Los personajes, escenarios hechizos y todo aquello que reconozcas no me pertenece. A J. K. Rowling se le ocurrió primero, su cuenta bancaria lo demuestra.


Frió

Sacudió su túnica frente a la puerta cerrada tratando de quitar la nieve que había caído sobre ella camino ahí. Hacia frio, uno de esos días en los que el viento te corta la piel y cada uno de los bellos de la piel se eriza. Solo quería una buena taza de chocolate caliente y una manta caliente.

Se acercó al marco de la ventana y recogió el pequeño libro que yacía olvidado a los pies de la misma.

Recordó con nostalgia la primera vez que sus jóvenes manos habían acariciado esas mismas páginas, como la llama de sus dedos se familiarizaba con las hojas nuevas y llenas de secretos que pugnaban por salir a conocerla. Habían sido años constantes con esa vieja historia de un castillo encantado fundado hace por lo menos un milenio atrás por cuatro amigos llenos de sueños.

Con pereza pero llena de confianza se sentó sobre las largas piernas del rubio hombre que veía distraído por la ventana y que como gesto de reconocimiento solo la acerco más a él.

Por primera vez en el día respiro con normalidad.

Él la rodeo con sus brazos y respiro la esencia de su castaños rizo llenando sus pulmones con su característico olor, era uno de esos sentimientos de completa tranquilidad que el tiempo, la vida les solía regalar.

—Tardaste demasiado en llegar—comento el rubio besando la sima de su cabeza en lo que ella se acomodaba sobre él.

—La profesora Mcgonagall necesitaba ayuda con unas tareas—contesto la mujer recargándose sobre su pecho.

Como único gesto. El hombre asintió y atrajo la frazada de uno de los sillones para cubrirla con ella.

6 años con una larga rutina de abrazos escondidos y cariño en lo obscuro los había enseñado a solo convertirse en amantes del tiempo. Del poco tiempo que desde un inicio los enseñaron a apreciar.

Draco recostó su cabeza sobre la de ella y antes de que siquiera supiera lo que le diría sintió la primera de muchas lágrimas sobre su mejilla y esos besos de mariposa sobre su rostro.

—Estoy perdido, tan perdido—murmuro contra ella sujetándola con más fuerza impidiéndole darse la vuelta.

—Draco…

—Tiene a mi familia, tiene a mi mamá en su poder—lloro contra ella—no tengo opción.

—Siempre la hay.

—No los pondré en riesgo Hermione, mi vida no vale la de ellos.

—¿Y nosotros?

—Nunca existimos—sonrió antes de besarla en los labios con fuerza.

Sintió los labios delgados y fríos de la mujer sobre los propios y como a su costumbre le respondía con la misma intensidad, sintió sus delgados dedos acariciando el suave cabello sobre su nuca, sintió sus suaves y largas pestañas bailar sobre él.

Habían pasado seis años escondiéndose de la multitud, buscándose en la oscuridad como el crimen que jamás habían cometido. Ella merecía más, merecía más que una res marcada a fuego por su dueño, merecía más que un esclavo del miedo y con la única pizca de valentía que existía en su cuerpo desenvaino su varita y murmuro…

Obliviate.


N. A. No se que diablos sea esto. Geraldine MV me enseño la imagen y bueno surgió esto. Espero que te guste.