SABÍA QUE VOLVERÍAS

CAP 1: PELEAS

- ¿Dónde se supone que está Ryu?

- Fue con Sato y Riuji al gimnasio de la escuela para arreglar las cosas con esa mujer jeje no le quedarán ganas de volver a molestarte nunca más –dijo Norihota con una sarcástica sonrisa

La noticia lo tomó por sorpresa, sabía a que mujer se refería su amigo y entendía por que los miembros de su pandilla querían ajustar cuentas con ella… pero algo no le gustó.

- Vamos, quiero ver el espectáculo.

- ¿pretendes intervenir? –Norihota parecía preocupado sabía que esa mujer no la pasaría nada bien con la visita de esos tres y que quizás ellos intentarían hacer "algo" más que golpearla, no por nada era una de las más atractivas de Shohoku.

- No, sólo quiero ver de qué será capaz esa niña contra esos tres. (de verdad quiero saber que pasará no por nada es cinturón negro en karate mpf! Si incluso está en la selección de kendo… pero esos tres son muy fuertes)

De camino al gimnasio Norihota y el jefe de la pandilla pensaban en qué irían a encontrar, Ryu y los otros ya debían estar allí. Norihota recordaba que por culpa de esa habladora su amigo fue suspendido por una semana. "demonio de chica si no es la primera vez que suspenden a Mitsui por su culpa". "El año pasado lo suspendieron por dos semanas por haberla golpeado… claro que luego ella se vengó, la pelea que tuvieron fue increíble Mitsui quedó muy golpeado"

Por su parte Hisashi Mitsui también recordaba esa última pelea…

---Flashback---

Norihota y yo veníamos de tomar una cervezas en la playa junto con los demás llevaba recién un día de suspensión en la escuela. Se encontraba cerca de mi casa, parecía como si me hubiera estado esperando por que estaba apoyada contra un farol con sus brazos cruzados escuchando música.

- ¿qué se supone que haces aquí?... ¿quieres que te golpee de nuevo? … ¿¡Hasta cuando vas a dejarme en paz!?- le grité con fuerza pero ella no se inmutó, apagó y guardó su discman y entonces me miró… sus ojos nunca me habían demostrado tal desprecio y compasión en todos los años que nos conocíamos… eso me puso nervioso, me di cuenta de que ella había cambiado conmigo

- Hisashi Mitsui luego de hoy te dejaré en paz pero ni creas que te perdonaré los golpes que me diste, te permití golpearme por que no quería que a mi también me suspendieran… quiero ir al campeonato nacional de kendo ¿sabes? Y no soy tan tonta como para arriesgarlo, pero ahora…

No vi venir su golpe… fue muy rápida, bueno siempre lo fue, me golpeó con sus puños en la cara y el estómago. Me defendí, ¡claro que lo hice! Ella también recibió lo suyo, habíamos comenzado juntos en el karate cuando niños. Fueron 15 minutos de intensos golpes dejando todas las frustraciones y rabia en cada uno de ellos. Quedé todo magullado mi cara estuvo hinchada por dos días y los moretones de la espalda y estómago duraron mucho más, ella también obtuvo lo suyo pero fue cierto no volvió a hablarme e incluso solicitó un cambio de clase para no estar cerca.

--fin—

Pero hace un par de semanas se metió en mi camino cuando intenté darle una lección a ese tal Miyagi, alertó a los profesores y logró que me suspendieran por intentar golpearlo ¡Maldición! Se me acercó nuevamente sólo para decirme que Miyagi pertenecía al equipo de basketball de Shohoku y que no iba a permitir que interfiriera con su intento de llegar al Campeonato Nacional, me… ¡Me amenazó!

- Déjalo en paz Hisashi o arreglarás cuantas conmigo – lo dijo entredientes cuando pasó cerca de mi y había fuego en esa mirada dura

- Escucha Mitsui parece que hay voces en el gimnasio

- vamos en silencio quiero ver no que me vean Nori.

Keiko Asakura iba en tercero de preparatoria, capitana del equipo de kendo de Shohoku, era excelente deportista y una de las chicas más conocidas de la escuela, buena deportista, simpática y atractiva, una poderosa combinación. Estudiaba ahí por que su tutor era el director del equipo de basketball, él y su mujer se preocupaban por ella en vista de que sus padres estaban en el extranjero, negocios, esa era siempre la razón.

Pero Keiko vivía sola en un departamento y los Anzai la visitaban de vez en cuando. Ella era buena alumna pero desde hacía unas semanas estaba teniendo nuevamente problemas con "ese" tipo y toda su pandilla.

Conocía a Mitsui desde antes de entrar a la primaria, habían sido los mejores amigos, casi hermanos, compartieron de todo, colegio, amigos, vacaciones, karate, basketball… claro, ella recordaba que cuando comenzaron con ese deporte Mitsui había encontrado su camino… y era bueno en ello, ella siempre lo apoyaba e incluso lo aprendió para ayudarlo a mejorar… compartieron muchas horas en una cancha… ahí hablaban de todo y recurrían al balón para superar sus penas.

Pero desde la lesión en la rodilla, Hisashi no fue el mismo y cuando se fue del equipo ella lo siguió mucho tiempo para convencerlo de no abandonar su pasión pero él la echó de su lado, rompió con su amistad, incluso la golpeó una vez, claro que ella tomó la revancha a ver si con eso volvía a ser el mismo, pero no, nada funcionó y debió aceptar su derrota. Pero siempre pensó que él iba a volver, pasa el tiempo y ella sigue esperando, aunque sabe y ve que él se aleja cada vez más.

Este era el último año en Shohoku y el tiempo se acababa. Keiko estaba en el gimnasio practicando ya que ella también debía prepararse para el campeonato interescuelas, debía mantener el trofeo obtenido el año anterior y sabía que sería difícil. Llevaba más de dos horas y media de práctica cuando llegaron hasta ella los amigos de Mitsui.

- Hola niñita, hemos venido a ver como practicas- dijo Ryu con una expresión mezcla de crueldad, frialdad y lujuria. Mientras Sato y Riuji se adelantaban por los lados

- ahh los matones de Mitsui… si tienen algún mensaje de ese tonto díganlo y váyanse…- pero al ver como los tres se van repartiendo por el salón de prácticas rodeándola Keiko cae en la cuenta de que quizás no tenían nada que decir…

- No puedes echarnos así… nosotros que veníamos a ayudarte a practicar – dijo dulzonamente Riuji

- Claro, te podemos enseñar algunas técnicas –dijo suavemente Sato.

- Vamos intenten atacarme si pueden idiotas, les advierto que esto les saldrá caro. – Y uniendo la palabra al acto Keiko atacó con el shinai (espada de bambú) a Ryu, entendiendo que él era el jefe entre los tres, claro si descabezaba al grupo tenía más oportunidades pensaba.

Con sólo tres golpes dejó a Ryu inconsciente pero los otros dos no perdieron su oportunidad, Riuji logró golpearla desde atrás lanzándole un saco de prácticas que le dio de lleno en el costado sacándole el aire de los pulmones, instante que aprovechó Sato para patearla haciéndola caer unos metros más allá.

Keiko se recuperó y evitó otros ataques, pero Sato fue astuto y logró usar su mayor peso y cuerpo para aprisionarla, al lanzarse sobre ella cuando otro saco le hizo perder el equilibrio. Junto a Riuji la pusieron de pié. Mientras Sato la sostenía, el otro la golpeaba incansablemente en el estómago, a la vez que llama a Ryu para que despertara.

Esas eran las voces que Mitsui y Norihota estaban escuchando, se acercaron a la ventana a mirar y les sorprendió ver a una golpeada Keiko flanqueada por los tres chicos.

- Hasta que despertaste Ryu!

- Es que esta pega muy duro… pero me las pagarás niñita- dijo acercándose a la oreja de Keiko

Ryu sintió el aroma a rosas que despedía la chica, ya estaba bien golpeada y decidió besar su boca aprovechando su cuasidesmayo. Pero Keiko no podía hacer nada, por más que se movió y pateó en el estómago a Ryu , alejándolo por un momento, pero éste aceptó estoicamente los golpes.

- ahh… valió la pena preciosa… eres una ricura

- No te me vuelvas a acercar imbécil!- ella se debatía en el agarre de Sato pero esto era mucho más alto que ella y no podía soltarse.

- Creo que Ryu ya ha hecho suficiente con ella, vamos Nori- dijo un frío Mitsui. Pero Norihota conocía a su amigo y sabía que una cosa era molestar a una mujer y otra golpearla y forzarla como lo estaban haciendo esos tres, era de un salvajsimo al que Mitsui nunca había llegado.

Las sonrisas de Ryu y Riuji no le gustaron a Keiko, sabía que esos dos aprovecharían la ocasión y ella estaba demasiado cansada para pelarse, además ellos no eran unos inútiles en peleas por que la tenían a su merced.

- ¡Vamos Ryu ya es suficiente!- dijo una voz conocida.

- ¡Mitsui!

- Gracias por su ayuda, creo que ésta ahora si lo pensará dos veces antes de meterse conmigo de nuevo… ¿o no Kei-chan?- Mitsui se acercó y la miró fijamente, diciendo esto ultimo sólo para que ella lo escuchara y usando el apelativo que solía darle cuando pequeños, pero ella pudo notar furia en su mirada a pesar del tono dulzón que usaba.

- Pero Mitsui, nos estábamos divirtiendo…

- Vámonos, que alguien puede venir –dijo cortantemente el jefe de la pandilla

- Ok vámonos. Espero volverte a ver muñeca, -dijo Ryu dándole un beso en la mejilla y dejándola tirada en el salón, llena de furia y asco hacia todos esos tipos.

- JAJAJAJAJA esa mujer no pudo hacer nada contra nosotros!, además que buena está, no nos hubieras detenido Mitsui! JAJAJAJAJA

Pero la risa de Ryu duró muy poco, ya que un feroz puñetazo de Mitsui lo dejó tirado en el suelo.

- Gracias por tomar mis problemas como tuyos Ryu, pero no vuelvas a hacerlo, YO soluciono MIS asuntos

- Pero tu mismo dijiste que era un problema para ti y tenías que acabar con eso de una vez

- Entiéndeme bien –dijo tomándolo de la chaqueta y acercándolo a su rostro, donde sus ojos mostraban una potente furia que a penas podía controlar- y ustedes también, ella es MI problema, y no se le vuelvan a acercar por que sino serán ustedes los que sufran las consecuencias…

-¿No me dirás que te gusta esa mujer….

- No digas tonterías Nori, pero nos conocemos, se como vengarme de ella, por eso es mía… sólo MIA… ¿me entendieron?!

- si.. si… no te enojes Mitsui…