Nota: Los personajes como todos ya saben son de la obra del buen profesor Tolkien a quien le debemos todo, en lo que a fics respecta, a ver como me sale este nuevo fic.
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La invitación
Aquella mañana, tres raudos jinetes salieron de Tirion sobre Tuna, llevando importantes misivas para los elfos que conocemos bien, uno a uno fueron dejando las notas hermosamente decoradas con la perfecta caligrafía del mismo rey Finarfin, quien fue el que personalmente escribió cada una de ellas ya que lo que tenía que comunicar era un acontecimiento tan importante que se ocupó el mismo de los preparativos.
Los mensajeros, dejaron las notas en cada una de las casas de los nobles elfos, quienes recibieron la noticia con agrado y rápidamente corrían a hacer los preparativos, la casa de Thranduil no era la excepción.
-Jaque –dijo Thranduil moviendo un alfil y una mirada de satisfacción –parece que estamos distraídos hoy, que harás ahora Mithrandir?
Gandalf sólo se frotó la barba y miró pensativo las piezas, ignorando por completo el bello jardín de la residencia del antiguo rey de Mirkwood.
-Correo para el señor Thranduil Oropherion –dijo Haldir, encargado de llevar las misivas a los habitantes de Tol Galen.
Thranduil tomó la carta que el elfo gris le ofreció y leyó la carta sin mayor preámbulo olvidando por unos segundos a su invitado, momento que aprovechó Olorin para cambiar la posición de las piezas de ajedrez que hasta hace poco se mostraban desfavorables al mago.
-Que extraño –dijo Thranduil frunciendo un poco el entrecejo –creí que este asunto ya estaba solucionado, por qué habrán esperado tanto para dar este paso? Tú que crees Mithrandir?
-De que estás hablando? –dijo Apresurado Mithrandir algo nervioso pues se creyó descubierto
-Puedes leer mi carta y ver por ti mismo
-No será necesario –dijo Haldir – también tengo otra carta para él.
Haldir le entregó la carta a Olorin quien algo intrigado vio el sobre firmado por el mismo Finarfin.
-son buenas noticias? –preguntó Haldir con curiosidad
-Deben serlo –dijo Thranduil –siempre es una alegría recibir una noticia como esta
-Seguro –dijo Gandalf –pero hay algo que no entiendo
-que cosa?
-Por qué te invitaron
-Que no es obvio! –Gritó Thranduil, que no hacía falta mucho para hacerlo enojar, y una vez más Thranduil y Gandalf estaban discutiendo.
Mientras los otros dos mensajeros hacían un sorteo para ver cual de los dos iría hasta Formenos para entregarles las cartas a los hijos de Feanor.
-Te gané esta vez Rumil, ya van dos veces seguidas
-al mejor de cinco Orophin –dijo Rumil –sabes que no quiero ir yo sólo.
-Si no vas no alcanzaremos a repartir todos los sobres.
-cuales sobres? –preguntaron Elladan y Elrohir apareciéndose como fantasmas detrás de Orophin
-No hagan eso! –dijo Orophin –que manía la de asustar así a los elfos. No te rías Rumil, que pudo haberte pasado a ti.
-No quisimos asustarte –dijo Elladan –pero nos pareció escuchar que irían a Formenos.
-Nosotros quisiéramos volver allí –siguió Elrohir –y visitar a los hijos de Feanor.
-Pero mamá no nos deja
-Dice que son mala influencia
-Sólo porque Celegorm nos regaló su balrog de papel (N.A: algo así como una piñata pero llena de fuegos artificiales)
-Parecía molesta cuando lo encontró la cocina
-Al menos eso pareció después de que volvió en sí.
Rumil y Orophin sólo se miraban entre ellos, con varias interrogantes en sus miradas. Serán estos los hijos de Elrond Medio elfo y nietos de Celeborn el sabio? Ninguno podría responder, divagaron en estos asuntos, hasta que algo se le ocurrió a Rumil.
-Se ve que son grandes amigos –dijo Rumil –sería una pena que no vuelvan a verlos
-si tan sólo tuvieran una excusa para ir –dijo Orophin que ya comprendió el plan de su hermano –ya sé! Por qué no van ustedes a entregarles personalmente estos sobres.
-nosotros iríamos pero todavía tenemos que hacer otras entregas y Formenos nos queda lejos –Dijo Rumil
-no sé –dijo Elrohir –mamá nos dijo que no quería que por ningún motivo volviéramos a buscarlos.
-Pero que tal si el motivo es el mismo rey Finarfin –dijo Rumil –seguro no se negará a eso, ya que las cartas las manda Finarfin.
-Yo creo que se enojará si no llevan personalmente estos sobres con los hijos de Feanor
-Si lo pones de ese modo –dijo Elladan –podemos ir a entregarles los sobres personalmente.
-Podemos buscara Legolas también –dijo Elrohir –apuesto a que le gustaría volver a ver a Maedhros y sus hermanos.
-De eso estoy seguro.
Y como no hace falta mucho para convencer a Legolas de meterse en problemas, digo de salir en una nueva aventura, los tres partieron hacia Formenos, no sin antes dejar respectivas notas en sus casas diciendo a donde iban, notas convenientemente dejadas en lugares difíciles de encontrar, para que sus padres no salieran corriendo detrás de ellos, como acostumbraban.
-Otra vez haciendo balrogs de papel? –Dijo Maedhros –este nuevo pasatiempo tuyo es muy extraño.
-Me dijiste que encontrara algo que hacer con mi tiempo –respondió Celegorm –pensé que la escultura no te molestaría, además soy muy bueno en esto.
-Extraño pasatiempo –dijo Maglor –pero yo quisiera saber que haces con tus balrogs una vez terminados.
-Se los regalo a mis amigos –dijo Celegorm moldeando con los dedos los cuernos de su última creación –ellos los aprecian más que ustedes.
-sólo quisiera saber que amigos son esos que les gusta tener balrogs en sus casas –dijo Maedhros.
-Te sorprenderías Maedhros –le dijo Celegorm sonriendo como si él mismo estuviera ahí viendo la cara de espanto de Turgon.
-Maedhros –entró Kurvo al taller de Celegorm –tenemos visitas.
-Quien es? –preguntó Maedhros
-Son Legolas y los hijos de Elrond –dicen que tienen un encargo del rey Finarfin.
-Si Thranduil mandó a Legolas aquí debe ser algo importante –dijo Maedhros –espero que no sean malas noticias.
-No debe ser nada grave –dijo Maglor
-pues ve y averígualo –dijo Curufin, esperando que sus hermanos salieran a recibir a sus visitantes, oportunidad que aprovechó para dirigirse a Turko –dime, ya terminaste con el balrog que te pidió Moryo?
-Mañana estará listo
-Me muero por ver la cara de Angarato cuando lo vea.
-Feliz encuentro Legolas Thranduillion, Elladan y Elrohir Peredhil -saludó Maedhros –a que se debe el honor de su visita.
-No se habrán escapado de casa? –dijo Caranthir que estaba en la sala principal de la casa
-No seas descortés Moryo –lo reprendió Kano
-No, no, por que haríamos algo así –respondió rápidamente Legolas.
-Nosotros jamás –dijeron al mismo tiempo los gemelos.
-entonces a qué vinieron?
-vinimos a traer estas cartas del rey Finarfin –dijeron los gemelos sacando los sobres de la bolsa de montaraz que portaban.
-El rey Finarfin –dijo Maedhros leyendo la carta –así que Finrod se casa finalmente.
-El primo Findarato –dijo Maglor –y con quien?
-Amarie –respondió Maedhros –de los vanyar
-pobre la dejó esperando desde la época de los árboles –dijo Caranthir –fue muy desconsiderado el primo al dejarla por tanto tiempo
-Parece que al final el amor triunfa –dijo Maglor -ya era hora, o mejor dicho siglo.
-Siglo? Milenio querrás decir –dijo Moryo –y tu cuando te casarás Maedhros? Ahora que ya no tenemos maldición deberías buscar alguna elfa bonita que esté dispuesta y que aguante tu mal humor. Creo que esa es la solución, que te cases!
-Haré como que no escuché eso –dijo Maedhros mirando feo a Caranthir –Creo que son buenas noticias las que traen, me hubiera gustado asistir a la boda del primo Finrod.
-Que no piensan ir? –preguntó Legolas.
-Nos invitaron por educación –dijo Caranthir –en realidad no esperan que vayamos.
-Pero el mismo rey les envía la invitación –dijo Elladan
-creo que deberían asistir –añadió Elrohir.
-Veremos –dijo Maedhros sonriendo, quien todavía se sorprendía por el aprecio que estos tres jóvenes elfos les tenían –primero tenemos que consultar con los valar, es necesario que nos otorguen un permiso especial para dejar Formenos.
-Yo creo que los valar les otorgarán el permiso –dijo Legolas –después de todo ustedes son buenos tipos.
Maedhros volvió a sonreír por las palabras de Legolas.
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