"¿Por qué nadie me ama?"

Tess conocía bien esa pregunta. En sus años como adolescente había escuchado a más de un dramático preguntarla. Ella no lo hacía, sin embargo. Tess era amada, se rehusaba a creer lo contrario. Tal vez su papá se había ido, pero su madre la amaba, a pesar de estar ocupada.

De hecho, estaba segura que todos la amaban. Tenía belleza y riqueza. La gente no quería más, aprendió.

Cuando tenía quince años, todas sus compañeras de clase querían ser su amiga y todos los chicos querían ser su novio. Tess recordaba bien esa época. Fue cuando el público se enteró que su mamá tenía una hija, cuando se enteraron que Tess era hija de una famosa y, por lo tanto, ella era famosa también.

Siempre quiso estar fuera del alcance, brillar, seguir los pasos de su madre, que todas las miradas estén sobre ella. Necesitaba aquella atención. Entonces, todo eso se volvió realidad, pero Tess no estaba tan feliz por ello. Su mamá no estaba feliz, su mamá no estaba orgullosa. No servía de nada.

Tess no quería esa presión. Sentía su pecho haciendo fuerza para poder trabajar, respirar, y ella se esforzó el doble en poner una buena cara. Era popular, era lo que quería, y no podía dejar que nadie viera lo que sucedía en ella. Su madre se lo advirtió muchas veces: sin importar lo que suceda en su interior, debía poner buena cara; el show debía continuar.

Ella era una estrella, justo como su madre, y algún día sería reconocida por ello (su madre estaría orgullosa). Entonces su madre aprovechó de aquél deseo, porque quería verla triunfar, y la anotó en ese campamento de verano: Camp Rock.

Había estado tan emocionada. Pero entonces recordó quien era. Era Tess, era popular, era cool, era famosa. La gente la conocía ahí y por lo tanto, debía tener la compostura de una reina. No era una divertida experiencia, como originalmente había planeado, era la guerra, y ella debía salir victoriosa. Su madre no lo querria de ninguna otra manera.

Perdió y su madre estaba decepcionada. Ya no le gustaba Camp Rock, no si no logró ganar y enorgullecerla. Tess era una decepción y no quería regresar a Camp Rock. Pero su madre, sí. Ella quería que se fuera. Tess no pudo evitar sentirse un poco desplazada pero siguió sus deseos (órdenes). Lo que sea para enorgullecer a su madre. Lo que sea para que alguien la ame.