Ni hao a todo el mundo. Lo sé, me he ausentado por mucho tiempo- Observa su cuenta llena de telarañas y polvo- Creo que hay que actualizar….- Saca una escoba y comienza a limpiar su cuenta.
Nyroge: Uhhh… como ven, la escritora está limpiando, espero que me recuerden en otros fanfics…-comienza a leer.
Tsukiko: ¡Hola a todos!
Nyroge: ¿Y tu quien eres?
Tsukiko: Soy una nueva personalidad…bueno, en realidad soy ella misma, solo que se puso nombre.
Nyroge: En fin…Comencemos.
Tsukiko: Este fic lo escribió la escritora en un momento randomn, es obvio que deben haber algunas errores, pues mientras lo escribia sus amigas la estaban mirando y molestando. Asi que supongo que los capítulos siguientes serán mejors….Suppose…
Disclaimer: Los personajes de Hetlia no nos pertenecen, sino a Hidekaz Himaruya –alabanzas-
Setting: Canon/ AU Advertencia: Yaoi (hombre x hombre) , si no te gusta HUYE. Probable lemmon, varias parejas. RoChu, NiChu, IggyChu and Moooooore. Y lo que venga después(?)OoOoOoO
Sus ojos estaban perdiendo todo el brillo que le caracterizaba, un extraño liquido carmín descendía de una forma tortuosa desde su vientre hasta el césped, provocando una mezcla de colores contrarios. Todo perdía sentido e importancia. Su cabello lacio y negro estaba suelto, reposando en el suelo.
Habian gritos de fondo, voces que gritaban su nombre.
Yao
YAO
¡YAO!
Una vez más todo se ennegrecía, las heridas dejaban de doler. Cerró los ojos, mas no vio nada, eso le desconcertó; se supone que cuando alguien moría debía reencarnar en un animal inmediatamente. Entonces ¿Por qué nada sucedía?
Bien, había que ser pacientes. Paciencia, paciencia…eso era…
Escuchó un reloj, con su infernal tic tac.
Un pensamiento cruzó su mente: ¿Y si intentaba abrir los ojos? Seria conveniente, la gran nación China no podia morir, pero…. Ahí estaba, herido de muerte y con los ojos cerrados. Tal vez reencarnaría en una jirafa un dragón, quien sabia. La pregunta del millón ahora era esta. ¿Por qué demoraba tanto?
Supuestamente, debería haber reencarnado de inmediato, ya estaba muerto.
Prefirió seguir esperando y esperando y esperando…y…. ¡SU PACIENCIA NO ERA TAN GRANDE!
Una fuerte brisa le revolvió los cabellos, un sensación agobiante le lleno el cuerpo y unas cosquillas fueron repartiéndose por su rostro. El suelo comenzó a hacerse movedizo bajo suyo. Si, ya debería estar reencarnando en otro ser , otro animal, si, eso debía ser seguramente.
Todos sus recuerdos pasaron frente así, arremetiendo con fuerza en su rostro. Las cosas buenas, las malas, las divertidas, las tristes. Rostros, sonrisas. Nombres y personas que alcanzó a conocer. Las peleas, las reconciliaciones. Discusiones sin sentido y que de todas maneras le subían el ánimo aunque no lo demostrase.
El norteamericano y sus estupideces, el inglés y su odio e indirectas mutuas, el francés y sus palabras pervertídas que siempre le provocaban escalofríos, el ruso y su acoso mas sus palabras cariñosas. Sus hermanos, Kiku y esa personalidad tna irritante pero interesante, Corea y sus travesuras, Taiwan y sus palabrotas, Hong Kong y esa personalidad tan parecida pero a la vez distinta a la de Kiku.
Aquellos seres que le trajeron tantas emociones.
En ese momento recayó en que muchos de ellos tal vez quedarían mal con su partida, unos más que otros. Rusia y Corea especialmente. En el fondo una tristeza se esparció por todo su cuerpo pero se colocó justo en su garganta, provocándole deseos de llorar.
Estaba dejando atrás demasiadas cosas, y no solo era ''cosas'' eran personas, personas importantes que que dejarían para siempre una marca en su vida. Buena o mala , era una marca que no se borraría. Que permanecería a su lado, que le acompañaría para siempre. Y con todos esos pensamientos….ahora tenia miedo.
El miedo que te va devorando, que te hace temblar, sucumbir ante él, caer a sus pies, sentirte débil por mero despecho. El miedo…
Y ahora si lo pensaba mejor: No quería irse y dejarlos, no podía.
Y es que ahora estaba muerto. Nada podía hacer.
Vamos…un último intento para verles.
Abrió los ojos de golpe. El mismo cielo azul, la misma brisa, la misma posición en la que había caído al suelo para despedirse de ese mundo egoísta y superficial que te enterraba miles de cuchillas por la espalda si no estabas atento, si no eras astuto, y aun asi le gusta ese mundo…
¡Todo seguía igual!
Incluyendo los gritos que decía su nombre.
¡Yao, levántate!
Por Buda. ¡¿Cómo querían que se levantara si estaba muriendo?
Lo pensó mejor y era bastante razonable que aun gritaran su nombre.
Hey, adorador de pandas…
¿Pero que clase de llamado era ese? Movió una mano apenas y resulto que no había dolor alguno. Entonces ¿Qué sucedía? Frunció el entrecejo, extrañado, aun con sus orbes mirando el cielo azul. La herida abierta no provocaba daño alguno y aunque se moviera, presuponía que no dolería como antes. Apoyó los codos en el césped, levantando el tronco milímetros del suelo, descubriendo que solo estaba en él la sensación de cansancio, como despertándose de un eterno letargo. No había nada más.
No le llames adorador de pandas, kolkol
Un viento heladísimo le golpeó el rostro, un frio interior. Sus músculos se tensaron por el llamado y el miedo lo fue consumiendo de a poco. Cerró los ojos con fuerza y de un solo movimiento se sentó en el pasto Se llevó ambas manos a la cabeza y se movio de atrás hacia adelante.
-¡Aiyaaa! ¡Esto es un sueño, aru! E-eso es, aru. Ahora, Yao, respira hondo. Si…-Tomó aire repetidas veces, llevándose una mano al pecho para intentar regularla, el miedo y la confusión llenaban cada parte de su ser
-¡Hey, guy! Wake up! –Ahora las voces se hacían nítidas. Ahogo un suspiro y abrió los ojos, y fue ahí cuando lo vio.
Un inglés y un ruso. ¡Arthur e Ivan! Mirándole extrañado.
Los miro de arriba abajo, seguían igual que siempre, pero con una cara solo unos años más joven, no era la gran cosa. Lo que si le llamó la atención al chino fue la vestimenta.
¿Chalecos color miel? ¿Pantalones azules a cuadros? ¿Corbatas, insignias? De por si estaban bien arreglados, pero… ¿Qué era todo eso?
-Cambie esa cara, Yao. Ni que hubieras visto un fantasma…-exclamó el inglés con aire burlón.
-Fuu~, no estás en posición de hablar de fantasmas, da –Agregó el ruso sonriente, esa sonrisa tan falsa y cínica, contrastando con esos comentarios tan hirientes pero sinceros. La reacción de Arthur fue cruzarse de brazos, ignorar el comentario y caminar hacia el chino que aun no entendía nada de nada.
-Yao, las clases van a comenzar, Hurry Up – Volvió a hablar el rubio tironeando aun-muy-débilmente las mangas del asiático que le contemplaba con una expresión atónita, sin atinar siquiera a moverse o decir algo, su labio temblaba.
-Y-yo….-Balbuceó el chino.
-Yao, Are you okay? Me estás asustando, really really –Comentó Arthur zamarreando al pobre chino que seguía con la mirada puesta en quien-sabe-que-cosa.
-Seguro tus enormes cejas lo traumaron, da.
-Seguro tu aura maligna lo espantó, stupid.
-¿Quieres conocer a mi grifo, da? –Preguntó el ruso con su risa sádica que avisa que estás en peligro y que Ivan te va a meter el grifo por él…
-Shut up. Bastard!- Se apresuró a defenderse, tal vez no físicamente pero si de manera verbal, pues en fuerza no había nadie que le ganara al ruso….no aun.
-Mira, cejón, dejemos de discutir, mira a Yao, pobrecito, creo que necesita un buen masaje ruso, kolkol – Mencionó el oji perla acercándose peligrosamente al pobre chino que aun estaba en schock.
-Tsk….haz lo que quieras, bastard .- Dijo finalmente el oji verde, mirando de reojo el acercamiento de su compañero al asiático, aun con la idea de que era mejor separar al rus del chino, quien sabe que cosa podría hacerlo. No es que le importara….¿O si?
-A-aiyaa….-fue lo único que dijo el chino, antes de volver a desmayarse. Ivan logró tomarlo en brazos, mirándole confundido, para pasear su mirada hasta llegar al inglés, esperando alguna palabra de apoyo de su británico compañero, el cual solo se limitó a suspirar con pesadez y mirar el enorme edificio tras de ellos.
-Llevémoslo a la enfermería…-Se pasó una mano por su alborotado y rubio cabello antes de emprender el camino hacia la escuela, hacia la Gakuen Hetalia.
Por que Yao lo ignoraba, ignoraba que ahora estaba en… otro mundo.
OOoOoOoO
¿Amenazas, sugerencias, me invadirán mis regiones vitales?
Todo se acepta, menos la invasión DDD:
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