Nota de auto: descargo la responsabilidad de escritura de este fic, ni Naruto, ni High School DXD me pertenecen.
-Pensamientos-
"Dialogo"
Flashback
[Nombres de artefactos y técnicas]
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El Sendero de los Demonios
¿El primer paso a los infiernos es una pelirroja?
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El sonido de violentos golpes impactando contra la carne, las salpicaduras de la sangre contra el piso y las paredes, sin olvidar ese ya familiar sonido de los huesos quebrándose resonando en sus oídos, fue una experiencia que el desgraciadamente ya encontraba muy familiar casi como un hecho cotidiano.
En este viejo almacén abandonado sus puños y patadas nuevamente hablaron por él, con una respiración levemente jadeante contemplo su nueva obra que solo haría más que aumentar su reconocida infamia.
Cuerpos de personas tiradas en el suelo, desde adolecentes en sus años dorados hasta adultos que ya deberían de tener familia, gimieron de dolor y angustia, algunos trataban de levantarse para luchar nuevamente contra él pero sin resultados, ya que el los golpearía con toda su fuerza una vez estaban nuevamente de pie.
Incluso a estas horas de la tarde, estos sujetos aun no aprendían, sin importar cuanto los golpeara. Como si fuera la cabeza de una hidra, sacaba a uno y al día siguiente llegaban a retarlo dos más.
"…Maldito…bastardo…"murmuro adolorido e iracundo uno de los delincuentes heridos, por su cara recorría sangre que mostraba el nivel de paliza que recibió.
"Oi, oi" murmuro con leve molestia el joven de pie frente a él. "si no mal recuerdo fueron ustedes los que vinieron por mí." Señalo el joven con molestia mientras con relajo sacaba una cajetilla de cigarros y procedía a encender uno.
El joven no era mal parecido, pero si extravagante para algunos, se encontraba en su 17 años, su altura era de 1,70 cm, su tez de piel era ligeramente bronceada, sus ojos eran azules como el cielo y su cabellera era rubia dorada, en cada mejilla de su rostro había tres marcas simétricas, su ropa arrugada levemente por la pelea, con zapatillas blancas, pantalones negros y una chaqueta naranja abierta con capucha donde se podía ver la camiseta negra que usaba y unos goggles negros sobre su frente lo cual había hecho que más de una ocasión lo confundieran con un otaku.
Él era Uzumaki Naruto, el demonio de Kuoh, el delincuente dorado y entre muchos nombres que los delincuentes de toda la ciudad y los propios estudiantes de la academia Kuoh Conocían. Una persona infame conocida por sus peleas y su invicto record de victorias que dio a luz a su leyenda, que se dice que sin importar los números y armas que traigan para derribarlo, el siempre ganara, con movimientos, reflejos y fuerza que podían competir con los deportistas olímpicos.
Para Naruto esto hecho fue simplemente molesto, ya que significaba que el siempre seria perseguido por idiotas con hambre de fama, pensando que podían vencerlo solo por traer unos cuentos subordinados con ellos.
¿Realmente tontos no creen?
"…Ten cuidado…Uzumaki…que algún día te haremos… ¡Caer!" dijo lentamente y con ligera determinación el delincuente en el piso antes que finalmente caer en la inconciencia.
"Como si pudieran, bastardos" respondió burlonamente Naruto con un cigarro en la boca al oponente caído, no importaba cuantos sean, el mataría a golpes a esos bastardos.
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"Llegas tarde"
La voz teñida de molestia fue lo primero que escucho el Uzumaki, apenas cruzo el marco de la puerta, la pelea había tardado más de lo esperado y en el viaje a casa la noche había caído y la luna nuevamente aparecía en su esplendor. Mientras que la luz era tenue, él pudo ver la expresión molesta de la joven frente a él. Con un leve suspiro de resignación por la discusión por venir se le acerco.
"Vamos Aika-Chan, sabes que no es mi culpa" dijo tranquilamente el rubio a la joven con cierto cariño esperando no despertar su ira.
Ella era Aika, Kiriyuu Aika, una joven de su edad, su altura era levemente más baja que la suya, tal vez 1,63 cm aproximadamente. Su tez era pálida, de cabello castaño con dos trenzas que caían de ambos lados de su rostro, sus ojos eran amarillentos, gafas rosadas se situaban en su lindo rostro, usaba una camiseta blanca y unos mini-shorts azules.
"¿Dónde estabas?"
Ella dijo luego de unos momentos, aunque por el tono ella no lo estaba preguntando, ella exigía una respuesta. Incluso en estos momentos sin importar cuan gran peleador era Naruto, ese tono en la voz de su compañera de departamento dejaba recorrer un escalofrió en su piel.
"…Bueno yo…a ver…estaba en…el… ¿supermercado?" logro pronunciar el oji-azul su excusa a duras penas y con miedo visible en su rostro.
"Ya veo" murmuro levemente Aika mientras bajaba la mirada un momento antes de volver a mirar al rubio directamente a los ojos "¿Entonces donde esta lo que compraste?" Señalo con la morena.
"¿¡Eh!?, no está… jajaja debió de haberse quedado en el súper, descuida ya voy por ella" mintió rápidamente el rubio aunque el nerviosismo en su voz era casi físico, claramente tratando de huir de aquella horrible situación.
Tal vez si su hubiera tomado un poco de atención a Aika, abría notado como las venas de su frente y manos se hinchaban de ira, con su rostro aun sonriente, se le acerco dejando su cara a unos centímetros de su rostro.
"No te preocupes" murmuro Aika con una espeluznante sonrisa "Lo que paso, ya sucedió" aunque las palabras normalmente calmarían a cualquiera, Naruto no pudo evitar temblar.
"Aika-Chan, ¿estas enojada?" dijo Naruto sin poder dejar de temblar ante aquella sonrisa a unos centímetros de su rostro.
"¿Yo enojada?...pues..."
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BAM
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"¡Por supuesto que estoy enojada, Baka!"
Aunque Naruto podía esquivar los golpes y patadas de varios idiotas al mismo tiempo, no fue capaz de evitar el puñetazo que se le acerco a una velocidad inhumana, cargada completamente con la ira femenina, golpeándolo en la parte superior de la cabeza con una fuerza monstruosa.
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CRACK
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-¿Qué rayos? ¿¡Esos eran sonidos de huesos rompiéndose!? Que tan fuerte golpeaba esta pervertida mujer. No, espera, ¿ese sonido era los huesos del cráneo? ¡Definitivamente era mala cosa!¡. ¡Definitivamente tendría que ver un hospital luego! ¡Controla tu fuerza mujer mono!-
"¿Mujer mono?…" pregunto Aika suavemente con la escalofriante sonrisa que volvía nuevamente a su rostro y comenzaba a empuñar el puño con suficiente fuerza para que las venas de sus brazo resaltaran.
-¿Qué? ¿Acaso él lo dijo en voz alta?, no, estaba seguro que solo lo había pensado…entonces ¿cómo? No me diga que… ¡¿Puedes leer mi mente?!-
"No, no puedo" " dijo sin expresión la castaña monótonamente a su compañero.
-¡Deja de leer mi mente!-
La discusión había perdurado hasta altas horas de la noche, siendo como siempre Naruto derrotado verbalmente en la discusión de la cual al final fue obligado a decir la verdad del por qué había llegado tarde a casa y castigado a organizar por nombre todos las revistas de porno yaoi de Aika antes de irse a dormir para la desgracia y asco del rubio.
Solo era otro día cotidiano en el hogar Kiri-Uzu.
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…
Ha amanecido un nuevo día...
Un nuevo día lleno de esperanza.
Hay que abrir nuestros corazones a la felicidad
cuando el cielo esté completamente azul
con el sonido de la radio
y con tu poderoso corazón abierto
pon tu cara al viento.
¡Vamos: uno, dos, tres!
…
"¡Por favor deja de cantar te lo suplico!"
Fue el grito de pura desesperación del oji-azul, agarrándose la cabeza en un leve intento de acallar el canto, mientras el grito estuvo fuera, el canto de la morena fue más allá de insufrible, ya era malo que la cantara una vez cuando él intentaba poder dormir, apoyados su cabeza entre sus brazos como almohada en el pupitre intentando con anhelo poder alcanzar a Morfeo pero el fuerte, molesto y REPETITIVO canto lo estaba más que fastidiar, desesperando.
Después de todo anoche casi no durmió por las pesadillas obtenidas de tener que organizar todas las revistas de Aika. Sabía que esa chica era pervertida después de todo ella era su mejor amiga sin mencionar que compartían departamento y por cosas del destino ambos estaban en la misma maldita clase.
"¿Qué sucede Naruto-kun~?"¿Acaso no pudiste dormir~? " dijo cantarina y burlonamente Aika "¿o será que te mantuviste en vela toda la noche~? "
Ella hablo con una sonrisa en su rostro disfrutando de la molestia del rubio cansado y soñoliento. A decir verdad el rubio estaba tan casi tan agotado para quedarse en silencia a las burlas de Aika-Chan, repito (CASI)
"¡Tú sabes el por qué!" Grito Naruto enfurecido.
El grito del Uzumaki había terminado por no solo llamar la atención, de su dolor de cabeza peli-castaño, sino también la de todos los demás estudiantes en el aula. Las miradas de asco en su persona y susurros resonantes comenzaron luego de eso, Aunque el rubio no se preocupaba de aquello, después de todo al ser alguien con mala fama, era cosa cotidiana pero algunos de los susurros eran tan fuertes que parecía que lo hacían para que intencionalmente los escuchara.
"Míralo, como trata a Aika-chan…"
"…Que más se puede esperar del mayor delincuente de la academia"
"…Muérete…"
-¡Oi Oi! que fue eso último, entiendo si ven o escuchan a alguien gritarle a una mujer es obvio, que lo primero que suceda es que se enojen, es una reacción natural, pero tampoco es para que deseen mi muerte saben. De todas formas aquí no soy el culpable, Dattebayo.-
Aunque fue difícil para el rubio pudo ignorar aunque apenas a los demás del salón concentrándose nuevamente en Aika, que lentamente fue expandiendo una sonrisa sádica en sus rostro, cuyos ojos miraron directamente a los de Naruto y luego de unos instante, finalmente mostro la razón detrás de esa repugnante sonrisa.
Ella estaba apunto…
De darle el golpe de gracia…
"Oh es verdad, tonta de mi" dijo feliz y dulcemente Aika con una sonrisa de la sádica plasmada en su rostro "Me acorde de que estuviste masturbándote con mi pantis, anoche" sentencio lo suficientemente alto para que todo el salón la escuchara.
Oh
Kami
-Sama
Si las miradas de asco y repulsión antes eran malas ahora sería eufemismo decir que el odio no solo se había incrementado hasta niveles superiores a nueve mil, sino que fue multiplicado, las miradas y susurros cada vez más fuertes ya no podían ser ignoradas y el pobre oji-azul se vio obligado soportarlo con la esperanza de que aquel odio dure poco y su reputación no se vea tan manchada.
Pobre tonto
Aquel fue el día en que el nombre del Demonio dorado de kuoh se convirtiera en el Demonio de perversión absoluta de Kuoh.
No hubo un día más triste que ese.
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Academia Kuoh
Un centro educativo privado de gran prestigio no solo en la ciudad sino también en todo Japón, con un porcentaje de noventa y ocho por ciento de admisión a cualquier universidad que ellos desearan, que cubría desde la enseñanza secundaria hasta la enseñanza universitaria, su tamaño era colosal dejando ver que una vez fue una Academia solo para ricos o magnates con altas conexiones.
La cual comenzó a incursionar este año para la enseñanza mixta y publica, abriendo sus puertas al mundo ofreciendo estudios de alto nivel a precios módicos para toda familia.
Para los padres era una oportunidad de oro
Para las chicas era un paso más cerca de sus sueños y aspiraciones.
Para los hombres era...
El…
Absoluto…
…¡Paraíso!
Un lugar lleno de mujeres hermosas y determinadas al éxito, que cuyo número consistía en el noventa por ciento de los estudiantes en toda la academia. El sueño de todos los hombres desesperados por algo de amor en el mundo. Una zona de hermosura sin fin.
Para todos excepto uno
Para aquel que llevaba el Titulo legendario…
El Demonio de la Perversión Absoluta.
Un título que rápidamente se había expandido hace unas semanas y enviado a su ya bajo nivel de popularidad a un grado de que toda chica que se cruzaba exceptuando a cierta Ero-megane se detenía para mirarlo fijamente con todo el odio que podía reunir.
Naruto normalmente se juntaría con Aika, la fuente de sus problemas, el dolor de cabeza número uno en la vida del rubio y probablemente la única chica que lo miraría sin odio, pero al parecer ella fue llamada a su club, el club de investigación de lo oculto. Él no sabía que hacían, pero últimamente poder hablar con la castaña, se había vuelto algo difícil, con todo el tiempo que ella empleaba en el club. Incluso si aún era medio día, ella estaba muy ocupada.
Condenándole finalmente a juntarse con este par de perdedores.
"¿¡A quien mierda llamas par de perdedores!?" grito furioso el perdedor uno mientras lo señalo con el dedo.
"… ¿Me leyeron la mente?..." pregunto sin expresión el rubio antes sus nuevos amigos
"¡Lectura de mente y una mierda, prácticamente tu cara gritaba lo que pensabas!" respondió furioso el perdedor dos con molestia en su rostro.
"Pues no tengo que decirlo entonces" les dijo Naruto tranquilamente bajando los hombros sin cuidado
"¡Y nosotros que queríamos enseñarte nuestro nirvana!" Grito el perdedor 1 fastidiado por la actitud del nuevo en el grupo.
"Hay tantas cosas mal en esa frase, que ni siquiera quiero señalarlas" dijo Naruto monótonamente mirando con resignación a los dos jóvenes junto a él.
Los chicos a su lado eran parte del ahora conocido Delta Force o Trio pervertido de la Academia Kuoh, o la pesadilla de todo personal femenino de las instalaciones.
Perdedor numero 1 o Matsuda Yasuaki,era un chico alto y delgado con una tez blanca y cabello rapado este chico una vez fue la estrella del club de atletismo pero cuando descubrió que podía hacer fotos cuyo nivel de erotismo estaba fuera de este mundo renuncio al atletismo y se dedico de lleno a la fotografía, sin mencionar que era un lolicon auto-proclamado que aumento más su infamia.
Perdedor numero 2 o Motohama Takuro, era el más bajo del grupo, con unas gruesas gafas rectangulares y cabello castaño, sus características más concretas era una leve masa muscular al ser parte del club de basketball de la academia, su técnica especial medir con exactitud casi inhumana las tres medidas de las chicas las cuales caían en sus ojos con un simple vistazo. Un hecho que le han prohibido jugar en algunos partidos por solicitud del equipo de porristas.
Naruto suspiro resignado, decidiendo ir al punto "De todas formas, ¿Que es este nirvana del que tanto hablan?"
"¡Nuestro nirvana a un mundo de felicidad que no conoce fin!" dijo con pasión Motohama mientras pequeñas lágrimas de dicha caían por su rostro.
"Mira y asómbrate" vocifero Matsuda moviendo sus manos en presentación hacia…
¿Un agujero en la pared?
"Tanto jaleo por un simple agujero, ¿me quieren hacer enojar?" dijo Naruto entre-dientes mirando la estupidez que ellos llamaban nirvana.
"Oh, Hombre de poca fe, ¿por qué no osas mirar por él?" respondió Mohohama poéticamente o al menos lo intentaba, después de todo que poeta ¿que se respete lo dice con una sonrisa pervertida
Aunque mirar por aquel agujero definitivamente le dio mala espina a Naruto, él estaba curioso por la sonrisa y pasión con la que hablaba el pervertido de Motohama, la curiosidad era enorme después de todo, luego de conocer ambos pervertidos por un tiempo sabía que ellos no exageraban en nada de lo que decían, en su mayoría.
Lentamente acerco su rostro a la pequeña abertura y procedió a mirar por él, esperando así entender que tanto les interesaba a estos dos idiotas.
La visión que consiguió definitivamente era algo del Nirvana o incluso el Eden.
Allí caída en su visión, era nada menos que chicas jóvenes, demostrando su traje de Eva sin preocupaciones del mundo, la inocencia en los rostros de las chicas mientras hablaban y se cambiaban sin cuidado del mundo, confiadas en que nadie pudiera verlas.
Uzumaki Naruto mientras que no era un joven que buscara activamente el cuerpo de las mujeres cada vez que ellas voltearan, él podía considerarse un pervertido de la situación, ya que disfrutaba los momentos en que activamente se le daba la oportunidad de hacerlo.
Un ligero goteo de nariz callo por su rostro.
Esto Definitivamente era el Nirvana.
"Oh, ¿lo disfrutas eh? ¿La visión de chicas cambiándose frente a tus ojos?"
El rubio solo pudo asentir sin quitar el rostro del de la pared.
"¿Siempre pervertido verdad?, Naruto-kun~"
La mente de Naruto se congelo y comenzó a temblar ligeramente
Esa voz.
Definitivamente no era la de los chicos, era demasiado femenina y familiar, ese tono de voz, él podía recordarlo perfectamente. Lentamente se alejó del muro con temor y volteo para mirar a la persona detrás de él.
Era Aika…
Junto a ella eran un….
Malditamente enorme...
Grupo de chicas enojadas…
Todas y cada una de ellas…
CON. UN. MALDITO. SHINAI.
Entre la multitud reconoció a Murayama Seiri y Katase Yui ambas chicas las ex mejores del club de kendo femenino, ambas eran parte actual del club de Investigación de lo Oculto. También reconocidas como las Anti-pervertidos.
Murayama Seiri era una joven de cabello castaño largo, con una coleta de caballo por un lazo rojo, sus ojos eran un claro color miel, era delgada y media aproximadamente unos 1.65 cm podía estimar, sus pechos era moderadamente grandes y tenía una buena figura, la tez de su piel era blanca y suave, no muy pálida ni muy bronceada oculta tras su uniforme escolar.
Katase Yui, la mejor amiga de Seiri su cabello era un claro color rosado que le llegaba hasta los hombros, su cabello organizado por un blanco cintillo que dejaba caer algunos mechones sobre las esquinas de su rostro, sus ojos rojizos, y su tez era un casi igual que la de su amiga, aunque un poco mas bronceada, mientras ella era delgada y casi a la altura de Seiri sus pechos no parecían ser muy grandes, eran algo por apenas encima de la media, usaba el uniforme escolar establecido.
Como un hombre Naruto tomo una decisión crítica, tal vez digan que ese día su hombría cayó o que su reputación fue más pisoteada de lo que ya era, pero él había tomado la única opción que le quedaba, él tomó la decisión de vivir otro día bajo cualquier circunstancia.
Entonces poniéndose de pie con una mirada tan llena de determinación tenso sus músculos, algunas de las chicas retrocedieron, pero la mayoría se quedó firme con sus shinai preparados para la pelea. La zona quedo con una tensión que podía ser cortada con un cuchillo, pero tan repentina como llego se fue cuando Naruto hizo su movimiento
El huyo como una puta
Los rostros de sorpresa antes la nube de humo dejado por la pisada a toda velocidad al huir dejo a las chicas en un leve aturdimiento, solo para que en la ira lo persiguieran prometiéndole dolor más allá de lo imaginable
Un pervertido tiene que ser castigado.
Así era de cruel la mentalidad de las mujeres
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Sin saberlo a lo lejos desde una ventana del viejo Edificio de la academia en medio de la obscura habitación solo iluminada por la luz de la ventana una hermosa pelirroja lo observaba detenidamente.
"¿Ara Ara, realmente es el que estábamos buscando?"
Fue la suave voz de una silueta detrás de aquella pelirroja, mientras que sus rasgos fueron tragado por la obscuridad aún se podía ver levemente el uniforme femenino de la academia.
"Lo es, Akeno"
Fue la respuesta de la pelirroja que se volteaba y alejaba de la ventana con una sonrisa misteriosa en su rostro.
"Ara, de todos las personas quien diría que el sería un usuario de [Sacred Gear], el mundo funciona de una forma divertida ¿no crees?"
La voz ahora reconocida como Akeno tenía un toque de diversión, a lo cual la pelirroja solo pudo dar un leve bufido antes la respuesta de su amiga. Pero tenía razón en algo antes de responder.
"Akeno…es hora de hacer nuestro movimiento…"
El mundo Realmente se mueve de formas extrañas e irónicas.
El atardecer en la ciudad de Kuoh era especialmente hermoso, coloreando la ciudad de un suave color naranja, mientras las estrellas en el cielo fueron ganando fuerzas, siendo una hermosa vista por las pocas nubes que cubrían los cielos pintados por el ocaso, que decía adiós con un gesto dulce.
De pie en sobre el puente peatonal que conectaba las dos partes de la calle, frente de Naruto había una hermosa mujer.
Ella era joven mujer, con la piel blanca como porcelana, un cuerpo esbelto, con un largo y sedoso cabello negro que le llegaba hasta las caderas y unos lindos ojos violetas, vistiendo un uniforme escolar, que consistió en una chaqueta roja oscura con la letra (P) bordada en un color dorado, encima de su pecho derecho, una camisa blanca, con un lazo rojo en el cuello y una falta verde.
"Uzumaki-kun, ¿estas saliendo con alguien?" la joven pelinegra pregunto con timidez
Naruto logro tartamudear sorprendido. "N-no para nada, Dattebayo"
"Que alivio" sonrió aliviada la joven pelinegra poniendo una mano sobre su pronunciado pecho "Um…te… ¿te gustaría ir a una cita conmigo?"
"… ¿Que acabas de decir?" pregunto Naruto con un sonrisa quebrada "Por un momento pensé en escuchar algo extraño, ¿podrías repetir, lo que dijiste?"
"Yo…siempre paso por este puente y te veo caminar" responde la joven desviando momentáneamente la mirada al suelo "La primera vez, que lo hice, yo…escuche de ti, por parte de mis amigas y también escuche de tu reputación"
"…" Naruto no dijo nada, estaba demasiado sorprendido como para decir algo.
"Siempre…Caminabas por este puente con la cabeza en alto, como si el mundo no fuera capaz de hacerte caer" dijo en voz baja la joven jugando con sus dedos con nerviosismo "Yo, soy el tipo de persona que se rinde a la primera, siempre termino llorando al menor fallo…por eso cuando te vi, estaba sorprendida…desde entonces, cada vez que te veía, quería conocerte y poder caminar a tu lado…"
"¿Qué estás?..." Alcanzo a pronunciar Naruto "¿Qué estas tratando de decir?"
"Y-yo…yo…." La joven tartamudeo cerrando los ojos y grito ""¡Te Amo!, Uzumaki-kun. ¡Por favor sal conmigo!"
Eso sería como algo sacado de un sueño para un tipo como él que nunca antes había tenido una novia desde que podía recordar, antes de su infamia como, pervertido era reconocido como alguien de temer, capaz de doblar acero solido de un golpe. Una característica que solo lograba alejar a las chicas.
Naruto, gracias al ser reconocido públicamente como un pervertido, sus oportunidades ya nulas, de conseguir una novia bajaron hasta llegar a niveles negativos, No sería raro si cuando se lo dijera a alguien les responderían '¿Pero qué mierda te fumaste?'. Es un milagro pero logro obtener la confesión de una belleza, luego de ser perseguido por casi dos horas de toneladas de furia femenina finalmente acaba en un puente de transito donde se encontró con aquella hermosa chica.
Naruto dio su sonrisa zorruna característica pero con nerviosismo "Claro, me encantaría" rascándose su mejilla ligeramente
"Me alegro…" La joven estaba encantada la sonrisa en su rostro era tangible, hubo incluso pequeñas lágrimas de felicidad cayendo por su rostro "¿Cómo suena…mañana, en la tarde?"
"Mañana, en la tarde, suena bien…umm, ¿Estaría bien, a las cinco de la tarde, en frente del centro comercial?" Pregunto sonrojado Naruto
"Suena fantástico…Nos vemos, Uzumaki-kun" la joven se despidió sonrojada a mas no poder sin embargo no fue capaz de ocultar su sonrisa, mientras se marchaba dando pequeños brincos de felicidad en el camino.
Sin embargo el rubio, quedo hipnotizado por sus suaves movimientos, su corazón aun latía con fuerza por la declaración y su rostro estaba sonrojado a más no poder, casi sentía que su cara estaba en llamas, y no era para menor, una hermosa mujer se le declaro y ahora tenía una cita y sonrió ante el nombre de la joven.
Naruto Pensó avergonzado pero feliz -Amano Yuuma…que nombre tan hermoso
"¿Dónde estará?" Pregunto Naruto mirando la hora en su celular por tercera vez.
Naruto estaba algo nervioso, la cajetilla de cigarros en el bolsillo del pantalón, lo relajaba, pero le producía una ligera ansiedad, aunque su deseo de fumar era grande, no quería dejar una mala impresión debido al olor del tabaco. Ya eran las cuatro y media de la tarde y se encontraba esperando en el lugar acordado el día anterior, como era día jueves, las clases habían durado solo hasta medio día, fue uno de los pocos días, en la cual la academia les daba tiempo para descansar.
Era un buen día, aunque el Uzumaki tuvo que hacer una nota mental, para patearle el culo a Matsuda y Motohama, en cuanto los viera, los malditos el día de hoy habían podido esquivarlo durante todo el día, al parecer no eran tan tontos como para pensar que su pequeña treta del día anterior, en donde lo abandonaron a su suerte, a una multitud de mujeres enfurecidas, huyendo al ver que las chicas se acercaron y se fueron sin avisarle, del peligro entrante.
Sin embargo, debido a que era su turno de limpiar el salón y el viaje en metro, le dieron solo dos horas de tiempo, apenas lo necesario para asearse y arreglarse de forma decente, vistiendo una camisa verde debajo de una chaqueta abierta, cuyo color predominante era el negro con bordes en la muñera y cuello naranja, pantalones de mezclilla azules y unas zapatillas negras.
Lo bueno fue que Aika se había quedado en la casa de una amiga o si no hubiera sido incomodo responder cada pregunta que le hiciera esa ero-megane.
Curiosamente en el camino a su cita, apenas salió de la estación del metro, una joven de que parecía estar haciendo cosplay con dos pequeñas alas negras se le acercó y le entrego una pequeña tarjeta negra, mientras normalmente esto parecería extraño, era parte del brillo de la ciudad que tenía una amplia selección de negocios entorno al manga y anime, a veces usan cosplay para llamar la atención de la gente y poder hacer publicidad de sus negocios en zonas altamente concurridas.
Mirando la tarjeta en espera de que Yuuma llegara, la tarjeta era extraña por sí misma. No tenía ninguna dirección o correo electrónico incluso un jodido número, solo habían dos cosas, una era lo que parecía un círculo mágico que uno podía ver en los animes Shoujo y lo otro era la frase:
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Tu sueño será concedido.
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Con eso la tarjeta paso de rara a tenebrosa. El primer pensamiento era tirarlo a la basura pero al ver que Yuuma correr hacia el agitando sus manos para llamar su atención, el rubio de ojos-azules la guardo rápidamente en el bolsillo de sus pantalones juntos a sus cajetilla.
"U-Uzumaki-kun, ¿me esperaste M-ucho tiempo?" dijo tímidamente Yuuma tartamudeando ligeramente mientras mirando a su cita, llevaba un vestido blanco que acentuaba su lindura. "Lo siento…pero surgieron algunas cosas…que…"
"No te preocupes Yuuma-chan, acabo de llegar" dijo con una sonrisa tratando de ser lo más cordial posible "¿Nos vamos?"
"¡Si!" ella dijo algo más animada mientras procedía a tomar su mano y caminar juntos.
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La cita había ido bien, habían ido a un par de restaurantes para comer un ligero refrigerio y varias tipos de tiendas, que aunque no compraron muchas cosas fue divertido pasar el tiempo juntos, habían terminado con el siempre y sin falta viaje al parque de diversiones.
Aunque él no era muy apto para tener citas.
Recordaba que uno de los gamberros que el golpeaba le había detallado lo que él quería hacer con su nueva novia y que por favor no lo golpeara para poder asistir, el simple hecho de tener novia, le cabreo tanto que él lo mando al hospital, aún recuerda como sonaron los huesos de su cara contra su puño en cada golpe.
Malditos Riajuu…
Volviendo a la historia el oji-azul miro al cielo. Mientras caminaba al parque que Yuuma quería ver, según ella quería mostrarle algo. El cielo ya teñido del distintivo color naranja por el sol ocultándose en el horizonte.
El tiempo realmente vuela mientras te diviertes. Con tanta diversión no se había dado cuenta que estaba atardeciendo. Solo había estado tratando de no arruinar su primera cita, tratando de actuar como un caballero, al menos por un maldito día.
El parque había estado a varios minutos de distancia, después de todo era el parque que se encontraba más alejado de la ciudad. Una zona llena de árboles y vegetación con farolas que iluminaran el camino empedrado una vez estuviera ligeramente oscuro por la caída de la noche. Mientras se adentraban más en el parque veía cada vez menos gente cosa que lo confundió, incluso alejado de la ciudad era un enorme parque, de gran belleza y cuidado. Estaba seguro que al menos abría unas cuantas parejas de la mano como ellos paseando en su interior.
Luego de unos momentos ya no había gente a la vista, quedando solos ellos dos, deteniéndose en un pequeño claro del parque frente a una fuente de agua cristalina con un ángel de mármol en medio de la fuente, cuya agua reflejaba el cielo con claridad, exhibiendo su belleza natural.
"Aquí es el lugar que quería mostrarte" dijo Yuuma con tranquilidad soltando la mano del Oji-azul y acercándose un poco a la fuente de agua "Uzumaki-Kun, yo…tengo una conexión con este lugar"
Acercándose a la fuente sin quitar la mirada del ángel en la fuente, tocando la fuente con el dedo y deslizando mientras caminaba, en todo momento Yuuma, mantuvo una expresión nostálgica, casi de añoranza y sobriedad, antes de mirar la estatua del ángel, y sus ojos adquirieran un brillo peligroso.
"Este es mi lugar especial, Uzumaki-kun" Yuuma volteo a mirar al rubio "Después de todo aquí, hace muchos años mis alas fueron empañadas"
Naruto la miro con confusión "¿Tus…alas empañadas?"
"Así es, al igual que esta estatua, mis alas una vez fueron hermosas" Señalo Yuuma a la estatua.
"… ¿Estas bien Yuuma-chan?" dijo Naruto con un preocupación mientras se le iba acercando a Yuuma con cautela.
Ella miro a Naruto directamente a los ojos, sin pestañear o desviarse ella le dirigió una mirada solemne y aceptación, mientras una sonrisa falsa Apareció en su rostro, con las manos ocultas detrás de su cuerpo, ella se fue acercando a Naruto a paso ligero.
"Hoy fue muy divertido" felicito Yuuma en voz baja "Si, realmente fue muy divertido, hace mucho que no había podido sentirme tan en calma, como lo hice hoy"
Aunque trate de actuar feliz esa horrible sonrisa falsa era demasiado obvio, él rubio podía señalarlo con facilidad, pero él no pudo decir nada y permaneció en silencio, sintiendo el hombro de Yuuma, mientras esta posaba su cabeza en su hombro.
"..."
"..."
Se quedaron ambos en silencio un par de minutos, sin moverse y manteniendo la misma posición, parecía que el tiempo se hubiera detenido, donde solo ellos dos existían en aquel claro
Yuuma rompió el silencio "Uzumaki-kun…" Su voz era algo quebrada pero también fue firme al mismo tiempo.
"¿Que sucede, Yuuma-chan?" Pregunto Naruto con suavidad.
"Hay algo que quiero hacer para celebrar nuestra primera cita" dijo suavemente Yuuma sin subir la mirada, que estaba enterrada en el hombro del rubio
"¿Y que sería Yuuma-chan?" respondió felizmente, tratando de aligerar el tenso ambiente que se había creado, se había creado una tensión invisible realmente incómoda para él, esto fue realmente malo para cualquier cita, Tal vez un beso, o incluso un regalo caro o algo por el estilo. Tal vez todo fue solamente miedo de poder pedir algo
La chica susurro en el oído del rubio "¿Morirías por mí?"
"¿Eh?" Dijo confuso el rubio rascándose la cabeza "Podrían repetir eso no creo haber escuchado bien"
"¿Morirías por mí?" dijo secamente Yuuma levantando la mirada mostrando una mirada gélida en sus ojos, toda emoción se había desvanecido, comenzando a retroceder unos pasos, alejándose de Naruto con calma y gracia digna de una bailarina.
La mente de Naruto se congelo en shock, antes aquellas, ¿era una broma cierto?, claro él podía golpear gente por el simple hecho de que le gustara hacerlo, pero no cree que nadie desea su muerte.
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BASS
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Fue un repentino movimiento y rápido
Cuatro alas negras aparecieron en la espalda de Yuuma, extendiéndose en totalidad, mostrando y exhibiéndose orgullos, aquellas alas negras como la noche, produciendo un leve ruido por unos momentos antes de detenerse, al mismo tiempo su ropa parecía derretirse rápidamente en un líquido negro que comenzaba a cubrir los pechos y su entrepierna, largas botas negras se formaron, con guantes a fuego. Una hombrera con clavos se formó en su hombro derecho.
Todo del mismo tono negro que aquellas alas de negra de medianoche
"Fue divertido el corto tiempo que pase contigo, pero mis objetivo están primero" Yuuma dijo bruscamente. Su expresión no revelaba ninguna expresión "Adios…Uzumaki-kun"
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BUZZ.
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Un destello de luz, atravesó el claro, brillando con un destello purpura un lanza apareció en la mano de Yuuma, quien lo mantenía empuñada con fuerza y voluntad férrea, esa lanza no era material, era algo mucho más básico pero imposible, singular y honrada era energía pura tomando forma, afilada como la existencia fuera del mundo la cual era, sino fuera porque estaba asustado, Naruto hubiera quedado anonadado por aquella hermosa pero mortal arma.
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THUMP-THUMP
THUMP-THUMP
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El sonido del corazón del rubio resonaba con fuerza, sintiendo su propia palpitación dolorosamente en su garganta, mientras sentía ligeramente la combinación más curiosa de sentimientos, asombro y terror unidos en uno solo. Pero a pesar de sus propios instintos que le advertían a gritos, Uzumaki Naruto no se iría sin pelear, presionando con fuerza el piso con sus pies, encorvando su cuerpo hacia adelante y levantando su brazo izquierdo estirado frente de él y su derecho en la flexionado a la altura de la cadera, tomo una postura defensa, preparándose para defenderse.
Yuuma al ver esto dejo escapar una risa divertida y finalmente se movió, con un ligero movimiento del brazo que afirmaba a la lanza, ataco
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¡CRASH!
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Fue el sonido del pavimento del suelo estallando en un instante, los trozos de concreto y polvo se elevaron en el aire rápidamente en una bruma de polvo blanco, mientras el calor aumento repentinamente en el claro, los trozos diminutos trozos del suelo saltaron al cielo, hasta finalmente caer por la propia gravedad, Naruto había logrado esquivar el ataque pero fue solo suerte, fue demasiado rápido para sus ojos, solo había visto pasar un destello de luz con sorpresa, mirando el pavimento destruido, el daño causado por lanza era enorme, un agujero quemado, era el lugar donde impactado.
-¡Si me da, estoy muerto!-Pensó asustado Naruto mirando el daño en el área.
Como todo humano le aterraba lo que no entendiera, sin importar cuanto intentara racionalizarlo esto estaba fuera de su alcance, Yuuma, la existencia improbable que estaba sacudiendo su mundo, quemo y exploto el suelo con un ligero movimiento, un movimiento tan pequeño, que para la chica de alas negras, Ni siquiera parecía intentarlo y solo estaba jugando, como el gato al ratón.
En el miedo sin embargo la mente es precipitada, lanzándose así mismo a situaciones desesperadas y por ello mismo influenciada a hacer tonterías.
El oji-azul envistió directamente sobre su atacante, en línea recta y el puño empuñado, saltando varios metros en el primer paso, impulsándose hacia adelante con toda su fuerza, con el sonido del viento en sus oídos, y la presión del aire siendo atravesado a gran velocidad.
Con su fuerza, un solo golpe era necesario
Un solo golpe y la victoria era suya.
3 metros
2 metros
1 metros
Todo distancia fue atravesada en el primer paso, podría ser narcisista pero, Naruto estaba orgulloso de su fuerza, de su habilidad física que rayaba lo sobre-humano, por eso estuvo confiando en ello, su supervivencia dependía de aquello. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, su brazo y hombro retrocedieron, las venas de su brazo se hincharon debido a la presión que él estaba ejerciendo en sus músculos y tendones, preparando con toda su fuerza, el golpe que lo salvaría
Naruto casi pudo saborear la victoria, sin embargo en unos instantes todo cambio, un sonido zumbaste sucedió, casi como un pitido en sus oídos.
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SPLASH
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Para Naruto, ese sonido era familiar, aunque en nivel completamente diferente del que él conocía. Era el clásico sonido de sangre contra el piso, él estaba acostumbrado a escucharlo, muchas veces durante las peleas contra otras personas ese sónico, era cotidiano, ya sea por una u otra razón. Pero aquí, era algo completamente diferente
"¿Es una broma, verdad?"
Mirando la fuente del sonido, fue capaz de verlo con una mirada estoica, aunque lo entendía su mente se negaba a admitirlo o incluso aceptarlo, era demasiado inverosímil, una extrañeza imposible, pero sabía lo que sucedió de inmediato, el dolor que lo atravesó era la prueba, Era su brazo izquierdo o donde debería una vez estuvo, se encontraba un muñón de carne cortada horriblemente, los huesos y la carne cortado del hombro era vista, con el líquido carmesí cayado entre el, y el resto del brazo que estaba en el frio suelo.
"¡AAAAAHHHHH!" Grito de dolor Naruto mirando su extremidad faltante y la gran cantidad de sangre que salía de la herida.
La adrenalina estaba golpeando al rubio, era la única razón por la cual no estaba inconsciente, sin embargo no ayudaba demasiado, la pérdida de sangre lo afectaba con una fuerza igual o mayor, cayendo de rodillas, a pesar del dolor que le provocaba con su brazo restante presiono desesperado la herida, intentando detener el sangrado inútilmente, la sangre se escurría entre los dedos.
-¿Voy a morir?- logro pensar Naruto atreves del sufrimiento.
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SPLASH
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Repentinamente y sin aviso, vino el golpe de la otra lanza, el cual impacto en el pecho del rubio, rompiendo con facilidad el esternón, desgarrando los tejidos con facilidad aterradora, parte de los huesos rotos eran vistos sobresaliendo de su piel, en ese último ataque, el cuerpo de Naruto finalmente golpe el suelo.
"Lo siento. Eras una amenaza para nosotros, así que decidimos deshacernos de ti. Si deseas guardar algún rencor, entonces odia a Dios que puso el [Sacred Gear] dentro de ti." Fue la voz de solemne de Yuuma, quien presiono el aire con un rápido movimiento de su dedo índice y con un destello purpura, ella despareció.
-Sacred… ¿qué?-
Naruto no pudo escuchar su propia voz, Ni siquiera podía mover un dedo en realidad, debido a las heridas de su faltante brazo y su pecho perforado, era un milagro que siguiera vivo, aunque no faltaba mucho para que estuviera muerto, incluso sus pulmones parecían que comenzaban a fallar, llenándose de sangre y ahogándolo con ella, sin embargo mientras su conciencia se comenzó a ir y su vista se llenaba con negrura.
Fue casi poético que parte de su vida, comenzó a correr en sus ojos, algunos de los recuerdos eran buenos y otro simplemente malos. Cada uno aparecía a gran velocidad, durando solo el tiempo de un parpadeo para luego ser remplazado con otra memoria.
Sin embargo sus pensamientos estaban enfocados en otra parte, aquellas memorias simplemente eran algo del pasado, un mundo que no podía ser cambiado y es lo que nos define hoy en día, como un camino estático, pero ahora en el presente… Solo un pensamiento llena tu cabeza.
-¿¡Moriré!?-
Ese terror absoluto que nuestras mentes y almas se niegan hasta los últimos momentos para aceptar da a luz un pensamiento que nos atormenta durante nuestros últimos segundos. Repitiéndose una y otra vez como un disco rayado, a alta velocidad.
-¿¡Realmente moriré de esta forma tan patética!?-
Mientras su visión se iba haciendo cada vez más tenue, solo recién fue capaz de darse cuenta que Yuuma ya no se encontraba en aquel claro. Dejándolo morir desangrado por las heridas que le causo, mientras que el desangramiento no era una muerte instantánea dejaba de ser dolorosa una vez se pierde una cierta cantidad de sangre, no se podía decir lo mismo de su pecho perforado, ya que con cada respiración el dolor del mismo se incrementaba.
Naruto en aquel momento comenzó a sentir frió, tanto frió que su cuerpo se sentía como hielo, su cuerpo se estaba congelando y perdiendo toda sensibilidad.
-…No quiero morir….no quiero morir…-
Su vida estaba lleno de lamentaciones, sin embargo aun así había unos pocos que lo esperaban y extrañarían si algo le sucedía, él no quería pensarlo, no quería imagina los rostros de aquellas personas, no quería ver, sus rostros llenos de tristeza.
-Yo no quiero morir…Yo….
La tarjeta en su bolsillo comenzó a brillar con una luz carmesí.
"Yooo…"
La sangre burbujeaba en su garganta, sus palabras eran ahogas por su propio cuerpo, incluso si en ese punto su visión era casi nula él se mantuvo luchando, las heridas no afectaron su resolución, sus dedos, se arrastraron por la tierra, sangrando como su uña se fue desgarrando por la presión que esta hacia contra el concreto, temblando con fuerza, mientras trataba de levantar su cuerpo del suelo.
Naruto exclamo determinado "Yoo…. ¡No quiero Morir!"
Un suave sonido lleno el claro, como un pequeño tintineo, incluso sin verlo, Naruto sintió algo en el aire, como si algo cambiara repentinamente.
De repente, alguien apareció a su lado pero su voz era melodiosa "Tú eres el que me llamo, ¿cierto?"
El Uzumaki no pudo verla, supuso que era mujer, pero no podía decir quién es, ya que su visión era borrosa
"Parece que finalmente me has llamado…" Ella se ríe y luego sentencio "Si Te estas muriendo, entonces voy a cuidar de ti. Tu vida me pertenece, y vivirás para mí."
Enfocado en sus últimas fuerzas, para ver quien le hablaba, el Uzumaki fue capaz de observar a la chica en cuestión, aunque solo levemente, una larga cabellera de color rojo carmesí, el mismo tono de rojo que el de mi sangre que cubría el piso y en su espalda una las negras como el carbón y rotas como las de un murciélago se extendieron.
Fue entonces la penumbra lo llevo.
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Arashi Walker
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