Disclaimer: Todos lo reconocible de Harry Potter pertenece a la maravillosa rubia J.K Rowling.

Pues aquí ando aunque la verdad no he tenido mucho tiempo para algunas cosas. Sé que no he contestado ningún Review, sin contar que no he escrito nada de mis fics largos y bueno ufff, monton de cosas por hacer, pero lo bueno es que solo me quedan dos días de escuela más y por fin ¡libertad! o al menos algo parecido... en fin esta no es la sala de confesiones xD

No sé si aparezca la fecha de la publicación ya que es media noche, pero para fines prácticos: hoy 24 de Abril del 2012, Jade Olivia Gordo (Quien interpreta a Astoria Greengrass en Harry Potter y las reliquias de la muerte, además de ser novia de Tom Felton) cumple años. Y ya me conocen, cualquier excusa es buena para tener un motivo para escribir.

Así que se me ocurrió esto. Ahorita solo es una mini-viñeta. Pero lo dejaré libre para incluir a lo largo (no cada año) varias viñetas o drabbles o one-shots del cumpleaños de Astoria :3

En fin, espero que les guste ^^ y les prometo que ya pronto actualizaré lo demás.


Feliz cumpleaños princesa

24 de Abril de 1988.

Sonreía como la niña mimada que era, sin poner atención a lo que los adultos decían. Nadie la podía culpar y menos ese día. Se veía tan pequeña, con apenas un metro de estatura, delgada y con numerosos bucles color castaño que hacían que su cabeza luciera más grande que todo su cuerpo. Su nariz de botón le daba un toque aún más aniñado, mientras que sus ojos verdes y grandes provocaban la impresión de estar viendo a una muñeca. Ella, la menor de las Greengrass, cumplía seis años y si algo la tenía más emocionada que los juegos, el pastel o los regalos, era saber quien estaría entre los invitados.

Su hermana mayor se lo había dicho y también le había dicho que no hiciera nada tonto. ¿Pero como hacer caso a las advertencias de una fastidiosa hermana mayor, más aún, cuando estás cumpliendo seis años y el niño que te gusta va a estar presente? Imposible de siquiera pensar.

Sin perder la sonrisa, esperaba en la puerta, atenta a quien entraba. Ignoraba a todo el mundo, pues permanecía pendiente de la llegada de él. Él, el amigo de Daphne, el niño de ocho años que tenía el cabello rubio y ojos grises. Él era el niño que a ella le gustaba, por el que hacía corazones tontos en pedazos de pergaminos y con el que soñaba se casaría un día para tener una enorme familia llena de hijos.

Mientras la pequeña Greengrass esperaba a por él, la fiesta seguía y sus padres, demás amigos, invitados y familiares le pedían que se uniera a la celebración, pero ella firme en su propósito seguía ahí de pie frente a la puerta. Golpeteaba el piso con su pequeño zapato de charol, arrugaba las mangas de su túnica rosa pastel y seguía esperando a pesar de todo. Estaba segura de que Daphne no le podía haber mentido y que en cualquier momento él llegaría.

Como es normal en los niños, el tiempo parecía ser eterno, aunque solo llevaba cuarenta minutos esperando. La pequeña suspiró y dándose por vencida, decidió que era más productivo ir a comer pastelillos que seguir esperando. Ya luego podría reñir a su hermana por haberle mentido. Sin embargo, cuando le dio la espalda a la puerta, ésta se abrió y dejó paso a una familia de rubios-platinados, esa que la pequeña tanto había estado esperando.

—Feliz cumpleaños, Astoria —escuchó la dulce voz de la madre de aquel niño que le gustaba. Y, como si hubiera tenido un resorte, se volteó de golpe, topándose con él. Él estaba ahí, con una pinta de pocos amigos, entre sus dos padres. Él, vestido con una túnica de gala color negra con broches en forma de serpientes y su cabello pulcramente peinado hacía atrás.

—Saluda, Draco —ordenó el padre del chico quien refunfuñó, se notaba que no quería estar ahí. Pero a la niña poco le importo aquello, su sonrisa era grande y sus ojos verdes destellaban de emoción.

—Feliz cumpleaños, mini-Greengrass —dijo el niño de ocho años, arrugando su respinguna nariz.

Astoria hizo una pequeña y graciosa reverencia antes de besar las dos mejillas del rubio quien, con cara de asco, se limpió. Aunque la pequeña Greengrass no lo notó, pues se encontraba con la cabeza en las nubes y recibiendo el regalo que le entregaba el padre del niño. Pero para fines prácticos, el regalo material no le importaba, la fiesta en si le importaba poco menos que el regalo, lo único que realmente valía la pena ese día de su cumpleaños era la presencia de Draco Malfoy.


¿Qué tal les pareció? ¿Les gustó? ¿No les gustó? ¿Me dejan review? ¿Me dan galletitas? ¿Ranitas de chocolate? ¿Cruciatus? ¿Avadas? ¿Algo?

Cualquier cosa es bien recibida y se aprecia el simple hecho de que me leyeran ^^ Un beso, gracias por leer!