Feliz Cumpleaños a Mí.
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Es una nueva historia, los personajes no me pertenecen y todo el demás rollo, no gano dinero, bla, bla, bla…
¡Disfruten adictos al CHACK!
Yo lo haría.
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Prologo.
Jack Spicer cumplía sus 18 años ese mismo día, sus padres por supuesto se encontraban en un viaje de negocios, había perdido otro duelo Xiaolin, los monjes habían encontrado nuevas formas para humillarlo y hacerlo sentir mal, Wuya lo había engañado, otra vez y Chase Young, bien, su ídolo seguía tratándolo como un insecto asqueroso. - ¡Mi vida no puede ser mejor!
Abandono su trabajo más o menos a eso de las doce y media, su cumpleaños lo había pasado trabajando con sus maquinas, ellas nunca lo traicionaban, no, en realidad si lo traicionaban, su doble lo había traicionado y hasta había intentado robarse su vida. - ¿Pero quién querría ser yo? – había sido su pregunta durante todos esos años.
Caminaba pesadamente las escaleras, adolorido, amoratado, en especial cansado. No le molestaba demasiado estar solo el día de su cumpleaños, después de unos 18 años de hacerlo se había curtido en ese ámbito.
Abrió la puerta de su refrigerador, dio un suspiro y escogió algo para poderse hacer un sándwich, refresco y un pastel congelado de chocolate. Se sentó en la barra y se dijo, dándole una cucharada al pastel – ¡Feliz cumpleaños a mí!
- Por eso tienes tan mala condición física, Spicer.
Jack Spicer aun así le dio una mordida al trozo de pastel que había elegido, ignorando la presencia de Chase Young, diciéndose poco después – Ahora ya tengo alucinaciones auditivas. Sí… cada vez estoy mejor.
Chase respondió de la forma habitual cuando Jack Spicer se comportaba de aquella manera, que era casi siempre, lo sujeto del cuello de la camisa, diciéndole furioso – ¿Dónde quedaron tus modales?
Jack no pudo contener su sorpresa y le pregunto – ¿No estoy alucinando?
Chase entrecerró los ojos y lo dejo caer al suelo, diciéndole – ¿Parezco una alucinación?
Jack respondió sobándose la cadera – Definitivamente no te sientes como una.
Chase asintió, caminando en el interior de la casa de Jack Spicer como si ya la conociera, el joven genio del mal por un momento pensó en tomar su enorme trozo de pastel, inmediatamente cambio de idea cuando su ídolo mostro su desapruebo entrecerrando los ojos nuevamente.
Jack abandono la idea de la comida dulce y comenzó a seguir a Chase de cerca, quien caminaba en dirección de su habitación con los brazos cruzados tras la espalda, ignorándolo.
El joven albino le alcanzo después de algunos escalones preguntándole – No es que me moleste tenerte en mi casa… pero… ¿Qué haces aquí?
Chase le ignoro, abrió la puerta de su habitación y arqueo una ceja cuando se topó con una fotografía suya de tamaño natural adornando parte de una de las paredes del cuarto de otra forma típico de un chico gótico. – ¡Puedo explicarlo! – alego Jack.
Chase lo ignoro, camino en dirección de su guardarropa y comenzó a buscar varias prendas que iba entregándole a un albino bastante desconcertado, las prendas que no le gustaban las tiraba al suelo o sobre la cama de cobijas negras.
- ¿Qué ocurre? – pregunto Jack observando la ropa que le daba el inmortal.
Chase siguió ignorándolo y poco después abrió el cajón de su buro de donde saco jabón, talco, desodorante, loción, algo de maquillaje y encontrando algo de crema para manos decidió guardarla. – Date un baño, Spicer.
Jack arqueo una ceja confundido, preguntándole – ¿Por qué?
Chase Young no tuvo más que observarlo fijamente ligeramente molesto que Jack Spicer había tomado el jabón y una toalla diciéndole disculpándose – Ya voy, ya voy…
Chase sonrió al ver como Jack Spicer le obedecía sin rechistar y simplemente comenzó a caminar dentro del cuarto del albino, observando detenidamente cada fotografía, encontrando frustrante el simple hecho de que Jack, tenía fotografías acompañado de sus robots, algunas de su propia persona cuando tuvo aparentemente el descaro de sorprenderlo, pero, ninguna de sus padres.
Jack intentaba ducharse tan rápido como podía, intentando encontrarle cualquier clase de explicación al comportamiento del guerrero, estaba en jaque y pronto se dio cuenta de que también estaba siendo observado por el mismo, grito e intento cubrir su cuerpo lo mejor que pudo al mismo tiempo que pronunciaba – ¡No mires!
Chase le respondió, recorriendo su cuerpo con la mirada. - Tienes quince minutos para terminar de ducharte, Spicer.
Al salir, envuelto en una toalla azul, se acerco a su cama e intento comenzar a vestirse, pensando que Chase había permitido que conservara un poco de su dignidad, eso no fue así, cuando se quito la toalla escucho preguntarle – ¿Siempre te tardas tanto en una acción tan simple?
Jack volvió a gritar, aterrado e intento cubrirse con la toalla azul, sin embargo, Chase logro arrebatársela antes de que pudiera tocarla siquiera y le ordeno – Vístete, Spicer.
Jack asintió y se quedo perplejo al ver como Chase Young no tenía su ropa tradicional, sino, unos pantalones ajustados de piel, una camisa blanca con el cuello abierto hasta la altura del pecho y unos zapatos negros.
Chase nuevamente perdió la paciencia, preguntándole – ¿Qué miras?
Jack volteando en otra dirección respondió, tomando la ropa que Chase había elegido para él – Nada.
Chase repitió – ¿Qué mirabas, Spicer?
Jack no deseando hacerlo enfadar comenzó a vestirse tan rápido como pudo, respondiendo al mismo tiempo que se sonrojaba – Te ves muy bien, algo raro… pero bien.
- ¿Raro, Spicer?
Jack intento explicarse, cerrando la cremallera de unos pantalones que pensaba ya no le quedaban – Nunca te he visto con otra ropa que no sea tu armadura… eso es todo, no quise ofenderte.
- Lo sé.
Jack al terminar de vestirse pudo ver como sus pantalones prácticamente no dejaban nada a la imaginación, su playera mucho menos y sus botas completaban un conjunto que muchos podrían llamar seductor, pero, Chase no planeaba vestirlo de aquella forma tentadora, probablemente había sido un accidente.
- ¿Has terminado?
Jack asintió, sonrojándose – ¿Por qué estoy vestido de esta forma?
Chase no le respondió y comenzó a pintar en su rostro las marcas que Jack acostumbraba ponerse todos los días – Mucho mejor. – finalizo, guardando el maquillaje nuevamente en su cajón como si ya estuviera acostumbrado a caminar en su cuarto.
- Chase… Me estas asustando… ¿Qué ocurre? – pregunto Jack, sintiendo el cómodo calor del cuerpo inmortal.
- Saldremos.
- ¿A dónde? – volvió a preguntar, sintiendo el brazo del mayor rodear su cintura.
Repentinamente todo le dio vueltas al mismo tiempo que le decían – Tengo una misión muy importante que encomendarte, Jack.
- ¿Y para eso debo estar vestido de esta forma?
Chase sonrió de forma intrigante, respondiéndole – Definitivamente.
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Este es el prologo de una nueva historia, puesto que El reinado Heylin está por concluir y les tengo algunas preguntitas.
¿Qué misión secreta creen que Chase Young tenga para Jack?
¿Quieren un fic oscuro o no tanto?
