Menudo pelotudo que está hecho, Penso Uchiha Sasuke.

Uzumaki Naruto era su amigo, pero a veces esa no era una excusa suficiente para no pensar en querer golpearlo, y al moverse mientras hablaba lo hacía querer tomarlo del cuello de su camisa y obligar a que se sentara mientras solucionaban el pequeño problema con su proyecto final, aquel que debían entregar en 2 semanas más y que valía el 40% de la materia. Y como era de esperarse, no tenían nada hecho.

Mientras su amigo hablaba, Sasuke pensó que, en aquellas circunstancias, debió decirle que si a su compañera de clases para realizar aquel trabajo juntos, a pesar de que su compañera no pensaba ciertamente en el mismo trabajo.

Naruto le había hecho una pregunta, sin que él alcanzara a oírla. Mala suerte, se dijo. Naruto era de esas personas que eran capaces de archivar en su computadora mental cuando alguien no lo escuchaba para tener el error en cuenta más adelante.

¿Qué dijiste?

Joder Sasuke, sería bueno que dejaras de andar en las nubes y ayudaras un poco en la tierra. Pareciera que soy el único que piensa aquí.

A Sasuke no le gustó para nada ese tono de voz, pero aunque no se lo admitiría a su amigo, tenía jodidamente razón.

Ya, ya. –Bufó.- ¿Qué era lo que decías?

Naruto, si no fuera porque un gran lazo lo aferraba a Sasuke, en esos momentos le hubiera arrancado su cabello puntiagudo.

Te decía que no quiero hacer la típica publicidad que se hace en estos tiempos, si no que busquemos algo más novedoso, algo que nadie haya realizado antes.

Bien, quieres algo nuevo ¿Y se te ocurre algo?

Naruto abrió la boca para decir algo, pero volvió a quedarse en silencio al saber que no tenía nada en mente.

El jodido proyecto de fin de año, pensó Sasuke. De por sí era poco creativo y ahora tenía que elaborar una publicidad sobre un perfume para mujeres que le habían destinado a él y su inútil compañero. ¿Cómo carajos iban a crear una publicidad dignamente hecha si con suerte sabía dibujar? Sería fácil tomar una fotografía de una chica guapa con algún vestido provocativo y estaría hecho, pero su profesor les había prohibido estrictamente que no utilizaran ese medio, ya que era muy repetido en la industria de perfumes.

No soy un jodido publicista y me obligan a tomar ramos electivos que no sirven de nada, gruñó Sasuke en su mente.

¡Ah! ¡Como sea! –Gritó de repente Naruto.- Ya estoy harto de pensar, ciento que el cerebro se me está achicharrando. –Llevó su diestra a la altura de su cabeza para frotarla.- Simplemente dejemos este trabajo de lado y concentrémonos en lo que si importa.

Idiota, esto importa. Equivale al 40% de la materia y aunque sea un jodido electivo nos

Cuenta como una asignatura más. –Sasuke agotado, dejó escapar un suspiro-. Como sea, me voy. De todas formas sentados aquí no lograremos nada.

¡No puedes irte! –Naruto se levantó al mismo tiempo que su amigo lo hizo-. ¡Tenemos dos semanas para entregar esta mierda y no hemos avanzado nada!

Ya se me ocurrirá algo. –Sasuke tomó su morral del suelo y se lo llevó a su hombro izquierdo-. De todas formas, el más inteligente aquí soy yo. Te haré saber cuando tenga algo en mente. –Dijo con aire de superioridad mientras esbozaba una pequeña sonrisa.

Naruto quiso propinarle un puño a esa sonrisita pero, para desgracia de él, su querido amigo tenía razón. Y, de todas formas, ya estaba cansado de pensar durante toda la tarde, así que simplemente dejó que se marchara.

Como sea. –Inhaló aire y lo soltó a la brevedad. Estaba realmente cansado de la universidad y solo quería que terminara el año para descansar de ella de una vez por todas.

Así que simplemente imitó a su amigo. Tomo su morral y se fue literalmente, a la mierda.


A pesar del buen tiempo, Sasuke tenía solo un destino: ir directo a su casa.

Había sido una tarde larga al lado de su hiperactivo amigo, más tratando de resolver el jodido proyecto que ya le tenía sus partes íntimas hinchadas. Una cosa era hacerlo, lo cual era lo más sencillo del tema, lo difícil era tener que hacerlo con Naruto.

Suspiró agotado, lo único que deseaba más que nada en ese minuto era su reconfortante cama y no despertar hasta el día de mañana hasta que sonara la alarma que le avisaba que tenía que ir a clases. Mordió su labio ante aquel recordatorio, pensando en que fue un total error entrar a la universidad. De hecho, el ni siquiera quería dar las pruebas de ingreso porque simplemente no quería seguir estudiando. Pero su hermano había insistido tanto con el tema y lo importante de ser profesional que no le quedo de otra, más cuando mencionó a su difunto padre recordándole que hubiera estado orgulloso de él con aquella vocecita que pone siempre en momentos como aquellos. Su hermano siempre lo jodía con ese tema, más cuando le pedía a él algún favor y si este se negaba empezaba a recordarle sobre la voluntad y orgullo de los Uchihas.

Problema ser un Uchiha, pensó, pero aún así se sentía orgulloso de pertenecer a una familia tan distinguida.

Sin querer, dio con el café principal de la ciudad. Su estómago repentinamente crujió ante el olor de cafeína que se aspiraba en el aire, dándole pequeños antojos de tomar un cargado y caliente café. El clima en esa época del año era tan helado que parecía introducirse en los huesos, y mientras se debatía en si entrar o no, recordó que no tenía nada más pendiente que una cita directa con su lecho, al cual tarde o temprano acudiría.

Bueno, solo será un momento, se dijo, y entró en la cafetería.

Apenas abrió la puerta el calor golpeó su cuerpo. Reconfortante, ni siquiera en su cómodo hogar podría crear una calidez como la que emanaba en ese lugar.

Una chica se acercó a él con cautela. Sasuke dedujo que se trataba de la mesera del lugar que le venía a indicar alguna mesa disponible, pero se adelantó a ella y buscó una por su propia cuenta, viéndola al final el pasillo.

Caminó entremedio de los clientes con la mesera atrás de él. Percibía la mirada de la mayoría de las chicas detrás de su nuca, algo que siempre le pasaba pero que jamás lograría a acostumbrarse por más que lo haya vivido 100 veces. Cuando llegó a su destino literalmente se lanzó hacia el asiento de color rojizo, ese había sido una de las cosas más incómodas que le habían pasado en su corta vida.

Tal vez no fue tan buena idea entrar a ese lugar.

¿Puedo tomar su orden? –Dijo de repente la camarera.

Sasuke la miró algo desconcertado.

¿No deberías primero traerme la carta? –Respondió, con un tono de voz lo bastante frío como el que hacía afuera.

La chica se sonrojó ante su estupidez y solo pudo asentir con su cabeza antes de salir en busca del menú.

Sasuke la vió marcharse. Cuando supo que estaba solo y sin la mirada de todos encima de él sacó su móvil para revisar sus asuntos personales (eso incluía su facebook mas que nada) y notó que tenía un mensaje sin leer en su perfil. Cuando deslizó el índice sobre la pantalla para abrir la aplicación supo que una pequeña vena en su frente se hizo visible. Una que solo una persona podría ocasionar con tan solo leer su nombre.

Naruto.

"Dobe, estoy desesperado. ¡ESE TRABAJO ME TIENE EL CULO EN DOS MANOS! Debes pensar en algo rápido antes de que agote todos los cabellos de mi cabeza."

Ese Naruto, pensó. No había pasado ni dos horas desde la última vez que se vieron y ya le había mandado cerca de 50 mensajes con lo mismo por el jodido proyecto. Si hubiera tenido el café que tanto deseaba entre sus manos ya lo habría tirado por los aires. Muy amigo podría ser, pero a veces se preguntaba el porqué era su mejor amigo.

Se levantó de su asiento algo asqueado, necesitaba un baño para refrescar su rostro. El tema del trabajo de fin de año lo tenía más que cabreado y su querido amigo se lo recordaba cada dos horas. Movió su cabeza hacia ambos lados en busca de algún indicio de lavabo en el lugar. Iba a llamar a la camarera con un gesto de sus manos para preguntar donde había uno, pero no fue necesario ya que ella venía hacia él por el mismo pasillo donde antes se había marchado.

Entonces, a Sasuke se le paralizó el mundo.

Con sus dos oscuros ojos, la vió.

Ahí, sentada en uno de los puestos del centro con su cara escondida entre su largo cabello.

Esto debe ser una broma, se dijo.

Pero no, ahí estaba ella, en carne y hueso delante de él. A solo unos cuantos pasos de distancia y ella no se había dado cuenta de su presencia. Porque claro, si lo hubiera hecho, si tan solo lo hubiera visto unos 4 segundos para darse cuenta de que se trataba de él, ya hubiera salido corriendo de ahí.

Sasuke solo se limitó a sonreír antes de caminar a su próximo destino.

Naruto daría la vida por estar aquí, pensó, mientras se dirigía hacia ella.


Wolas! he vuelto con una nueva historia :D

A pesar de que ya somos canon desde hace 2 años aún no supero esta pareja, y esta historia venía escribiéndola desde hace 1 año y recién hoy me he dado la fuerza para subirla aquí.

Espero que les guste, ya que este fic tiene que ver un poco con lo que me pasó a mi en mi adolescencia.

Les prometo que las haré llorar mucho :) xD

espero que les guste!