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Hola, aquí les dejo una idea que tuve
Espero les guste.
Tomado del capitulo de "Separación en un día de nieve" del anime Candy Candy
Disclaimer: Los personajes no son míos, son propiedad de sus respectivas autoras.
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MI DESEO PARA ELLA
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No sabia que hacia ahí exactamente donde había terminado. Quizá estaba en un introspección de su vida. Pero no precisaba que exactamente. Todo se veía borroso. No tenía frió, ni nada semejante a una emoción. Pero estaba de pie ahí en ese lugar. Su vida había cambiado para bien o para mal , pero había cambiado irremediablemente. Aun sentía que debía hacer algo. Había hecho una promesa tiempo atrás. Una promesa en su corazón. Se había prometido que la persona amada seria feliz con o sin su presencia.
Estaba con esa resolución bien planteada. No tenia nada valioso más que la felicidad de quien amo alguna vez. Pero hasta sus recuerdos empezaban a menguar. Debía hacer algo ya. ¡Algo! Le quedaba poco tiempo de plazo. Muy poco. Deambulo por unas calles nevadas. Las personas caminaban por su costado, sin inmutarse por verlo, porque no podían. No podían. Ya no existía. Observo varios afiches que hallo curiosos. Pero siguió su camino. Buscaba algo, mejor dicho a alguien. Solo que ya no recordaba a quien, ni los motivos. Pero ese lugar donde antes había estado su corazón le impulsaba a seguir buscando así no supiera que. Confiaría en sus instintos. No le quedaba nada más que ganar o perder.
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«No descansare hasta que esa persona sea feliz. No puedo irme sin eso. Quiero saber que sera feliz. Así no este a su lado, pero solo eso deseo ver. »
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Apenas recordaba haber dicho eso una vez. No sabia exactamente cuando, pero solo sentía debía cumplirlo. Un alma pura no puede dejar de serlo hasta en sus últimos momentos.
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"¿Qué es lo que veo?" se pregunto mirando la silueta ante sus ojos.
Observo a una muchacha llorando mirando el cielo como buscando una respuesta a sus problemas. Escucho sus sollozos, quiso acercarse a consolarla. Pero no podía verlo.
"¿Qué tienes?" Quiso preguntarle a la muchacha , que lloraba tapando su rostro.
"No soporto ver a llorar a las personas. Quiero detener tu llanto. Aunque no se quien eres. Da igual. No llores por favor." se decia, mirando a la joven que dejo de llorar y se seco las lagrimas, dibujo una sonrisa, no de alegría. Sino una de resignación.
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-Debo verla...Cálmate...Necesito hablar con ella.-dijo la muchacha, suspirando con cierta melancolía que se percibía.
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"¿Hablar? ¿De que estaba hablando? Alguien dígame de que habla esa muchacha. Detente." Quiso gritarle, pero la muchacha avanzo un poco.
De pronto algo se ilumino en sus ojos. Algo extraño, sentía. Sentía el vago recuerdo de una emoción.
"Esos cabellos, esos ojos que nunca olvidare. Esa pecas... ¡Es ella! ¡La he encontrado! ¡Se ve tan... ¡Triste! ¿Por qué estas triste, Pecosa de mi alma? Ya se que quería hacer... Deseo que seas feliz... Quiero detener tus lágrimas, quiero ayudarte... Ayudar a la persona que amé." Se contrajo un poco.
Antes de ver como la misma muchacha entro a una habitación.
"Este es un hospital, ¿Acaso ella esta enferma? No puede, ella es muy saludable. Debe ser algo más... Aun no es tarde para ayudarla, ¿O si?" pensaba en entrar siguiendo a la muchacha que entro a la habitación. Observo a una la muchacha sorprendida mirando una silla de ruedas , la habitación estaba vacía.
Esa alma bondadosa y la muchacha se sobresaltaron al escuchar que alguien entro a la habitación sin tocar.
-Hija, no he podido conseguirte frutilla. Es muy difícil de conseguir en esta estación de año y...¡Susana! ¡Susana!-decia una mujer, que traía una bolsa en los brazos, que dejo caer al no ver a su hija.
"¿Quien es Susana?" Se pregunto observando a la mujer que estaba con los ojos bien abiertos. La misma que se acerco rápido a la muchacha y la tomo de los hombros.
-¿Donde ha ido? ¿No la has visto?-pregunto la mujer a la muchacha pecosa.
-Cuando llegue no se encontraba aquí.-decia Candy. (La misma muchacha que esa alma generosa había decidido ayudar)
-¿Qué es esto?-pregunto la mujer, antes de encontrar una hoja doblada sobre la mesa. -Debo encontrarla rápido. ¡De inmediato! Sino ella va a morir. ¡Doctor! ¡Doctor! ¡Alguien rápido venga!-grito la mujer, antes de irse rápido, dejando caer la hoja.
Candy se aproximo a recoger ese papel.
"¿Qué pudo haber alterado a esa señora? Debo ver lo que dice el papel que recogió Candy." Se acerco a la rubia. Claro esta no lo veía, ni sabia de su presencia.
-¡Susana!-grito Candy, dejando caer el papel, para salir corriendo lo más rápido que pudo.
"Debo seguirla." Se dijo antes de seguir a la Pecosa.
-Pero que...-decia Candy, antes de sentir el frió. La puerta que daba a la azotea estaba abierta.
"¡Ya lo entendí! Esa muchacha llamada Susana intentara matarse." Se adelanto a ver lo que pasaba. En efecto una muchacha estaba al borde de del techo.
-¡Susana!-grito Candy con miedo. Subió rápido las escaleras.
"Esa chica se piensa suicidar. ¡Tonta! Yo desearía estar vivo. ¡Y ella no aprecia su vida! ¡No puedo permitirlo! ¡No puedo!" Se acerco a la Susana, quien estaba a u punto de lanzarse. Pero se acerco a tocarla del hombro. No sabiendo si la detendría, pero no quiso rendirse sin intentar antes. Ella no podía verlo, se desespero.
"Algo debo hacer, algo. ¡Pero que! Si tan solo pudiera ella verme. Sin tan solo... ¡Lo tengo! Detendré el tiempo. Es algo arriesgado, pero debo convencerla de que no es la mejor decisión. ¡Aquí vamos!" Sujeto los hombros de Susana, antes de congelar el tiempo.
La nieve que golpeaba antes el rostro de la joven estaba quieto. El aire no corría. Todo a su alrededor se había detenido. Menos ellos dos. Observo que Candy también estaba quieta, pudo verla en la entrada al techo.
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-¿Qué es...-decia Susana. Quien recién noto la presencia de quien detuvo todo a su alrededor.-¿Qué se supone que ha pasado? ¿Ya morí?
-No, no has muerto.
-¿Quien es usted?
-Alguien que no desea que no acabes con tu vida. No lo hagas, pondrás triste a tu madre. La vi desesperada. ¿Por qué deseas hacer esto?
-Mi vida no tiene sentido. ¿Para que continuar?
-Para seguir viviendo. Para eso. Es hermoso estar vivo, puedes sentir, puedes hacer tantas cosas. No sabes la suerte que tienes.
-¿Suerte? ¡Estoy invalida! ¿Acaso eres ciego?
-No , pero ¡Estas viva! ¡Viva! ¿Sabes lo que daría yo por estar en tu lugar?
-¿Qué estas diciendo?
-Que ya no existo. Pero hice una promesa dentro de mi que no podría descansar en paz hasta que la persona que yo amé sea feliz.
-¿Eres un ángel?
-No, no lo creo. Pero quiero cumplir una promesa. Solo así me iré tranquilo.
-Entiendo... Pero no puedo continuar... Mi vida se acabo. Nunca jamás estaré de pie sobre un escenario, nunca podre correr. Ni...
-Pero podrás hacer otras cosas igual de buenas. Solo piénsalo.
-No, no quiero...
-Piensa en las personas que amas, van a sufrir si tu no estas.
-¡El muchacho que amo no sera feliz! Debo quitarme de en medio.
-No se como pasaron las cosas , pero créeme no deseas morir aun. Eres joven, eres bonita. Y sobre todo ¡AUN ESTAS VIVA!
-Si sigo viva Terry sufrirá, también Candy.
-¿Candy?
-¿La conoces?
-Sí, ¡Ella es la persona que amé!
-Si tanto la amaste me dejaras morirme.
-¡Por favor! ¡Esta no es la solución!
-¡SOLO VOY A SEPARARLOS SI SIGO CON VIDA! Puede que no lo sepas pero solo voy a separarlos si continuo con vida. Solo haré infeliz a Terry...¡Lo amo demasiado!
-¡Entonces encuentra una motivación para vivir! Se que es amar a alguien. Se que amarlo con todo tu corazón , pero si te matas solo harás una tontería. Piensa en tu madre, Susana. ¿Ella merece ser miserable? Te ama, te ama muchísimo. ¿Sabes? Amar a veces es también dejar ir. Dejar que sea feliz así no sea contigo. En mi caso yo no tuve alternativa. Sufrí un accidente que me arrebato la vida al instante. Eso me separo de la persona que amaba. Tuve que comprender que no podría verla nunca más. Comprender que no podría hacerla feliz, pues ya no podía. Ya no. No obstante eso no me impide desearle toda la felicidad del mundo, y aun en mis últimos instantes deseo hacerla feliz. ¡Así no sea conmigo! Porque así como la amé. También debo de tener el coraje de dejarla ser feliz, con quien ella decida. Tu en cambio tienes una vida por delante. ¡Puedes hacer lo que te propongas! Puedes ser un ejemplo para otras personas que estén en situaciones parecidas o peores a la tuya. Eres una persona valiosa, aun si te falta una de tus piernas. No dejes que eso te desanime, Susana. ¡Aun no debes irte!
-Amaste mucho a Candy, ¿Verdad? Por eso estas aquí impidiendo que me suicide. En verdad lamento que murieras. Se ve que eras una gran persona. ¡Tienes razón! ¡La tienes! Yo estoy viva, puedo decidir aun.
-La vida te esta dando una segunda oportunidad, pudiste haber muerto en ese accidente, pero aun tienes algo importante que hacer. Solo debes descubrir que es. Susana, he escuchado que mientras estés vivo aun tienes esperanza. ¡Aun la tienes! Se feliz, Susana. Se feliz con lo mucho o poco que puedas hacer. No te rindas, pues aun no estas vencida. En el amor no se manda, no se impone, no es interesado. Si de verdad amas a Terry, sabrás que es hacer. ¡Sabrás dejar que él sea feliz! Así no sea contigo, porque eso es lo que se hace cuando amas a alguien.
-Sí, debo de hacer lo correcto. Quiero que Terry sea feliz, aunque no sea conmigo. Pero tampoco debo rendirme, aun estoy viva. Encontrare ese algo que me llene y me traiga felicidad. Dejare libre a Terry. Libre para que sea feliz a lado de Candy.
-¿En verdad? ¿Lo dices en serio, Susana?
-Sí, me has abierto los ojos. ¡Yo estaba equivocada! Debo darte las gracias por haberme hecho recapacitar.
-¡Gracias por dejar que cumpla mi promesa! ¡Seras muy feliz por ser bondadosa! ¡Ya veras que si!
-Podrás irte en paz. ¡Espera! ¿Como te llamas?
-¿Eh? ¿Para que deseas saberlo?
-Para recordarlo siempre. Aun cuando este triste. Nadie me había hablado así, tan directo y a la vez sinceramente.
-Voy a descongelar el tiempo, es decir que ya no me podrás ver. Me alegra saber que tomaras la decisión correcta. Mi nombre es Anthony Brower.
-Es un bonito nombre.
-¡Adiós, Susana!
-¡Adiós, Anthony!
El tiempo dejo de estar paralizado, volvió a su normalidad. Susana oto que la nieve le golpeaba de nuevo el rostro. Busco con la mirada a quien le habia dicho todas esas palabras, pero no lo vio. Se soltó del barandal y cayo al suelo del techo.
-No puedo morir.-dijo Susana.
"Eso es. No se va a quitar la vida. Espero que cumpla lo que dijo." Observo como Susana lloraba.
-Gracias. Gracias. ¡Gracias... Anthony!-decia Susana.
Candy dejo de estar quieta, pues el tiempo se había descongelado.
-¡Susana!
Candy se acerco a Susana, quien estaba en el suelo, diciendo unas palabras en voz baja como hablando consigo misma. Los doctores aparecieron junto con las demás enfermeras y la madre de Susana.
-¡Ahí están!
-¡Estas bien! ¡Estas bien, Susana!-decia la madre de esta. Tras acercarse a la rubia lacia.
-¿Susana, estas bien?-pregunto el doctor.
-¡Mamá, perdóname!-grito Susana, antes de abrazar fuerte a su madre.-¡Perdóname! ¡Fui una tonta!
-Susana...-decia Candy. En eso vislumbro una silueta.
"¡Cielos, lo olvidaba! No he hablado con Candy. Ella siempre piensa en los demás. ¡Candy, pecosa!" Anthony , observo con nostalgia a Candy.
Apareció Terry en la azotea. El viento invernal rugía revoloteando la nieve que caía.
-Candy...
-Terry...-
Se sentía el frió, el frió que se siente en el corazón cuando se siente que seras separado inevitablemente del ser amado.
-¡Llévela a su habitación de inmediato!-exclamo la señora Marlow, mirando a Terrence.
"¡Pero que señora! ¿No ve que esto les causa dolor? Candy..." Cuando ya pensaba que todo estaba perdido. Espero poder cumplir su promesa.
Terry se acerco a cargar a Susana.
-Lo lamento, Terry. Yo... Hice mal.-dijo Susana apenas. Sentía que le dolía el corazón.
Anthony solo esperaba que Susana cumpliera su palabra.
Observo como Terrence se alejo con Susana en brazos. Puso su mano en el hombro de Candy, quien no lo podía ver.
"Pecosa adorada, prometí que serias feliz. Lo prometí." Anthony estaba junto a Candy. No podía soportar su mirada desolada.
Los demás médicos se fueron, junto con la señora Marlow. Candy se quedo quieta. No le importaba el frió, la nieve, o el hecho de que pudiera enfermarse.
"Lo amas. Tu lo amas, Candy." Anthony , tomo la mano de Candy. "No me iré hasta ver que seras feliz, Pecosa."
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Candy bajo por las escaleras a paso maquinal. Se sentó en una banca, que estaba por ahí.
-No podemos ser amigos los tres, no podemos. Jamás podría funcionar que los tres estemos juntos. Alguien debe irse, debo tomar esa decisión. Debo hacerlo , sino Terry sufría más... Susana lo ama tanto como yo. Yo tampoco podría soportar que él sufra por mi. Debo tomar una decisión de inmediato.-dijo Candy.
-Candy...- la llamo Anthony, tras hacer otra detención del curso del tiempo.
-¿Eh?
-Estoy aquí, Candy.-le toco del hombro, esta vez si noto su presencia y escucho su inconfundible voz.
-Tu eres... ¡Anthony! Creí que tu estabas...-Candy no cabia de asombro.
-Si lo estoy, pero quería asegurarme que estarás bien, Candy.
-Anthony...
-¿Qué es lo que piensas hacer?
-¿Viste todo?
-Sí.
-Entonces comprenderás que debo hacer algo. Debo tomar una decisión...
-Candy, esa debe ser una decisión que tomen ambos.
-Yo solo quiero que...
-Lo se. Eres tan bondadosa que... Eres capaz de renunciar a todo con tal de que no sufran otras personas. Pero olvidas una cosa. No has escuchado lo que piensa o lo que siente Terry al respecto. ¿Crees que seras feliz lejos de él?
-Yo...
-Se sincera contigo misma, Candy. No te quieras engañar.
-Yo no quiero que Terry sufra, Anthony. ¡No quiero! No quiero que sufra por mi culpa.
-Lo amas.
-Anthony.
-Por eso sufres ahora. Quizá ahora no lo veas , ni lo entiendas. Pero podrías lamentarlo después. Cuando sientas o te preguntas, ¿Por qué no luche? ¿Por qué no pude hacer las cosas de otra forma? Y te diré algo, Candy. El "hubiera" no existe. Solo existe el hoy y ahora, y eso determinara lo que te pase en el futuro.
-Yo...
-Solo piénsalo, Candy. Piénsalo. Has lo que te dicte tu corazón.
-Anthony. ¿Como es que puedo verte?
-Solo es temporal. Escucha , Candy. Eres muy fuerte, pero también se que tienes que pensar en ti. Y en tu felicidad. Siempre lucha por ella, Candy. Quiero que seas feliz.
-Anthony.
-Me has regalado los mejores días de mi vida, Candy. Por eso quería devolverte eso.
-No te volveré a ver, ¿Verdad, Anthony?
-Estaré siempre aquí.-Anthony toco donde estaba su corazón.-Prométeme, Candy. Prométeme que seras feliz. Prométeme que seguirás siendo la misma chica valiente que conocí.
-Sí.
-¡Adiós, Candy!-dijo Anthony. Quien beso su frente, antes de volver todo como estaba antes.
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-Susana quiere hablar con los dos, Candy.-dijo Terry, cuando salio de habitación de Susana.
-Sí.-dijo Candy, mientras se levantaba.-Ya he tomado mi decisión.
-Candy.
-Vamos, Terry.-dijo Candy, suspirando.
"Espero todo salga como espero." pensó Anthony. Quien también entro junto con los dos muchachos.
Susana estaba sentada en su cama. Había pedido que la dejan sola con Candy y Terry. Observo a los dos jóvenes que sufrían. Ella misma sufría, pero comenzó a decir:
-Cuando estaba en la azotea pude reflexionar sobre lo que hacia.-dijo Susana.-Sobre lo que perdería si moría así. La vida no es algo que podamos desdeñar como si no valiera nada. Ahora lo se. Medite en lo que una persona muy bondadosa me dijo... No puedo rendirme.
-Susana.-dijo Terry, sorprendido de la madurez que reflejaba en ese momento.
-Déjenme terminar. He decidido que quiero seguir viviendo. Encontrare otra cosa que me apasione. Incluso creo que podría escribir obras de teatro, o intentar alguna otra cosa. O hasta quizá podría dar clases de actuación. No lo se, pero algo como eso me haría feliz. Seré feliz por mi cuenta. ¡Estoy viva! Y ese es un regalo en si. Es por eso que... Terry, no te sientas culpable de lo que paso. Fue un accidente, uno en que ambos pudimos haber muerto. Pero debemos estar agradecidos con la vida por seguir aquí. No me debes nada, Terry. Candy , antes de que puedas decir algo... Solo deseo encontrar lo que me haga feliz. Estamos vivos, debemos estar felices por eso. No todos tienen la misma suerte...-dijo Susana.
Anthony estaba sonriendo por lo que escuchaba. "Parece que si podrás feliz, Candy."
-Siempre te estaré agradecido por haberme salvado la vida, Susana.-dijo Terry.
-No te pido nada, Terry.-dijo Susana.-Candy, siento lo que paso en Chicago. Yo... Estaba actuando mal al obrar así.
-Susana.-dijo Candy.-Siempre te agradeceré el haber salvado a Terry. Siempre estaré muy agradecida. Yo creo que...
-No digas nada, Candy.-dijo Susana.-Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión. No volveré a atentar contra mi vida, y sera ¡Porque así lo decidí yo! No por ti, ni por Terry. Sino por mi misma.
-Siempre veré que estés bien, Susana. No creas que te dejare desamparada.-decia Terry.
-Te ayudaremos con lo que necesites, Susana.-dijo Candy.-Tu lo has dicho, Susana. Debemos estar agradecidos con la vida por aun estar aquí.
-Así sera. He entiendo que en el amor no puede mandar... No se debe imponer. Deber de nacer de uno mismo.-dijo Susana. -Váyanse tranquilos... Yo estaré bien. Les agradeceré que no me vuelvan ver. Al menos no por ahora. Quizá después pueda volver a verlos. Necesito encontrarme a mi misma. Aun hay tantas cosas en las que tengo que reflexionar. Y aun debo pedirle perdón a mi madre... No se preocupen por mi. Estoy convencida que "Mientras estemos vivos habrá esperanza."
Con estas palabras Susana los despidió. Cuando se hubieron ido de su habitación.
-He hecho lo correcto, Anthony. Podrás descansar en paz.-dijo Susana.-Te lo agradezco. En verdad.
-También se feliz, Susana.-dijo Anthony.
-Lo seré, Anthony. Gracias a ti.-dijo Susana.-Gracias. Es una lastima que tengas que ir.
-Adiós, Susana. Y no estés triste. Estoy seguro que también podrás ser feliz junto a una persona que solo te ame a ti.-y tras decir eso Anthony se fue.
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"Candy, he podido cumplir mi promesa. Se feliz, Pecosa. Se feliz." Anthony observo a Candy, quien lo observo por ultima vez. Se despidieron con los ojos.
"Adiós, Candy. Adiós. Ahora si podre descansar en paz. Terry , has feliz a Candy." Tras pensar esto Anthony pudo al fin sonreír antes de descansar completamente en paz. Se fue con la imagen de la sonrisa de Candy. Quien le agradecía aquello, estaba segura que eso había sido obra suya.
FIN
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Espero les haya gustado el Oneshot.
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Selenityneza
