pedía un poco y ellas con gusto le entregaban su miel, esmerándose para que fuera la mas dulce solo para el, los animales pequeños se atrevían a salir de sus madrigueras cuando Naruto caminaba cerca de estas y le seguían contentos alegrándose cuando cantaba, incluso Sasuke la bestia rey del bosque salía de día sin chistar demasiado solo para reposar junto a su adorado tesoro frente al río, acomodado en las piernas del rubio, sintiendo como éste le acariciaba el cabello, trenzándoselo o llenándoselo de flores, no le importaba, le gustaba ser mimado por Naruto y ciertamente todo el bosque brillaba gracias a el
El chico había crecido mucho, ya no era el adorable niño pequeño, ahora era un bello joven de delicada apariencia, su cabello había crecido pero lo cortaba para no descuidarlo, sus hebras de oro eran regaladas a las hadas y ellas felices le agradecían su obsequio con bellas prendas, sus ojos brillaban mas y su sonrisa seguía siendo tan hermosa que era capaz de contentar al duende mas cascarrabias. Su voz ya no era chillona como Sasuke solía pensar, era dulce y melódica y al cantar todas las criaturas se acercaban, tolerándose entre ellas con tal de oírlo, solía pasar horas con su bestia en los prados de flores, junto a las ninfas que le enseñaban a tejer coronas de flores, le encantaba bañarse en las aguas del río, aquellas que adquiriendo vida propia procuraban no estar demasiado frías para que su hermoso visitante no se resfriara, junto a las nutrias y cisnes que habían migrado hasta allí por la hermosura creciente del bosque. Era piadoso, todos sabían que si necesitabas ayuda podrías ir con Naruto, el te curaría y acompañaría hasta que estuvieras mejor, haría que otras criaturas le ayudaran, así fuera un lobo, el rubio podía hacer que los espíritus de bosque le ayudaran a curarlo, o así fuera una alegre hada conseguía que los cascarrabias duendes le prestaran sus hierbas para curarla
Conforme pasaba el tiempo, Sasuke sentía que se enamoraba más y más de su tesoro, sentía su pecho lleno cuando éste le tocaba, cuando corría a sus brazos para abrazarlo o le besaba con cariño la frente para que durmiera a gusto por las noches, trataba de no sentir celos cuando todo ser vivo del bosque le colmaba de atenciones, pues sabía que Naruto le amaba a el por encima de todas ellos. Y así el bosque fue embelleciéndose, sin que nadie notara como la enrejada que le cercaba se iba oxidando, deteriorándose, lentamente rompiéndose pues el hechizo que la mantenía firme con la miseria del bosque, estaba flaqueando cada vez que éste se hacía más y más bello hasta que finalmente un día parte de la reja cayó, el bosque siguió creciendo y la cerca quedo enterrada bajo nuevos árboles y flores dejando una apertura considerable
Una tarde de primavera, un joven cazador aventurero llego a caballo a la zona del bosque libre de la reja, curioso por ver aquel nuevo entorno jamás explorado, bajó de su montura y con arco y flecha se metió en aquél territorio esperando atrapar unas cuantas liebres o tal ver gansos, un jabalí o un ciervo no estaría mal y sin más se internó en el bosque
Cerca del río, Naruto en compañía de las ninfas del agua hablaba de cómo hacer un hermoso arreglo con flores de nenúfar cuando inesperadamente, Kyubi, el astuto zorro que le había ayudado a escapar del soldado tantos años atrás, Nibi, la mágica gata montesa, e Ichibi, el regordete mapache testarudo y chillón, llegaron corriendo a su lado para tratar de llevárselo a la casa de la bestia Rey y ponerle a salvo
- Un cazador!- chilló Nibi, jaloneándose las orejas
- No había entrado uno en muchísimos años, Chiiiiiiiii! - Ichibi brinco sobre las piernas del rubio, aprovechando la situación y sonriendo triunfal cuando consiguió que el chico lo tomara en brazos, estrechándolo contra su pecho
- Tenemos que llevarte con Sasuke, mocoso... - gruño Kyubi, disputándose un puesto entre los brazos de Naruto junto al mapache
- ¿Un cazador? ¿Qué es un cazador?- pregunto inocente el joven poniendo en evidencia lo poco que vivió con los humanos
- Es como un lobo!- chilló Nibi nuevamente, tirando de la cola de Ichibi para que se separara del rubio
- ¡Oye!- reclamó un lobo que reposaba a un lado del humano vigilándolo como la bestia rey le había pedido
- Tranquilo Kakashi - le dijo Naruto acariciando al can entre las plateadas orejas- si un cazador es como un lobo, entonces es una criatura poco social pero amigable no?
- ¡Oye!- volvía a quejarse el lobo
Cada vez más cerca, el cazador encontró un claro y un río en cuyas orillas se encontraba un grupo de animales y lo que parecía ser un espíritu de la luz, de cabellos dorados y piel canela resplandeciendo al sol, vestido de cedas blancas que transparentaban su figura, muy hermoso, sería un gran trofeo, tenso el arco con la flecha, apuntando primero al lobo plateado que sentado junto al espíritu se dejaba acariciar manso, luego enfocó a las ninfas hechas de agua que apoyadas en la orilla del río veían divertida la discusión de tres pequeños animales que se discutían un lugar entre los brazos del espíritu, por último apunto a la espalda del mismo, retrocediendo un poco más la mano que aguantaba la flecha dispuesto a disparar
Inesperadamente sintió la respiración de un animal grande a sus espaldas, la sombra del mismo cerniéndose enorme sobre el cazador, no tuvo tiempo de girar cuando sintió una fuerte sacudida que lo mandaba a volar haciendo que la flecha se disparara del arco sin cuidado, el proyectil viajó por el aire antes de terminar traspasando el hombro de Naruto, dejándole un agujero en este, la sangre se regó hacia todos lados, bañando las blancas ropas del joven, el pasto e incluso el agua del río y como si de apagar un candil se tratase, el sol desapareció, el trinar de las aves se detuvo, las ninfas de agua chillaron al probar la sangre en las aguas del río desapareciendo dolidas, el pasto se marchito y todas las bestias del bosque chillaron furiosas al sentir el olor de la sangre de su amado sol
- ¡Naruto! - gritó Nibi corriendo hacia el joven que permanecía tirado en el suelo…
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Continuara…
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Se agradecen reviews! Y recuerden Aedora-chan (que me tiene bajo amenaza TT_TT, nah mentira XD) espera también un reviews suyo en su fic, sayoooo hasta el siguiente capi!
