Prologo

Diario de sueños

De Stiles S.

Julio, primera semana.

Soñé que caminaba por un lugar que nunca había estado. Hay una persona que camina frente mío. Voy como a unos dos pasos tras él. Está con una chaqueta de cuero y jean. Creo que nota que lo estoy mirando, está girando y despierto.

Julio, segunda semana.

Creo que volví a soñar con el mismo lugar que soñé la semana pasada. Pero no está el hombre que estaba siguiendo en el otro sueño. No sé dónde voy, pero camino y camino. Hasta que me doy cuenta que alguien me está observando tras mío, giro y despierto. Tengo la sensación que era el mismo hombre del sueño anterior.

No volví a soñar ese mes.

Agosto, segunda semana.

Vuelvo a soñar con el mismo lugar, pero ahora logro distinguir que es una ciudad asiática, pero sigo sin poder enfocar las letras. Estoy en una vitrina y veo pasar una espalda qué ya conozco. Comienzo a seguirlo, sin saber las razones. Veo que entra a un lugar, decido entrar, pero despierto.

Agosto, la misma semana.

Estoy de pie en la misma calle. Ahora logro dimensionar qué es de día en todos estos sueños. Veo nuevamente al hombre desconocido entrar a la misma tienda. Cruzo la calle, pero el piteo de un auto me despierta.

Agosto, tercera semana.

Ya no estoy en el centro de la ciudad misteriosa, estoy en una especie de lugar oscuro, con muchas luces y música fuerte. Me doy cuenta qué estoy al medio de una disco, hay muchas personas bailando. La música me suena levemente conocida, pero aún no logro distinguirla. En el mismo sueño me cuestiono eso, que siempre ando descifrando cosas del sueño. No lo vivo como si fuera normal. Y un hombre está hablando muy cerca de mí con otra persona. Sé qué es él, el que he perseguido en los anteriores sueños. Pero ahí es cuando despierto.

…Esto se está volviendo frustrante.

Agosto, cuarta semana.

Nuevamente estoy en la disco. Reconozco el lugar. Algo en mí se entusiasma, si es el mismo lugar es probable que esté él cerca. Giro, sigo buscando con la mirada a todos los lugares. No, no lo encuentro. Algo en mí se apaga… pero siento una mirada de lejos. Apoyado en una pared con un vaso en mano me está mirando, conectamos. Al fin logro ver su rostro… guau, qué rostro. Y esa mirada tan profunda en esos ojos verdes. Tiene barba de tres días… hay una chica claramente coqueteándole a su lado. No tengo ni la menor idea cuanto tiempo llevamos así, hasta que alguien me empuja de los que están bailando, pierdo el equilibrio cayéndome. Todo se vuelve negro. Despierto.

No quería despertar.

Agosto, cuarta semana.

Estoy fuera de una especie de tienda asiática. Busco si está él. Estoy acostumbrado a que en cada sueño él aparezca o sienta que está a mi alrededor. Pero no está. Nunca entro a la tienda.

Agosto, la misma, cuarta semana.

Logro darme cuenta que la tienda es en realidad una cafetería. Pero no logro entender por qué estoy acá. Por primera vez me cuestiono si esto de verdad es un sueño o no. Y qué es el significado de todo esto. Escucho a mi lado que un hombre me dice "¿Qué haces acá?", tenía que ser él. Me siento feliz, voy a responder, pero alguien lo llama haciendo qué él gire a responder y despierto.

¡CASI LE HABLO!... no quiero preguntarme las razones de tanto enojo de no poder hablarle a un hombre.

Agosto, cuarta semana.

Nuevamente estoy fuera de la cafetería. Pero esta vez me encuentro decidido, voy a entrar. Resolveré esto. Pongo mi mano en la manilla de la puerta, observo el hermoso diseño de la puerta de un lobo negro. Logro abrir la puerta, estaba asustado que iba a despertar. No veo al hombre que recurre a mis últimos sueños. Solo pienso en sentarme, mientras ignoro como todos los clientes del lugar me observan. Me siento en la mesa que da a la ventana, a la calle. Y lo veo. Está entrando. Pero nuevamente voy a despertar, lo sé, despertaré, no, no…

¡NO!... como sea, lo voy a conocer. Necesito respuestas.