La historia surgió por una duda que tenía en mi mente y situaciones que me gustarían que pasaran, específicamente con Amy Rose, así que con la ayuda de mi hermana la estoy formando. Por el momento solo es una idea, y dependiendo de cómo reaccionen ustedes la continuaré, así que espero que escriban sus comentarios.

Soy principiante en esto de escribir, así que cualquier detalle o error que tenga el texto por favor que me lo hagan saber.

Sin más los dejo con la historia.


Capítulo 1. Culpa

El pasado de Amy Rose había sido siempre un misterio, ¿de donde provenía? ¿Cómo había llegado ahí? ¿Quién era ella en realidad? Aunque parezca extraño, la verdad era que ni si quiera ella lo sabía.

Por alguna razón que no entendía, cualquier indicio que la acercara a él se desvanecía en cuestión de segundos. Sabía que estaban ahí, esos recuerdos, pero por más que se esforzaba, solo pasaban por su cabeza como imágenes fragmentadas que no podía comprender.

El fuego, consumiendo todo a su paso.

La ambulancia, el sonido ensordecedor que provocaba en ella un sentimiento de terror.

Y el vacío, soledad en su interior, una sensación de pérdida.

Lo rememoraba todos los días desde que despertó en aquel hospital, pero cada vez que observaba a las familias pasear en los parques, divirtiéndose y amándose mutuamente, esas emociones se presentaban con mayor fuerza. Y por alguna razón lo añoraba.

Amor, Familia... ¿Los había tenido alguna vez?

Era desconcertante, más bien frustrante ¿Cómo era posible su falta de memoria ante su propio pasado? ¿Por qué no lo recordaba? En la profundidad de su ser, sabía que era algo importante, algo que tenía que recuperar.

Y lo hizo, lo buscó hasta el cansancio durante mucho tiempo, y hubiera llegado más lejos, pero su búsqueda por dicho pasado acabó en un segundo plano. Y todo... cuando lo conoció a él.

Si, ese carismático erizo azul la había cautivado desde sus cortos 8 años de edad. Conoció a Sonic en el momento en que valientemente la había salvado de Metal Sonic cuando éste la había capturado hace ya tiempo atrás. Y con el paso de los años y de numerosas e increíbles aventuras juntos, lo que en un inicio había sido una fuerte admiración por él, se convirtió en un gran amor para nuestra pequeña eriza.

Había echo de todo para enamorar al chico, trataba de sorprenderlo, de demostrarle que era un buen partido, con métodos... muy poco ortodoxos. Sus incesantes intentos por llamar su atención consistían en persecuciones durante largas distancias con la intención de pedir una cita con él, pero a veces estas peticiones llegaban al extremo de mencionarle el matrimonio. Sonic por su parte, hacia lo posible para escapar de ella, pero la chica siempre encontraba la extraordinaria forma de atraparlo, lo que para todos era algo increíble tomando en cuenta, que Sonic era considerado el erizo más rápido del mundo. No era que le desagradara Amy ni mucho menos, al contrario, la consideraba una buena amiga, pues a pesar de su loco y obsesivo enamoramiento hacia él, sabía de antemano que ella era una chica muy amable y gentil.

Lamentablemente, meterse en líos era muy frecuente al momento de intentar llamar la atención del joven erizo. Si bien esto no era a propósito, pues era evidente que la chica solo trataba de ayudar y demostrar que era fuerte, en la mayoría de los casos los problemas estaban a la vuelta de la esquina. Al final siempre era Sonic quien terminaba salvándola.

En un principio, los intentos de Amy por alcanzarlo le parecían algo entretenido a nuestro héroe, un simple juego. Era en cierto punto divertido ver a la chica tratar de alcanzarlo incesantemente todas las mañanas…y vaya que no se daba por vencida. Esa perseverancia, pese a que nunca lo mencionaba, le había gustado un poco.

Pero al paso de los años, lo nuevo se volvió monótono. Se hizo demasiado frecuente que el Dr Eggman capturara una y otra y otra vez a Amy con el fin de atraer a Sonic y de esta forma, eliminar al mayor obstáculo que le impedía apoderarse del mundo. Y como era de esperarse, Sonic junto con sus amigos derrotaban al malvado villano en cada uno de sus intentos.

Sonic ya se estaba molestando, tanto los secuestros de Amy como de ella misma, lo estaban sofocado, la chica no lo dejaba en paz, pero también era culpa suya por no dejarle en claro que solo la veía como una buena amiga, tenía miedo de lastimarla y que ya no volvieran a ser amigos, pues no se imaginaba una vida sin ella.

Qué se podía esperar de una chica de 12 años, una jovencita que en su soledad solo buscaba el amor de alguien y que desesperadamente quería obtenerlo a cualquier costo.

Tal vez sólo necesitaba entender, crecer un poco y madurar, dejar de ser tan egoísta con su amado Sonic.

Es una lástima, pues lo entendió de la peor manera.

Sabía que se estaba metiendo en problemas, pero Sonic necesitaba su ayuda, quería demostrarle que ella era lo suficientemente fuerte para ser de apoyo, quería sorprenderlo y que de esa manera él cayera perdidamente enamorado de ella. Se complicaron las cosas, creyó que podría con lo que se aproximaba, creyó ridículamente que su amor por Sonic sería suficiente para derrotar los robots del canalla del Dr. Eggman.

Pero se equivocó, lo que había empezado como cualquier otro día, se había convertido en el peor de todos.

No prestó atención a las advertencias de Tails y Knackles, ella sólo quería salvar a su amado erizo azul. Tan esmerada en su decisión, no pensó en las consecuencias. En un descuido terminó atrapada en las frías tenazas de un robot, sin escapatoria. Desafortunadamente, tratando de salvarla, Sonic, sin que ella lo deseara, salió gravemente herido.

Su pierna se había fracturado, Eggman aprovechó esto, y uno por uno los fue derrotando a todos. Afortunadamente lograron escapar a duras penas, pero eso no cambió mucho las cosas. La misión había fracasado, Eggman había ganado y por primera vez Sonic y su equipo habían sido derrotados.

Eggman no tardó mucho en apoderarse de toda la ciudad, y de esa le siguieron otras. Cuando Sonic se recuperó de su lesión, Amy ya lo estaba esperando con los brazos abiertos, preocupada, y feliz de que se encontrará bien, pero poco duró esa alegría pues lo único que recibió a cambio fue una mirada fría y hostil por parte del erizo azul.

-"¡¿En qué estabas pensando?!"- Lo había escuchado decir.-"¡Pudiste haber muerto! ¡Siempre tienes que estorbar en los momentos menos oportunos!".-

Amy en otra situación hubiera replicado molesta, pero la mirada que le dedicó provocó que solo logrará formular palabras tímidas.

-"So-solo quería ayudar"-. Dudó en decir algo más pero Sonic la cortó con su respuesta.

-No, solo estabas pensando en ti misma.- dijo con desprecio y se alejó de su vista.

Tal vez Amy no había notado lo decepcionado que se escuchaba su voz, pues sólo se limitó a observar su alrededor, sus ojos solo encontraron civiles heridos y una ciudad destruída cubierta en llamas. Lo único que ella quería era ayudar a Sonic, o eso se había hecho creer, pues en realidad, por más que se negaba a aceptarlo, solo había pensado en ella misma y su felicidad, no en la de otros, no en la de sus amigos, no en la de Sonic.

Y eso fue lo peor, la joven eriza corrió lo más que pudo hacia un barranco, alejándose de la casa de Teils donde se encontraban los demás, asegurándose de que estuviera sola. En el cielo oscuro y nublado, pequeñas gotas de agua se asomaban cayendo en picada para besar el suelo, inevitablemente varias de ellas se deslizaron es sus púas rosadas asta llegar a sus mejillas, no se podían distinguir si eran gotas de lluvia o sus propias lágrimas que derramaba sin control. No le importó que su lindo vestido rojo se arruinara, pues que importaba ya. Estaba tan destrozada por dentro, sentía vergüenza de si misma, por su culpa miles de personas estaban sufriendo, quería desaparecer, tal vez así haría un bien a este mundo. Se lo pensó mejor, ella tenía que enmendar sus errores, quería ayudar, de verdad lo quería, pero era débil, tenía que ser más fuerte como los demás, como Sonic.

Una última vez, antes de marcharse de ese lugar, observó con tristeza e impotencia lo que alguna vez había sido una ciudad hermosa, próspera y alegre.

Fuego…

Una vez más, después de mucho tiempo, los pequeños fragmentos de su pasado surgieron en su mente como una gran explosión de sensaciones que no hacían más que ponerle los nervios de punta.

¿Por qué había dejado atrás algo tan importante?...oh, ya lo sabía…Sonic.

Su enamoramiento hacía él la habían hecho olvidar lo que en un principio había sido lo más importante para ella, pues Sonic y sus amigos la hacían sentir que ya no necesitaba nada más, pues ese vacío que había sentido al despertar lo habían llenado cada uno de ellos, su familia. Y ahora, regresaba a su mente lo que según ya había experimentado alguna vez…la pérdida.

¿Cómo llenar otra vez ese vació? Probablemente Sonic y los demás ya no la veían igual que antes. Tal vez la odiaban, y como culparlos, toda su vida había sido un estorbo para ellos, una molestia.

Ella debía empezar de nuevo, y para ello, debía primero volverse más fuerte, corregir su error y ayudar a salvar el mundo de las garras del Dr. Eggman.

Y también ...descubrir su pasado, sus inicios.

De regreso a su hogar o lo que había quedado de ella, pues los robots gigantes de Eggman habían acabado con la mayoría de las casa incluyendo la suya, logró escuchar los lamentos de civiles, preguntándose…¿Cómo habían llegado a esto?

Amy sabía la respuesta.

Todo era culpa suya.