Soñaré más allá de la realidad

El libro incompleto

- Y sabes que me dijo entonces?

- Que te fueras?

- No, que me quedara a dormir! En su casa!

- Que dices!

- Y es que no es lo más fuerte porque luego me dijo que si quería me dejara un paraguas

- Un paraguas? Para que?

- Para que no me mojara la volver a casa!

- Que dices!

- Espera, espera, que no acaba ahí

- Hay más?

- Me llamó a la una. De la madrugada

- Para que?

- No lo se, no lo cogí

- Porque?

- Estaba durmiendo

- Eres un caso

- Encima!

Las dos chicas rieron ante aquella anécdota y bajaron las escaleras. La chica del pelo liso se extrañó al ver como su compañera se paraba en el umbral de la puerta.

- Que haces?

- Voy a la biblioteca

- A que?

- El trabajo de literatura.

- No lo has hecho? Pero si es un comentario de mínimo quince páginas para la semana que viene!

- Pero si lo hago con adelanto

- Con adelanto?

- Si lo dejara para el último día lo haría el martes por la noche. Tú ya lo has hecho?

- Hace dos semanas

- Que bestia!

- No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy

- No hagas hoy lo que puedes hacer pasado mañana

Las dos chicas, que en cuestiones de estudio tenían diferentes maneras de prepararse los exámenes, dejaron la conversa sabiendo que era imposible convencer a la otra de lo que era mejor.

- Y por que vas a la biblioteca? Con la de libros que has leído no podrías hacer el trabajo?

- Si, lo iba a hacer de uno que me gustó bastante pero… El otro día fui a por un atlas que me pidió el profesor de geografía, te acuerdas? Encontré un libro que me parecido interesante y quiero leerlo

- Entonces no vienes?

- No. Además, no quiero molestar

- Porque ibas a molestar?

- Es que no ves quien te está esperando en la puerta?

La chica miró hacia el patio

- Quien?

- Sahiko!

- Sahiko? Y que?

- 1000 yens

- Si, claro! – Esta sabía lo que su amiga tramaba, cada vez que sospechaba que alguien la quería se apostaba mil yenes a que era verdad. Algo molesta, sabía que la intuición nunca le fallaba y que ya le debía 3000.

- Yo solo te digo que le gustas

- Venga, va

- No seas ingenua, Yukari, es que no te das cuenta? Como te mira, como te habla de cada chorrada para romper el hielo… Sahiko está muy bien, guapo, inteligente, con dinero… Pero que más quieres? No le dejes escapar o te quedarás soltera toda la vida

- Hablo!

- Pero mi caso es diferente, yo no tengo ningún admirador – dijo en tono burlón – Va, corre, que se te escapa el tren del amor…

- Mayura!

- Que se va! Va, más tarde me llamas y me lo cuentas

- Te odio

- El sentimiento es mutuo, adiós!

La chica vio como su amiga se alejaba y hablaba con Sahiko. Se iban juntos. Mayura sonrió, su intuición amorosa nunca fallaba pero compadeció a Yukari. No sabía que veía en Sahiko, era tan… infantil? Bien, entonces harían buena pareja.

Fue en dirección a la biblioteca, quería leer ese libro. No podía irse sin saber que historia explicaba aquel título tan atractivo. Solo se preguntaba porque aquel día no lo había podido abrir. Por eso odiaba los libros viejos, a veces muy interesantes pero entre las páginas mohosas y amarillentas era imposible seguir la lectura en condiciones. Llegó a la biblioteca, todo estaba a oscuras. Es que ya nadie iba allí a hacer trabajos? Bien, mejor, no le gustaba estar rodeada de gente, le encantaba estar sola. Sacó el móvil a modo de linterna y buscó por todas las estanterías. Donde estaba? A sí, había que bajar las escaleras.

Pisó el primer escalón, crujió. Bueno, ahora solo faltaba que las instalaciones prehistóricas de la escuela se vinieran abajo. Al final llegó. A ver, libros de amor… no. Aventuras… tampoco. Misterio… no, ahí no estaba. Un golpe seco se oyó hacia el fondo de la sala. Enfocó hacia allá el móvil y avanzó lentamente dando pequeños pasos, no muy segura de que hacia.

Se agachó lentamente i cogió el libro. Se sentó en el suelo dejando el teléfono boca arriba para que le diera luz. Leyó el título, "los cuatro dioses del cielo y la tierra", vaya que casualidad, lo había encontrado! Lo abrió con una facilidad increíble, le extrañó porque la última vez no había podido levantar ni la cubierta y porque le había parecido ver una luz roja al tiempo que lo abría. Se frotó los ojos pensando que las lentillas le estaban jugando una mala pasada, ya hacía mucho rato que las llevaba puestas. Puso el libro en sus rodillas y se acercó al texto para enfrascarse en una lectura que le parecía que iba a ser apasionante. Empezó a leer

"Veinticinco años tras la marcha de la sacerdotisa de Suzako, Konan se encontraba de luto. La paz y la prosperidad que habían marcado a esa región se habían evadido como cenizas el día de la muerte del emperador. Era un día frío de diciembre, nevaba, los pájaros habían dejado de cantar y los llantos de un pueblo unido por su aprecio a Hotohoiri, el gran emperador, estaban presentes en su entierro. Ninguno dolía más que el de la emperatriz, destrozada por la muerte de su marido. Una mano se posó en su espalda. Era el nuevo emperador, tenía diecinueve años y tendría que encargarse de aquella región siendo tan joven como cuando su padre empezó. Necesitaban un milagro, pensó. La muerte de su padre era un mal augurio de guerra y pobreza. Cerró los ojos concentrándose en su deseo. La necesitamos… "

- Pero que mierda es esta? – dijo Mayura al pasar la página y ver que estaba completamente en blanco- Encuentro un libro interesante, y se ve que olvidaron de escribir el resto… en, fin – dijo resignándose a la idea de que nada era tan bonito como parecía – lo haré sobre aquel tocho de 500 páginas, que así me pondrán mejor nota, y supongo que…

De repente paró en seco sin saber porque. Miró hacia el libro. Sus sentidos se dirigían hacia el libro incompleto involuntariamente. Que le pasaba? Porque le atraía tanto aquel viejo libro? Porque se agachaba y lo abría por la primera página en blanco? Porque lo acariciaba con la mano derecha? Porque tenía aquella sensación de no sentir nada? Sin molestarse a buscar una respuesta a todas aquellas dudas que le acechaban en aquel momento, Mayura envuelta por la luz roja que el libro desprendía, se dejó llevar.

Nota de la autora:

Representa que todos los que murieron y aparecen ahora resucitaron luego con la misma edad, así que ahora rondan los cuarenta...

En fin. No es gran cosa pero, como surgen todos mis fics, un día me aburría, se me cruzaron los cables y me dejé llevar. Dudas, Críticas (constructivas por favor, tengo mucho orgullo), si por increíble que parezca les ha gustado y demás a

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