Galaxy Warriors
Capitulo 1: ¿Como fue que te conocí?
Hola, aquí estoy de nuevo, con otra de mis historias, que esta vez, está compuesta por varios one shots, capitulos que no tienen continuación el uno con el otro, pero los personajes principales son los mismos en todos ellos. Espero que les guste.
Simbología[ pensamientos
Corriendo, por los pasillos de aquél antiguo monasterio en el que se crió (todo para convertirse en una máquina sin sentimientos, a las ordenes de su única familia, su abuelo), y con una espada en su espalda. Su rostro estaba cubierto por parte de lo que era su traje, que lo identificaba como lo que ahora era, un ninja, solo mostraba aquellos tormentosos y brillantes rubíes, junto con una gran cicatriz en el izquierdo.
Sin duda estaba dispuesto a perder su vida, con tal de recuperar la prueba de que había amado a aquél chico moreno, de azules cabellos, que lo había dejado con la misión de continuar lo que él no había terminado. Si, después de tantos años de entrenamiento, el menor había muerto, a manos del bando contrario, entre cadenas y oscuridad. Solo su ángel de fuego logró salvarle, para darse cuenta de lo tarde que había llegado.
FLASH BACK
--Ahora…es tiempo…de que tu tomes mi papel…te encomiendo al clan, Kai…ellos dependen ahora de ti—y diciendo esto se marchó al otro mundo, con lágrimas de sangre en los ojos, y la última de las sonrisas más dulces.
--Estoy seguro de que nos volveremos a ver, Takao—fueron sus últimas palabras, después de besarlo y llevarse consigo la espada, que ahora le pertenecía.
FIN DEL FLASH BACK
Y así fue, después de haber conseguido al dragón azul, y de haber escapado de la abadía, al final de esta, en la entrada, una intensa y familiar mirada lo cautivó, salvándolo del peligro que se aproximaba, al llevárselo en brazos fuera de esta.
Horas más tarde, al despertar, nota que se encuentra en una habitación, y cubierto entre sábanas, con vendas en el cuerpo. Era la primera vez que no se encontraba en un hospital, sobre todo por que no tenía lugar a donde ir, ahora que se había quedado completamente solo, o al menos eso era lo que él llegaba a pensar.
--[¿Dónde estoy?—miraba a su alrededor, para encontrar algo que se le hiciese familiar, pero lo único que había encontrado, que le llamó la atención en esos momentos, fue una foto de Takao. ¿Pero que hacía la foto de ese chico en un lugar como este?, ¿acaso la persona que vivía aquí tenía algo que ver con él?, quien sabe, ahora solo le interesaba salir cuanto antes, aparte de que tenía que cumplir con parte de lo que era la misión de hoy.
--oh, veo que ya has despertado nn
--¿Quién eres tu?—le preguntaba, mientras le miraba fija y extrañamente a los ojos. Por alguna extraña razón, se le hacía familiar la mirada que ella tenía
--Tal vez es la primera vez que nos conocemos, pero, supongo que mi mirada se te hace familiar ¿cierto?—el otro no le tomaba mucha importancia y la ignoraba, pensando en como salir de ese lugar
--[¿Por qué se me hace tan familiar su mirada?—por mas que trataba de encontrarle parecido con alguien no lo lograba, hasta que con ver la foto se dio cuenta de que era idéntica a la de Takao
--¿Quién eres?—volvió a preguntarle, ahora cruzado de brazos--¿Y por que tienes una fotografía de él?
--Mi nombre es Ayaka, ese pequeño que ves ahí…se ve que lo conoces ¿no es así?, el era mi hermano
--¿Tu hermano?
--Si
--[Ya veo por que la mirada ¬¬
--y tu debes ser Kai, Kai Hiwatari. Él me contaba mucho de ti, desafortunadamente, al entrar en aquella secta, dejé de verlo, y perdí contacto con él. Ahora me llegó la noticia de que perdió la vida.
--¿Por qué me has salvado la vida?—le preguntaba, un poco molesto
--lo siento, pero él así lo hubiera querido—minutos después se levantó de la cama, y después de vestirse, salió de la habitación, mientras que la chica lo detenía.
--espera, aún no te has recuperado del todo, no te vayas, quédate al menos hasta que estés mejor
--no puedo, tengo prisa
--¿Por qué eres tan frío con las personas?—en un par de instantes, eso le sorprendió un poco, puesto que era casi la misma pregunta que él le había hecho hace tiempo. Sin tomarle mucha importancia se marchó dejándola sola. Mientras caminaba directo al lugar donde se encontraban los demás, sus "compañeros", recordó aquél día, al parecer el último que lo tuvo a su lado, justo antes de que se fuera con aquél montón de sombras, y desapareciera en la oscuridad de la nada.
2 días antes….
Era una tranquila y nevada mañana, aunque sin duda, se sentía un frío un tanto fuerte; cosa que no le afectaba en lo absoluto a él, ya que había vivido por mucho tiempo en lugares tan fríos como lo era Rusia.
Llevaba buen rato caminando de aquí para allá, mientras que dejaba huellas en la nieve. Llevaba como siempre, las manos cubiertas por unos guantes grises, y su siempre y clásica bufanda blanca. Ese día, por una extraña razón, decidió dar un paseo matutino, con tal de aclarar sus pensamientos, mientras que con la mirada tan fría y calmada, la nieve cruelmente hacía que se congelara.
No podía entender el porque de esa desición tan repentina, pero sabía que tarde o temprano, tendría que pasar. Sabía que si lo comentaba con cierto chico moreno (que hasta ahora había sido su eterno acompañante) no aceptaría el trato, y con lágrimas de cocodrilo en los ojos, simplemente le diría: "¡Por que, Kai, por que nos haces esto! No, sin duda no podría soportar por más tiempo el hacerlo llorar como antes, cuando solía irse de su lado y lo abandonaba. Ahora que lo tenía tan cerca de si, y por mucho tiempo, no deseaba echarse para atrás, pero sabía que no podía ir contra los deseos de su corazón.
Su mirada, en esos instantes, mostraba un total y completo abandono, una inmensa tristeza, sentimiento que hasta hace tiempo no se había cruzado en su camino. Sentía que el simple hecho de pensarlo le arrancaba el corazón.
--[como decirte que ya no puedo mas, como decirte que ya no siento lo mismo que antes sentía…como decirte que ya no siento nada por ti —efectivamente, esa era la razón de su tristeza, sin razón alguna había perdido todo sentimiento de amor hacía aquél hermoso moreno, sin saber razón alguna, pues al parecer, comenzaba a quererle solo como un hermano.
--[Takao, ya no estoy enamorado de ti, ¡que patético!, no es tan fácil. ¿Cómo se lo digo?—Después de un rato, de estar tan distraído en sus pensamientos, no llegó a darse cuenta hacía donde había dado, tanto, que lo único que logró regresarlo a la realidad, fue la piedra con la que se tropezó. Lo único que alcanzó a hacer, fue quedarse petrificado, hasta que cayó de boca. Después se levantó, con la cara llena de nieve, y empezó a recordar la realidad.
--[¿Dónde rayos me he metido O.ó? ¬¬
Después de tomar la desición correcta, regresó a casa, aún con el corazón a punto de rompérsele.
En esos instantes, cierto moreno peliazul, yacía como todas las mañanas, alzando la casa, de habitación en habitación, hasta dar con el dormitorio, donde inmediatamente, en el suelo, encontró una foto. Al parecer era de Kai.
--[pero que lindo era —pensaba, mientras miraba la foto. Quienes aparecían eran Kai y su padre. Se diría que el bicolor tenía unos 6 años
--[si tan solo sonriera así de nuevo, al menos para mi —Después de haberla visto la colocó en el peinador, y se encontró nuevamente con otra sorpresa. Esta vez se trataba de un libro, que fácilmente se identificaba como un diario, por tener candado.
--[¿Kai?—sin pensarlo lo tomó, y sin esperárselo, el candado se le cayó, junto con una hoja. Al parecer se estaba deshojando.
Tan curioso era que la leyó, hallándose con la mas grandes de sus desilusiones.
Mar-05-07
Hola de nuevo:
Que mala suerte la mía, jamás pensé que esto me pasaría, y justo ahora que se acerca su cumpleaños.
Es difícil describir lo que siento, pero no lo difícil que será ver que él lo acepte.
Por primera vez me siento tan…vacío.
¿Cómo le diré…que ya no siento nada por él?
Si tan solo hiciera que lo comprendiera.
Como me gustaría verlo…ja, con la cara pintada. El reflejo de lo que siempre fui, alguien con dos caras.
Adiós a aquél ángel que un día amé
KAI
--O.O—Sin creerlo soltó la hoja, y se tiró al suelo de rodillas, mientras dolorosas lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Minutos después, y aún triste, cogió pinturas del cuarto de herramientas que tenían, y con toda la prisa del mundo, se las llevó al baño, iniciando con su tarea.
Mas tarde, sin darse cuenta del tiempo, Kai lo atrapó con una navaja en las manos, y la mitad del rostro pintado.
--O.O, ¡No, que haces, dame esa navaja!—Se acercó a él, y después de quitarle la navaja, le tocó el rostro, para ver que no tuviera ninguna herida o rasguño. Mas que nada, quería mucho ese rostro de niño, aún a pesar de que ya no sentía amor con la misma intensidad de antes.
--¡Baka, que rayos pensabas hacer con esa navaja!
--¡Lo que siempre quise!—le respondió, llorando aún mas fuerte de lo que ya lo hacía. El otro simplemente, al verlo así, lo abrazó.
--¿Kai, me quieres?, ¿Todavía?—seguía llorando
--O.ó, claro que te quiero [¿Por qué me hace una pregunta así?
--¿Por qué te has pintado el rostro?—Se quitó la playera, para limpiarle la cara.
--Eso...era lo que tú querías. Ver mi rostro pintado—lo miraba tristemente, como un perro regañado XD! En cuanto al otro, empezó a tener memoria de lo último que había escrito en su diario.
--O.ó. ¡Ya no llores y pongas esa estúpida carita, sabes q no me gusta!—el otro simplemente asentía con la cabeza, mientras los labios le temblaban—tampoco se te ocurra quitarte la vida, y menos con una navaja, ¡ja, aunque dudo que lo hicieras, no tienes el valor suficiente!
--jum!—el menor lo miraba molesto
--¡ah!, otra cosa, piensa bien la pintura que eliges, antes de arruinarte el rostro, la pintura que te pusiste en el ojo, es tóxica
--O.O—entonces se talló el ojo, pero Kai lo detuvo, quitándole la mano para limpiarlo él
--quita, te vas a lastimar mas [¬¬, mas bien, suerte q no se lastimó
--¡De donde rayos sacaste la idea de que no te quería!—volvió a abrazarlo, aún molesto por las acciones del menor.
--pues…de...de tu diario
--O.O, ¡lo leíste!
--¡se-se le cayó una hoja!—lo miraba asustado
--¬¬, no te vuelvas a pintar
--¿por?
--primero aprende, antes de asustar a otros, picazo
--¡óyeme, como que picazo, todo lo hice pensando en ti, y así me agradeces el esfuerzo!
--¡pues…menudo esfuerzo el que hiciste!—lo abrazó por detrás, jugando con su cuello, cosa que hizo que se sonrojara, y para el colmo, sin darse cuenta (pues se había dado la vuelta para evitar su mirada) ya lo estaba excitando con las caricias que le daba.
--¡K…Kai, noo .
--¿No te gusta?—seguía besándole el cuello, mientras le sonreía pícaramente
--¡n-no, si…pero, a-así no!—Se apartó de su lado, y agarrándole la mano, se lo llevó a la sala, para continuar, ahora besándolo él. Al final del "ritual", lo dejó solo en el sillón, y con cara de molestia se limpió los labios del último beso que le dio con su playera.
--No te creo el cuento de que aún me amas, no sentí nada—él otro quedó un poco sorprendido, mientras atrapaba su playera (pues el moreno se la había lanzado)
Llegó la noche, y cierto bicolor, se quedó todo el tiempo acostado en el sillón, pensando en como hacer que no sufriera, cuando se tuviese que marchar de su lado. Tenía pensado dejar la ciudad, pues tenía cosas que arreglar como era de costumbre, además, una espada, y la leyenda de sus ancestros le esperaban en la casa que era de su abuelo, tenía suficientes razones como para dejar Japón por un tiempo.
--[Comprende que ya no te amo ¬¬, ¿Por qué será tan terco?—Para terminar la noche, se quedó acurrucado con la luz de la luna, abrazado de uno de los cojines del sillón, y profundamente dormido. Una hora después, Takao, un poco soñoliento lo buscó, para dormir a su lado, ya que tenía un extraño miedo, desde pequeño, a dormir solo.
--¿Kai, donde estás?, ven a…dormir conmigo—entonces lo encontró muy a gusto en el sillón, y como no deseaba despertarlo mejor se fue, pero sin darse cuenta, al momento de darse la vuelta, le detuvo la mano, haciéndolo gritar del susto (tan dormido estaba que empezó a soñar despierto, por lo que no se percató de que Kai era el que le había cogido de la mano)
--¡O.O, wuaaaaah!
--Shh, no seas escandaloso ¬¬--le tapó la boca, para después atraerlo hacia si en un abrazo, y después besarlo. El moreno solo atinó a gemir de tan avergonzado que estaba por el beso. Para terminar el beso, ambos yacían en el suelo, uno encima del otro, comiéndose a besos, y empezando con el ritual de nueva cuenta, esta vez entregándose por completo.
Llegó la mañana, y Kai se encontró solo en el suelo, con una almohada en el rostro, y sin playera, hasta que despertó, sin encontrar a Takao; un poco dormido, se levantó del suelo, para buscarlo, hasta que dio con la idea de que se encontraba en el tejado, como siempre solía estar todas las mañanas, viendo el amanecer.
--¿Por qué no te duermes otro rato?, al fin y al cabo, este será mi último atardecer en este lugar—le sonreía, mientras trataba de evitar su mirada, pues no quería llegar a perderse mas de la cuenta, como solía hacerlo.
--¿Por qué dices eso?—se sentó a su lado, para recargar la cabeza en su hombro, esa mañana traía una playera de manga larga, ya que las mañanas siempre eran frías en otoño. Por lo que como le quedaba un poco grande, tenía un hombro descubierto, haciendo que Takao se sonrojara con tan solo verlo.
--por que te pones esa playera, sabes que…que no me gusta…además, te-te queda grande
--¿Por qué no te gusta?—le sonreía picara y seductoramente, mientras intentaba besarlo, pero lo único que conseguía era que Takao le desviara la mirada.
--¡No…no tengo tiempo para jugar, Kai!—se levantó del tejado, para entrar a la casa.
--¡Como que no tienes tiempo para jugar!, ¡y a donde rayos vas con esa mochila, hoy es domingo!—lo siguió
--No soy tonto, Kai, claro que se que día es. Saldré con Rei y los demás
--¡Ajá, como solías hacerlo!—Se enojó, sentándose en el sillón para después darle la espalda.
--¡aay, No me digas, ya te enojaste nn!—se burlaba de la cara que había puesto, dándole un beso en la mejilla, como despedida
--No os preocupéis, volveré para la comida, además, por que iba a pasármela todo el fin de semana aquí, encerrado con alguien que ni siquiera me ama
--Ya te dije que es mentira, solo estaba…jugando—entonces se levantó del sillón, para abrazarlo por detrás y después besarlo.
--pues…bonita…manera de jugar—lucía aún molesto, pero aún así no evitaba los besos que le daba.
--ah, bueno, que mas da, ya me voy, y…y quítate esa sudadera, ya te dije que no me gusta—se sonrojó
--¡jajaja, si, como digas!
Después de una larga ducha, se quedó como siempre, esperándolo arriba del tejado, con la intención de ver aquella dulce carita dirigiéndose con una sonrisa hacia donde él estaba.
Seguía aún sin comprender como fue que dejó de sentir tanto amor por aquél ángel moreno, al que tanto quería, y ahora que había conseguido su amor, después de tanto tiempo de estar juntos, ya no sentía nada hacia él, incluso había perdido aquella intensa sensación que hacía que se sonrojara, cada vez que lo veía o lo espiaba, estando desnudo en la ducha.
--[¿Por qué ya no siento nada por ti? ¡Ah!—Suspiraba— [¿Qué voy a hacer?—mientras se alborotaba el cabello de lo fastidiado que estaba
Pasaron las horas, y cierto moreno no aparecía, y ya se había cansado de esperarlo. Tanto tiempo había pasado, que se había quedado dormido en el sillón, con un poco de preocupación en la cabeza, ya que nunca había tardado tanto como ese día.
Llegó la noche, y por fin había llegado, y sin hacer ruido, entró a la casa, con la esperanza de no despertarlo
--[se ve taaan lindo —pensaba, mientras lo observaba, con ojos tristes
Ya no podía mas, después de todo, llegó a pensar, que Kai no lo quería lo suficiente como antes, por que, si entonces lo quería, debió haberlo buscado para traerlo de regreso a casa, pero no fue así.
--[Entiendo lo que está pasando aquí, quizás necesites estar un tiempo a solas, y así será, cumpliré tu deseo, Kai—A partir de ese día, ya no volvió a poner un solo pie por esa casa, lo único que le dio a Kai una pista de donde se encontraba, había sido su medallón, y una espada. No obstante, Kai no se quedaría sin hacer nada, al menos quería despedirse de él como era adecuado, pero no lo logró, ya que él mismo negó el querer verlo. Se enfrentó con el clan, pero desafortunadamente no consiguió verlo, no si no hasta que se encontró en peligro, entonces Takao apareció, protegiéndolo de la última de las flechas que quedaba, dándole a él y no a Kai.
Ese día, Takao había dejado de existir, y ahora era responsabilidad de Kai seguir con la misión que le habían encomendado al moreno.
--Ahora…es tiempo…de que tu tomes mi papel…te encomiendo al clan, Kai…ellos dependen ahora de ti
--¡Pero, no puedo…no puedo sin ti, no…no te irás, no te lo permitiré, no te atrevas a dejarme solo, pues pagarás caro, Takao!—Su rostro se había llenado de lágrimas
--quisiera…hacerte una…pregunta, antes de…de partir…Kai, ¿me amas?—lo veía con suma tristeza, mientras sostenía su rostro con las manos, listo para darle un beso.
--Si, te amo con toda el alma, Takao—diciendo esto, ambos cerraron la despedida, con un beso, y al final, Takao se fue, con una sonrisa, y dejando su vida en manos de Kai.
--Para mi, eso es suficiente, gracias, Kai
--Estoy seguro de que nos volveremos a ver, Takao—hundió su rostro en el pecho del moreno, para seguir llorando y después olvidarlo todo, y seguir con su camino.
A partir de aquél entonces, se dedicó en cuerpo y alma a seguir el camino de Takao, sin importarle ya nada.
Al momento de regresar con el clan, algo le decía que algo malo ocurriría, llevaba una semana sin verlos, ya que su misión había durado mucho, y al quedarse en casa de esa chica, un mal presentimiento le vino a la mente, junto con imágenes de Takao, y las últimas palabras que le había dicho: "Estoy seguro de que nos volveremos a ver"
--[¿Qué es este extraño presentimiento?—al momento de llegar a aquél lugar, el presentimiento se hacía mas grande, y con el un extraño miedo, minutos después ya se encontraba peleando contra varias sombras, que al final lo capturarían.
A todo esto, dichas sombras hicieron un trato, con el clan al que pertenecía, y al final, después de la batalla, salieron ganando los del bando del bien, llevándose consigo a Kai. No sabían que se trataba de alguien de su mismo clan, y al confundirlo, llegaron a pensar que como sabía demasiado, merecía un castigo, pues nadie, que no perteneciera al clan, tenía derecho de saber acerca del mismo.
Como castigo, peleó contra el más poderoso del clan, Kai inmediatamente lo reconoció, pues llevaba, al igual que Takao, el cabello de color azul, y una marca de dragón en su frente. Sin duda había acertado, Takao había vuelto, ¿pero como?
Rápidamente recordó lo que la chica le había dicho.
FLASH BACK
--La única manera para recuperar a Takao, es si yo me sacrifico, él tiene el mismo tipo de sangre que yo, y por lo tanto, ellos tienen su alma.
--¿Sacrificándote?
--así es
FIN DEL FLASH BACK
--[así que ella le devolvió la vida, ¿pero por que?—no entendía la razón, pero aún así, tenía miedo de que siquiera se pareciera a Takao, ya que sus ojos decían lo contrario.
--[¡Que rayos está pasando aquí!—rápidamente comenzó la batalla, y el primero en desenfundar fue aquél chico, quien parecía muy decidido a acabar con Kai. Mientras tanto, el otro solo esquivaba los espadazos. Para terminar la batalla, Kai logró apresar a su oponente en el suelo con su espada.
--Ríndete—fue lo que le dijo, cuando descubrió que él que había sido herido había sido él; ahora se encontraba sangrando del pecho, muy cerca del corazón, sin saber como había sucedido.
Lo único que logró despertar a Takao de aquél trance de posesión en el que se encontraba, fue el ver a Kai cayendo, mientras la banda que cubría parte de su rostro también lo hacía.
--O.O [¡Kai!, ¡dios que hice!—simplemente atinó a cubrirse la boca del susto
Quiso correr a su lado, para ayudarlo, pero le fue impedido por sus propios compañeros, quienes se lo llevaban cargando, para evitar que lo viese, y mientras eso ocurría, una misteriosa sombra se llevaba a Kai, en brazos, de aquél lugar.
Como era de costumbre, despertó, "escaneando" el sitio en el que se encontraba, y justo como se lo esperaba, un poco decepcionado, supo que se encontraba en un hospital.
--[¿Por qué siempre llego a parar a este lugar? ¬¬ —minutos después, Max y Rei pasaron a visitarlo, con una gran sonrisa en sus labios
--¡Hola, Kai!, veo que por fin has despertado—le decía el chino, muy alegre de verlo tan sano como siempre (y con la única mirada tan fría que lo caracterizaba)
--hm—fue la única respuesta que el chino obtuvo
--¡vamos, Kai!, alégrate, de que todavía estás vivo, jajaja—cierta voz se le hizo conocida, por el simple hecho de ver lo burlona que era
--[¡no me digan, Bryan ¬ ¬, lo único que me faltaba!
--bueno, será mejor que nos retiremos, ya que han venido tus amigos nn, esperamos que te recuperes pronto, nos vemos—le dijo Max, mientras se iba con Rei, cerrando la puerta y dejándolo solo con Bryan.
--¿Y Tala?—alcanzó a asomar la cabeza, de manera sarcástica--¿no me digas que dejaste sola a tu novia?, jajaja
--¡¬ ¬, deja de reírte, no tuvo tiempo de venir, dijo que a lo mejor venía mas tarde, eso, si, a darte una buena regañada, jajaja, haber como te salvas de esta! XD!
--¿y ahora que te pasó?, ¡no me digas que fue por cierto moreno!
--¬¬, ¡tu que crees!
--¡O.O, whooaa, el fantasma de Takao ha vuelto, que alguien nos salve . , XD!
--¡no seas ridículo, Bryan!
--O.o tonz?
--es solo que…pienso que tengo una pista de que puede estar con vida, después de aquél entonces no lo volví a ver, y no estaba del todo muerto
--¡si, y ahora piensas buscarlo ¿no?! Se ve que Kai Hiwatari nunca se va a cansar de ese mocoso peliazul
--¡Tala, pensé que llegarías mas tarde!
--si, así parecía, afortunadamente logré llegar a tiempo
--¡hm, y supongo que vienes a regañarme!—lo miraba fríamente
--no, solo te diré una cosa…ánimo en tu búsqueda, y pues, sabes que cuentas con nosotros por si necesitas alguna ayuda—a ambos les sorprendió que Tala actuara de esa manera, pues a pesar de todo, desde hace tiempo atrás amo a Kai, y aún, cuando eso fuera pasado, seguía odiando sin duda a Takao, pues muchas veces hizo sufrir a Kai.
--claro, lo buscaré, aún a costa de mi vida lo haré que regrese, y tu, Tala, me ayudaras. [Esto no se quedará así, no importa que ya no te ame, Takao, pero algo dentro de mí quiere que regreses
Amarte duele
Amarte duele tanto que no se que hacer
En otra parte, cierto moreno peliazul se encontraba totalmente molesto y sorprendido, sin poder creer que le hubiera hecho daño a la única persona que siempre amó…
--[¡Como, como es posible que yo le hubiera hecho daño de esa manera!
--¿Te encuentras bien, jefe?—sentada, a su lado izquierdo, estaba una chica de largos y lacios cabellos castaños, de mayor estatura que la suya; un poco preocupada por su "jefe"
--¡ah, Nancy!, si…yo-yo, estoy bien, gracias por preocuparte, uff—echó un suspiro y salió de la habitación en la que se encontraba. Aún con la cara tan "larga" que traía, sentía que no podía vivir si acaso Kai se le fuera, y todo por culpa suya, según él.
--[¡es que, no puedo creerlo, como fui capaz de hacerle algo así, como, aaah, rayos!—se alborotaba los cabellos.
Te quiero de aquí a Marte
Aunque la gente siga nuestros pasos
--[¡Kai, Kai, si te vas juro que le hago alguna maldición a tu tumba cuando estés muerto, me escuchaste, Kai Hiwatari no puede dejarme solo, NO!
Pasada una semana y media después del accidente, Tala y Kai iniciaron sus planes de traer de vuelta a Takao. Estaban tan cerca el uno del otro que ni las caras podían verse, incluso trabajaban para el mismo grupo de ninjas.
--¡Hola, Kai san, hace tiempo que no visitabas la colmena!—le decía cierto chico de azulados cabellos, (el tipo bromista del escuadrón), tratando de animarle el día, pero solo conseguía molestarlo mas
--¡hm, que es lo que quieres Serguei!, ¿y donde se supone que dejaste a Nancy?, el otro día la vi demasiado deprimida, ¿Por qué no vas y la buscas?, a lo mejor ella si te aguanta
--¡Uy, que genio, concédeme tres deseos, jajaja!—el mayor no dijo nada, solo se marchó dándole la espalda.
Las vacaciones habían terminado, y al parecer, esas últimas semanas no las pasó como quiso, sin Takao en casa para alegrarle el día con su cara de angelito, simplemente sintió que no tenía sentido el celebrar su cumpleaños (el cumpleaños de Takao), incluso había planeado, durante toda la semana, juntar para comprarle un pastel, y regalarle aquél collar que tanto le llamó la atención.
Amarte duele quiero llevarte a Marte y quererte
Si el mundo no conspira
No se puede, el amor
Quiero llevarte a Marte y quererte
Ya se acercaban las clases, y esta vez iría solo camino a la escuela, sin compañía de cierto chico tormenta, que casi siempre llegaba a tropezarse con cuanto obstáculo se le pusiera enfrente; siempre terminaba en brazos del mayor.
Al parecer su primer día de clases no sería tan aburrido como los demás, pues algo le decía que estaría a punto de recibir la sorpresa de alguien más en su destino. Y eso ocurrió justo camino a casa. Al parecer "ciertas sombras" perseguían a una chica, la cual al parecer en vez de estar atormentada se encontraba demasiado bien, cosa que le extraño un poco.
Después de salvarla, la chica le dio las gracias, y con ello su beyblade.
--Gracias por salvarme, toma
--O.o[¿mi beyblade?, ¿pero que hace ella con él?—al final le dio la espalda, para dejarla sola, pero no pudo evitar el quedarse inmóvil en el mismo lugar, al parecer estaba paralizado con su mirada, cosa que hizo que inconscientemente se sonrojara
--[¿Por qué estoy rojo?
--¿Te encuentras bien?, estás rojo, jijiji—la chica nomás alcanzó a tocarle la frente, para ver si no había enfermado, mientras se burlaba de su situación. Kai instantáneamente reaccionó ante el roce de su mano, y recargó su mejilla en el brazo de la chica, como si fuese Takao quien lo estuviese acariciando.
--¿Qué te sucede?, en serio no estás bien—a la chica le comenzó a preocupar que actuara de esa manera, y ciertamente, Kai también se sentía extrañamente atraído hacia ella.
--[¿Qué me está pasando?, ¿Por qué siento esta calidez?—lo único que le hizo reaccionar, fue el recuerdo de aquella vez, cuando aquella misteriosa figura se lo llevó consigo salvándolo de las sombras.
--¡ah!—rápidamente se retiró de su lado, aún sonrojado--¿Cómo te llamas?—después le dio la espalda de nuevo, esta vez para marcharse de su lado.
--Karin, Karina
--[Se parece tanto, pero, ¿si fuese ella?—volteó de reojo a donde ella estaba, la cual ahora andaba jugando con una flor que había encontrado.
--¿si fuese ella que?—le preguntaba la chica, sorprendiéndolo, pues le había leído la mente.
--si fueses ella, desde un principio te hubieras podido defender tu sola de esas sombras
--¡E-espera!, ¿Cómo te llamas?—hizo que se sonrojara con tan solo verla de nuevo a los ojos, entonces movió rápidamente la cabeza, para evitarla.
--K-Kai— [¡rayos!—después se marchó
Toda la noche se la pasó pensando en ella, (mientras observaba a la luna, sentado en una silla y apoyando los codos en el marco de la ventana de su habitación) y en la posibilidad de que talvez fuera quien le había salvado aquella vez.
--[Tiene un increíble parecido, pero…no, no puede ser ella —después se tiró en la cama.
--[imposible, además ella tenía…unos hermosos…ojos
Durante la noche, tuvo un extraño sueño, justo como los de aquella vez, acerca de su posible futuro
Todo era tan confuso, que apenas se podía distinguir…
INICIO DEL SUEÑO
Un enorme edificio…
--[¿La abadía?—se preguntaba, mientras caminaba al interior de esta, con pasos ligeros, y sin la menor prisa.
Después, extraños presentimientos de que algo malo ocurriría, y en cuanto menos se lo esperó, un tremendo dolor de cabeza lo invadió
--[¡No…no puede ser, otra vez no!—se encontraba de rodillas en el suelo, con las manos en la cabeza, hasta que, una serie de visiones le invadieron la mente.
--¡Kaaaai!—La voz de aquél moreno peliazul, en un grito congelado, lo volvía loco
--[¡Que…que pasa!, ¡Ta-Takao!—cada vez era mas profundo el dolor, tanto que le sacaba lágrimas
--¡Kaaaai, ayúdame, ayúdame!—de pronto, la voz en su cabeza cesó, y un instante se vio envuelto en llamas, Takao se encontraba lejos de ellas, frente a si, e inconsciente en el suelo, como si estuviese muerto.
Sus manos se habían llenado de sangre, y en cuestión de minutos, yacía también en el suelo, en brazos de aquella misteriosa silueta que lo había salvado.
--¿Qui-quien eres?—la chica solo le respondió con un beso en los labios, que lo hizo caer en un sueño profundo.
Minutos después despertó, y comenzó a escupir sangre por la boca, manchando las sábanas.
--¡Que O.O!
--[pero… ¿Qué es lo que me está sucediendo?—Rápidamente se levantó y se dirigió al baño, para lavarse la boca, después se miró en el espejo, y notó algo totalmente distinto en sus ojos. Un extraño poder estaba recorriéndole las venas, podía sentirlo, incluso esa mirada, era totalmente distinta.
--[¿Quién…soy?—fue la pregunta que le llegó a la cabeza, al momento de ver sus ojos, que ahora habían cambiado a un color azul zafiro, (mientras le sangraban), y su reflejo en el agua del lavabo.
Llegó la mañana, y como siempre era hora de ir a clases, esta vez tenía algo en la cabeza, que lo tenía perturbado. El simple hecho de que el color de sus ojos cambiara, y de que de repente, de la mañana a la noche le creciera el cabello, lo tenía un poco sorprendido, tanto le había crecido (hasta la cintura O.O) que ahora no sabía que hacer con los dos mechones que cruzaban su rostro. Lo único que pudo hacer fue recogerse lo demás con una simple liga. No tenía pensado cortarlo, pues temía que pudiese crecer más.
--[¿será esto una maldición…o me estaré volviendo loco?
--Buen día, Kai, ¿cambiaste de look?, te noto algo diferente—le decía cierto chico castaño que como siempre solía acompañarlo a clases
--¿a que te refieres con "diferente"?—trataba de ver que no fuera mucho el cambio, tal vez ya ni siquiera se parecería al Kai de siempre, podía sentirlo.
--esto, pues, tu cabello ha crecido bastante, y tus ¡ojos!, no sabía que fuesen azules, a menos que nunca los haya visto demasiado tiempo—se sonrojaba.
--no, no eran azules—lo miraba con preocupación.
--[¿Qué te ha ocurrido, amigo?—haciendo que Wyat también se preocupara
Ahí se quedó después de clases, mirando hacia la ventana, tratando de distraerse un poco, hasta que sin querer, "cierta chica", que al parecer llevaba prisa, se tropezó con él, cayendo ambos al suelo, junto con un montón de libros, que le dieron en la cabeza a Kai.
--¡Ouch!, ¿te encuentras bien ¬¬?—al ver de quien se trataba, le desvió de nuevo la mirada, un poco sonrojado.
--¡ah!, si, lo siento, no era mi intención
--descuida, estoy bien ¬¬--le decía, con el mismo tono frío de siempre
--¡oh, tus ojos, están-están sangrando!—Él pensó que se daría cuenta del color de estos, pero se asustó mucho cuando le había dicho que estaba sangrando
--O.O
--mis…mis ojos—cuando empezaba a tocárselos, la chica sacó un pañuelo de su mochila y se los limpió, después lo llevó a la enfermería. Se quedó con él hasta que hubo sonado el timbre para la salida general.
--Gracias por quedarte con-conmigo—le decía, con la misma seriedad de siempre, solo que un poco sonrojado (fue lo menos que pudo hacer, después de que lo había ayudado)
--no es nada—la chica le sonrió dulcemente, haciendo que se sonrojase mas de la cuenta—Tienes unos…bonitos ojos. El azul es mi color favorito
--[¿Qué? o.o —hizo que se sonrojara aún mas, después se levantó de la cama, para dirigirse a la puerta, pero la chica le detuvo la mano, dándole un medallón
--¿Qué…es esto?—lo miraba detenidamente--¿Por qué me lo das?
--creo que te pertenece, así lo siento, ¿eres dueño del fénix, no? nn
--O.o [¿Quién es esta chica?—la chica se marchó, dándole un beso en la mejilla
--jiji, no te sonrojes, pues, te vez demasiado dulce para el carácter tan frío que tienes, chico Hiwatari—él solo atinó a tocarse la mejilla, y después se molestó un poco
--[¡menuda forma de despedirse ¬¬!, ¡demasiado dulce, ja!—ya no deseaba verle, eso era seguro, pues tenía demasiado como para sonrojarse, cosa que no le gustaba del todo, y a pesar de todo, allí el único que hacía que le pasara eso, era SU Takao.
--[Takao…quiero verte otra vez —volteaba al cielo, mientras notaba que empezaba a llover.
Habiendo llegado a casa (el apartamento), se sentó en la entrada que daba a la calle, dejando que la lluvia lo mojara, y por instantes calmara su tristeza
--[Takao —se quitaba la liga, para dejarse suelto el cabello.
Y por instantes empezó a recordar parte de los últimos momentos que estuvo con él, incluso aquella noche, "la primera vez" para ser exactos. Takao era quien mas nervioso estaba, y Kai simplemente lo llevaba de la locura al éxtasis, con tremenda mirada q le ponía. El simple hecho de recordarlo hacía que se sonrojara, mientras dolorosas y enternecedoras lágrimas lo descubrían por completo, en los brazos de Tala.
--¿Quién iba a pensarlo?, Kai Hiwatari, un chico sin corazón, llorando por Takao Kinomiya, el objeto de sus disgustos—decía cierto pelirrojo mientras reía un poco, acariciándole los cabellos al susodicho
--¡¬¬, no te rías!, no sabes lo que se siente
--Claro q lo se, mijito, jiji. Pues hace tiempo yo pasé por eso—con eso se refería a lo enamorado que había estado de Kai, aún sabiendo que este estaba enamorado de cierto "enano peliazul"—pero despreocúpate, yo te ayudaré a buscarlo, y verás que ya no va a ser lo mismo, pues lo que tu dices será esta vez cierto
--¿Por qué…lo dices?—le preguntaba, entre sollozos
--no se, pero ¿sabes?, siento que has cambiado un poco, Kai, pero solo un poco—le guiñaba un ojo, mientras que el otro seguía con la cabeza hundida en su pecho.
Te quiero de aquí a Marte
Aunque la gente siga nuestros pasos
Yo te pido que no mires el reloj
Y quédate aunque me duele
Al día siguiente, como todos los días, volvió a ver a aquella chica, esta vez parecía él el espía, en lugar de ella, y con solo verlo, cualquiera diría que estaba realmente interesada en ella.
--¿Ocurre algo, sempai?—le preguntaba Wyatt, mientras lo veía comerse una manzana
--¿huh?, oh, no es nada
Saliendo de clases la siguió, ella sabía lo que estaba haciendo, y solo fingió no verlo, para ver hasta donde llegaba, pero lo único que consiguió fue toparse con ella sin querer, mientras iba de espaldas para evitar que lo viese.
--¡ah!—fue lo único que dijo, al ver que había chocado con ella, la chica solo rió
--ahora tu eres el espía, ¿Qué pretendes, Hiwatari?—le guiñaba un ojo picadamente, haciendo que se sonrojara, para después darle otro beso en la mejilla, como aquella vez—Kai inmediatamente se retiró antes de que lo tocase, un poco molesto, la chica solo siguió riendo. Y mientras caminaban, ella no se dio cuenta de que al final del camino, siempre había un hoyo, en el que nunca caía por suerte, esta vez fue diferente, Kai logró sostenerla, y ambos se quedaron viendo a los ojos muuy juntitos.
--este…gracias por atraparme—le tocaba las mejillas, intentando darle un beso, pero este solo la acomodó de nuevo en el camino, y muy sonrojado la dejó, mientras que se marchaba de nueva cuenta.
--fíjate por donde vas, niña—fue lo último que le dijo (muy a su manera), sonriendo burlonamente sin que ella se diera cuenta. La chica solo atinó a seguirlo, y este último no pudo impedir que le gustara tener después de todo un poco de compañía.
--¿vives solo en casa, o en compañía?—le preguntó la chica
--por ahora estoy con un amigo, solo eso—le respondía firme y serenamente
--¿en serio?, ¿y como se llama?, si se puede saber
--Tala, un tipo pelirrojo, de mi tamaño, solo que está un poco loco
--me gustaría conocerlo
--¡ja, seguro!, seguro y se lleva ¿Cómo se dice?—decía sarcásticamente, "de pelos" contigo, ¿pero te doy un consejo?, no le creas todo lo que te dice, a veces pienso que está mas loco que yo ¬¬
--jijiji
La chica se divirtió mucho con Tala, quien la traía enamorada de todo lo que le decía sobre Kai, cosas que a veces el mencionado negaba, aunque fueran ciertas
Al final Tala encontró la respuesta al cambio de Kai; ya no era solo por el moreno, si no que ahora una hermosa y simpática chica lo traía de cabeza, con solo ver que cada vez q le contaba algo, el chico se sonrojaba y se molestaba.
--divertida la niña ¿no, "Kai san"?, jajaja
--¡deja de reírte ¬¬!—le daba un codazo
--creo q ya te consideró su sempai, ¡ay, que lindo! Jajajaja
--¡quieres cerrar la boca, Talita!—le seguía la corriente, burlándose de cómo lo había llamado la chica.
--¡ja, creo q te queda mejor el diminutivo, compadre, jajaja!—se reía a carcajadas
Después de varias semanas, ambos se hicieron muy buenos amigos, y todos los días, se les veía juntos, ayudándose el uno al otro, en la escuela, y fuera de esta. Sin duda habían hecho una muy bonita amistad, y por primera vez, en todo un año, Kai volvió a sonreír, después de todo, el incidente de Takao le había vuelto a oscurecer aquella dulce y brillante mirada que empezaba a mostrar.
--¿No crees que Kai sonríe mas que de costumbre?—volteaba hacia donde el mencionado se encontraba, al parecer estaba burlándose de lo que pasaba en la TV, un poco extraño, para alguien como él.
--Si, así parece, y creo que todo es gracias a ti niña—le sonreía, mientras le alborotaba los cabellos
--¿Por qué lo dices?
--¿No lo vez?, tu eres quien lo ha convertido en lo que siempre ha sido, has vuelto a traer de nuevo su sonrisa, esa cálida sonrisa.
La chica no comprendía realmente lo que aquí pasaba, y con solo verlo feliz, le sorprendía un poco que "Kai" fuese tan alegre, a pesar de que el siempre solía ser muy serio y frío. Pero, sus dudas se aclararon al final, descubriéndolo todo mientras esa noche lo había escuchado llorar, sentado en la ventana y recargado en el vidrio de esta, mientras dolorosamente veía la luna, como si quisiese pedirle ayuda.
--[¿Qué es lo que te ocurre?—se preguntaba, mientras caminaba discretamente hasta donde él se encontraba. Al momento de tocarlo, imágenes de un chico de cabellos azules y de menor edad que ella, aparecieron en la mente del chico. Tantos recuerdos dulces y a la vez dolorosos, le hicieron comprender lo mucho que estaba sufriendo. "Takao", era lo que su mente repetía, y lo que su corazón imploraba.
--¿así se llama?
--Si—ya no le sorprendía el hecho de que le leyera la mente, incluso ya no le importaba, no cuando se trataba de ella.
--¿y lo extrañas mucho?—esta última pregunta no se la respondió, y simplemente se dejó llevar por su calor, mientras colocaba la cabeza en su pecho.
--no te preocupes, Kai, recuperaremos a Takao, ya lo verás—le sonreía dulcemente, haciendo que no perdiera las esperanzas.
Esa misma noche, entre sábanas, comenzó a soñar de nuevo. Esta vez el sueño era distinto al de aquella vez. Y aunque esta vez estaba acompañado (la chica se encontraba al lado suyo, sentada en una silla, cubierta con un cobertor) el miedo de aquella vez seguía presente en su corazón.
Una hora después, despertó demasiado agitado, esta vez a salvo de manchar las sábanas; Y en brazos de la chica, después de llorar tanto, se volvió a quedar dormido.
Al día siguiente, saliendo de clases, ambos platicaron sobre lo ocurrido anoche, y él con suma preocupación le contó parte de lo que recordaba de su sueño.
INICIO DEL RELATO
--Era el mismo edificio lúgubre de aquella vez, el mismo y tenso ambiente, los mismos pasillos, el sonido de las manecillas de un reloj caminando. Todo era igual, solo que esta vez, no estaba solo. A parte de mis pasos, muy a lo lejos, frente a mi, se escuchaban otros pasos. Mientras yo avanzaba, estos se escuchaban más cerca de mí. Tenía miedo, un miedo terrible (cualquier chiquillo lo tendría si se encontrara en una situación parecida). Sin dejar de caminar, miraba todo a mí alrededor, hasta que sin percatarme de nada, de repente, me encuentro con una extraña pero conocida silueta, muy enfrente de mí.
FIN DE 1ERA PARTE
--¿Cómo eras en tu sueño?, ¿De que edad te veías?
--7 años
--Prosigue
2NDA PARTE DEL RELATO
--Sin pensarlo, la extraña silueta me agarra del suéter, y con esto, mientras camina, al final, me ensarta una espada en el corazón, para después lanzarme en lo que parece ser un precipicio. Solo al final descubro quien se oculta detrás de esa sombra.
--¿Quién era?
--Takao
--continua
--Sin razón alguna, alzo el brazo, pensando que alguien me salvará, pero al final no ocurre nada.
FIN DEL RELATO
--Pienso que la razón de tu miedo, es por llegar a pensar, que algún día, Takao traicione tus palabras, ¿o me equivoco?—él solo la miraba, con mucha atención, y esperando a que lo que dijera fuera cierto
--Tu me dijiste una vez, que él te había prometido el nunca hacerte daño, ¿cierto?
--cierto
--Tu temes que no cumpla con su palabra, y eso te causa mucho dolor, temes perderlo para siempre—con todo esto, sus dudas se habían aclarado un poco.
Pasada una semana, el día que tanto estaba esperando por fin había llegado, desafortunadamente, tuvo que dar el primer paso solo, ya que la chica tenía algo importante que hacer en su casa.
--No te preocupes, estoy segura de que podrás hacerlo, después de todo es a ti a quien tiene que ver. De seguro que nos veremos allá—le sonreía, mientras le daba un beso en los labios, cosa que le había sorprendido hasta hacer que se sonrojara.
--Te amo, Kai, y yo nunca te dejaré solo, es una promesa—fueron sus últimas palabras, mientras se iba del apartamento, dejando a un Kai y a un Tala totalmente atónitos.
--¡Wooah, vaya chica!—decía el pelirrojo, mientras agarraba al otro por detrás, de los hombros.
--Solo espero que lo que dice sea cierto
--bien compañero, ha llegado la hora—le amarraba la espada a la espalda.
--si [Takao, voy por ti
Todo había empezado con un lugar de encuentro, donde supuestamente, Takao lo había citado.
"Si quieres recuperarme, entonces tendrás que pelear conmigo, quiero que me demuestres lo mucho que te hago falta"
Parte de esas palabras se quedaron grabadas en su mente, mientras conservaba las esperanzas.
Sin duda le sorprendió mucho que el lugar del encuentro se tratara de aquél extraño lugar que tenía un poco de parecido con la abadía.
Pero no le importó mucho, ahora solo deseaba ver a Takao una vez más.
Y ahí estaba, aquél chico moreno, tan vivo como siempre, con la diferencia de que sus ojos decían que no se trataba de la persona que Kai estaba dispuesto a traer de vuelta. Tenía la mirada igual de fría que Kai siempre solía tener, sobre todo vacía y perdida de todo brillo posible.
--veo que has venido, me alegro por eso, por que aquí mismo será tu tumba, Kai Hiwatari—le sonreía maliciosamente
--No me importa en lo mas mínimo perder mi vida, si es por ti, Takao—le decía, con lágrimas en los ojos, y la misma seriedad de siempre. Esta vez intentaba mostrarse lo mas frío posible, para tratar de hacer entender a Takao lo mucho que lo quería.
--[no comprendes lo mucho que he sufrido por tu ausencia, pero eso se acabará, una vez que regreses conmigo
Minutos después dio inicio la batalla, y como siempre, Kai llevaba la ventaja, cosa que no le sorprendía del todo, pues después de todo, era Takao.
--¿Que pasa, eso es todo lo que tienes?—le decía, mientras lo acorralaba con su espada en la pared. Pasaron los minutos, y ambos se quedaron en la misma posición, viéndose a los ojos. Sin duda algo había en Takao que le impedía poder ver de nuevo a la realidad, pues aunque tuviera los ojos vacíos, y el iris de estos no se viera, él lloraba por todo el dolor que su corazón aguardaba.
--[perdóname, Kai, yo no quería lastimarte —En esos instantes, Kai pudo leer su mente, y pudo darse cuenta, que lo que Takao buscaba era su perdón, después de la manera en que lo había lastimado, deseaba mas que nada estar muerto.
Sin pensarlo mas, lo abrazó, y el chico, tratando de deshacerse del abrazo, apretaba los dientes en señal de disgusto, pero su corazón simplemente decía todo lo contrario. Ahora más que nada necesitaba ese abrazo.
--¡Que…que haces, suéltame!
--Se por todo lo que estás sufriendo, y quiero que sepas que yo jamás te tuve rencor por haberme lastimado así, lo único que deseaba era que regresaras de nuevo a mi lado, no tenía la intención de lastimarte con mis palabras. Espero y me comprendas, Takao. Tú más que nadie sabe lo frío que a veces suelo ser.
--[Tú… ¿me has perdonado?, ¿Kai?, ¿podré estar…de nuevo a tu lado?—unos instantes pasaron, para que se diera cuenta de lo mucho que ambos se necesitaban, y no pasó ni medio segundo para que dejara de pelear por deshacerse del abrazo de Kai.
--¡Yo, lo lamento, Kai, lo siento mucho, no sabes…no sabes cuanto te he extrañado. Tus palabras me lastimaron mucho, pensé que…que ya no me querías!—le decía, aún con los ojos vacíos, y lágrimas en ellos.
--no lo sientas, no te disculpes, ya no mas—le besó en los labios, mientras que le secaba las lágrimas con su lengua.
Escapare contigo a Marte
Ahí no me importa nada te podré querer
Pero tu hermana dice que no sientes lo que dices y me duele
En un par de minutos, sin esperárselo, ambos se encontraban rodeados de fuego, pero quien al parecer mas lo resistía era Kai. Takao se desvanecía de un segundo a otro en sus brazos.
--K…Kai, ayuda…me
--¡Takao!, resiste—sin pensarlo, atravesó las llamas, creando una abertura entre ellas, mientras cubría a Takao con su gabardina. Al final, lo colocó en el suelo, y le dio un poco de aire, para que respirara, pues el fuego lo había sofocado. Por suerte todavía se encontraba con vida, pero las llamas no lograron cesar; Tala se lo llevó en sus brazos, por órdenes de Kai, quien intentaba apagar el fuego con su cosmo, justo como la chica le decía, desafortunadamente, el fuego lo consumía, llevándose parte de su vida consigo.
--¡a este paso no lograras nada, Kai, ríndete!—la chica intentaba volverlo a la realidad, pues este ya se había fusionado con el fuego.
--[perdóname por todo lo que les hice sufrir, Takao, con esto enmendaré mis errores
Al final, logró detener el fuego, y cayendo en brazos de la chica, fue como regresó a la realidad.
--[te felicito Kai, lo has logrado, ya eres un caballero estelar
Durante el tiempo que estuvo inconsciente, tuvo una serie de visiones acerca del futuro, en donde se veía al lado de la princesa, siendo parte de un grupo de guerreros más, a parte de que alguien más llegaría a su vida, cambiándolo por completo, tanto físicamente, como en carácter. Un extraño poder se apoderaría de su cuerpo, como aquella vez cuando le cambió el color de sus ojos.
Todo había vuelto a la normalidad, y sin embargo, todavía no se descubría al causante de aquél incendio. Tala había desaparecido extrañamente desde aquél día, ya no se le había vuelto a ver, y sobre todo la princesa tenía un mal presentimiento.
Por otra parte, Takao había perdido parte de la vida a manos de Tala, causas desconocidas, así como la desaparición del pelirrojo, se escondían tras el desvanecimiento permanente de Takao (había muerto)
--es raro, no tiene ninguna herida física, pero, posiblemente algo le habrán hecho, que su vida se consumió como una flama. Su cuerpo está intacto, pero su alma está extrañamente congelada—Decía la chica, mientras inspeccionaba el cuerpo del moreno. Mientras tanto, un chico bicolor, yacía un poco confundido, y "apagado" como de costumbre.
--No te preocupes, de seguro que podremos regresarlo a la normalidad, pero…me temo que ya no será el mismo.
--si, eso lo se, por eso temo por él, que ya jamás me volverá a ver de la misma forma. ¡Ah!—suspiraba—todo volverá a ser como antes de que nos enamoráramos. Es triste—entonces salió de la habitación, con la intención de calmar un poco la tristeza que lo estaba invadiendo por dentro.
--[quizás después de todo, sea lo mejor, para ambos, adiós, Takao —se secaba las lágrimas, mientras seguía caminando.
--No es sencillo, lo se, pero es la única forma. Aunque, estoy segura de que él y tu fueron buenos amigos, ¿o me equivoco?—le negaba con la cabeza en señal de afirmación.
--nunca nos llevamos tan bien, pero tampoco nos llevábamos tan mal, por eso nos enamoramos.
--entiendo—le sonreía--¿quieres que empecemos?
--¡ah!—volvía a suspirar—adelante
--tranquilo, además, yo estoy contigo, te lo prometí, yo jamás te dejaré solo, Kai—la abrazaba, mientras hundía la cabeza en sus cabellos
--lo se, y te lo agradezco.
Unas horas después, Takao despertó, encontrándose con el rostro tan frío y serio de Kai, y el de una linda chica que le daba nuevamente la bienvenida a la realidad.
--O.o, ¿Dónde estoy?, ¿y los chicos?—lucía muy confundido, mientras se levantaba de la cama, para terminar por perder el equilibrio, y caer en los brazos de Kai, quien parecía un poco preocupado, o ¿triste?, eso le sorprendió mucho, pues era la primera vez que lo veía tan deprimido.
--E… ¿estás bien, Kai?
--¿Qué?, ¡ah!, si, no es nada—le desviaba la mirada, para bajarlo al suelo, pues lo estaba abrazando. En un momento vienen Rei y Max, si quieres espéralos adentro del apartamento—le señalaba donde se encontraba con la mano, para después cruzarse de brazos.
--OH, gra…gracias, supongo
Rei y Max se alegraron mucho de verlo otra vez, pero no sabían, que ya no era el mismo Takao que se la pasaba con Kai.
--Hola Takao, ¿Por qué estás en el suelo?, ¿y Kai?, ¿Qué no estaba contigo?
--¿conmigo?, ¿Por qué habría de estarlo?, está con su novia, si así se le puede llamar—les respondía, con suma despreocupación y tranquilidad
--¿novia?—se volteaban a ver ambos
En otro lado…
--¡vamos, Kai, deja de poner esa cara, sabes que no me gusta verte así!—le decía la chica, sentada en el suelo, a un lado suyo, ambos estaban en lo que parecía ser una bodega.
--¿esa cara?, ¡que otra quieres que ponga!, ¡es que…no puedo creer que todavía me siga preocupando por él!, ¡no me cabe en la cabeza el hecho de que ya no siento nada por él!, ¡por que, por que me sigo sintiendo así!—se tiraba de rodillas al suelo, mientras seguía llorando del coraje.
--no te sientas así, te será difícil olvidarlo, pero te acostumbraras poco a poco, y yo te ayudaré—volteaba a verla, aún con lágrimas en los ojos, para después levantarse y desviarle la mirada, dándole la espalda—te entiendo perfectamente, y se exactamente el dolor que sientes, pues gracias al medallón hemos estado mas unidos que antes. De seguro ya te habrás dado cuenta, que si a ti te lastiman, a mi también me pasa lo mismo. Pero no te preocupes, el fuego no me hizo daño, por que el se ha adueñado de ti—entonces lo abrazó por detrás, colocando la cabeza en su espalda—no te preocupes mas, yo te ayudaré, de ahora en adelante, trataré de hacerte feliz, con mi compañía haré que olvides a Takao para siempre, ya lo verás.
Los chicos escucharon toda la conversación, y se dieron cuenta de que Takao y él ya habían terminado la relación que tenían. Sin embargo, intentaron preguntarle a Takao, pero este no supo de lo que le estaban hablando, Kai les pidió que se dieran por vencidos, pues Takao no diría nada, ya que para él, nada de eso había ocurrido.
--él no es el Takao de siempre, y por mas que intenten pedirle información no se las dará, al parecer todos sus recuerdos han sido borrados—les decía Kai, un poco mas tranquilo. Mientras tanto, la chica les contó todo lo que había pasado, desde la última vez que ellos lo habían visto, y con esto se sorprendieron un poco, además de que se sintieron mal por el pobre de Kai, quien trataba de olvidarlo todo, alejándose de Takao por un tiempo. Incluso el moreno se preocupó un poco por su amigo, pensando que le había hecho algo malo como para que no quisiera verlo.
Así pasó un buen tiempo, para que todo regresara a lo que era antes, después de todo, Kai se conformó con el amor que la chica le daba; sobre todo empezó a responsabilizarse mas por su trabajo como caballero estelar, mientras le ayudaba a la princesa, buscando en cada rincón del planeta a los siguientes elegidos.
--[ahora que tengo al poder del fénix dentro de mi, será una tarea difícil el poder controlar estos nuevos poderes —se decía, mientras concentraba parte de su poder en la espada.
En otro lugar, las cosas marchaban como siempre, todo era paz y tranquilidad, contando con que Takao tenía planes en lo que se refería a su amor por ¿Hilary?
--[¿me pregunto como estará ella?, hace tiempo que no la veo, espero que esta extraña separación no haya sido por otro de mis tontos malentendidos —pensaba, mientras se dirigía a casa de la chica.
La chica se encontraba como siempre, limpiando parte de su habitación, mientras que su madre preparaba la comida, en eso, oyó que alguien tocaba la puerta, y al abrirla, dejó pasar a Takao, señalándole alegremente la habitación de Hilary. El chico entró sin hacer mucho ruido, ya que le gustaba verla trabajando, después de todo siempre le agradó verla recogiendo el salón de clases todas las mañanas antes de que estas comenzaran.
--hola, Hilary—le sonreía el chico, mientras que ella se había sorprendido por encontrarlo en su casa.
--¡Ta…Takao!, hola—le decía desabridamente, después de todo no tenía deseos de verlo, sobre todo por que sabía que él andaba con Kai desde hace tiempo.
--¿Olvidaste nuestra promesa?—hace tiempo, habían hecho la promesa de no volver a verse las caras, si acaso Takao se iba a vivir con Kai, pues la chica estaba totalmente enamorada del moreno que no podía seguir viéndolo simplemente como un amigo mas.
--¿O.o?, n-no, lo siento, pero no la recuerdo—le decía un poco confundido por el comportamiento de la chica.
--entiendo. ¡No te quiero ver, Takao!, ¡lárgate, déjame en paz!—Sin duda todavía se sentía de la misma manera que aquella vez, pero Takao, sin entender por que lo hacía, la detuvo de los brazos, agarrándola de las muñecas, para después atraerla hacia si, y besarla, cosa que le sorprendió mucho a la chica.
--Te amo, Hilary—le decía, con una dulce sonrisa en sus labios, que hacía que la chica se derritiera y comenzara a llorar, para después abrazarlo.
Toda la tarde, antes de la comida, platicaron al respecto, y Takao no la entendió en lo mas mínimo, con eso de que que había pasado con la relación que tenía con Kai.
--no entiendo nada, estás igual que Rei y Max, ¿a que se refieren?, Kai y yo jamás anduvimos, nunca—le respondía, sonrojándose, cosa que le sorprendía un poco a la chica, si decía que no, entonces ¿Por qué se sonrojaba?
--entendido, ya lo comprendí, pero no te enojes—le sonreía--¿sabes?, yo también te amo, desde hace tiempo…he estado enamorada de ti, Takao—le regresó el beso, haciendo que se sonrojara mas.
Los días pasaban, y ambos chicos, habían olvidado por completo, aquella relación de amantes que tenían, Kai ya no veía a Takao como una mala persona, o como un inmaduro, tampoco como el niño del que se había enamorado, sin embargo, si lo veía como un gran y muy importante amigo en su vida; el moreno lo veía de la misma manera, y sin duda sentía que después de todo, algo había en su interior, que hacía que quisiera a Kai como algo mas que un amigo, sin entender por que, simplemente se quedó con el sentimiento muy dentro de su corazón, mientras alegremente le sonreía a la vida, y a su gran amistad con Kai.
Galaxy Warrior
