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Genero: (Drama, Romance)

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Clasificación: (+18)

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Advertencias del capitulo: (Lenguaje obsceno)

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Diclaimer: Naruto y sus personajes NO me pertenece

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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización

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Resumen: "Al igual que el talón para Aquiles, tu debilidad es una mujer... hermosa y delicada como las flores de Sakura.- dijo antes de sonreír" "Imposible.- concibió altanero". Si antes no creía en esas cosas del destino, ahora mucho menos. "Familia, vengo a anunciarles que Sakura y yo somos novios.- dijo Itachi y Sasuke sintió un pinchazo en el pecho. Aquello no estaba bien.

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Pasiones secretas

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*Capitulo 1*

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"Traición"


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El cielo estaba pintado de matices rojos y amarillos, los cuales se entremezclaban entre si, creando un nuevo color. El sol se empezaba a ocultar por el este haciendo que poco a poco la penumbra llegara, dando paso a la noche.

Era otoño y por debido a ello los días se sentían cada vez más lentos y tranquilos. Un agradable clima refrescaba los alrededores y era muy bien bienvenido.

Un pelinegro se encontraba de brazos cruzados y con los ojos cerrados. Su expresión era neutral, por lo que era imposible saber lo que pensaba.

Estaba apoyado en su coche, frente a la casa de su mejor amigo, mientras mascullaba entre dientes, único indicio de su verdadero humor. Sasuke Uchiha estaba impaciente y muy molesto, llevaba esperando hacía más de veinte minutos, parado en el mismo lugar.

-Ya estoy listo.- se escucho la voz eufórica y chillona de un rubio, de vivaces ojos azules, quien venia saliendo de su vivienda a trompicones mientras se ponía una chaqueta azul eléctrico. Tenía el cabello húmedo aun y no le había dado tiempo de afeitarse, por lo que una ligera sombra de barba en vislumbraba en su mentón.

Sasuke que esta ese momento se encontraba apacible, solo frunció levemente el ceño, en un gesto apenas perceptible pero mortal, antes de abrir los ojos y observar fijamente a su mejor amigo, Naruto Uzumaki. El rubio se detuvo en seco, riendo nerviosamente mientras se alborotaba la melena dorada, salpicando gotas de agua por doquier.

-Dobe.- fue lo único que murmuro Sasuke antes entrar al coche. Naruto se rasco la mejilla derecha algo dudoso sobre su siguiente movimiento, sin embargo encogiéndose de hombros, rodeó el auto y se adentró al asiento del copiloto.

-Lo siento teme.- se disculpo mientras se ponía el cinturón de seguridad

-Llevas jodiendome toda la semana para que fuera contigo.- gruñó Sasuke encendiendo el motor.

-Lo sé.- Naruto tuvo la decencia de mostrarse avergonzado.

-Y te quedas dormido.- terminó el Uchiha molesto.

-Lo siento.- susurro el rubio más por obligación que por otra cosa. Sasuke solo gruño nuevamente, sabiendo que realmente no sentía nada.

-Imbecil descerebrado de mierda.- le insulto entre dientes mientras tomaba camino. Naruto lo ignoro sonriendo. Conocía al Uchiha desde siempre y sabía que al final el enojo no le duraba mucho a menos que fuera algo demasiado grave.

-Mejor cambiemos de tema.- le sugirió-. Seguramente ya todos se encuentran allá... así que apresurate.- urgió efusivamente, Sasuke resoplo mandándole a callar.

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-Ya es tarde.- musito una chica de cabello rosa y hermosos ojos jades mientras miraba su reloj de pulsera. Sakura Haruno estaba nerviosa e impaciente, esperaba a sus mejores amigos desde alrededor de media hora atrás. Los chicos habían tardado demasiado y admitía algo de preocupación. Naruto era usualmente muy impuntual, sin embargo con Sasuke al volante aquello nunca había sucedido. Sakura les había llamado varias veces pero ninguno había contestado.

-¿Que sucederá?- se preguntó intentando resguardar para ella misma su preocupación. A su lado se encontraba una linda chica de largo cabello azul y bonitos orbes perla. Hinata Hyuuga estaba con la cabeza gacha sosteniendo con ambas manos una cartera negra. Se encontraba muy callada lo cual no era algo nuevo, la joven era conocida por su personalidad tímida y reservada.

Varios chicos a su alrededor las quedaban viendo fascinados, ambas eran muy guapas y ciertamente se habían esmerado en verse muy hermosas para un chico especial respectivamente. Sakura sonrió ligeramente, devolviendo el gesto de un chico que le saludaba a lo lejos. No tenía ni idea de quién era y estaba segura que no le había visto en su vida, pero por mera cortesía había decidido ser un poco más amable. Sakura estaba apenada, tanto ella como Hinata parecían llamar demasiado la atención cosa que a ninguna le agradaba, incluso un par de atrevidos se habían arriesgado a invitarlas a un refresco o algodón de azúcar recibiendo un amable y tímido rechazo.

-¿Crees que les paso algo?- le pregunto Hinata sacándola de sus pensamientos. Sakura la observó notando la preocupación en sus ojos.

-No te preocupes Hinata… seguramente ya vienen en camino.- le dijo intentando sonar despreocupada-. ¿Que te parece si mejor alcanzamos a los demás? Estoy segura que ya están haciendo fila para la montaña rusa.- le comentó emocionada, antes de halarla del brazo y guiarla por todo el camino.

-No quiero subirme Sakura… me da miedo.- dijo Hinata mientras observaba aterrada las grandes y peligrosas curvas del juego mecánico.

-Vamos Hina… será divertido.- le animó Sakura sonriendo. La Hyuuga respiró profundamente intentando tranquilizarse. Tenía el corazón hecho un puño y admitía estar nerviosa. Nunca había sido demasiado valiente y era delicada del estomago, pero no quería comentarle nada a sus amigos, habían planeado aquella salida desde varias semanas atrás y ella no quería arruinarla.

Sakura siguió halándola mientras en el camino esquivaba varias personas hasta detenerse finalmente frente a la gran estructura. Hinata se encogió en si misma solo de escuchar los gritos de la gente que se encontraba dando un giro en aquel demoniaco juego, Sakura por su parte observaba todo realmente emocionada, no era una persona demasiado arriesgada y de hecho era conocida por su personalidad armoniosa y tranquila, sin embargo solo sus mejores amigos sabían de su fascinación por aquel tipo de actividades, Sakura amaba la adrenalina y soñaba con algún día vivir experiencias de ese tipo.

-¡Que genial!- murmuro emocionada y fascinada, viendo las rápidas volteretas. Dando saltos de alegría volteó hacia Hinata y la cogio de las manos-. Vamos Hiña… te aseguro que será grandioso.- la alentó mientras la halaba nuevamente, esta vez hacia la larga fila para montar el juego. Sakura se detuvo de pronto escudriñando entre las personas que estaban esperando, sus amigos habían quedado de hacer fila pero ella les había perdido el rastro en cuanto se había ido a la entrada del parque a esperar a Naruto y Sasuke.

-¿Los ves?- le preguntó a Hinata, quien también estaba buscándolos con la mirada.

-Allá.- señaló la Hyuuga apuntando con el dedo hacia la entrada del juego, los chicos eran los siguientes en subir. Ambas se dirigieron hacia el lugar rápidamente.

-Apúrense.- grito Ino Yamanaka haciéndole señas con los brazos extendidos.

-¿Porque se tardaron tanto?- cuestiono un pelirrojo de ojos verdes, cuando por fin llegaron, era Gaara Sabaku No.

-Esperábamos a Naruto y Sasuke, pero parece que tuvieron algún contratiempo.- les informo Sakura

-Pero ya estamos aquí.- se escucho una voz tras ellos. Todos voltearon hacia esa dirección para ver al Uzumaki con una radiante sonrisa seguido de un Sasuke serio y con el ceño fruncido.

Naruto se acerco a Hinata sin perder tiempo y la agarro de las mejillas dándole un dulce beso en los labios. Sasuke por su parte se detuvo a un lado de Sakura, a lo que ella, sonrojada y risueña le observó con una sonrisa.

-¿Y eso que tardaron tanto?- le pregunto ella frunciendo ligeramente el ceño. Sasuke la observó y suspiro antes de contestar.

-Fue culpa del dobe de Naruto… se durmió.- le informó señalando al susodicho con un movimiento de cabeza

-Tenia que ser... No me extraña realmente.- reconoció Sakura negando con la cabeza mientras sonreía.

-Tú lo conoces.- dijo Sasuke

-Hey bueno ¿quieren subir al juego o que?… ya seguimos nosotros.- les llamo Tenten Ama

-¡Mierda! pero no hemos comprado los boletos.- dijo Naruto pegandose en la frente.

-Por eso nos adelantamos.- le comunicó Sakura orgullosa, mientras sacaba cuatros boletos del bolsillo trasero de su pantalón negro.

-Y es por eso que te quiero tanto Sakura.

-Lo se.- se vanaglorió la Haruno mientras los cuatro se acercaban a la fila.

La multitud tras ellos empezó a clamar entre gritos quejándose por qué se metieran en la fila. Naruto como todo un bocón no tuvo problemas en replicarles.

-Aguantense.- gritó divertido mientras entregaba el boleto al joven guardia.

Así transcurrió el proceso hasta que el tren en el que cabían veinte personas se llenó. En el primer asiento iban Ino y Sai, luego Tenten y Neji, Naruto había convencido a Hinata de ir en el tercer asiento, prometiendo que la abrazaría en todo momento y tras ellos estaban Gaara y Matsuri, finalmente en el quinto asiento se encontraba la última pareja del grupo, Sakura y Sasuke respectivamente.

Sakura se encontraba totalmente emocionada, miraba hacia todos lados esperando el momento en que el tren arrancará hacia la alta cumbre. Cuando todos se encontraron bien asegurados solo se escucho un ligero pitido y el juego empezó en función.

Sakura soltó una risita jovial mientras escalaban la cumbre, se sostenía del arnés de seguridad mientras observaba el cielo azulado, el juego pareció detenerse solo unos segundos, desde la cima se observaba todo el parque y la ciudad, Sakura bebió de la imagen emocionada y dio una última mirada a Sasuke antes de que todo iniciará. Un segundo después el vagón bajo de un solo impulso, a una velocidad extraordinaria.

Sakura en ese instante sintió el corazón en la boca, gritó sin siquiera notarlo y sonrío hasta que las mejillas le ardieron, las vueltas eran tan intensas que tuvo que sostenerse con fuerza y en un segundo tomar la mano de Sasuke mientras cerraba los ojos

El Uchiha, que hasta ese momento se encontraba disfrutando las abrumantes sensaciones entre los giros, subidas y bajadas, solo volteo la mirada al sentir aquel contacto, desconcertandose un segundo cuando una pequeña corriente le recorrió el brazo. Sin embargo eso quedo olvidado cuando vagón empezó a dar consecutivas vueltas, arrancando varios gritos del resto de los pasajeros.

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Luego de subir a la montaña rusa y de bajar despeinados y mareados, los chicos decidieron disfrutar su día. Comieron chucherías, disfrutaron diferentes actividades, se tomaron muchas fotos, se subieron a otros diferentes juegos igual de aterradores y locos.

Al final gastaron su dinero hasta que quedaron solo con lo necesario para volver.

La noche empezó a volverse fría con el paso de las horas, la gente empezó a partir y las parejas tomaron sus propios rumbos.

-¿Ya te sientes mejor?- le pregunto Naruto a Hinata mientras la instaba a tomar otro sorbo de una botella con agua.

Lamentablemente después de subir a tantos juegos Hinata no había podido contenerse por mucho tiempo y había terminado bastante mal. Se le notaba pálida y el estar en pie por más de unos segundos la hacía inestable, ya que no podía mantener el equilibrio muy bien.

-Si… ya me si-ento bien.- musito ella con la voz ronca y baja voz. Tenía la mirada gacha y se encontraba muy avergonzada por su debilidad.

-Creo que es mejor que te lleve a tu casa.- le comentó Naruto visiblemente preocupado. Hinata levantó instantáneamente la mirada.

-¡No!- se apresuró a decir alterada.

-¿Que? ¿Porque no?

-Es que…- se puso nerviosa-. N-no es nece-sario, Sakura se quedara en mi casa hoy… ¿no es así?- soltó torpemente volteando hacia la Haruno, que se encontraba justo atrás de Naruto.

La Haruno tragó saliva y aguanto la respiración intentando mantener una expresión neutral. Naruto volteó hacia ella y la observó con evidente curiosidad. Sasuke, que era el único que se había quedado con la pareja además de Sakura, también la observó algo escéptico por los evidentes nervios de la Hyuuga.

-Si.- Sakura asintió mecánicamente, intentando cubrir a su amiga, no sabía él porque de la mentira de Hinata pero no pensaba desenmascararla tampoco.

-Bien… cuidala ¿si?- susurro Naruto aún preocupado-. Si quieren el teme y yo las vamos a dejar... ¿Podemos Sasuke?- observó a su amigo seriamente. El Uchiha se encogió de hombros, aunque no le apetecía mucho seguir a Naruto el también se preocupaba por la seguridad de las chicas.

-Claro.

-Ven... Nosotros podem...

-¡No!... Mi padre vendrá por nosotras.- le interrumpió Hinata y exageradamente levanto la muñeca y observó su reloj-. De hecho ya nos tiene que estar esperando... Tenemos que irnos.- les comunicó. Naruto bajo la mirada y asintió.

-¿Las acompañamos?- preguntó ingenuamente. Hinata empezó a sudar frío y Sakura al notarlo, intervino inmediatamente.

-No es necesario, no te preocupes Naruto que yo la cuido.- le dijo dándole una palmada en el hombro antes de avanzar hacia la Hyuuga.

Naruto bajo los hombros derrotado y se acercó a Hinata para tomarla suavemente del rostro, le dio un tierno beso en los labios y luego la abrazo mientras le susurraba algo en el oído. Sakura se abstuvo de reír cuando observó el intenso sonrojo en su amiga. La pareja se sonrió entre sí y luego Naruto ayudó a Hinata a ponerse en pie, después de unos cuantos segundos la chica pudo mantenerse en pie y se separó de él luego de otro beso.

-Nos vemos mañana.- Naruto volteo hacia Sakura-. Tengan cuidado.- le dijo y la Haruno asintió antes de agarrar el brazo de la Hyuuga.

-No te preocupes.- se despidió antes de voltear hacia el Uchiha y observarle-. Adiós Sasuke, los veo mañana en el colegio.- musito sonriendo dulcemente antes de emprender camino. Ambos chicos las observaron partir y perderse entre la multitud.

-¿Y ahora que haremos?- mascullo Naruto rascandose la cabeza. Sasuke le observó desde donde se encontraba.

-Irnos.- sugirió sarcástico, mientras se encogía de hombros con desinterés

-Estas loco… la noche no acaba y hay muchas cosas que aun no he hecho.- soltó el Uzumaki emocionado-. Andando.- murmuro empezando a caminar con paso militar, Sasuke simplemente negó con la cabeza antes de seguirle

Cuando el moreno alcanzo a Naruto ambos empezaron a caminar sin rumbo fijo, el rubio parloteaba sin cesar sugiriendo todo tipo de cosas por hacer, parecía un niño en una dulcería y Sasuke aún se preguntaba porque seguía allí. Poco a poco se fueron alejando del área de los juegos mecánicos.

-Mira… vamos ahí.- murmuro Naruto señalando una carpa mediana de color morado, que estaba a lo lejos, cerca de los juegos de lazas y pelotas. Sasuke suspiró antes de seguirle.

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-Respira… respira Hinata.- la alentaba Sakura mientras le sostenía el cabello, Hinata estaba inclinada sobre un bote de basura mientras devolvía todo lo que había comido ese día.

-Q-que asco.- logro decir la peliazul mientras se incorporaba, con los ojos vidriosos y la tez aún más pálida.

-Ten.- susurro Sakura pasándole un pañuelo

-Gracias.- la Hyuuga se limpió la boca.

-¿Te sientes mejor?

-Si… un poco.- susurro-. Que vergüenza si me hubiera visto Naruto.- comentó alejándose lentamente del lugar mientras se sobaba el abdomen

-Nunca te dejare montarte a ningún juego nuevamente.

-Promételo

-¿Crees que podrás manejar?- le preguntó Sakura enganchando su brazo con el de ella.

-Si, menos mal que Naruto no se dio cuenta que traje el auto... Ya me siento mejor, no te….- de repente un fuerte mareo la inundo y Sakura la sujeto rápidamente evitando una dolorosa caída.

-Pienso que es mejor que yo maneje.

-Siento las molestias.- se disculpó Hinata

-No te preocupes... ¿Para que son las amigas?

-Si quieres puedes ir a dejarme y luego llevarte el auto a tu casa, en caso de que tengas planes y no puedas quedarte conmigo.

-Ya veremos, lo importante ahora es que tú te sientes... ¡Andando!- dijo y ambas se encaminaron a los estacionamientos a un paso lento.

Un par de minutos después Hinata se volvió a marear, estaba aún más pálida y Sakura le sugirió detenerse por el temor a que se desmayara. Hinata era terca, por lo que denegó la propuesta pero la Haruno la obligó a apoyarse contra un poste eléctrico.

-¿Te sientes mejor?- le preguntó al verle mejor semblante.

-Si, no te preocupes... Ya se me pasara.

-Chicas ¿que hacen aquí solas?

Ambas voltearon a sus espaldas solo para observar cómo Neji y Tenten se acercaban.

-Hinata se siente mal… la llevaba su casa.- le explico Sakura, acariciando suavemente el brazo de la Hyuuga.

-¿Acaso no podía hacerlo Naruto o Sasuke?… vaya novio ese que…

-Yo le dije que no quería que me llevara.- lo interrumpió Hinata con la voz cansada

-Pero aun así…

-Neji.- lo callo Tenten severamente. El chico bufo antes de observar a su prima con preocupación.

-Estas pálida.- le dijo acercándose a ella.

-Vaya manera de decirle a una chica que no se ve bien.- se burlo Hinata.

-Si aún puedes bromear no has de estar tan mal ¿verdad?

¿Crees?... Yo me siento de la patada.

Vamos, te llevare a casa.- le dijo antes de cargarla en brazos. Hinata protestó pero una mala mirada de Neji la hizo callar.

-Gracias.- musito la Hyuuga apoyando la cabeza en su hombro

-Los veré mañana.- se despidió Sakura

-¿No iras con nosotros?- le pregunto Neji frunciendo el ceño

-No gracias… iré a buscar a Naruto y Sasuke.

-Si quieres nosotros podemos ir a dejarte ¿cierto Neji?- le ofreció Tenten

-No hay problema.- dijo rápidamente el pelicafe.

-No es necesario, no se preocupen, me iré con los chicos.

-Muy bien... Hasta mañana entonces.- se despidió Neji antes de encaminarse a los estacionamientos. Hinata apenas pudo decir algo y solo se despidió de ella con un movimiento de mano, Tenten por su parte se le acercó y le dio un beso en la mejilla antes de seguir al Hyuuga mayor.

Sakura esperó hasta perderlos de vista, luego dio media vuelta y se encaminó al interior del parque de diversiones. Sabía que debía apresurarse para alcanzar a los chicos, lo que menos quería era que ellos se fueran y que por lo tanto le tocará tomar un taxi a ella sola, nunca había considerado prudente que una mujer viajará de noche con un desconocido.

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-Apurate teme.- mascullo Naruto con impaciencia mientras prácticamente corría hacia la tienda que había captado completamente su atención. Sasuke le seguía a su espalda, con un paso lento y sin ningún ánimo de cambiarlo.

-¿Que será aquí?- se pregunto Naruto cuando se detuvo frente a la carpa. El interior estaba oscuro y no se animaba a dar un paso adentro. Ciertamente se veía muy siniestro.

-Buenas noches joven.- dijo una anciana apareciendo de entre las sombras, Naruto soltó un pequeño y agudo grito al no percibir la presencia de aquella viejita.

-¡Que susto me ha dado!

-Tan sucia tienes la mente dobe.- se burlo Sasuke situandose finalmente a su lado

Naruto lo ignoro olímpicamente concentrándose en la anciana frente a él. De cabello totalmente blanco y ojos azules, daba la impresión de ser una inglesa si no fuera por su forma de vestir. Llevaba una ancha falda morada, una camisa negra por dentro y un lazo alrededor de la cintura. Tenía el pelo recogido en un moño y adornado con brillos por todos lados, además de unas inmensas argollas que se asomaban entre los cabellos y que cubrían sus orejas. Naruto la examinó descaradamente, de pies a cabeza.

-¿Es gitana?- le preguntó directamente. La señora asintió en silencio mientras Sasuke negaba con la cabeza, pensando que su amigo era estupido. Era muy evidente que la viejita era o se hacia pasar por una gitana.

-Así es niño… y ¿has venido aquí solo a preguntarme eso?- cuestiono ella con una ceja alzada

-No… solo tenía curiosidad por saber que era acá.

-Oh pues ¿que te parece si les leo la mano?- le propuso la mujer con una sonrisa en su arrugado rostro.

-¿En serio?… por supuesto.- se emociono Naruto.

-Pasó, no creo en esas cosas.- se negó Sasuke

-Vamos teme, no seas aguafiestas.

-Eso es pura fantasía, una estupidez que la gente cree para darle sentido a su vida cuando la monotonía les abarca y llega un punto en el que se sienten tan desgraciados que tienen que recurrir a este tipo de cosas para creer que algo más les depara en un futuro… Es patético.- soltó Sasuke despectivamente

-¿Tan seguro esta?- le preguntó la anciana seriamente

-Por supuesto.

-Y si cree eso entonces... ¿qué tiene que perder?- le pregunto con astucia. Sasuke la observó con los ojos entrecerrados midiendo su sería expresión. Sin embargo al cabo de unos segundos se encogió de hombros y se encaminó hacia el interior de la tienda, seguido por la anciana y un entusiasmado Naruto

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-¿Dónde estarán?- se preguntaba Sakura con preocupación mientras observaba su alrededor. Había recorrido todo el área de los juegos mecánicos pero ni Sasuke, ni Naruto daban señales de vida.

-Tal vez ya se fueron.- se dijo soltando un sonoro suspiro.

Sakura había intentado llamarles pero al igual que unas horas atrás, ninguno de los dos había contestado, incluso había llamado a Ino pero la Yamanaka se había ido del parque media hora antes. La siguiente opción era tomar un taxi pero ciertamente le daba algo de temor.

Mientras consideraba llamar a su padre, Sakura finalmente dio con Sasuke y Naruto. Se encontraban a varios metros de distancia, cerca de los juegos de tiros y lanzamientos. Sakura soltó un gritillo de emoción y se encaminó rápidamente hacia ellos. Los chicos se encontraban muy enfrascados en una conversación con una señora, frente a una carpa morada.

Mientras se encaminaba hacia ellos un llamado la hizo detenerse.

-¡Sakura!

-¿Itachi?- susurro antes de sonreír. El Uchiha mayor se acercó a ella inmediatamente

-Vaya… no espere encontrarte aquí.- le dijo él antes de darle un beso en la mejilla derecha, Sakura se sonrojo ligeramente.

-Yo tampoco ¿con quién andas?

-Pues andaba con unos amigos ¿y tu?

-Con los chicos.- murmuro ella

-¿Sasuke esta aquí?… que raro, creí que no vendría, después de que se lo negó a Naruto tantas veces.- comentó Itachi pensativamente.

-Tu sabes cómo es Naruto de persistente.- se rió Sakura.

-¡Touche!... ¿Y donde están ellos?- le pregunto Itachi

-Allá.- Sakura señaló hacia la tienda, a la cual en ese instante los chicos y la anciana entraban

-Pues vamos, te acompaño.- le propuso itachi sonriendo, mientras con una caballerosidad exagerada le ofrecía un brazo. Sakura se rió y aceptando se encaminó con él hacía dicho lugar.

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-Primero yo.- se adelanto Naruto sentándose en la única silla desocupada. Dentro de la tienda había nada más una mesa y dos sillas, en una de las cuales ya se encontraba la anciana sentada

-Muy bien, dame la mano derecha.- le pidió extendiendo la de ella, Naruto así lo hizo. La anciana la acomodo de tal manera que su palma quedara hacia arriba, luego se inclinó sobre la mesa y observó las singulares líneas en su palma mientras las acariciaba delicadamente con un dedo. Naruto espero impaciente a que dijera algo y se sobresaltó cuando la mujer empezó a reír mientras negaba con la cabeza.

-¿Que?- le pregunto ansioso

-Eres un joven bastante eufórico y alegre.- dijo ella en un tono divertido. Sasuke, quien los observaba desde un rincón, solo negó con la cabeza, pensando seriamente que aquello era una farsa. Cualquier persona con un mínimo de inteligencia se daría cuenta de la personalidad de Naruto, todo él con su idiotez y su sonrisa colgate gritaba felicidad y emoción por todos lados.

-Un tanto atolondrado, pero con un espíritu fuerte e indomable, como un caballo salvaje… tendrás una vida larga, en ocasiones difícil pero cualquiera pasa por esa etapa.- murmuro sabiamente-. ¡Ohh! Y veo aquí que estas enamorado ¿cierto?- levanto la mirada hacia él sonriéndole, Naruto la observaba sorprendido

-¿Como lo sabe?- le pregunto admirado

-Aquí lo dice.- mascullo ella sonriendo. Sasuke les observaba seriamente, negándose a creer aquellas patrañas.

-No pierdas a esta chica… es la indicada.- le aconsejo ella.

-Lo sabia… mi Hinata es el amor de mi vida.- dijo Naruto entusiasmado, mientras se levantaba de un salto-. Es todo lo que necesito oír… sigues tu Sasuke-teme.- dijo volteando hacia el moreno

-No gracias.- rechazo este seriamente

-Pero… vamos teme no seas mala onda.

-¿A que le tiene miedo joven?- le pregunto la viejita con una sonrisa misteriosa, Sasuke la observo y luego se encogió de hombros

-No pierdo nada.- pensó acercandose a la silla.

Inmediatamente la mujer tomó su mano y la observó detalladamente frunciendo el ceño al cabo de unos segundos.

-Eres un joven muy orgulloso… bastante serio y arrogante.- empezó la mujer observándolo a los ojos.

-Y tú decías que no teme, pero si te ha descrito tal cual eres.- se mofo Naruto

-Siempre perfeccionista.- continúo la anciana-. Y meticuloso… nunca nada se te escapa… pero has pasado algo por alto.- le dijo seriamente

-Al igual que el talón para Aquiles, tu debilidad es una mujer.- mascullo firmemente, Sasuke solo alzo una ceja escéptico-. Hermosa y delicada como las flores de sakura.

-¿Sakura?- mascullo Naruto sorprendido, Sasuke inmediatamente retiro su mano mientras fruncía el ceño, estaba desconcertado, pero solo unos segundos después empezó a reír negando con la cabeza.

-Imposible.- concibió altanero-. Yo jamás me fijaría en alguien como Sakura… ¡por Dios!- rechazo instantáneamente-. Es solo mi amiga y como tal se quedara… nunca la vería de otra forma, no es mi tipo.- manifestó con frigidez. La mujer negó con la cabeza y suspiro cansinamente.

-Sasuke.- susurro Naruto

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-Al igual que el talón para Aquiles, tu debilidad es una mujer.- tanto Itachi como Sakura se detuvieron al escuchar aquellas palabras. Era la voz de una mujer mayor, por lo que ambos dedujeron que se trataba de la gitana. Lo que les hizo detenerse, fue la firmeza con que ella aseguraba aquello, por su convicción se podría jurar que estaba plenamente segura de lo que decía

-Hermosa y delicada como las flores de Sakura.- la pelirrosa no supo exactamente por qué su corazón se aceleró.

-¿Sakura?-se escucho la voz de Naruto y luego de eso una carcajada retumbo en el interior de aquella tienda

-Imposible.- dijo Sasuke con firmeza y Sakura sintió una punzada en el pecho-. Yo jamás me fijaría en alguien como Sakura… ¡por Dios!- soltó en un tono duro y cruel. Sakura sintió una dolorosa punzada en el pecho-. Es solo mi amiga y como tal se quedara… nunca la vería de otra forma, no es mi tipo.

Unas pocas palabras bastaron para destrozar las esperanzas de muchos años. El cuerpo de Sakura empezó temblar y las lágrimas no tardaron en aparecer. El corazón le dolía. Ohh, tan intensamente que era casi físico.

Sintiéndose demasiado herida, demasiado enferma y débil para escuchar más, Sakura dio media vuelta y corriendo se alejó de aquel lugar. Las lágrimas le nublaban la vista, se sentía tan gruesas y pesadas. El dolor en su corazón era demasiado real, punzante y fuerte.

Sakura quería alejarse de aquel lugar, llegar a algún rincón seguro y dejar ir el llanto reprimido, pero el camino de regreso parecía ahora demasiado largo. Un tirón del brazo la hizo detenerse, pero por pura voluntad se negó a voltear hacia aquella persona. Sabía que era Itachi y no deseaba que la viera en aquella deplorable condición.

-Sakura.- susurro él obligándola a darle la cara. Sakura testarudamente se negó a levantar el rostro pero Itachi la tomo de las mejillas y le hizo observarle a los ojos.

-Suéltame.- sollozó-. Me tengo que ir.

-No te puedes irte así.- le dijo él mientras se quitaba la chaqueta de cuero, se la colgó a Sakura en los hombros-. Ven… yo te llevare.- declaró y sin darle opción la cogio suavemente del brazo y la guió a los estacionamientos.

Sakura se dejó hacer, demasiado cansada para librar una batalla sin sentido. Apenas tomo consciencia de cuando llegaron al coche y de cómo subió. De pronto se vio en carretera, con el cinturón de seguridad puesto y sintiéndose tan perdida aún cuando sabía dónde estaba.

Se dijo que el dolor que experimentaba era únicamente su culpa. Había sido su error enamorarse de Sasuke. El era su amigo. Su mejor amigo.

Las esperanzas de ellos dos juntos en un futuro cercano eran una fantasía, y aunque con el pasar de los años había podido controlar sus sentimientos hacia él, su amor era tan real y tan tangible que le había permitido cegarse y fantasear con cosas que nunca sucederían.

Fue su maldito error poner sus ojos en él

Fue su error ilusionarse, crear castillos en las nubes, soñar y esperar como una estupida a que su absurdo cuento de hadas se cumpliera Había sido una estupidez esperar tantos años por alguien como Sasuke.

El chico lindo del colegio. El inalcanzable. El popular. El buen amigo.

-Soy una patética enamorada.- se dijo con dolor mientras se soltaba a sollozar.

Ella que siempre había tenido esperanzas. Se estaba enfrentando a su realidad sin aviso, cuando por azares del destino terminó en un lugar en el que no debía estar, escuchando algo, que hubiera preferido aún ignorar.

-No llores.- le pidió Itachi por lo bajo.

Sakura se sobresaltó y con el rostro bañado en lágrimas volteó hacia él. El Uchiha mayor se encontraba serio, con la mirada al frente y la postura relajada. Su perfil era hermoso, su personalidad era absolutamente encantadora y Sakura se halló pensando que las cosas hubieran sido más fáciles en su vida si se hubiera enamorado de Itachi en lugar de Sasuke.

Se detuvieron en su casa al cabo de unos cuantos minutos. Itachi conocía perfectamente la dirección, durante años el había encargado de llevar a Sasuke cuando tenían trabajos en grupo o cuando los fines de semanas ellos se quedaban juntos hasta tarde.

-Gracias.- le dijo con la voz ronca y temblorosa. Itachi volteó hacia ella y le observó seriamente. Sakura intentó sonreírle, aún sabiendo que eso no podría suavizar la tristeza y desolación de su expresión. Cuando se propuso a abrir la puerta y bajar, Itachi la tomo del brazo. La Haruno le observó extrañada.

-Quier...

Sakura se interrumpió y sorprendida observó a Itachi inclinarse hacia ella. El Uchiha mayor la tomo de la mejilla derecha con suavidad y le limpio las lágrimas con el pulgar.

-Yo te ayudare.- le dijo seriamente.

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Tres semanas después…

Sasuke se encontraba en su cama, boca arriba y con la mirada perdida en el techo. Sus pensamientos divagaban en temas generales, sin embargo siempre lo llevaban a un mismo punto

¿Que le sucedía a Sakura?

Luego del día en el parque de diversiones, todo había cambiado. De tal manera que todos habían notado algo extraño. Sakura no era la misma y Sasuke aún no podía descubrir que era lo que realmente sucedida.

Sakura ya no le prestaba atención, ahora pasaba de él de largo. Ya no compartía cosas con él, ya no bromeaba, no se acercaba más de lo necesario, incluso los fines de semanas pasados había declinado su oferta de salir alegando cosas sin sentido. Sasuke no sabia que sucedía, desde que la conocía, muchos años atrás, Sakura siempre había pasado tiempo con él o Naruto, nunca nada era más importante que sus amistades y Sasuke tenía que admitir que empezaba a preocuparse. Además de que la había visto demasiado apegada a su teléfono desde varios días atrás, se la pasaba mensajeando a cada momento y era la primera vez que Sasuke no sabía con quién, había evitado mencionar al remitente, no importaba quién le preguntara. Ya ni siquiera salían luego de la jornada escolar como siempre, pues ahora Sakura desaparecía en cuanto el timbre sonaba.

-Algo no esté bien.- se dijo Sasuke analizando hasta entonces su accionar. Era muy evidente que Sakura escondía algo, lo cual era sorprendente pues jamás le había ocultado algo a él.

-Sasuke baja ya.- le llamo su madre desde la planta baja. El Uchiha menor bufo por lo bajo mientras se erguía. Se masajeo el cuello decidido a dejar el tema por el momento, lo mejor seria preguntarle a Sakura directamente que le sucedía.

Sasuke bajo las escaleras guiándose por el delicioso aroma que salía de la cocina. Su madre preparaba una cena especial.

-Hijo… lleva esto a la mesa.- le pidió su madre en cuanto ingreso a la cocina. Sasuke cogio la cesta del pan y se encaminó al comedor.

-¿Sabes que es eso tan importante que Itachi quiere comunicarnos?

-No tengo ni idea, habrá que esperar.- Mikoto estaba emocionada, si había algo que adorara eran las sorpresas.

Sasuke se dirigió hacia la sala totalmente aburrido. Su padre se encontraba en el sillón individual leyendo un libro. Sasuke sacó su celular y se dedicó a navegar entre las redes sociales, no era algo que actualizará a menudo, pero sin duda le gustaba mucho mantenerse informado, eran más de los que veían que de los que publicaban.

Alrededor de diez minutos después la puerta principal fue abierta, Mikoto entro rápidamente a la sala y se dirigió hacia la entrada de la casa, pero justo en ese momento Itachi hizo acto de presencia y tomándola de los hombros le impidió arruinar la sorpresa.

-Te tengo una sorpresa.- le comentó a su madre con una sonrisa, mientras se encaminaban al sillón de tres-. Siéntate ma'.- le pidió pacientemente. Mikoto lo hizo con el ánimo de que dijera más rápidamente de que se trataba aquello. Desde un par de días antes Itachi la había pedido que hiciera una cena especial, debió a que daría un anuncio. Las opciones eran ilimitadas y Mikoto ya había empezado a sacar conclusiones.

-Muy bien familia… quiero hacerles un importante anuncio para mi.- comenzó Itachi con evidente emoción. Sasuke, que le observaba desde el sofá, de brazos cruzados, pensaba únicamente en cuando terminaría todo aquel teatro

-Ven.- dijo Itachi hacia el pasillo donde se encontraba la puerta principal. Unos tacones sonaron contra el suelo de madera. Un segundo después se planto frente a ellos una figura muy bien conocida por todos.

-Sakura y yo somos novios.- les anunció Itachi envolviendo con un brazo la pequeña cintura de la Haruno.

Sasuke dejó de escuchar en el momento en que aquella frase salió de los labios de su hermano. La sangre subió a su cabeza, los sonidos se distorsionaron, el cuerpo se le torno lívido e incrédulo observó como su hermano mayor se inclinaba hacia Sakura y se descaradamente le plantaba un beso en los labios.

Sasuke sintió un profundo pinchazo en el corazón.

Aquello no estaba bien.

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FIN DEL CAPITULO


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