Se habían visto en el tren por primera vez cuando ambos ingresaron al Colegio de hogwarts, por alguna razón él sintió curiosidad por aquel niño delgado, de cabello y ojos negros pero cuando intentó hablar con él, lo único que recibió fue una mordaz sugerencia de que abandonara el compartimiento donde él sólo estaba. Luego cuando de regreso al compartimiento donde estaba antes de que fuera a hablar con aquel niño se percató de que ya no estaba vacío, había tres niños más: uno de cabello negro y lentes, uno chico de ojos dorados y uno regordete con cara de rata. No pasaron ni cinco minutos y los niños e incluido él mismo se juraron amistad. Habían nacido los merodeadores.
Él les comentó acerca del pequeño niño de ojos negros, James Potter le respondió que se llamaba Severus Snape y de inmediato supo que ese nombre no se le olvidaría.
En la hora de ceremonia, sus nuevos amigos habían sido elegidos para entrar a la casa Gryffindor. Cuando él ya estaba dispuesto a entrar a esa casa y no a la que sus padres querían, el chico llamado Snape fue elegido en la casa Slytherin. No sabía porque ahora ya no sentía las mismas ganas de entrar a la casa de los leones…. Fue llamado a probarse el sombrero seleccionador.
Cuando se hubo puesto el sombrero, sus ojos grises se dirigieron a la mesa odiada de sus padres, sus amigos lo veían con ojos anhelantes, luego dirigió su mirada a la casa Slytherin, Snape lo miraba con desprecio.
-¡Gryffindor!- gritó el sombrero.
Si hubo aplausos él no los escuchó, sus ojos estaban conectados con los ojos negros.
-"Quejita" –murmuró bastante bien pronunciado para que el otro chico lo entendiera.
Esos ojos ya eran una mirada asesina.
Una enemistada había nacido.
Gryffindor contra Slytherin. Sirius Black contra Severus Snape.
