* Ningún personaje me pertenece, son propiedad de Lucasfilm.


El tiempo se mueve desigual, a veces avanza veloz otras, como en los últimos meses, demasiado lento.

La resistencia se comienza a desmoronar, estamos viviendo el final de la guerra, hemos dejado a nuestros enemigos sin recursos, ya nadie se atreverá a hacer tratos con ellos, se quedaron sin naves, sin armas, sin gente, todo lo que tiene es una jedi, y el plan es dejarlos sin ella también.

Contemplo el espacio y sus recovecos desde mi nuevo salón del trono. Han desaparecido ya todos los recuerdos del antiguo líder supremo, incluso su mención está prohibida.

—Señor…—Ese temor en el vibrato de la voz del General Hux sigue siendo mi más grande trofeo hasta ahora.

—¿Qué quiere general?

Giro para confrontarlo, como siempre ciento el terror que emana de su cuerpo, sosteniendo un holo en sus manos temblorosas comienza su discurso.

—Nuestro…—Se aclara la garganta sonoramente—Nuestro avance por Endor no arrojó resultados, si la resistencia se escondió en ese lugar lo abandonó hace mucho tiempo.

—¿Tiempo…? Qué curioso, justo pensaba en eso General… ¿Qué es el tiempo? —Preguntaba con desdén mientras bajaba las escaleras y confrontaba al hombre de frente.

—¿Disculpe? —Dijo desorientado.

—¿Qué es el tiempo, General?... hemos gastado tantos recursos tratando de inhabilitar a la resistencia y, sin embargo, un pequeño grupo sigue escapándose de nuestras manos… recursos invaluables en especia y el más valioso de todos; tiempo… el tiempo, General Hux, es justo el que estamos perdiendo ahora teniendo esta conversación—Tomé el cuello del hombre con fuerza y lo lancé hacia la puerta—Tiempo es el que se le acaba General si no regresa con algo más que sólo absurdos pretextos, quiero a la resistencia disuelta y que traiga a la joven Jedi ante mi… ¿He sido claro, General?

Hux, aún en el suelo, trataba de levantarse con dificultad y me regresaba la mirada cargada de odio.

—Muy claro, Señor.

Lo seguí con la vista hasta la salida, de nuevo el salón del trono se llenaba de calma, mientras trataba de relajar mis emociones alteradas por las noticias que me han sido entregadas.

Rey se está resistiendo a nuestro encuentro, pienso en la última vez que la vi; talvez fue demasiado para ella, más de lo que cualquiera de los dos hubiera imaginado, y a pesar de saber que estamos ligados de alguna forma, ella continúa negándose ante mí. Hemos tenido encuentro a través de la fuerza, muchos, pero ella continua distante, casi ignorándome.

Pero vendrá ante mí, de eso estoy seguro. Y mientras eso ocurre debo haber eliminado cada rastro de rebeldía en la galaxia, ella no sucumbirá mientras siga existiendo la esperanza.

Los nuevos aposentos que utilizo para descansar fueron acondicionados casi al instante en que tomé el control, me permito relajarme con el agua que cae de la ducha, el agua fría, irónicamente, me releja más el cuerpo, trato de despejar mi mente y encontrar la forma de utilizar mi lazo con Rey a mi conveniencia, utilizar el lazo para saber dónde se esconde y acabar con todo de una vez por todas.

Tome un respiro profundo y me permito buscarla a través de la fuerza, si presiono lo suficiente podría convencerla de entablar una comunicación conmigo. Y como siempre; puedo sentirla, pero también siento como se niega a verme, aunque hay algo más, hay debilidad en ella, lo sé, lo percibo, presiono con más fuerza, al mismo tiempo que busco la ropa para cubrirme, se cuánto le molesta y cohíbe la desnudez, pero aun así sigo son verla. Hago un último esfuerzo, presiono con más fuerza y casi aclara una imagen suya hasta que se vuelve tan nítida como mi cama, en la que parece estar sentada.

Mi idea era verme imponente ante ella, asustarla, someterla… Pero su rostro ya estaba sorprendido antes de verme, sus hinchados ojos me dejaron entrever que había estado llorando no hace mucho, pasó sus manos a su espalda y de nuevo los colocó delante de su cuerpo. Trataba de lucir fuerte, pero era obvio que no estaba bien.

—No es un buen momento…—Murmuró con la voz entrecortada.

—Has estado llorando.

—Tampoco te incumbe…—Su voz comenzaba a sonar desafiante.

—Sabes que puedes contar conmigo—Cambié la estrategia casi al instante, si el miedo no la trae ante mí, la compasión y la empatía lo harán.

Pero una sonrisa burlona se dibujó en su rostro, levantó su mirada y de nuevo las lágrimas se formaron en sus ojos.

—Tú… ya ha sido demasiado lo que has hecho—Comenzaba a gritar con odio—… no creo que quiera tu ayuda ni ahora, ni nunca, porque simplemente no me dejas en paz—Dijo las últimas palabras casi recitando.

—Tú y la resistencia tiene el tiempo contado, ya va siendo hora de que elijas un lugar al que puedas pertenecer, un lugar que no se desmorone en cuanto tú aparezcas.

—Entonces talvez me una a ti… con la esperanza de ¿Cómo dijiste? Desmoronar tu orden…. Déjame tranquila ya—Volvió a amenazar.

—Esto no termina aquí…. Rey te he sentido buscándome desde…

—Basta… ya basta, por favor… Ben—La sola mención de mi nombre me estremece a lo largo de la espalda— Si de verdad significo algo para ti, aunque sea un poco, me vas a dar por lo menos estos momentos de privacidad, necesito—Suspiró mientras bajaba su mirada al suelo— estar sola…

¿Algo estaba ocurriendo? Algo más grande que fue lo que la debilitó y me hizo posible contactar con ella pero ¿Qué era? Me acerqué un poco y extendía mi mano con delicadeza para tomar su rostro, pero ella no lo permitió, se alejó con el odio dibujado en su mirada, tomó un objeto invisible a mi vista e hizo el ademan de lanzarlo en mi dirección mientras gritaba.

—¡Qué me dejes tranquila!

Al instante desapareció… Mi corazón palpitaba con fuerza, un poco de miedo, sentía el miedo que descargaba mi cuerpo a causa de su rostro antes de desvanecerse, jamás la había visto así.

Hay muchas razones por las que pueda reaccionar de ese modo; Algún desacuerdo con la resistencia, la muerte de algún integrante, una misión fallida… pero ninguna me terminaba de convencer en lo absoluto ¿Cuántas razones más pueden existir para que ella actúe de ese modo? Es algo que me permito pensar hasta que el sueño y el cansancio me vencen.


N/A: Bienvenidos a esta nueva historia Reylo. Esta no está tan avanzada como en su momento lo estuvo Visiones, pero trataré de actualizar tan pronto como me sea posible. Espero que la disfruten y pasen un rato agradable leyendo sobre esta parejita que nos encanta.

El título de este fanfic está inspirado en una canción de Sia que lleva el mismo nombre.