Candy Candy
Capitulo 1
Después de una inolvidable fiesta con sus amigos, Candy estaba lista para despedirse de todos e irse a dormir… había tenido un día largo y necesitaba descansar…
-gracias a todos… ha sido un día espléndido para mí, no saben lo mucho que necesitaba una reunión como esta… señorita Pony, hermana María, me dio mucho gusto verlas…
- pero Candy…-dijo la señorita Pony- ¿no te quedaras con nosotras?
- sería demasiado para ustedes con tantos niños que cuidar… además pienso que ya es hora de elegir mi camino, pero siempre vendré a visitarlas… no se librarán de mí tan fácil eh!
-¡nunca cambiarás Candy!… cuídate mucho- se despidió la hermana María…
- ¡adiós Candy!- corearon todos sus hermanitos, hijos de pony…
- nos veremos pronto Candy…- dijeron Anny y Archi abrasándola
Mientras Candy caminaba alejándose del hogar de Pony… sintió cómo alguien la tomaba del brazo, deteniéndola…
Candy…
¡Albert! Que sorpresa… no me asustes así, dime ¿por qué me seguiste hasta aquí?
No quería que te fueras sin que habláramos Candy… ven, vamos a sentarnos debajo de ese árbol del que tanto hablas…
Juntos caminaron sobre la colina de Pony, sin decir ni una sola palabra… llegaron al lugar del padre árbol y se sentaron bajo su sombra…
-sabes Albert… este es mi lugar favorito… tengo tantos recuerdos de aquí… recuerdo… que solía trepar a lo más alto del padre árbol, ahí arriba solía olvidar todas mis penas…
- no te imagino trepada ahí Candy- dijo Albert sonriendo…
- antes lo hacía… pero dejé de hacerlo, ahora soy una señorita y no me imagino qué pasaría si me callera de lo alto del árbol…
Albert la observaba detenidamente… efectivamente, ella se había convertido en toda una señorita, educada, cortes, fuerte y toda una dama. Se preguntaba…
¿por qué Terry la había dejado?, recordaba lo dolida que había llegado del viaje a Nueva York… también él había secado sus lágrimas tras la muerte se Anthony… ella había sufrido demasiado… era su turno de ser feliz… y como la cabeza de la familia, el se encargaría de eso…
¿De qué querías hablar Albert?- preguntó Candy
¿Donde piensas ir Candy?
Candy no había pensado en eso… podría regresar a la Clínica del doctor Martin y a su antiguo departamento… o a buscar otro hospital, ya que ninguno de chicago la contrataría… pero para irse tendría que cancelar su adopción, de hecho, eso es lo que quería hacer desde un principio… pero tantas sorpresas habían hecho que lo olvidara
¿Candy? – seguía insistiendo Albert
No lo sé Albert… tal vez regrese a chicago…. O consiga empleo en otro lugar…
Pero aquí tienes familia Candy…
La señorita Pony es muy vieja y yo no dejaría que mi presencia aquí fuera una carga para ella… además
Candy… yo me refería a tu familia aquí… los Andrew… conmigo…- esto último lo dijo casi en un susurro… por supuesto que quería que ella formara su camino, pero no quería verla irse… no quería que se fuera…
Candy estaba decidida a dejar a los Andrew desde hace varios meses… lo único que lo impedía era que tío abuelo William lo permitiera… pero ahora tenía al mismo William Albert Andrew enfrente y no sabía cómo decírselo, habían compartido tantas cosas juntos que a ella también le dolía dejarlo… hasta el departamento habían compartido… pero… ¿qué pasaría si la tía abuela se enterara de esto?, seguramente la echaría de la familia sin consentimiento de nadie y la mandaría al otro lado del mundo…
Albert… creo que te pediré que anules mi adopción…
¿¡por qué Candy?!
No sería correcto que me quedara… después de todo lo que ha pasado…
A qué te refieres Candy…
Vivimos juntos un tiempo, por ejemplo… pero ahora que todos sabrán quién eres en realidad… la tía abuela seguramente se enterará de lo que pasó y me echará…
Candy… vivimos juntos… pero porque tú me estabas ayudando a recuperarme… y nada ha cambiado pequeña… sí, soy la cabeza de los Andrew, pero seguimos siendo amigos… no Candy?
Por supuesto que si Albert… eres mi mejor amigo pero… si la tía abuela se enterara…
Tienes razón pequeña… yo hablaré con ella para que te sientas tranquila…
Es más… hablaré con ella ahora mismo- Albert se levantó y ya se dirigía hacia la mansión Andrew… quería cambiar el tema… para que a Candy se le olvidara la idea de irse… tan solo pensar en eso, por alguna razón, lo ponía triste
Candy estaba confundida… ¿por qué Albert quería aclarar todo con la tía abuela?... ¿acaso quería que ella se quedara?...
Candy se levantó y siguió a Albert de lejos…
Albert abrió de par en par las enormes puertas de la mansión… y comenzó a entrar con una elegancia digna de su apellido…
¿cómo logró entrar aquí? – se escuchó una voz desde las sombras…
Albert se preguntaba quién sería…
Le pregunté algo señor – de entre las sombras salió… Elisa – nadie puede entrar a esta prestigiada mansión sin autorización… - mientras decía esto… miraba detalladamente a este hombre… de hecho se parecía mucho a… no, no podría ser, porque este hombre llevaba una ropa muy costosa… pero se parecía al hombre que vivía con Candy en chicago…
Disculpa Elisa… se encontrará la tía por aquí…
¿qué ha dicho? ¿la tía? Creo que usted está loco señor… y ¡¿cómo sabe mi nombre?!
Albert estaba tan decidido a hablar con la tía que se le había olvidado presentarse ante la familia Leegan… eso no importaba… ninguno de ellos le caía bien ¿qué hacían ahí?
Oh… pero si ellos trataban de cazar a Candy con Neal… se le había olvidado… ahora sí tenía razones para hablar con la tía…
Hablaremos luego Elisa… - dijo Albert haciéndola a un lado…
-¡cómo se atreve a darle la espalda a Elisa Andrew!
Albert se volteó… a él no lo engañaba… y ahora, ya los conocía gracias a la manera en la que trataban a Candy… les pondría un alto algún día…
Oh… discúlpeme señorita Andrew… no sabía que pertenecía a esta familia…
Bueno… no pertenezco a ella… de forma directa… ¡pero llevo la sangre de los Andrew!
Ya lo veremos…- dijo Albert mientras se alejaba
-George…¿ dónde estás?
-aquí William…
George no separaba la vista de unos papeles de su escritorio…
-George… ¿donde está la tía?
- se refiere a Madame Elroy… ella no ha llegado
- pero si los Leegan se encuentran aquí…
Ellos acaban de llegar, vienen de la propiedad de chicago… el carruaje de la señora Elroy se retrasó un poco, no tarda en llegar. William… ¿ya habló con la señorita Candy?
-si George… ya me presenté con ella… por eso deseo hablar con la tía…
Será mejor que primero se presente a la familia Leegan…
Está bien George… acompáñame por favor…
OoOoOoOoOoOoOoOoO
Al entrar a la mansión, ya no vio a Albert… De pronto Elisa y Neal aparecieron, cerrando la puerta de la mansión…
Candy… no sabía que estabas aquí…eso explica muchas cosas…- dijo Elisa, respingando la nariz
Supimos que habías escapado… y que tomaste un auto hasta Lakewood.- dijo Neal
Es verdad Neal… me escapé de chicago… antes de que anunciaran el "compromiso"- Candy estaba furiosa… cómo habían inventado una sosa así… ellos no decidirían su futuro… y Candy no amaba a Neal para nada… y ahora lo odiaba mas…
Era tu deber estar ahí Candy… pero no creas que te has salvado de casarte con mi hermano… yo me encargaré de que lo hagas…
Elisa… ¿qué consigues con que me case con el?
Haré feliz a Neal mientras veo como vives sufriendo a su lado… además, la riqueza de los Andrew pasará a nuestra familia también… jajajaja
Cómo es que la tía abuela había permitido una cosa así… Candy sabía que Elroy no la quería pero no la creía capaz de algo como eso…
Vivirás siempre conmigo Candy… es una orden del tío abuelo… dime que me amas y no tendrás tantos problemas…- dijo Neal tomando el brazo de Candy para atraerla hacia el…
Candy lo odiaba… como no había odiado a nadie… estaba atrapada… no había para donde correr…
-obligar a una chica a decir algo así no es digno de su amor… ¡suéltala ahora Neal!
Todos voltearon hacía las escaleras de donde venía esa voz… un joven rubio de traje venía directo hacia ellos…
¿Usted aquí? Le había dicho que se fuera- dijo Elisa furiosa…
Haga silencio señorita Elisa y permítanme presentarles a William Albert Andrew…- dijo George al mismo tiempo que Albert hacía una reverencia
Elisa y Neal se quedaron sin palabras… Elisa no se calló al suelo de puro milagro y en ese instante, Neal soltó el brazo de Candy…
-¿el tío abuelo William? – dijeron al mismo tiempo los hermanos…
- el mismo… perdón por no haberme presentado antes, pero no era el momento…
Elisa y Neal… Candy es mi protegida y no permitiré que hagan algo en contra de su voluntad… hablaré con la tía abuela sobre su comportamiento y enviaré a la familia Leegan fuera de Lakewood, no habrá ningún compromiso si no lo he autorizado yo – dijo Albert, ahora feliz por poder hacer justicia sobre ellos dos..
Elisa no podía soportar esta humillación y jalando del brazo a su hermano, salieron de la mansión…
Gracias Albert…- dijo Candy
No hay de qué pequeña… ¿te hicieron daño?
Para nada Albert… - dijo Candy… ahora abrazando a su inseparable amigo
Albert correspondió a ese caluroso abrazo… respirando ese perfume que no había tenido nunca tan cerca…
OoOoOoOoOoOo
-No permitiré que Candy se aproveche del poder del tío abuelo… ahora si estoy segura de que él era el muchacho con el que vivía…
De nada servirá ya Elisa… el defenderá a Candy con todo lo que pueda…
No te desanimes Neal. Tengo un plan…
En ese momento llegó el auto de Madame Elroy…
-¡Tía abuela! ¡Tía abuela!- gritaba Elisa mientras corría a recibirla…
- no es propio de una dama correr de esa manera Elisa…-contestó la señora Elroy mientras bajaba des coche…- ¿qué ha pasado?
- Tía abuela… el tío William nos ha avergonzado frente a George y frente a Candy…-dijo Elisa entre sollozos…
-¡William! ¿Está aquí?- la señora Elroy no se lo esperaba… ella misma pensaba presentarlo… y Candy… ¿qué estaba haciendo ella aquí?
- Entraré a ver qué sucede, será mejor que esperen aquí…- contestó madame Elroy…
Al entrar a la mansión… lo que vio casi hace que se caiga de la impresión…
-¡William! ¿¡qué haces abrasando a Candice?!
Ante tal grito, los dos rubios se separaron inmediatamente…
Tía… bienvenida, quiero hablar con usted…- dijo Albert, un poco apenado por cómo los habían encontrado…
¿Qué hace esa chica aquí William? No es bienvenida en esta mansión
¡qué está diciendo tía! Yo la adopté, recuerda…
Lo recuerdo muy bien William… pero también recuerdo cuando ella negó el nombre de los Andrew… ella no es una Andrew…
Hasta que yo no diga lo contrario ella sigue siendo mi protegida… vamos tía… tengo que hablar con usted… Candy, espérame aquí por favor…
Si Albert…- Candy no sabía que Albert fuera tan buen líder, que hasta la tía abuela lo debe obedecer… Albert… su príncipe de la colina… había estado tan cerca de ella hace unos momentos… su aroma era tan varonil, tan irresistible, tan suyo… ¿qué estaba pensando? Estaba actuando como una loca… ya lo conocía desde tiempo… ¿por qué ahora sentía que quería tenerlo cerca siempre?... apenas se había alejado y ya lo quería ver otra vez…
OoOoOoOoOoOoO
Siéntese tía Elroy…
Albert… por qué permites que ella siga aquí-dijo Madame Elroy mientras de sentaba en un amplio sillón de la biblioteca…
¿Te refieres a Candy? Ella es mi amiga y seguirá aquí porque yo se lo permito… además, ya no dejaré que la familia Leegan venga cuando ella se encuentre aquí…
William… qué estás diciendo… son familiares y los pones por debajo de esa niña huérfana
Ellos le han mentido tía, y sabe que una persona que miente no es digna de respeto…
Ahora de qué hablas William…
¡Yo no autoricé el compromiso de Candy y Neal! Ellos quieren casarlo para que el apellido y la fortuna de los Andrew llegue a su familia
De eso no estaba enterada William, pero ya hemos decidido eso… ellos
Ellos no se cazarán tía, ella no ama a Neal, todo es una trampa
Se hará como tú dices William… he prometido obedecer tus ordenes…
Candy se quedará a vivir en Lakewood con nosotros
Eso no lo permitiré, ¡ella no es una Andrew!
Ella sigue siendo de la familia
No después de lo que ha pasado… Elisa me informó que ustedes estuvieron viviendo juntos en un departamento de chicago, ¿es eso cierto?
Si tía, es verdad
Oh…. ¡William!
Esta vez Elroy no pudo soportar tal verdad y se desmalló
¡Candy!- llamó Albert
¿qué sucede Albert? Oh ¡madame Elroy!
¿Ella está bien Candy?
Menos mal que solo se ha desmallado… ¿qué pasó?
Conversábamos… ven, la llevaré a su cuarto…
Madame Elroy era una mujer vieja, pero fuerte… tuvo que haber pasado algo importante como para que ella sufriera un colapso así…
-se pondrá bien ¿verdad Candy?- dijo Albert con un tono de preocupación en su voz….
- si Albert, no tarda en despertar
Albert pensaba que era lo mejor para Candy seguir trabajando en algo en lo que ella era muy buena: siendo enfermera. No podía dejarla… el quería que se quedara… sólo así podría cuidar de ella, pero lo mas importante es que fuera feliz…
-Candy…
-si Albert…
- ¿sigues queriendo dejar a los Andrew?
Albert miraba a Candy con una mirada profunda… casi suplicante, estos ojos azules hipnotizaron a Candy y la dejaron sin palabras…
Después de pensarlo un poco Candy decidió que era lo mejor para todos que ella se alejara…
Albert… creo que sería lo mejor
¿Lo mejor para quien Candy? Tal vez a madame Elroy le agrade la idea, a Elisa y a Neal también… pero aquí hay muchas personas que te quieren…- esto último lo dijo mirando a Candy de una forma que ella no supo interpretar…
Albert…
Si quieres puedes dejar el apellido Andrew… Candy…
Albert ya no pudo mas… no soportaba la idea de que Candy se fuera, se acercó a ella y la atrajo hacia el…
-deja el apellido, pero no te vayas…- le dijo al oído- quédate aquí en la mansión… tendrás un cuarto, un carruaje y una mucama, te conseguiré un trabajo en el hospital e Lakewood y lo que quieras pedirme… pero no me dejes…
Estas palabras dejaron a Candy asombrada… Albert no la iba a dejar ir… él quería que viviera con ellos, sin ser una Andrew…
Tengo que pensarlo Albert…- dijo, separándose de el…
Albert igual se alejó, había actuado sin pensar, cómo la había abrazado… no era una actitud de un caballero
-tomate el tiempo que necesites Candy… piénsalo por favor…- y diciendo esto, Albert salió de la habitación…
Ahora si Candy estaba perdiendo el control… Albert la había acercado a el tanto que pudo oír los latidos de su corazón y saborear su aroma… y lo que aún la tenía en las nubes era lo que le había susurrado muy cerca de su oído…" pero no me dejes…"
¿Qué le estaba pasando? nada había cambiado… pero ahora no se podía quitar de la mente esos ojos que la miraban con una dulzura incomprensible…
Por supuesto que no lo iba a dejar…
OoOoOoOoOoOoO
Albert salió de la habitación casi confundido, ¿por qué había perdido el control de esa manera? El era el mismo Albert, y ella la misma Candy… aunque ahora hecha toda una señorita… ¿por qué ahora pensaba de esa manera?
Tal vez estaba cansado por todos los viajes y por todas las noticias nuevas que recorrían el mundo sobre él y su verdadera identidad…
el sabía que de ahora en adelante el tenía que acudir a eventos importantes, firmas de negocios, comidas, oficinas, viajar de un país a otro… sólo pensar en eso lo tenía mareado… ahora sería como el hombre más buscado…pero para los negocios… esa era la consecuencia de llevar un apellido tan importante como el de los Andrew… no, el trataría de ser el mismo Albert de siempre… no dejaría nunca de querer lo que amaba… cuidar la naturaleza, ser libre, dormir al aire libre… … Candy… de repente su nombre le llegó a la mente, ¿qué tenía ella que no podía sacarla de sus pensamientos?
Si, seguramente estaba cansado… Albert caminó hacia su habitación…
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Candy se encontraba sola en la habitación con madame Elroy…bueno, Elroy estaba inconsciente… y ella pronto lo estaría si Albert seguía abrasándola como sólo él podía hacerlo… ¿por qué?... el ya la había abrasado antes… pero nunca como lo hizo hoy…
Había algo especial en sus ojos… la miraba con dulzura, con súplica… el realmente no quería que se fuera…
-sí, le diré a Albert que me quedaré- dijo Candy segura… casi como un susurro
-Candice ¿qué ha pasado?
-¡madame Elroy!
- ¿qué estás haciendo aquí?
- Albert me pidió que cuidara de usted…
- te pido que te vayas Candy.
-¿qué?
Candy no entendía nada… Albert ya había conversado con ella…
…y justo cuando había querido quedarse se lo niegan…
Candice White… no dejaré que te quedes cerca de la familia Andrew
Dijo la tía abuela, refiriéndose especialmente a su sobrino
tía abue…madame Elroy… sé que no soy muy bienvenida aquí y que no nos hemos llegado a conocer muy bien… pero…
mi sobrino William no hace otra cosa más que preocuparse por ti Candice…
¿por mi?
-exactamente… y ahora que tendrá mucho trabajo como líder del clan Andrew ya no lo hará más, ¿comprendes?
- madame… el me ha ofrecido un cuarto y un empleo… aquí en Lakewood…
- ¿qué dices?- la tía abuela estaba muy sorprendida…
-señora Elroy, no estoy muy segura de lo que Albert… William, habló con usted, así que…
- me dijo…- madame Elroy no podía aceptar esa idea y tuvo que hacer un gran esfuerzo por no desmayarse otra vez- que ustedes habían vivido juntos en chicago.
Candy no sabía por qué Albert le había dicho eso a la señora Elroy. Ahora sabía por qué se había desmallado…
Madame Elroy… eso es cierto pero… yo lo hice para cuidar de él… para que él se recuperara…
No me importa por qué lo hicieron Candy… ¿sabes todo lo que dirán de él si se enteran que el patriarca de los Andrew vivió con una niña del hogar de pony?
Madame, acaso no le importa que su sobrino tuvo amnesia… y que la única forma de curarse era estar cerca de mí para recordar su pasado
Amnesia… ¿y cuándo sucedió esto?
Cuando el tren en el que viajaba explotó madame
Parece que lo conoces más que yo Candice…
¿Dejará que me quede?
Lo hablaremos con William en la cena de esta noche…
