CAPÍTULO 1: NOVATOS EN EL INSTITUTO.

(Voz de Claude)
Es curioso, nunca me imaginé que una cría como la novia humana de mi primo Alexander y Alexander pudiesen hacer una alianza más fuerte que la de Rocco, Tipp, Kat y yo.
Ganados por una cría humana y el estúpido y soso de mi primo...
"¡Claude Sterling!" Me grita el profesor de historia mientras me fijo en el asiento vacío de la insulsa pateadora de traseros que es Raven. "¡Ya sabemos que a su edad es difícil controlar las hormonas, pero deje de distraerse, la señorita Madison está enferma!"
"Como no, señor..." Gruño entre dientes.
Y encima eso, no contentos con tener que aguantar a esa... perra, ahora tengo que aguantar que un maldito idiota mortal y enclenque me de órdenes.
"Al parecer lo de Raven es una enfermedad..." Oigo susurrar contínuamente. "Ahora se ha reproducido y hay más novatos así..."
Ya estoy acostumbrado a que cuchichéen de mí, a no encajar en ningún lado, ni en el de los vampiros ni entre los humanos.
"¡Claude!" Me grita la tutora de clase.
Vaya, ha pasado ya una hora y no me he dado ni cuenta.
"¿Sí, señorita?" Le digo intentando forzar una sonrisa pesar del aburrimiento.
Entonces me doy cuenta de algo, detrás de la señorita hay una chica, vestida de una forma un tanto extraña también pero desde luego ni como Raven la gótica ni como yo.
"Estaba diciendo que hay un estudiante trasferido que estará con nosotros este semestre." Dijo. "Y he pedido voluntarios para enseñarles el lugar, así que... muchas gracias por ofrecerte voluntario."
"¡Eh, yo no...!" Dije.
"Vamos, vamos, será tu oportunidad de hacer más amigos." Me dijo sonriendo con esa sonrisa tonta que tenía y que daban ganas de matarla por ella.
"Yo ya tengo amigos." Le dije.
"Seguro que podrá apañármelas sola, señorita." Le dijo la chica medio susurrando.
"¡Ah, no!" Dijo la profesora. "Claude y tú vais a hacer buenas migas, estoy segura. Sé lo difíciles que son los comienzos para..."
Genial, la muy pesada volvía a darnos la charla sobre lo de ser amables con los nuevos, que si se iban a sentir solos, que si, que si, que si.
Absurda mujer...
"Deberías estar más atento cuando hablan tus mayores." Me dijo susurrando y sentándose en el sitio vacío de mi pupitre justo entre Rocco y yo.
"Eh, aquí no te sientes." Le dije empujándo la silla un poco para alejarla.
"¡Claude!" Me gritó la profesora.
"Eh, impresentable, me han manadao sentarme aquí, no tengo libros." Me dijo la nueva con un tono un tanto de cansancio y cabreo.
"¿Y a mí qué?" Le dije haciéndole burla.
"Alexan..." Comenzó a decirle la profesora.
"Dejelo solo en Alex, o Bella." Le dijo la chica.
"Alex, ve a sentarte con Tipp, es el chico que está delante." Le dijo la profesora. "Señorito Sterling... me parece que luego va a ir al aula de castigo, se acaba de ganar una hora de castigo."
Perfecto, otro papelajo más.

(Voz de Bella)
"Así que nueva." Me dijo el chico con gafas y una sonrisa de estar aburrido.
"Así es." Le dije.
"¿Y de dónde vienes pues?" Continuó.
Vale, este también era un poco borde, pero al menos era más normal que el tal Claude.
"Europa." Le dije.
"¿En serio?" Me dijo poníendo toda su atención en mí. "¿De qué zona?"
"El corazón de Rumanía." Le dije. "Pero me han trasladado de Escocia."
"Ya decía yo, tu acento no es de por aquí." Me dijo más calmado poniendo su libro en medio de los dos.
"Sí." Le dije.
"¿Siempre hablas tan poco?" Me dijo él.
"A veces." Afirmé.
"Esto... ¿y no hay nadie que sepa hacer esto?" Dijo la profesora.
Entonces suspiré y miré a la pizarra.
"¿Tip?" Le dijo la profesora.
Ya iba a levantarse cuando el niñato de detrás mío habló.
"Señorita, no me parece justo, siempre sale el mismo." Se quejó.
"¿Acaso quieres salir tú, Claude?" Le dijo la profesora.
"No, pero igual la nueva tendría a bien ilustrarnos con sus conocimientos, sería injusto privarle de tal honor ¿no crée?"
"Es... sí, claro." Dijo la profesora. "Bella, ¿te importaría...?"
"Es..." Dije. "Hum." Acabé asintiendo y levantándome. "Lo intentaré, pero..."
"Tranquila, no pasa nada si no sabes..." Me dijo.
"No, es..." Dije. "No importa."
Con cuidado cogí la tiza y mientras la profesora intentaba acallar los murmullos que se habían levantado observé la ecuación; tampoco es que fuese demasiado difícil, lo que pasa es que la representación iba a ser complicada, sobre todo porque el resultado plasmado en la gráfica no se acercaba a nada que pudiese plasmarse en una pizarra.
"Por cierto, aquí tienes la..." Me dijo la profesora.
"Lo siento, igual no debería haber..." Dije dándome cuenta que había resuelto el problema demasiado rápido antes de dejar un mensaje en la esquina inferior para expresar mi frustración sin que se pudiese entender.
"Es..." Dijo la profesora.
"¿Puedo ir a sentarme otra vez?" Le pregunté.
"Yo... sí, claro..." Me dijo.
Asentí para agradecérselo y entonces fui a sentarme de nuevo junto al chico con pinta de empollón, Tipp creo que era.
La profesora se quedó los 5 minutos que faltaban hasta que tocó el timbre mirando la pizarra como presa de un hechizo mientras los compañeros alumnos se limitaban a cuchichear muy bajito como con miedo a que la profesora despertase del trance.
¡¡RING!!
El timbre rompió ese ambiente tan silencioso, entonces alguien se atrevió a preguntar si podíamos salir y hubo una estampida mientras yo símplemente me levantaba suavemente y me estiraba mis ropas puesto que no me había quitado ni mi chaqueta.
"Esto... los alrededores." Me dijo Claude no muy amistosamente.
Ante esto yo solo asentí y me dispuse a seguirle.
No es que me interesasen mucho los ambientes escolares, pero siempre he sabído guardar las apariencias.

(Voz de Claude)
Era increible, aquella novata había conseguido llamar mi atención. Parecía una novata más, pero sin embargo, no había caído en mi trampa cuando le dije a la profesora que la sacase a ella; yo pretendía demostrarle que no era bienvenida por mi parte, que no iba a darle el paseo por el centro y desde luego, que nunca, jamás, compartiría nada con ella; sin embargo, me había hecho tener que tragar mis palabras y al final autoaccedí a hacerle esa visita guiada porque me llamaba la atención y no solo por sus pintas diferentes al resto.
"Y ahí tienes el cesped del colegio." Le dije. "Como ves este trozo da con la cantina así que... bueno, en verano muchos salen aquí a comer."
"Hum." Me dijo.
La verdad es que no parecía ser chica de muchas palabras, en todo el rato no me había dicho más que monosílabos y ruidos entre los que estaban los supiros y los chasquidos de lengua desaprobatorios.
"Eh, que yo no pedí que me cargasen con esta visita." Le dije un poco cansado ya de eso.
"Entonces supongo que el 'dis-gusto' es mutuo." Me dijo. "Y ahora... ¿te importa decirme dónde está esto?" Me preguntó mostrándome un número de una taquilla.
"Claro..." Dije divertido de que iba a poder ocasionarle otro problema y dudaba que esta vez se fuese a salvar. "Por aquí." Le dije.
En vez de una taquilla estaba seguro que podría hacerle tener que ir a buscar los libros a un sitio mejor.
"Aquí es." Le dije señalándole una taquilla del vestuario de hombres al que me arreglé para tapar la placa de 'caballeros' al entrar. "Tu taquilla, supongo que sabes para qué sirven ¿no?"
"Claro, no soy tonta." Me dijo. "Solo que esto parecen los cambiadores."
"Sí, bueno, a algunas tenéis esa suerte." Le dije.
"Hum..." Me dijo ella.
"Si no me necesitas más, mis amigos me estarán echando en falta." Le dije sonriendo con ironía.
"Claro." Afirmó.
"Ya nos veremos." Le dije divertido viendo que había caído en mi trampa.
Me sentía feliz, esta vez sí que no iba a poder escapar de esa, y eso era bueno
Busqué a mis amigos pero no les encontré, me moría de ganas de poder reírme con ellos de la jugada que le había conseguido colar a la nueva, sin embargo, sin ellos no podía reírme tranquilo.
Pasé como diez minutos buscándoles y al final encontré a Kat.
"Claude, te estábamos buscando." Me dijo.
"Lo siento, me ha tocado hacer de guía para la nueva." Le dije. "¿Sabes que he conseguído colarle una taquilla del vestuario de hombres?" Le dije casi riendo.
"¿Y?" Me dijo.
"Imagina su cara cuando vaya a buscar sus libros y se dé cuenta que es el vestuario." Le dije imaginándome a aquella estúpida morena gritando asustada al ver a un tipo casi desnudo ante ella, no, a todo un equipo.
"Claude." Me llamaron Tipp y Rocco en el pasillo justo cuando el director me cogía del brazo.
"Claude Sterling, acompáñeme, por favor." Me dijo el director tirándome de mí.
Podría haberme resistido, pero no estaba en condición de montar un escándalo así, así que me dejé llevar hasta mi taquilla.
"¿Qué le pasa a mi taquilla?" Le dije.
"Abrala." Me dijo. "Hemos recibido una acusación."
"¿Eso no va contra los derechos del estudiante?" Le pregunté.
"No si se hace un registro en persecución de un delito." Me dijo. "Abrala, usted mismo."
Aquello no me olía bien, comenzaban a reunirse allí un montón de estudiantes curiosos que nos hacía corro, entre ellos pude ver a mis amigos que parecían preocupados.
"Está bien, como quiera." Le dije girando la combinación del candado para abrirla.
Fue justo entonces cuando me di cuenta que no debería haberlo hecho y cayeron un montón de bragas de chica de la misma.
"¡Eh, eso no es mío!" Grité cuando el director me cogió de la oreja y del brazo.
"Señorito, acabas de ganarte un castigo." Me dijo mientras un montón de chicas gritaban asustadas al ver sus pertenencias callendo al suelo y llenando mi taquilla. "Este tipo de gamberradas son de mal gusto y están penalizadas muy duramente."
"¡Le juro que yo no he sido!" Le dije para darme cuenta que la novata estaba allí también.
De pronto me di cuenta que llevaba una tarjeta de castigo en el cuello y nos seguía.