Notas:

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Notas del capítulo:

Después subiré los personajes y sus respectivos poderes.

Fragmento de la vida de Nicole:

- Todo esto es mi culpa.- grito al vacio, y el eco resonó en sus oídos como una declaración perpetua. Como si confirmara aquellos miedos de antes, como si el silencio le reclamara. Limpio algunas lagrimas, se enfundo de barro, y a pesar de eso, seguía presente. Hubiera querido desfallecer, perderse en el subconsciente mas hondo, quizá, tal vez así, no recordaría nada.

- Todo es mi culpa.- repitió la pequeña con la voz quebrada y con el rostro crispado de dolor. Nicole lloraba inconsolable, como venia haciéndolo los últimos meses, ni siquiera pudo demostrar su inocencia… Sabía que aunque su hermano le dijera que no era su culpa, seguiría creyendo que así lo era. Testaruda, siempre lo había sido.

Alaba de sus cabellos con demasiada fuerza en un intento desesperado de arrancarlos de raíz por pura frustración. Su hermano Mason se postro a su lado, pero no la miraba, observaba a la nada sin más que sus deseos reprimidos de querer gritar, desahogarse con lo primero. Con los puños apretados, ladeo la cabeza para observar a su hermana y esta estallo en llanto. Se desplomo ante el peso de su mirada, pero Mason seguía manteniendo en pie su aplomo. Tenia que hacerlo, por ella.

- ¿estas bien?- pregunto tomando por sorpresa a la chica con su voz ronca. Intentaba sonar maduro y encarar la situación pero no podía engañar a su hermana, no a ella. La tomo por los hombros y agito su pequeño cuerpo pero Nicole esquivo su mirada y se cubrió el rostro. Mason le arrebato las manos y la obligo a mirarle.

- ¡Nicole! ¿estas bien?- pregunto mirándola a los ojos, intentando comprobar que era verdad lo que veía, y tal vez, comprobar que sus ojos no le mentían en cual afortunados habían sido. Ella, a pesar de sentirse fatal, asintió aturdida, por que podría estar en perfectas condiciones físicas, ¿pero su corazón?; Estaba mal herido. Mason la tomo de la mano y la condujo entre espesos abedules, aparentemente con rumbo desconocido.

- ¿A dónde vamos?- pregunto Nicole confusa, mientras se deshacía del agarre de su hermano y retrocedía.

- A buscar ayuda.

- ¿Y mama? ¡Mason tenemos que ayudar a mamá!¡Mason!- protesto Nicole golpeándolo en el pecho. Lo hería, pero el sabia que era parte de su desahogo, y la dejaría terminar, sin importar las circunstancias que eso conllevara.

- Mason, por favor ayúdala.- gimoteo. La ignoro, dándose la vuelta y avanzado una distancia indefinida. Nicole igual de persistente, siguió rogando y chillando, tenía los ojos rojos y las mejillas cubiertas de lágrimas. No conseguiría convencerlo si el mismo se había jurado no ayudarla. No después de todo aquello.

- Dudo que quiera que la ayuden.- murmuro Mason deteniéndose en seco. Llegaría a rogarle a Nicole, a tal punto de pedirle de rodillas que se largaran de alli. A tal punto de evitar sufrir mas, de reprimir su llanto. Por que no tardaría demasiado en explotar, de ira, de tristeza, o de frustración.

- Mason.- insistió Nicole en la oscuridad, como un último intento en vano. la dejo rogar unos instantes mas, hasta que no se contuvo y escupio la verdad. ¿para que esperar más? ¿tenia que hacerla sufrir tanto?

- ¿Qué no entiendes?- profirió el chico con tono acerado.- Queria deshacerse de nosotros.

Nicole se quedó inmóvil y en silencio, a juzgar por su respiración, entro en pánico. Su llanto dificultaba sus exhalaciones y comenzó a desmoronarse cayendo de bruces al suelo. Lo único que quería era rescatar a su madre pero la declaración de Mason cambiaba las cosas. No sabia si en verdad creerle, de si se trataba de un simple reclamo o un intento de hacerla sentir menos culpable, o si, en verdad, no mentía, y su madre había querido abandonarlos, o peor aun, asesinarlos. Aun así, era su madre, compartían la sangre, y no quería abandonarla, aunque fuera demasiado tarde, aunque a ella ya no le importaran. Nicole diviso algo hundiéndose en el lago y se exaspero demasiado pronto. ¿En verdad intento asesinarnos? se pregunto mentalmente mientras su incontenible fuerza la arrastraba contra su hermano. El parecía adivinar por sus ojos oscuros, o por su mirada penetrante, que no había podido contenerse. El poder de Nicole comenzaba a apoderase de ella, y la estaba consumiendo por dentro. Mason sintió como poco a poco su hermana le quitaba la energía, dejándolo sin fuerzas, incontenible. El aura obscura rodeo su frágil cuerpo, pero estaba dispuesto a dejarse envolver, para proteger a su hermana, para protegerla de ella misma si era posible. Ella se acerco a el, tocándolo, dejando la marca permanente de quien lo hería, imborrable.

Ennegreciendo hasta su alma, Nicole no se contuvo descargando toda su fuerza contra el muchacho haciéndolo gemir de dolor. Hasta que lo vio verdaderamente gritar como un poseso, alejo sus puños, sintiéndose avergonzada y un tanto perturbada. Era su naturaleza, herir a las personas que amaba. Mason la miro comprensivo, y la tomo entre sus brazos abrazándola firmemente, ¿lloraría? Probablemente después, pero por ahora el problema mayor, involucraba a su hermana, y el mantenerla a salvo. Después de todo, no conseguía nada bueno al quejarse, y mucho menos al buscar ayuda profesional. Pero el, tramaba algo mas. No quería ayuda, no de aquellos científicos, o de las personas que no lograban comprenderlos. Quería ayuda verdadera, quería a alguien que pudiera acogerlos después de todo, sin importarles quienes eran, y lo que eran capaz de ser.

- Vamos Nicole, busquemos ayuda.- recito Mason refiriéndose a la ayuda que necesitarían y no a la que trataría de evitar a toda costa. Mason avanzo y Nicole lo siguió con la mirada perpleja y los ojos abiertos de par en par, por el repentino atrevimiento al herirlo de tal forma, pero rápidamente el miedo la inundo haciendo que avanzara unos cuantos pasos, hasta que consiguió caminar al mismo ritmo que el de Mason.

Sumida entre la oscuridad, quiso ver atreves del alma de su hermano, intentando adivinar sus sentimientos mientras sentía descender las lagrimas por su mejilla. Nicole se incorporo con valor, y siguió a su hermano mayor, dejando atrás algún recuerdo doloroso que se diluía entre el llanto.

Habían llegado a una estación de policías, entre el barullo de tantas sirenas policiales, y el estremecimiento que ocasionaban las fuertes luces tintineantes sobre sus cabezas. Mason había tomado a Nicole como su posesión mas preciada, y no conseguía soltarla ni un segundo. Podían ser traidores, o tal vez, con suerte, los ayudarían a encontrar algún familiar inhóspito. Se sentaron en una pequeña habitación, y se refugiaron el uno con el otro. No tardaron mucho en abordarlos con preguntas, pero las respuestas había sido procesadas y estudiadas, y Mason rogaba que lograran funcionar.

- ¿Cómo lograron escapar del automóvil?- cuestiono el oficial señalando a Mason e ignorando las posibles respuestas por parte de Nicole. Aquello lo facilitaba aun más.

- No lo se.- respondió Mason con la voz quebrada, recordando siendo consumido entre las aguas, y después siendo superado por sus dones. Nicole lo miro de soslayo y oculto su rostro en su hombro, por que sabía, que no les diría nada esclarecedor. Y mucho menos nada obvio.

- ¿Estas seguro que fue un accidente?- persistió el oficial mientras rozaba su bigote y apretaba los labios. La verdad, había tenido varios caso similares, algún sobreviviente afortunado, que le gustaba contar con lujo de detalles su experiencia como queriéndose constatar de que había sido un héroe. Pero esto era claramente diferente. Se trataba de un niño de doce y una niña de ocho, al fin y al cabo, pudiese que no recordaran nada.

- Si.- concedió Mason de manera convincente. el oficial asintió al tiempo que anotaba en una libreta las respuestas, sin mirar los ojos azules chispeantes de los niños. Aunque nunca supiera que lo estaban controlando, ninguno de los dos, quería parecer evidente.

- Bien, por ahora quiero que se tranquilicen, contactaremos algún familiar que pueda hacerse cargo por el momento.- el oficial miro fijamente a la chica y compadeciéndose de ella, dio unas palmaditas cariñosas en su espalda. Nicole gruño, aunque apenas perceptible. El sentimiento de lastima le disgustaba demasiado, casi tanto como el de la culpa.

- Estarán bien.- aseguro, sonriendo amistosamente como queriendo asegurar con sus palabras su futuro, una sonrisa fugaz poco creíble. El oficial salió de la habitación dejándolos solos durante mucho tiempo, pero ninguno de los dos tuvo el valor para encarar la situación. En ocasiones intercambian rápidas miradas, pero Nicole solo se limitaba a limpiar sus lágrimas en la camisa de su hermano, mientras se recargaba en su hombro, escondiendo su rostro detrás de su pelo.

- ¿Qué haremos?- pregunto la niña llenando el silencio con un eco lastimero.

- Mentir.- confeso siéndole sincero. Mason había decidido no mentirle a ella. nunca. Pero las demás personas, podían irse al diablo según su perspectiva.

- ¿Por qué?- pregunto Nicole, demasiado confundida como para entender por que quería saberlo. Rebusco el rostro de su hermano, a tientas, sabiendo que tal vez su mirada lograría sonsacarle más información.

- Por que si no lo hacemos, estaremos condenados por el resto de nuestras vidas.- auguro sosteniendo el rostro de Nicole entre sus manos.

- esto será un secreto entre tu y yo.- mascullo el joven estrechando su mirada con la de su hermana como una promesa que jamás deberían romper.

Notas finales del capítulo :

este solo es el planteamiento, peuesto que cuando pasa el tiempo, ya sale a relucir el personaje de Anna. espero les agrade, y comenten. apenas es mi comienzo con este fic, no se decepcionen.

XOXO