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Y ahora una nueva entrega de mis historias en el Universo de "Emociones en el verano de Konoha", esta se lleva a cabo a continuación de "Afortunadamente los cumpleaños son una vez al año" y aunque se entienda bastante bien aunque no hayan leído esa es posible que sea mejor si la leen primero.
Como es evidente nada del universo de Naruto me pertenece ni gano dinero escribiendo estas locuras.
Además más importante que todo lo demás es que esta historia es Yaoi, o sea, trata el amor físico entre dos hombres y es de categoría M, o sea está dirigido a un público adulto, así que si alguien no es lo suficientemente viejo/a por favor no lea esta historia, hay muchas otras que pueden disfrutar.
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Las parejas son de dos. (No es tan obvio como pareciera.)
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Primer intento.
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Luego de recibir con una inmensa alegría la noticia de que Kakashi quería que viviera junto a él en su casa, Iruka se encontraba en el piso de la habitación del jounin con el copy-nin bajo su peso a punto de hacer al fin lo que había estado deseando por lo que sentía había sido una eternidad.
Esa larga espera que se había prolongado por semanas se había dado; primero, porque su novio había estado en recuperación luego de su última misión, recuperación de la que la Hokage lo había hecho corresponsable por lo que el maestro no había querido dar razones a la sannin para no ser tomado en cuenta como la persona con más sentido común entre los dos y segundo, por el malentendido de su fiesta de cumpleaños del que era el único responsable.
Malentendido que hacía que se diera cuenta de que posiblemente su sentido común después de todo no fuera tan confiable como había opinado inicialmente.
El maestro después de tanto tiempo de abstinencia se sentía a punto de estallar de deseo, suponía que el sentirse liberado también de la angustia que había sentido al pensar que su relación con el jounin estaba llegando a su fin ayudaba a que su apetito por Kakashi hubiese alcanzado un nuevo nivel.
Sospechaba que a eso se referían sus conocidos cuando hablaban de sus experiencias con el sexo de reconciliación, asegurando siempre que era asombroso y dado que lo acontecido en las últimas semanas podía contarse como la primera vez en que al menos el maestro había sentido que una relación que deseaba conservar estaba en peligro, se sentía a punto de verificar si esas historias serían verdaderas.
Habitualmente no era el chunin el que iniciaba ese tipo de intercambio, aunque contrario a lo que posiblemente pensara la gente que los conocía si lo supieran, no se debía a que le faltaran las ganas ni a que tomar la iniciativa le avergonzara, sino principalmente a que tenía la seguridad de que no debía esperar mucho antes de que el otro hombre tratara de seducirlo, situación que a veces él mismo propiciaba realizando acciones que sabía incitaban al jounin, ya fuera estirando sus brazos sobre su cabeza mientras suspiraba simulando cansancio y ocasionando que su camisa al levantarse mostrara parte de su torso o soltando su cabello desordenadamente sobre su rostro al fingir que la cuerda con la que se lo estaba tratando de atar se había roto.
Y tenía que reconocer, así fuera ante él mismo, que disfrutaba de la atención y le llenaba de orgullo el sentirse deseado por Kakashi, pero la montaña rusa emocional en que había estado viviendo esos últimos días lo tenían con ganas de desahogar su ansiedad y celebrar su alegría compartiendo con el jounin desenfrenadamente como si fueran conejos en celo.
Ayudaba también a su excitación el muy conveniente grado de desnudez que ambos presentaban, pues habían estado disponiéndose para ir a la cama a dormir una siesta, ya que, aunque ya eran las horas de la tarde acababan de deshacerse de sus últimos invitados y no habían descansado gran cosa desde el día anterior, ahora que dormir no era realmente lo que estaba teniendo en mente y estaba seguro de que su pareja tampoco.
Ambos tan solo tenían puesta la parte de abajo de la ropa con la que acostumbraban descansar en las noches, el maestro el pantalón de la pijama y el jounin una máscara que en ese momento colgaba en su cuello como medida de precaución en caso de que tuvieran que salir de manera sorpresiva y una pantaloneta vieja pero que se veía extraordinariamente bien en el cuerpo del hombre, además de que permitía que el chunin tuviera acceso a casi toda la piel de su pareja que parecía arder mientras la acariciaba.
-(¡…!)
Suponía que Kakashi estaría tan anhelante como él pues sintió donde una de las ásperas manos del hombre subía por su espalda hasta llegar a su cuello, donde se detuvo para firmemente acercarlo hacia la cara del jounin empezando a devorarlo.
El jounin solía ser un amante amable y cuidadoso, sin embargo siempre era capaz de adivinar cuando su pareja estaba deseoso de un juego más salvaje a lo cual accedía por su deseo de complacer al chunin, aunque siempre acabara esas sesiones amorosas abrazando y acariciando suavemente al receptor de su afecto.
Y fingiendo para beneficio del chunin que no se había dado cuenta de su intensión al estirarse o soltarse el cabello.
Iruka en ese momento solo pudo cerrar con fuerza sus ojos girando un poco la cabeza para dar un mejor acceso a su amante, mientras este daba un rudo beso sobre el pulso en su garganta que sin duda dejaría una huella que sería visible al día siguiente.
-(tos)
El chunin empezó a dar gemidos ahogados mientras su mano se deslizaba sobre el cuerpo de su novio hasta llegar al borde de la pantaloneta del jounin, introduciendo su mano en ella hasta sentir los rizos plateados, siendo premiado por un ronco gruñido de aprobación del copy-nin.
-(tos, tos)
Kakashi arqueó su espalda mientras mordía sus labios tratando de ganar un poco de autocontrol, lo cual no pudo lograr por mucho tiempo, pues empezó a jadear al sentir donde Iruka lo acariciaba ayudando a terminar de endurecer el miembro que de todos modos ya había estado casi en su máxima rigidez hacía tan solo un momento, sintiendo al mismo tiempo como su chunin estaba en la misma situación que él, pues el maestro frotaba su endurecido miembro contra el del copy-nin al tiempo que aceleraba cada vez mas el ritmo de la fricción que otorgaba, con tan solo la delgada tela de las prendas que ambos tenían puestas como barrera, barrera que empezaba a sentirse excesiva.
-(¡TOS!)
Los dos shinobi se pusieron de pie de un salto mientras adoptaban una posición de defensa estando casi espalda contra espalda pero un poco girados para poder mirar directamente a la persona que había hecho el sonido que los había hecho separarse.
Era un ANBU.
No habría que pensar mal de nuestros sensei por no haberse dado cuenta de que tenían una visita.
La propiedad Hatake estaba muy bien resguardada de manera que era prácticamente imposible que un enemigo se introdujera en ella sin ser descubierto, además dado que la fiesta del día anterior había dejado parcialmente incapacitados a la mayoría de sus amistades no habían esperado ninguna visita en esa tarde, todo eso sin contar que como ese visitante no había presentado ninguna actitud agresiva no se habían disparado los reflejos de defensa de ninguno de los dos shinobi por lo que estos a pesar de su extraordinario entrenamiento e indiscutibles habilidades no se percataron de la presencia de ese ninja en particular.
Por último, no era infrecuente que los pertenecientes a ese grupo practicaran sus habilidades para pasar inadvertidos aún cuando no estaban en ninguna misión importante para mejorar su destreza y el probarse ante alguien con la fama del copy-nin era realmente algo tentador para todos esos jóvenes que consideraban al jounin como una especie de modelo a seguir.
Está de más decir que aún con todas esas circunstancias atenuantes posiblemente un terremoto tampoco hubiera provocado una reacción inmediata por parte de los sensei.
En ese momento el orden de las prioridades para ambos shinobi estaba un poco desacomodado.
Pero regresando al visitante, no fue hasta que el ANBU habló que Iruka notó su género.
La kunoichi sonaba joven, seguramente no llegaba a los veinte años, lo cual no era raro pues por el tipo de trabajo que realizaban necesitaban mucho de la energía de su juventud y luego de muy poco tiempo, si sobrevivían, ese grupo de élite solía dedicarse a otro tipo de labores lo que hacía que la sangre joven siguiera siendo lo común entre ellos.
La muchacha además no debía ser muy experta en lo que a la vida privada se refería, cosa de nuevo nada rara en los jóvenes que pertenecían a ese grupo pues sus actividades no los dejaba relacionarse de manera muy normal con otros jóvenes de su edad , cosa que se evidenciaba en la chica a pesar de las habilidades que indiscutiblemente debía poseer para haber sido escogida para el grupo al que pertenecía porque se notaba algo avergonzada, siendo el rubor de sus orejas el indicador mas importante.
Aún así la kunoichi luego de aclarar de nuevo su garganta entregó el mensaje que la había llevado allí mientras evidentemente trataba de evitar mirar la mitad inferior de los dos hombres y posiblemente no solo porque deseara disfrutar de la expuesta mitad superior;
-Kakashi-sempai, Tsunade-sama requiere su presencia de inmediato y por el carácter urgente tengo órdenes de acompañarlo para ir poniéndolo al día de la naturaleza de su siguiente misión.
Los dos shinobi se daban cuenta de que era casi seguro de que Tsunade no había enviado a esa joven a que sirviera de escolta por el carácter tan "urgente" de la misión, pues de haberse presentado una situación de peligro real para la aldea el tatuaje de los tiempos de ANBU del jounin se habría activado, obligándolo a presentarse de inmediato en la Torre para recibir sus órdenes, por lo que lo más probable sería que la Hokage quería asegurarse de no tener que quedarse esperando a Kakashi por dos horas cuando la mujer debía estar con una resaca marca demonio producto de los excesos de la fiesta de la noche anterior que posiblemente la tuviera deseando largarse a su casa a dormir la mona lo más pronto posible.
Los dos hombres se relajaron un poco y tanto el copy-nin como el maestro empezaron a buscar sus respectivos uniformes para ponerse medianamente presentables mientras trataban de pensar en algo que les ayudara a controlar y disimular la respuesta física que hacía tan solo un minuto más bien habían estado persiguiendo, curiosamente ambos pensaron en Gai lo cual logró maravillosamente el efecto mata-pasiones buscado, al mismo tiempo que la ANBU ponía al corriente al jounin de cual sería su labor.
No era una misión clasificada como habían podido adivinar y todos en la aldea sabían que el nivel de Iruka en la sala de misiones permitía el poder hablar libremente frente a él en casos como ese sin comprometer el resultado de la tarea.
Los dos hombres apenas tuvieron tiempo de una rápida despedida mientras Kakashi se marchaba realizar la labor que se le estaba encomendando, dado que todos los Inozuka estaban ocupados se necesitaba de sus habilidades de rastreo para seguir a un ladrón común que había robado hacía apenas unas horas unos documentos muy importantes a un noble local y por la importancia personal de dichos papeles era indispensable para él recuperarlos de inmediato.
Nadie lo comentó pero todos se imaginaron que dichos papeles personales involucrarían un romance prohibido y tormentoso y que Tsunade debía deberle algún favor o mucho dinero a ese cliente en cuestión.
No todas las misiones eran tan emocionantes o nobles como para guardarlas en el recuerdo en espera de contárselas a tus nietos como evidenciaba esa en particular.
Pero por lo menos las pagaban bien.
Aunque por ella evidentemente su tiempo juntos iba a tener que esperar.
Aun así Kakashi luego de dar un beso enmascarado, pues como tenían audiencia no se descubrió el rostro que había ocultado apenas sintió a la kunoichi, le pidió a su chunin que mientras él no estaba en la aldea fuera empacando las cosas que había que trasladar desde el apartamento del maestro y cuando estuviera de regreso podrían hacer el movimiento juntos, así mismo aprovecharía cuando terminara esa misión para hablar con Tsunade y pedir un día libre para dedicarlo a eso.
Y a aquello.
Ese último comentario le valió un codazo propinado al copy-nin por su nuevamente recatado y correcto novio y un nuevo rubor de orejas para la afortunada testigo.
Luego de que el copy-nin y su niñera se marcharan Iruka efectivamente se marchó a su apartamento dado que ese día era libre para él, pasando primero a una tienda cercana a preguntar si le podrían obsequiar algunas cajas de cartón que ya no utilizaran para empacar sus cosas.
La misión de Kakashi posiblemente no fuera muy larga y una vez que el jounin estuviera de nuevo en la aldea habría tiempo de sobra ese mismo día para mudarse a la casa y tener el "tiempo de calidad" que les había estado faltando por semanas y que esa misión había pospuesto.
Pensando en ello nuestro ruborizado y feliz chunin empezó a organizar sus cosas…
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Por supuesto que van a tener más interrupciones, los que hayan leído otras de mis historias imagino que ya lo estarán esperando.
Je je.
Como comentario al margen tengo que decir que dado que me siento algo incómoda escribiendo de sexo en un sitio tan público me he estado devanando los sesos tratando de decir lo mismo que diría de manera más soez de manera no muy explícita para no corromper a nadie, no tienen idea lo difícil que es y por lo tanto no esperen que haga descripciones extremadamente detalladas.
En todo caso siempre es bueno dejar algo a la imaginación, creo yo.
Por favor, déjenme saber que opinan.
Besitos, XimeB.
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