Hola a todos! Este es mi segundo fanfic ZoRo... pero el primero que termino y el primero que publico. Se me ha ocurrido la idea y la he escrito lo más rápido que he podido. Ojalá os guste.
One Piece y sus personajes son de Oda-sama.
Seguramente cualquiera diría que todo había sido un error. Que habían sido irresponsables, que dónde habían tenido la cabeza.
Él mismo lo habría pensado, de no estar perdido en ella hasta las trancas.
Había empezado una noche, en una isla de verano, con vino y sake. Con su felina mirada y su vestido escotado. Con sus tacones y su abundante testosterona desfilando a través de la puerta de un hotel. Había sido la noche más espectacular de la vida de Roronoa Zoro. Y había sido un punto de no retorno a partir del cual no podría dejar de pensar en ella como algo más que una nakama.
También para ella había significado algo. Nico Robin había tenido que hacer muchas cosas para sobrevivir hasta el día de hoy, cosas en ocasiones poco castas. Pero esa noche lo hizo por puro gusto, por pura iniciativa propia, porque le apetecía acostarse con él. Acostumbrada a otro tipo de motivos, no había previsto que, luego, no podría volver a verle como si nada hubiera ocurrido.
Se despertaron la mañana siguiente, desnudos en la cama, con las sábanas revueltas y marcas en el cuerpo. Robin sonrió con picardía, y Zoro se sonrojó y desvió la mirada. Se vistieron sin mediar palabra sobre lo ocurrido. Esto iba a quedar como una anécdota que, si nadie más conocía, mejor.
Sin embargo, el cruce de miradas era electrizante desde entonces. Se podía sentir una tensión entre ellos que era cada vez más difícil de ignorar.
Robin se escabulló de su dormitorio una noche y se presentó en el puesto de vigía. Podía seguir ocultando lo que sentía, seguro. Podía seguir desentendiéndose de las miradas que le pillaba in fraganti al kengou, aunque la hicieran hervir de deseo y recordar esa única noche, claro que podía. Pero, ¿por qué tenía que hacerlo?
No hizo falta hablar, ni una sola palabra. Se paró ahí en medio, y Zoro soltó sus enormes pesas casi al instante. Se secó con una toalla mientras no le sacaba el ojo de encima, y avanzó hacia ella. Se miraron a los ojos con una intensidad palpable, y se besaron, por fin.
Si bien empezaron suavemente, el deseo les engulló rápidamente… sin desvestirse siquiera. Robin gemía mientras Zoro la sostenía contra la pared, con los pantalones a medio bajar, y empujándose una y otra vez en su estrecha vagina.
La escena se repetiría muchas, muchas veces en las próximas semanas. Quizá habían perdido un poco el norte. La escena iría cambiando, además, progresivamente. Los besos eran más largos, más profundos y más sentidos. Las caricias no eran tan famélicas, sino cuidadas. El sexo furtivo se había transformado en suave, con miradas fijas, con calma, con… amor. Quizá había sido ese su error.
- Estoy embarazada, Zoro.
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.
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- ¿Zoro?
- ¿Sí?
- … es la tercera vez que te llamo. ¿Estás bien?
- Sí. Perdona —Todas esas cosas habían cruzado su cabeza en ese minuto de trasposición.
- Oye… no tienes que fingir nada. Entiendo que esto no estaba previsto.
Zoro la miró. Estaban tendidos sobre su cama, Robin sobre su férreo pecho. Tenía el semblante serio, indiferente.
- Oi, onna.
Robin le miró entonces, y Zoro volvió a sentir una sensación que le atacaba con intrusiva frecuencia últimamente. Se perdía en esos ojos celestes. Se perdía en ella, y la ansiaba a su lado.
Se incorporó hasta que estuvieron sentados, y le agarró la cara con ambas manos. Pasó sus pulgares por sus finos pómulos mientras miraba fijamente a sus ojos.
- Eres mi vida, Nico Robin.
Bueno... hasta aquí la idea o_o.
Espero que os haya gustado un poco.
Un saludo a todas las locas del club de FB... :)
