Aún no he visto la nueva peli de El Depredador pero hoy he ido improvisando esta historia corta ya que tengo otra mucho más larga en mente pero apenas ideada. Obviamente ninguna de las criaturas me pertenece si bien el resto de personajes y localizaciones son del todo de mi creación.

1

SEÑAL MUERTA

Año: 21XX

Localización: Cuadrante L-98756, Constelación Leo. Sistema L6-G436-D330912.

Estrella principal: Gliese 436

Número de planetas en órbita: 4

Planeta de destino: Cuarto planeta Forcis (antiguo Gliese 436-D) - Luna Primaria Esteno

Lugar de destino: Base Edén

La nave de transporte Arcturus llegaba por fin a su destino tras salir del hiperespacio. El ordenador central, que recibe por parte de la tripulación el apodo cariñoso de Daddy, sale de su estado de letargo y restablece la energía al completo, activando en el proceso incluidas las cápsulas del hipersueño. Poco después en su interior comienzan a despertar sus ocupantes, un tanto aturdidos por haberse pasado criogenizados casi todo el viaje. Sin embargo están acostumbrados (gajes del oficio, como dirían) y pronto el anterior silencio de la nave queda sustituido de saludos, chistes verdes y observaciones fuera de lugar, lo típico.

La minoría está compuesta por un oficial médico y cuatro tripulantes del Arcturus. El resto se trata de marines coloniales que van como reemplazo de las tropas de tierra, que han estado en la superficie del planeta durante un año terrestre colaborando y protegiendo a los colonos.

Ace Chang, teniente del Arcturus, toma su puesto a los controles y contrasta las lecturas que Daddy le hace llegar por el sistema informático mientras soporta a Dickinson, uno de los soldados marines en la rutina adquirida en la estación de la Tierra de contarle chistes de mal gusto. Chang se limita a sonreírle condescendientemente si bien para sus adentros se maldice porque llega a encontrar gracioso a alguno de esos chistes pero sabe que si lo demuestra no se quitará a Dickinson de encima.

Todos parecen estar de muy bien humor, quizá porque aceptaron la misión de forma voluntaria.

Unas horas después casi tienen todo preparado para descender a la superficie. El teniente Jacobs es quien está al mando y tras él va el sargento Weiss. Ambos son hombres entrados en los cuarenta y las órdenes fluían de sus labios con tal habilidad que parecía que nunca habían hecho otra cosa que mandar.

- ¡Vamos, moved ese culo señoritas! – repetía Jacobs gesticulando - ¡Ya habéis dormido más que suficiente y no quiero holgazanes en mi pelotón! ¡Gibson, eso va especialmente por ti!

El susodicho, que cargaba un contenedor de suministros a pulso junto con otro compañero, respondió un "¡Sí señor! pero luego masculló algo que hizo que el otro marine se riera por lo bajini. Aún así todos ellos se llevaban bastante bien entre sí, incluyendo a los oficiales; eran compañeros, colegas que habían pasado y pasarían por mucho, todos juntos.

A Jacobsle gustaba verlos trabajar, cuando no estaban jugando a las cartas o bebiendo eran buenos muchachos. Sin embargo su distracción terminó pronto pues el comunicador comenzó a sonar.

- Teniente ¿puede acudir a la sala de mandos, por favor? – pidió amablemente la voz de Chang al otro lado.

- Ahora mismo – respondió Jacobs y se giró a Weiss – Encárgate de vigilar a la tropa, enseguida vuelvo.

- ¿Qué quiere decir exactamente Chang? – preguntó Jacobs minutos después mirando al oficial de la nave con los brazos cruzados.

- Exactamente lo que me ha entendido, Jacobs. No recibimos respuesta de la plataforma aérea de Edén, la señal está muerta.

- Weiss, mándame a Scott ahora mismo ¿quieres? – ordenó Jacobs por el walkie apenas Chang terminó de informarle. Scott era el especialista en las comunicaciones.

Minutos después el soldado negaba con la cabeza.

- El teniente Chang tiene razón, señor. La línea está muerta, es como si no hubiera nadie en Edén.

- Maldita sea, pues bien empezamos.

- No podemos aterrizar sin tener comunicación con la torre.

- Todo esto es muy extraño Chang. Y nosotros somos marines, no nos pagan por no hacer nada. Debemos descender y averiguar qué es lo que está pasando ahí abajo.

- Está bien, buscaré un lugar lo más cercano posible para mandar la nave. ¿Alguna sugerencia, Jones? – preguntó Chang volviéndose hacia el oficial médico, también el científico de la tripulación.

Se trataba de un hombre de mediana estatura, pálido y rubio, vestido con una bata blanca y pantalones azules. Como todos sabían se trataba de un androide.

- Ahora mismo es mediodía en la franja donde se encuentra la colonia por lo que la visibilidad será óptima – informó con un tono de voz un tanto monocorde y servicial - He estudiado el terreno junto con Daddy y ambos coincidimos en que la explanada al sureste de la colonia es un sitio ideal para que nuestros marines tomen tierra.

Mientras hablaba tecleaba en las consolas, lo que hizo que se proyectara una imagen tridimensional holográfica de la zona. Una delgada línea roja bajaba hasta la superficie y moría en una "X" parpadeante junto con unas coordenadas, el lugar indicado para el aterrizaje.

- Daddy está volcando la información necesaria para que su piloto no tenga problemas – concluyó el androide – Mientras tanto estoy terminando el escaneo de la superficie colindante a Edén, por si hay algún indicio de lo que está ocasionando esta señal muerta. En cuanto tenga los datos les avisaré.

Una hora después toda la tripulación estaba reunida en la sala de mando situados alrededor de la consola de hologramas y escuchando atentamente a Jacobs. Por desgracia apenas tenía información fidedigna pero por el aspecto del complejo de la colonia parecía que ésta había sufrido la ira de una poderosa tormenta unos días atrás puesto que se veía la estructura visiblemente dañada. No eran raras las tormentas tropicales en Esteno, teniendo en cuenta sus características atmosféricas, pero esta última parecía haber sido realmente violenta. Cuando Weiss preguntó por qué no se veía a nadie trabajando en las reparaciones del complejo Jacobs guardó silencio por unos momentos para luego admitir que eso le tenía realmente desconcertado. Por supuesto Chang había intentado hacer de nuevo contacto pero no habían tenido éxito.

Por lo tanto la única opción era bajar a la superficie y comprobarlo. Jacobs y Weiss espolearon a sus hombres para terminar con los preparativos y poco después la nave de los marines ponía rumbo a la superficie de Esteno.