Serie: Naruto
Autor: xXKushinaXx/Miika
Personajes: Mikoto Uchiha, Kushina Uzumaki
Torpeza
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Un buen amigo se hace por accidente
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Mordió sus labios mientras corría lo más rápido que sus piernas le daban.
Para variar ya se encontraba llegando tarde a las clases de la academia. Posiblemente no alcanzaría a entrar a la clase de Taijutsu, ¿Quién la mandaba a dormirse tan tarde?
Una vuelta, otra vuelta, su cabello rojo ondeando tras ella.
Y finalmente llegó al salón, para toparse con que no había nadie allí.
Pestañeo confundida, intentando encontrar una respuesta lógica. La misma respuesta llegó a sus ojos cuando divisó en el patio de la academia a su grupo, podía distinguir rápidamente a más de alguno.
Allí estaban practicando. ¿Qué practicaban?, si no estaba mal, estaban intentando hacer algún tipo de llave, bufó quedamente, mejor se escabullía para intentar formar parte de la clase o por lo menos lo que quedara de la misma.
No alcanzó a doblar el pasillo cuando algo chocó contra ella, haciéndoles caer a la tierra. Entre su carrera y la que parecía ser la de la otra persona, ambas terminaron comprando* un buen trozo del suelo de la academia.
-Perdón, perdón'ttebane- Chilló, sobando su frente rojiza por el golpe, mirando suplicando por dentro que no fuera algún Sensei o algo así con quien chocara.
¿Con que se encontró cuando alzó los ojos?
Una chica de su mismo tamaño, de cabello negro y ojos del mismo color.
Hizo una mueca con los labios, estaba segura de conocerla desde algún lugar o por lo menos que de algún modo le sonaba su presencia. La susodicha, solamente negó con la cabeza, aún sin decir nada y parándose.
Dio algunos pasos, como si ignorara aquello que ocurrió, haciendo enfadar quedamente a la de cabello rojo, que ya estaba por refunfuñar y seguir en su carrera por volver a la clase.
El hecho de que la chica callada se detuviera de golpe y la mirara la extrañó.
Más aún cuando cayó sobre su cuerpo súbitamente, casi aplastándola, generando que soltara otro chillido intentando pararla. En su forcejeo notó mejor que el tobillo de la chica se encontraba lo suficientemente lastimado como para hacerla soltar muecas de dolor.
-¡Me matarán'ttebane! ¡Hice que te rompieras la pierna! ¡Soy un monstruo'ttebane!- Gritó más, como si realmente fueran a generarle una tortura por ello, como si lo peor que podía hacer era osar romperle la pierna a alguien que ni si quiera sabía quién era.
La chica, mirándola, comenzó a reír, a pesar del dolor que debía generar la pequeña torcedura.
Eso bastó para que Kushina dejara de gritar, mirándola atentamente y con curiosidad, casi como un pequeño gato al que le han llamado la atención.
-¡Si tienes voz'ttebane!- volvió a gritar, ayudándola a pararse en el proceso. Por lo menos a la de pelo negro no parecía molesta con los constantes gritos en su oído.
Ella, con una voz más suave pero aún la gracia en la misma, habló. –Mi nombre es Mikoto Uchiha, y no, no eres un monstruo, me había torcido el tobillo en la práctica de Taijutsu- una respuesta simple que calmó la loca cabeza de su nueva conocida.
Kushina solamente pudo suspirar con alivio dramáticamente, sacándole otra fresca risa a Mikoto.
La ayudó a ir hasta la enfermería, platicando de una y más cosas, desde cosas tan irrelevantes como recordar que debían decirse Hola, hasta cosas más importantes –a opinión de Kushina- como el hecho de que adoraba comer Ramen.
¿Quién diría que Kushina poco supiera quienes eran los Uchiha? ¿Quién diría que todos les miraban con una clara expresión de extrañeza por verlas juntas?
Bueno, Mikoto también se sorprendió un poco de que ella alzara los hombros cuando le comentó sobre el clan Uchiha. Ni si quiera ahondaron más en el tema, no les importaba a ninguna de las dos realmente.
Pero, aún con eso, tampoco era demasiado común ver a un Uchiha tener tanta confianza con alguien que no fuera de su clan, en especial alguien que podía ser tan distante como Mikoto. Sin embargo, ¿Qué importaba? ¿O quiénes eran los Sensei que se preguntaban esas cosas como para decir algo?
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Sus Infantiles pasos las llevaron hasta la enfermería, donde aún platicaban de forma amena, como si se conocieran de toda la vida.
Era extraño, eso era algo que Kushina tenía bien claro.
Porque recordaba a otras chicas de la academia, que le platicaban y eran sus amigas, hasta el momento en que veían como ella hablaba con alegría y cercana a Minato. En el momento en que eso pasaba, todas la odiaban incluso más que siendo de por si una forastera de un lugar destruido.
La pura verdad es que eso no lo entendía para nada.
Un grupo de personas podía tenerle enfado por según ser una forastera que llegó a su aldea sin más, otras, las mujeres, parecían odiarla por platicar con el rubio al que le debía la vida.
Por lo menos Mikoto no la miró mal cuando le contó parte de esa historia en la caminata, tampoco cuando supo su nombre completo.
Alzó sus hombros mientras miraba como su nueva amiga era ayudada por la MedicNinja de la academia. Sus curiosos ojos vaguearon por allí, buscando algo que llamara su atención, hasta que finalmente reparó en la figura de la ropa de ella.
Oh.
Ese signo lo había visto antes, lo recordaba.
¡Claro!
Aquella bola de niños con expresiones estiradas, que la insultaron por no ser alguien de su nivel, inferior, de otra aldea. ¡Aún recordaba al amargado principal!, si no recordaba mal, a su líder le llamaron Fugaku.
Su expresión se ensombreció.
¿Realmente aquella agradable chica era como esos tipos?
Ella se miraba más amable o cálida, a pesar de que claramente era callada. Y bueno, tenía ese porte raro que tenía la gente de esos clanes, pero fuera de eso no parecía estar repeliéndola como la peste por no ser Uchiha.
Que de hecho, ahora entendía porque la miró con tanta extrañeza cuando no le importó el que fuera del clan Uchiha.
Decidió que no pensaría cosas apresuradamente, después de todo apenas la venía conociendo. En un principio pareció reacia a hablarle, pero una vez la hizo reír, todo mejoró, tal vez, tal vez Mikoto no era como esa bola de personas.
-Miko-chan, Entonces, ¿Eres de nuestro salón?- preguntó nuevamente, sintiéndose algo tonta por dentro por no notarla con anterioridad.
Ella simplemente asintió, aun demostrando que era más callada que ella. –Debo fijarme más en la gente'ttebane- murmuró, cruzando sus brazos, generando otra risa en la chica. -¿No te molesta que te diga Miko-chan verdad?- agregó, dándose cuenta tarde de su "atrevimiento".
-No te preocupes, no me molesta-
Kushina sonrió feliz, alzando sus manos en son de victoria.
A quien le importaba de qué clan era ella o que se conocieran por un accidente.
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N/A: Y esta historia es para mi hermana "Misha", Que espero le guste la primera parte. Esta historia estará echa de tres partes, con Mikoto, Kushina y Minato como protagonistas. ¡Espero les agrade!.
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