Hola n.n ¿como les va? Yo muero lentamente, bueno... Después de mucho tiempo finalmente vuelvo a escribir algo de khr así que espero les guste. El fic no sera muy largo d caos tal vez.

Capítulo 1: Reencuentro.

Había llegado a Namimori por mera casualidad y también por su trabajo, ya que una de las locaciones de su nueva película era un bonito parque que se encontraba en esa ciudad.

A sus ojos la ciudad era tranquila pero no tenia lo necesario como para que una actriz de su calibre actuara en ella, no sabia cuan equivocada estaba, siguió caminando por las tranquilas calles hasta llegar al dichoso parque, un parque muy lindo, debía admitirlo, con una pequeña pero hermosa fuente en el centro, un hermoso jardín con diversas flores de colores, bancas de descanso y juegos infantiles, su rostro mostró un gesto de desagrado al ver a varios niños en el lugar, miro a los lados, al parecer ninguno de esos niños estaba acompañado de sus madres.

-Que irresponsables- dijo en voz baja.

De pronto se comenzó a sentir observada, un tipo de mirada que creía olvidada, por instinto comenzó a temblar ligeramente tratando de encontrar la dirección de la mirada, se dio la vuelta para solo ver a tres chicas corriendo en dirección a lo que parecía una cafetería, suspiró aliviada al verlas alejarse.

-¿Emiko?- hablo una voz que tenia mas de diez años sin escuchar.

La actriz se volteo para encontrarse con aquel hombre, sus rasgos no habían cambiado, aun conservaba aquel despreciable color de cabello, sus ojos mostraban sorpresa, sonrió burlona.

-¡Vaya!- hablo con fingida sorpresa- no esperaba encontrarte aquí Daiki

El hombre, de facciones maduras y cabellos de un color morado fuerte y ojos de color similar, fruncio el seño- Lo mismo digo- contesto

La mujer dejo de lado su sonrisa fingida. -Y¿Que estas haciendo aquí?- preguntó con arrogancia

Esta vez fue Daiki quien portó un aire de superioridad.- pues... ¿No es obvio? Vine a ver el parque donde se grabara una escena de la película de uno de mis libros.

Emiko abrió los ojos con sorpresa, iba a reclamar algo pero prefirió irse del lugar.

- Esa escena no podrás actuarla bien Emiko, fue hecha para que no pudieras actuarla- dijo Daiki mientras miraba a su ex mujer alejarse. - alguien que dejó morir a su propia hija jamas entenderá el dolor de Ayumi- se dijo en voz baja.

El día había amanecido soleado para alegría de Haru,Kyoko y Chrome, finalmente su tan ansiada salida de chicas se lograría, las dos primeras ya tenían la tarde arreglada, Chrome por el contrario se disculpaba con Tsuna por no poder acompañarlo a casa, sin embargo el joven jefe mafioso le negó la disculpa diciéndole que ella era libre de elegir como pasar su tiempo libre.

Chrome le sonrió a su jefe tímidamente y asintió antes de ser arrastrada por sus dos mejores amigas. Las tres caminaba en dirección al centro comercial de Namimori, hacia la nueva cafetería que tenía gran variedad de pasteles, Haru y Kyoko se entretuvieron con una conversación sobre postres dejando a la peli morado atrás, Chrome las observaba combina débil sonrisa y su típico sonrojo, sin embargo, al pasar por el parque sintió la enorme necesidad de mirar en dirección a la fuente, lo hizo. Detuvo su andar, su ojo se abrió lleno de sorpresa, aun desde esa distancia la reconoció, esa esbelta figura, el porte elegante y esa cabellera ondulada de color castaño cenizo eran inconfundibles, era ella... Emiko Sakamoto, era su madre.