Esta es una nueva historia, espero que sea de su agrado y emm bueno con la otra ''Healing your heart'' pues se me hace muy difícil inspirarme ya que tengo que investigar todo sobre la edad media y todo eso, y bueno, por eso me llegó a la mente esta que es de la actualidad y se me hace más fácil, tan fácil que cuando culmino un capitulo empiezo otro e_e

en fin.

BLEACH: y sus personajes no me pertenecen, son propiedad del gran tite kubo-sama.


CHAPTER 1

[Todo comienza]

Era un nuevo dia de clases para el instituto de karakura, así que los estudiantes tanto kohai's, como tambien sempai's se dirigian a sus respectivos salones, el dia para muchos era perfecto, al fin de cuentas estaba soleado y la temperatura era calurosa, eso daba a demostrar que el verano se acercaba, pero no quitaba el hecho de que algunos les disgustaba, despues de todo volver a clases despues de un fin de semana largo era fastidioso. y como todos los semestres, todas las mañanas casi a la misma hora...

-¡Himeeee! -gritó una chica de pelo rojo, usaba lentes y vestia el típico uniforme de secundaria. Honsho Chizuru -no sabes cuanto te extrañé. -sonrojada.

-¡Kyaaaa! -gritaba tambien una chica de pelo naranja y ojos grises pero no de la emoción, sino del dolor ya que la estaban abrazando bruscamente por la parte baja se sus pechos. Inoue Orihime.

-¡Chizuru déjala en paz, no vez que la estas matando, lesviana pervertida! -le gritaba al momento que le golpeaba la cabeza, una chica de cabello puntiagudo en la superficie, azul marino fuerte casi negro y del largo que caia a su espalda,ojos color marrones y tez blanca. Arisawa Tatsuki.

-¿Estas...bien orihime? -le preguntaba otra chica de pelo negro hasta las mejillas con un mechón que se encontraba entre sus cejas, ojos violetas, estatura baja y tez más clara que el melocotón casi como si fuera una frágil muñequita. Kuchiki Rukia.

-S-Si, buenos dias rukia-chan, tatsuki-chan y chizuru-chan -saludó con una gran sonrisa y bajandole una gota por la cien por ver a la ultima mencionada casi insconciente en el piso, por la pequeña paliza que le dió una de sus mejores amigas.

-Buenos dias orihime -contestaron al unísono sus dos mejores amigas.

-Oh hime, esos estupidos profesores, no sé en que estaban pensando en este año alejarnos así, ya no lo soporto más, talvez todo sea un complót para que tu y yo no demostremos nuestro amor -levantandose de golpe del suelo con lágrimas en los ojos, a lo que Tatsuki y Rukia la miraban con una aura maligna a su alrededor.

-P-Pues que pena -respondió orihime, sonriendo nerviosa con los ojos cerrados.

-¡Ya largate de aquí! -con una silla en mano lista para golpear a la peliroja otra vez.

-¡Tatsuki-Chan!


Orihime:

Minutos despues...él entró...kurosaki ichigo, todos se quedaron helados, para los chicos era como si hubieran visto al mismo infierno ardiente, despues de todo su reputación es de un ''matón buscapléitos'', y para las chicas era lo máximo el chico más apuesto que podian conocer, el ambiente se tensó, y él caminaba como si estuviera en cámara lenta, bueno, así lo veía yo, sin decir una palabra, se sentó en su pupitre y desvió su mirada hacia la ventana, lo único que pude hacer fué observarlo, mientras los recuerdos pasaban frente a mis ojos, como si fuera una película de horror.

Eran apróximadamente las 10:00pm, salí de mi trabajo de medio tiempo muy tarde, ya que una de mis compañeras enfermó, y no tuve otra opción más que cubrirla, despúes de todo ella misma fué quien me lo pidió.

Las calles estaban casi oscuras, era poca la luz que los postes brindaban, no habia nadie a mi alrededor, lo único que escuchaba eran mis pasos y mi corazón que latia con fuerza, como si quisiera salir de mi pecho, mis manos y pies temblaban y un escalofrío recorrió mi espina dorsal. No sabia el motivo, pero tenia un mal presentimiento, y para el colmo, ese presentimiento se hizo realidad.

No lo ví venir, lo único que recuerdo, es el dolór que de un momento sentí en mi cabeza, y mi vista borrarse, para luego caer insconciente en el sólido y sucio concreto de las aceras.

No sé cuanto tiempo pasó, pero al abrir mis ojos lentamente, miré a mi alrededor, era un callejón sin salida, estaba muy oscuro apenas pude obsevar que alguien me miraba fijo, para cuando se dió cuenta que desperté sonrió triunfante, no, no fué una sonrisa triunfante fué una sádica, me di cuenta porque lamió sus labios y dió un muy audible silvido, y como por arte de magia, aparecieron cinco sujetos más, todos tenian su cabello de forma punk y en las caras muchos piercings.

-Sujétenla -fué lo que escuché que dijo en que parecia el jefe.

Ví que dos de los hombres me tomaron bruscamente de las muñecas y los hombros, para aprisionarme en el piso, traté de resistirme pero lo que recibí fué una cachetada, nunca en mi vida me hubieran pegado de esa forma, tan fuerte, mi mejilla ardía y unas lágrimas se escaparon de mis ojos.

El hombre que parecia ser el jefe, según pude observar, sostenia una jeringuilla en sus manos y a pasos casi torpes se acercó a mí.

-¿Que es lo que le aplicará jefe? -preguntó uno de los hombres que me sostenia.

-¡Estúpido! ¿acaso no es obvio? es el método anticonceptivo, se nota que ella es menor de edad y si algo sale mal nos meteriamos en problemas. -contestó uno de los presentes, tras escuchar las palabras de ese sujeto, abrí mis ojos horrorizada.

-¡Suéltenme! ¡suéltenme! ¡no me hagan nada! ¡por favor! -grité con todas mis fuerzas, aún con lágrimas en mis ojos, e imaginandome lo peor. Rasgaron mi camisa del uniforme del instituto, así que se podia observar a la perfección mi sostén y parte de mis pechos.

-Tranquila, tranquila, todo saldrá bien, si tu cooperas claro está. -despues de decir esas palabras, todos empezaron a reir como psicópatas, en efecto, estaban drogados.

Tambien sujetaron mis piernas y el jefe empezó a acariciar mis pechos, grité una vez más, con la esperanza de que alguien llegara a mí rescate, preo fué en vano, bueno, eso es lo creí... no sé exactamente que sucedió, pero al cabo de unos minutos, todos los presentes se encontraban insconcientes en el suelo, tapé con mis manos mi pequeña desnudez y corrí a la esquina del callejón, aún con los ojos cerrados, pude escuchar unos pasos acercarse a mí.

-¡No se me acerque! -aferrandome más a mis rodillas ya que estaba sentada en esa esquina, pero abrí mis ojos de golpe al sentir como algo me cubria, parecia tela, alcé la mirada y me topé con unos ojos según pude decifrar eran marrones, un marrón tan intenso que por un momento sentí que me perdia en ellos.

-¡Tu... eres inoue! -abrió sus ojos como platos y se quedó paralizado.

-K...Kurosaki ichigo-kun -apenas pude decir ya que mis sollozos se convirtieron en gritos ahogados, mientras mis manos temblaban y me aferraba a la chaqueta con la que kurosaki-kun me cubrió.

Han pasado más de 4 meses desde eso... nunca pude darle las gracias... por salvarme... me siento horrible por ello...

-oi ¡Orihime! ¡Orihime!

-¿Eh? ¿que sucede rukia-chan?

-Eso te pregunto yo, te hemos estado hablando desde hace rato y no nos respondias. - ella estaba mirandome como si esperara una respuesta, no sabia que decir despues de todo no sabia de que estaban hablando, para mi suerte la maestra entró al salón, así que tuvimos que sentarnos.

Nunca le hablé de lo sucedido a tatsuki ni a rukia, no queria preocuparlas, no sé si lo que estoy haciendo está bien, pero, no me importa, yo solo quiero que estén tranquilas. Y sin más que pensar tuve que prestar atención a la clase, no quiero que mi tercer puesto sea de alguien más, ya que quiero ganar una beca para la universidad.

Oh cierto, aún no me presento, soy Inoue Orihime, estoy en mi ultimo año de secundaria, tengo 17 años de edad, dentro de unos meses cumplo los 18, no es como si me importe, a muchos le alegra porque pueden obtener su independencia, pero a mí me da lo mismo, despues de todo vivo sola desde los 13 despues que mi hermano muriera, quizás se pregunten como sobreviví, bueno, tengo una tia lejana, ella es quien paga todos mis gastos, de vez en cuando su hija, mi prima Rangiku Matsumoto me visita siempre que puede, busqué un trabajo de medio tiempo, no me gusta ser una molestia para nadie, así que la carga de mi tia se aligeró más. Mis dos mejores amigas, ya las conocen, a Tatsuki la conocí cuando estaba terminando la primaria, y a Rukia cuando empezé la secundaria, y son como las hermanas que casi todos quieren tener, aunque de vez en cuando son muy sobreprotectoras ¬_¬.


El timbre para el descanso sonó, así que todos salimos, y las tres decidimos ir al patio a almorzar debajo de la sombra de los árboles.

-¡Demonios! olvidé otra vez mi almuerzo en el aula -gruñí para darme la vuelta y volver al salón de clases, volví la mirada hacia Tatsuki y Rukia avisandoles lo que ocurria, Rukia se golpeó la cabeza y cerró los ojos, y Tatsuki negaba y me miraba con desabrobación, yo solo les sonreí.

Cuando llegué al salón, como por inercia dirigí la mirada al pupitre de kurosaki-kun, pero lo que nunca me esperé, es que él se encontraba allí, tenia su cabeza recostada en la mesa, y los mechones de su cabello anaranjado caian a la mesa y algunos cubrian parte de su cara (n/a: el look de ichigo, es como cuando estaba a punto de dar la batalla final contra aizen) , parecia dormido, pasé lentamente al lado de él para no despertarlo, tomé mi almuerzo que estaba en el maletín, pero no pude evitar quedarme mirando el rostro dormido de kurosaki-kun, mi salvador, no pude evitar sonreir, me dí cuenta de lo que estaba haciendo y sentí que me habia sonrojado, pero luego sentí que mi cara ardía al toparme con los ojos de él, ¡que verguenza!.

-¡L-Lo siento! lamento haberte despertado ku...kurosaki-kun -wow de verdad me sorprendí mucho, nunca en mi vida habia hablado tan rápido.

-¿Cuanto tiempo tienes viendome, inoue? -abrí mis ojos y pestañé varias veces, para luego observar el reloj de mi celular, ¡que! ¡tenia más de 10 minutos observandolo!, sentia que mi cara ardía cada vez más.

-N-No tanto, acabo de entrar -mentí.


Ichigo:

¿Escuché bien? dijo que acababa de entrár, si la ví desde el momento en que llegó, pero bueno, no importa.

-Ya veo -le seguí el juego, mostrando indiferencia, no queria que ella se avergonzara más de lo que estaba, y no cabe mencionar que estaba más roja que un tomate.

-G-Gracias -habló de repente, no se a que se referia, y de seguro no era por que se dió cuenta que le seguí el juego.

-¿Porqué me das las gracias? -le contesté desvíando la mirada hacia la ventana.

-P-Porqué me salvaste aquella noche, cuando esos delincuentes intentaron... hacerme daño, n-nunca pude darte las gracias -de inmediato dirigí la mirada hacia ella, con los ojos abiertos como platos, la ví estaba inclinada ante mí, creí que lo habia olvidado, ella era la chica que intentaron de profanar aquella noche.

Recuerdo que no podia dormir, así que salí a comprar bebidas, cuando ya las tenia en las manos escuché un fuerte grito, así que como impulso salí corriendo por donde escuché que provino, cuando me fuí acercando escuché que era una chica que gritaba ''suéltenme'' y los agresores reian como si disfrutaran de sus gritos, sin ningún plan, sin ninguna estratégia, me abalancé sobre ellos, y uno por uno fueron cayendo a mis pies, la chica se levantó rápidamente cubriendo sus pechos con sus manos y se fué corriendo a la esquina del callejón.

-¡No se me acerque! -me gritó sin mirarme, estaba más que horrorizada, me quité la chaqueta que tenia puesta y se la coloqué encima, alzó su mirada así que pude ver su rostro, no lo podia creer.

-¡Tu... eres inoue! -abrí mis ojos más de la cuenta y me quede en shock,, la casi hermana de Rukia y mi compañera de clases, iba a ser profanada.

-K...Kurosaki ichigo-kun -despues de decir mi nombre empezó a llorar con gritos audibles para mí, al cabo de unos minutos se calmó, y me dí la vuelta para que se colocara mi chaqueta apropiadamente, aunque por suerte aún tenia sostén, cuando estuvo lista torpemente se levantó, ella estaba temblando.

-Inoue ¿estas bien? ¿acaso llegaron a hacerte algo? -ella negó con la cabeza, eso me tranquilizó mucho -te llevaré a tu casa, ¿por donde es? -señaló a la derecha, tenia ganas de reclamarle por andar a esas horas de la noche, pero me retracté, no era el momento, tomé su maletin, las bebidas que habia tirado y le hice una seña de que me siguiera, ya que aún estaba en tránce.

-Inoue, no fué nada, no tienes que agradecerme por eso, además, no podia permitir que esos desgraciados se salieran con la suya. -le dije sonriendo, cerré mis ojos, apoyé mis codos a la mesa y entrelacé mis manos frente a mi cara.

-¿Como puedes decir eso? sino hubieras aparecido ahora mismo yo... Dime kurosaki-kun ¿no traiste almuerzo? ¿tienes hambre? -abrí mis ojos de golpe, es increible como puede cambiar de humor tan rápido.

-No, no te preocupes inoue no tengo hambre -la verdad es que no habia comido nada desde la noche anterior, y el mandril de renji no habia vuelto todavia de la cafeteria, dije que no tenia hambre y fué un grave error, en ese momento mi estómago rugió.

-Parece que tu estómago y tu mente no están coordinados -¿se estaba burlando de mí?, no, no lo creo, ¡maldito renji! ¡que estás haciendo! sentí que mi cara ardía, sabia que me habia sonrojado un poco, por suerte pude ocultarlo.

-Pero, bueno no te preocupes -le respondí, ella miró su celular una vez más.

-Ahh rayos, Tatsuki me matará -dijo al momento que corria hacia la salida del salón.

Salvado por el celular, suspiré aliviado, la e observado desde el incidente y se que a inoue es difícil hacerla cambiar de opinión, al cabo de unos minutos aparareció renji.

-¡Joder ichigo!, no me veas con esa cara, no sabes la fila que tuve que hacer en la cafeteria para comprar nuestro almuerzo -fue lo primero que dijo la persona que llamo amigo, Renji Abarai, es de mi misma estatura, cabello rojizo, ojos marrones, tatuajes en el rostro y parte del cuerpo, siempre usa una ridícula pañueleta en la frente, casi siempre discutimos, pero definitivamente es alguien en quien puedo confiar.

-¡Cierra el hocíco y dámelo yá! -le reproché al momento que le arrebataba el alimento de las manos.

-Oye tranquilo viejo, cómete un snickers. -y se sentó frente a mí. ¿snickers?

-¿Que mierda es un snickers? -le pregunté con indiferencia al momento que le daba un mordísco al pan que tenia en manos.

-¿Que? ¿acaso no ves televisión internacional? -ví que alzaba una ceja, como si me acabara de decir lo más obvio del mundo, y lo único que pude hacer fué rodar los ojos.


Orihime:

Pude darle las gracias a kurosaki-kun, aunque estoy un poco avergonzada... Me pilló observarlo ¡kyaaaa! que verguenza aúnque el fué tan lindo, se que trató de que no me avergonzara más, y me sonrió, ¡tan lindo! ¡tan lindo!. Ahora solo tengo que hacerme su amiga y...y...y...y... ok orihime calmate además ¿porque me comporto de esta manera? solo le di las gracias y nada más.

De repente me dió un mareo y mi estómago se apretó, -deben ser los nervios -me dije a mi misma.

Saqué mi celular y le envié un mensaje a Tatsuki pidiendole disculpas, y diciendole que algo me cayó mal, y no lo dudaria ya que anoche comí un emparedado de jamón, queso, mostaza, crema de berenjena y pasta de judias dulces. Y sin más me dirigí a la enfermeria por algo para el dolor de estómago y me fuí a casa, en este estado no podia entrar al salón de clases.

Al llegar a mi casa, automáticamente me dirigí a la cocina y entré lo que iba a comer en el refrigerador, ya no tenia apetito y no podia desperdiciarla, es un pecado. Encendí la radio a volumen no tan desagradable para los vecinos, coloqué la canción ''for you de AZU'' solté el lazo del cuello de mi blusa, me fuí quitando el uniforme poco a poco mientras me dirigia al cuarto de baño, necesitaba un baño relajador de burbujas y úrgente.

Mientras el agua caliente hacia su trabajo en mi cuerpo, fuí cerrando mis ojos mientras los recuerdos, una vez más, invadian mi mente...

Cuando kurosaki-kun me trajo a mí casa, no sabia que hacer, mis manos aún temblaban, y no podia entrar la llave en el cerrojo, así que el dió un suspiro y me quitó, mejor dicho, me arrebató las llaves y abrió la puerta.

-Etto ku...kurosa...ki-kun gr...a...gra -de repente sentí algo frio en mi cabeza, fué kurosaki-kun quien me colocó una lata de resfreco en la frente.

-Trata de descansar, mañana se te pasarán los nervios. -puso las llaves y el resfresco en mis manos y dió media vuelta - hasta mañana. -y así se fué.

-Gracias -eso era lo que queria decir, pero la voz no salia de mi garganta.

Cuando observé por la ventana que él ya doblaba la esquina, un suspiro salió de mis adentros, me rescargé de la pared, y me abrazé a mí misma sintiendo la cálidez de la chaqueta de kurosaki-kun, y su aroma... tan varonil. Suave como la vainilla, pero, a la vez fuerte como la canela.

Siento que me falta el aire, todo es tan confuso, pero en el fondo tambien siento paz, esto no está bien, escucho que alguien me llama es como si esa persona estuviera desesperada, así que abro los ojos y me encuentro con unos preocupados ojos marrones, en ellos habian lágrimas.

-¡Orihime! ¡¿orihime estas bien?! ¡maldita sea respondeme! -es Tatsuki que me está llamando así que empiezo a toser y de mi boca salia agua, agua y jabón. Al lado de ella se encontraba Rukia mucho peor que Tatsuki, me miraba con esos ojos violetas tan perfectos.

-Tatsuki-chan, Rukia-chan, ¿que pasó? ¿no deberian estar en la escuela? -dije aún confundida.

-¡Orihime, te estabas ahogando y así es como reaccionas?!, ¡preocupate por ti! -me gritó Rukia limpiandose las lágrimas, y Tatsuki ayudandome a salir de la bañera.

Ahora que lo pienso, el agua ya estaba fria, ¿cuanto tiempo tenia allí? Rukia me cubrió con una toalla y con otra secaba mi cabello.

-¿Que hora es? -pregunte entre estornudos.

-¡Son casi las 6:00 de la tarde! salimos hace dos horas del instituto y nos dirigimos directamente hasta aquí, duramos un rato tocando la puerta y no respondias así que entramos por la ventana de tu habitación, te buscamos en la casa entera y te encontramos ahogandote en el baño. -casi gritaba una exaltada Tatsuki.

-¡Duramos un buen tiempo tratando de despertarte! ya estaba a punto de llamar a una ambulancia y fué en ese entonces que abriste los ojos -Esta vez fué Rukia quién prosiguió tomando el secador de cabello en manos.

-¿Q-Que? creo que me quedé dormida je je -pero por ese comentario recibí un golpe en la cabeza u_uU.

-¿Y así te ries? -Las dos gritaron al mismo tiempo.

-¡Ouch! si no morí ahogada, ustedes me matarán, ¡además no es la primera vez que escapo o me salvan de la muerte! -se quedarón perplejas, como si estuvieran analizando lo que acabé de decir, ohh rayos parece que hablé sin pensar.

Tatsuki:

¿Que acaba de decir orihime? se que es una chica un tanto torpe, pero ¿como es eso de que no es la primera vez que se escapa o la ayudan a escapar de la muerte?, hace ya un tiempo Rukia y yo sabiamos que nos estaba ocultando algo, pero dejamos las cosas así, le lanzabamos indirectas para que hable, pero nada, algunas veces la pillabamos observando a ichigo, como si quisiera decir algo, nunca nos a dicho si él le gustaba o algo por el estilo, y eso que desde pequeñas nos contábamos todo, no habia secretos entre ninguna de las tres. Hasta ahora.

-Orihime -traté de sonar lo más calmada posible, mientras Rukia y ella me miraban al mismo tiempo- ¿desde cuando se acabó la confianza entre nosotras tres? -ví que abrió los ojos de golpe y Rukia bajaba la cabeza.

Rukia:

Al momento de Tatsuki lanzar esa pregunta bajé la cabeza automáticamente... siempre quise saber que le ocurria a orihime, ella, se a mostrado mortificada estos ultimos tiempos, pero al Tatsuki decirlo así, sentí que me apuñaleaban mi pecho.

-Si orihime, somos amigas -la abrazé por detrás y coloqué mi mentón en su cabeza, sentí que tensó.

-Lo siento, lo siento -se estaba disculpando y eso me asustó. De repente se separó de mi y se levantó de la cama directo al baño, la seguimos y empezó a vomitar.

-Orihime -dijo Tatsuki preocupada y yo imaginando lo peor.