nota del escritor: Hola aqui hay una pequeña historia de amor de Cedric y Sofia
*no soy dueño de sofia primera.
Mirando hacia la pared, una sombra se acercaba a ella.
Ella estaba ahí tan tensa, era raro verla así, sabiendo que siempre había sido una mujer fuerte, segura y decidida. Su vestido morado con tenues decoraciones a lo largo de la falda, que aún a pesar de la esponjosa que era le dejaba notar su figura de mujer, ya no era una niña como el día que había llegado al castillo.
Pero... Algo le sucedía... Algo le afligía, se acerco a ella, aclaro su garganta para no tomarla por sorpresa.
-¿Que te sucede?- Pregunto.
-Nada- se limito a contestar.
-Te conozco- replico. -Se cuando algo te molesta.
Ella se encogió de hombros y el se atrevió a acercarse, le tomo de los brazos y la volteo con un movimiento suave.
-Mirame- le dijo, mientras le tomaba la barbilla para levantar su rostro, ella solo suspiro. -¿Que te han hecho para ponerte así?, dime quien ha sido el cobarde que te ha hecho llorar.
-He sido yo misma- dijo con voz quebrada,
El solo se sorprendió.
-¿A que te refieres?
-Yo, al ocultar mis sentimientos, pero tengo miedo.
-Cuenta me que sucede- dijo, dando un paso atrás para darle un poco de espacio. -cuentale todo a tu amigo Cedric.
Ella no pudo contenerse mas y una lágrima gruesa y salada rodó por su mejilla haciéndola sollozar.
-Normalmente se como actuar, que decir, pero ahora tengo miedo, miedo que al confesar, a que ya nada sea igual, que no haya marcha atrás y todo se derrumbe, que si tengo el valor de decir lo que siento, mis pies me abandonen y no pueda ir tras de lo que amo, y que pierda lo que mas he amado. Que me nieguen el ser feliz y que el resto de mi vida sea amarga, pero... No puedo ocultarlo mas, no puedo seguir reprimiendo los sentimientos que cada día crecen mas y mas, que han madurado y se han incrustado en mi corazón, un corazón que puede que en este día no vuelva a latir mas.
-Sofia...yo...te...
Hizo una pausa sintiendo lo que le estaba diciendo, pero con la duda aun.
-Yo... estoy aquí para ayudarte.
Ella lo miro y suspiro, sabiendo que era el momento de arriesgarse o dejar todo para siempre.
-Cedric si yo fuera sincera contigo, prometes no apartarte y que nada cambiara ente nosotros.
El asintió.
Ella se acerco a el, lo miro a los ojos, aun no decía nada, solo abría la boca para decir algo, pero las palabras no salían y volvía a empezar.
Pero no pudo mas, se abalanzó a el robándole un beso, con un suspiro, el solo se quedo asombrado, pero lentamente correspondió el acto, llevando su mano derecha a el cuello de la princesa, y su mano izquierda a la cintura, inclino la cabeza para una mejor posición.
Todo era perfecto, una declaración de amor sin palabras, solo ellos en la eternidad, sabiendo que el amor era mutuo...
De pronto un graznido se escuchó, el levanto la cabeza y miro a su cuervo, parado en la ventana.
Cedric agito la cabeza para reaccionar, se había quedado dormido en su escritorio, sobre un libro de pociones.
-Solo un sueño. Se dijo a si mismo. -solo un bello sueño.
Eso era lo único que podía decir, mientras se levantaba de su silla para continuar lo que hacia antes de tan hermoso sueño.
