Hola os traigo otro fanfic pero esta vez es diferente a todo lo que yo he hecho antes, se trata de una historia de varios capítulos, pero aun no se cuantos y esta basada en la edad media así que eso dificulta las cosas a la hora de escribir pero espero que os guste igualmente.

Gintama no me pertenece, solo uso sus personajes para escribir lo que se me pasa por la cabeza. Dicho esto a leer~~~


Alma de guerrero

La mujer sintió pasos acercándose y se puso alerta, preparada para defenderse si hacia falta.

- ¿Tu eres Mutsu a quien apodan la sanguinaria? - pregunto uno de los soldados de la guardia real

La chica vestía una camisa celeste pero esta no se podía ver del todo puesto que la capa azul oscura que llevaba encima la tapaba, sus pantalones eran de color azul oscuro y le quedaban un poco grandes pero así era mas fácil pelear con ellos, estos estaban metidos dentro de las botas que la chica llevaba hasta casi la rodilla y que eran de color marron, en su cintura colgaba una espada guardada de momento en su vaina pero que si la hacían enfadadar no dudaría en desenvainar. La chica también llevaba unos guantes que solo dejaban sus dedos a la vista pero así era mas fácil para pelear y el sombrero que siempre llevaba consigo y que tapaba la mitad de su rostro.

- ¿Y si así fuera? - añadió la chica mientras observaba a los tres hombres que habían ido en su búsqueda

Para ella acabar con ellos no seria una tarea difícil, estaba mas que acostumbrada a pelear con su espada e incluso sin ella y no tenia ningún tipo de desventaja aunque ellos fueran tres contra uno.

- El príncipe la manda a buscar - dijo el otro soldado

- Pues díganle que paso - añadió ella dándose la vuelta sin interesarle el tema

- Tenemos órdenes de llevarla con nosotros de una manera u otra - explico el tercer hombre en tono amenazante

Normalmente en una situación así Mutsu los hubiera golpeado y abandonaría la ciudad pero algo le decía que no formara un escándalo y aceptara, probablemente fuera su aburrimiento o curiosidad sobre que es lo que quería el príncipe de ella así que acepto pacíficamente la "amable proposición" de los hombres y se dejo llevar, si mas tarde tenia problemas en el castillo siempre podía buscar alguna manera de salir ilesa de todo tal y como siempre hacia.

Los soldados la hicieron subir a una carroza y la chica aprovecho para prestar atención al camino por si debía escapar, pero después de media hora comenzó a ver el enorme castillo a lo lejos y quedo deslumbrada ante el hermoso paisaje que veía ante sus ojos.

Al llegar al castillo pudo ver que era aun mas grande de cerca y que había un montón de guardias por todos lados controlando el entrar y salir de las personas que allí vivían. Aun cuando los tres soldados que la fueron a recoger explicaron que era una invitada del príncipe los guardias se empeñaron en revisar la carroza en la que viajaban. Una vez acabaron, cosa que tardo demasiado para el gusto de Mutsu, les abrieron la puerta del castillo permitiendoles así atravesarla. Detrás de la entrada había un pequeño camino acompañado por flores que continuaba así hasta acabar en una plaza.

La carroza paro allí y un hombre bastante alto y moreno se acerco saludarlos de bastante buen humor. Mutsu no pudo evitar fijarse en los pelos de este, que estaban levantados y apuntando a todas las direcciones. El chico vestía una camisa blanca junto con unos pantalones negros y unas botas parecidas a las de Mutsu, encima de la camisa llevaba una chaqueta bastante larga que le llegaba hasta las rodillas y era de un intenso rojo que Mutsu encontró bastante agradable.

- Hola yo soy el consejero del rey - se presento el chico sonriendo

- Nadie te pregunto - respondió ella de mala gana deseando solamente poder irse de allí rápido

- AHAHAHA eres muy fría - dijo el consejero riendo de forma extraña ante su respuesta

- ¿Me obligan a venir y encima quieres que sea simpática? - grito la chica molesta por el lió en el que se había metido sin quererlo - Mejor llévame ante el príncipe y así me podre ir lo antes posible -

- Como desees - añadió el moreno empezando a caminar siendo seguido solo por la chica

El hombre parecía conocerse el camino perfectamente y cambiaba de dirección sin vacilar, primero a la derecha, despues subir las escaleras hasta el segundo piso, cruzar una sala. Eso empezaba a parecer un laberinto para Mutsu y eso solo le dificultaba recordar el camino de salida. Antes de que ella se pudiera dar cuenta estaban caminando por un pasillo, el cual era bastante raro puesto que a la izquierda había un montón de puertas sin ningún tipo de distinción entre ellas y a la derecha desde el pasillo se podía observar una plaza parecida a la de antes, si no era la misma, pero todo en ese castillo parecía idéntico y dificultaba el trabajo de orientarse, lo único que evitaba que alguien pudiera caer a la plaza era una barandilla a lo largo del pasillo.

- Podrías haber asesinado a los guardias y no venir - dijo el chico de pronto

- Prefería amenazar al príncipe en persona para que me dejara en paz - explico Mutsu muy tranquila

- ¿Acaso crees que te dejarían a solas con el? Seguro habrá como diez soldados en la sala - comento el consejero como si eso fuera divertido

- No es ningún problema para mi y si necesito ayuda para escapar lo usare de rehén - confeso sus planes Mutsu sin temer lo que el chico pudiera hacer

- AHAHAHA me caes bien - admitió el chico riendo

- Yo no te aguanto pareces idiota con esa risa - se quejo la morena con mala cara y deseando poder irse pronto

- El príncipe esta dispuesto a pagarte mucho dinero - dijo el hombre intentando convencer a la chica

- Me da igual, ¿Me obligo a venir y se cree que con dinero venderé mi alma y le besare los pies? Odio a ese tipo de gente estúpida y egocéntrica que su única preocupación es el dinero y las mujeres - explico Mutsu molesta

- No deberías decir ese tipo de cosas cuando estés frente al príncipe, no creo que se lo tome bien - aconsejo el moreno sin parecer preocupado por lo que acababa de escuchar

- ¿Porque no? Me encantaría ver su cara cuando le diga que cuando se descuide podría matarlo, seguro que se asusta y se pone a llorar como la mayoría de los ricos - dijo Mutsu emocionada

- AHAHAHA probablemente te maten sus guardias primero solo por amenazarlo - respondió el hombre divertido por la actitud de la chica

- De ser así tu me hubieras matado primero con la daga que tienes escondida en el bolsillo de tu chaqueta - comento la chica sin preocuparse por la reacción que podría tener el hombre

- ¿Como sabias lo de la daga? - pregunto el consejero curioso mientras una sonrisa asomaba por sus labios

- La costumbre - respondió ella ambiguamente sin querer dar una respuesta seria

- Señorita debo que estoy impresionado ante tus cualidades y de llevar un sombrero como tu me lo quitaría para demostrártelo - dijo el hombre haciendo gestos como si se estuviera quitando un sombrero de verdad

Mutsu se quedo parada de golpe cosa que sorprendió al hombre.

- No sabia que un simple consejero tenia la elegancia al moverse que solo la gente de la realeza posee - dijo Mutsu muy seria y observando cada movimiento del chico por si acaso

- AHAHA parece que me pillaste - admitió el hombre riendo a carcajadas

- Siendo el príncipe te haces pasar por un consejero y vas a solas con la persona que mandaste llamar por su fama de asesina, de esta manera me pones mucho mas fácil el asesinarte - dijo ella con una sonrisa que no podía significar nada bueno

- Si ese fuera el caso lo hubieras hecho hace rato - añadió el muy tranquilo

- Eso es verdad - admitió ella sin bajar la guardia todavía

- ¿Al menos esperaras a que te diga porque te llame al castillo? - pregunto el chico de manera seria por primera vez

- Si te das prisa - contesto ella sintiendo un poco de curiosidad

El hombre tomo eso como una afirmación y empezó a caminar otra vez por el pasillo hasta que se paro frente a una puerta igual que el resto y la abrió.

- Entremos y deja que te lo explique - dijo el mientras sostenia la puerta para Mutsu

La morena no hizo el ademán de moverse ni un solo centímetro, cosa que extraño al hombre y lo hizo ponerse un poco en alerta.

- Tengo la costumbre de no entrar nunca la primera en alguna habitación de territorio enemigo - dijo ella mirandolo fijamente

- AHAHA Tienes unas costumbres muy raras pero me caes bien, siempre dices lo que piensas y ni al saber quien soy te disculpaste o me trataste diferente - dijo el mayor de buen humor entrando a la sala

- ¿Y los diez soldados? - pregunto Mutsu al ver que estaban solos en la sala

- Era mentira - admitió el riendo

- Irresponsable, es mas peligroso estar a solas conmigo - dijo ella en voz baja de manera que el chico no pudiera escucharla

- Bueno lo que te iba a proponer es que seas mi guardaespaldas - explico el moreno de golpe

- ¡¿Estas de broma?! Tienes que estar loco si pretendes fiarte de mi - grito enfadada Mutsu por lo ridícula que era aquella idea

- Seguramente lo este aunque tu a pesar de todo lo que dices no intentaste atacarme ni una sola vez y eso es algo bueno - empezó a decir el pero la mirada furiosa de la morena lo hizo callar - Lo que sea, te estoy ofreciendo la oportunidad de matarme cuando quieras puesto que te permito cuidar de mi espalda -

- ¿Que clase de persona diría algo así? - pregunto la chica aun sorprendida por lo extraño que era aquel hombre - Pero aunque lo de poder matarte suene bien no acepto la propuesta -

- Te pagare bien puesto que como podrás ver el dinero para mi no es problema alguno aunque ya dijiste que el dinero no te haría trabajar para mi - comento el moreno intentando que eso la hiciera cambiar de parecer

- Así es - respondió ella

- Podrás entrar en todas y cada una de las habitaciones del castillo sin restricción alguna - añadió el príncipe

- Eso es muy peligroso para ti - advirtió la chica ante la insensatez del hombre

- Si vas a protegerme lo mínimo es que puedas moverte libremente por el castillo - continuo el - Y este castillo tiene una enorme biblioteca con una gran variedad de libros -

- ¿Que te hace pensar que se leer? No es muy normal que los plebeyos sepan y menos si son mujeres - dijo Mutsu de golpe

- Lo siento yo no pensé en lo que decía y- empezó a disculparse el chico avergonzado por su actitud

- Yo se leer, pero no des por sentado que todos lo saben porque no es así - dijo ella molesta por lo ignorante que parecía ser el chico

- Tienes razón eso fue desconsiderado de mi parte ruego que me disculpes - pidió el moreno de manera sincera

- Si no sigues hablando me largare - se quejo Mutsu deseando poder irse

- AHAHA eres muy impaciente - dijo el sonriendo - Bueno tu también tendrías tu propia habitación en el castillo y podrás entrar y salir de este tantas veces como desees, a pesar de ser mi guardaespaldas no estaras las 24 horas pendiente de mi así que tendrás tus días libres -

Mutsu siguió escuchando lo que el príncipe le proponía sin decir nada.

- No tienes porque responderme ahora, puedes pensarlo todo el tiempo que quieras y si rechazas la oferta no pasara nada, no te estoy obligando a aceptar - añadió el mayor

- Lo pensare pero no te hagas ilusiones - dijo Mutsu abriendo la puerta de la sala dispuesta a salir

- Lo siento pero desde que escuche de ti me empecé a hacer ilusiones - confeso el chico abandonando la habitación junto a Mutsu

- Idiota tu- empezó a decir ella pero se quedo callada al escuchar un ruido inusual viniendo de unos arbustos justo en el segundo en el que una flecha salio disparada a toda velocidad apuntando al príncipe

La flecha iba dirigida a su corazón pero no era la primera vez que Mutsu veía algo por el estilo, así que estiro su mano y agarro la flecha por el Astil cuando estuvo a un centímetro de alcanzar al príncipe. Para ella fue algo normal y desde su punto de vista nada peligroso, pero para alguien que no estaba acostumbrado apenas fue una milésima de segundo y ni siquiera hubieran podido reaccionar a lo que sucedía.

- Un asesino, en el árbol - dijo Mutsu soltando la flecha en el suelo, agarrándose de la baranda del pasillo y tirándose desde el segundo piso bajo la sorprendida mirada del príncipe y algunos guardias que estaban trabajando allí abajo

Sin siquiera pararse al caer a la planta baja, Mutsu siguió corriendo para alcanzar al asesino que bajo del árbol y huía de la chica, pero no le tomo mucho para alcanzarlo e inmovilizarlo.

- ¿Que hago con el asesino? - pregunto la chica esperando que le pidiera ejecutarlo

- Déjalo ir - dijo el chico que acababa de llegar a donde Mutsu estaba

- ¿Que? Si lo suelto te matara - se quejo Mutsu sin creer lo que oía

- Si tu necesitas un trabajo para sobrevivir puedo contratarte en el castillo siempre que prometas dejar de asesinar personas - ofreció amablemente el príncipe

Mutsu y el asesino lo miraron como si no pudieran acabar de creer lo que sucedía y antes de que Mutsu pudiera quejarse y decirle algo al respecto el asesino rompió a carcajadas.

- Un príncipe tan benevolente no durara mucho, si no soy yo quien acabe con tu vida será otro el que lo haga - dijo levantándose del suelo - Un placer conocerlo alteza, nos veremos en otra ocasión en la que intente asesinarlo -

Dicho esto el hombre desapareció de la vista de todos saltando al árbol y atravesando la muralla del castillo.

- AHAHAHA me cae bien - dijo el príncipe riendo

- ¿Quieres parar de decir que te cae bien alguien que intenta asesinarte? - regañó Mutsu enfadada por su actitud

- Pero es la verdad - se defendió el chico

- Eres el príncipe mas idiota que nunca haya conocido - se quejo Mutsu

- ¿No sera que soy el único que conoces? - dijo el moreno mientras empezaba a sonreír

- Por suerte, si conociera mas como tu no aguantaría - confeso la chica

- ¿Como se atreve a hablarle de esa manera tan insolente a su alteza? - se quejo un guardia que acababa de llegar gritándole a Mutsu

- ¿Recién ahora te quejas? Lo llevo llamando así desde hace un rato - se defendió la chica

- Mujer insolente - espeto el guardia de nuevo

- Esta bien puesto que yo le permití llamarme así - defendió el príncipe

- Pero su alteza- empezó a decir el guardia

- No te preocupes - replico amablemente el moreno

El guardia decidió no decir nada mas y antes de que lo regañaran mas se fue.

- Bueno lo que sea - comento Mutsu

- Eso me recuerda a algo, Mutsu quiero decirte que estoy en deuda contigo por salvar mi vida - dijo el chico muy serio

- Si no lo hubiera hecho no tendría a nadie mas que me pague por ser su guardaespaldas - contesto la chica

- ¿Eso significa que aceptas el trabajo? - pregunto el príncipe confundido

- Si espero para responderte mañana ya estaras muerto - se burlo Mutsu

- AHAHAHA puede que así sea, ¿Quieres que te enseñe tu habitación? - ofreció el moreno de muy buen humor

Mutsu asintió y siguió al chico mientras este la guió de nuevo por los pasillos del gran castillo hasta que se detuvo frente a una puerta, la abrió y entro antes que ella, probablemente imaginando lo que ella diría. La habitación era enorme, estaba decorada de manera muy lujosa y demasiado brillante para el gusto de Mutsu, había un armario enorme, una mesa con dos sillas, una enorme ventana que daba a un balcón y la cama que era bastante grande. Mutsu nunca había visto una habitación de tal tamaño, ¿Para que iba a necesitar tanto espacio? Una ultima cosa llamo la atención de la morena.

- ¿Es una cama con colchón? - dijo ella curiosa

- Claro de plumas como todos, ¿Acaso tu no tienes uno así? - pregunto el chico riendo

- Eso es solo para los niños ricos, el resto dormimos en un montón de paja si tenemos suerte y si no en el suelo - respondió Mutsu

- ¿En tu casa es así? - pregunto el moreno sorprendido

Mutsu rió de manera cínica cosa que sorprendió al príncipe.

- Típico de la realeza, creer que como ellos tienen un hermoso castillo el resto debemos tener algo así, te equivocas allí afuera las cosas son muy diferentes a tu casa de juegos y las personas la tienen difícil no como tu - espeto la chica

- Yo... lo siento - se disculpo el

- Lo se yo solo te informo de como es la vida fuera de los muros de tu castillo - respondió Mutsu sin querer hablar mas del tema

El príncipe se la quedo mirando sin saber que decir ni como disculparse ante su ignorancia sobre algunas cosas pero Mutsu no tenia ganas de discutir así que opto por hablar primero.

- Me gustaría dormir así que lárgate e intenta no morir por la noche - dijo la chica echando al moreno de la habitación

- Muy graciosa, mi habitación es la de la derecha así que si necesitas algo- empezó a decir el príncipe pero fue interrumpido

- No lo haré - aseguro Mutsu muy seria

El chico decidió no decir mas y abandono la habitación en la que a partir de ahora descansaría la chica.

Una vez el chico se fue Mutsu se tumbo en la gran cama y se quedo dormida instantáneamente por el cansancio del día.

Continuará


¿Que os pareció? Me gustaría saber vuestra sincera opinión ^^ y si creéis que hay algo que debería mejorar también podéis decírmelo y lo intentare *w* En este capitulo creo que puse a Mutsu un poco muy sanguinaria pero con el tiempo se mostrara el porque así que paciencia y no se si habréis notado que al "príncipe" nunca le pongo su nombre pero eso es porque como aun no se presento Mutsu no sabe su nombre así que hasta el próximo capitulo sera el príncipe sin nombre xD ya todos sabemos quien es así que no es nada importante por ahora.

Bueno eso es todo gracias por tomaros el tiempo de leer esta historia e intentare subir un nuevo capitulo lo antes posible :) Bye~~