«DDR» Avatar: The Last Airbender © Michael Dante DiMartino & Bryan Konietzko.

«N/A. 1» Esta historia participa en el III Desafío: Accidentalmente enamorado. Del Forum de DZ del GE.


Estaré ahí.

Capítulo 1: Maldad.

Habían pasado más de tres años desde su encierro. Los barrotes no eran nada ahora que la cordura había vuelto a «ella». En medio de la oscuridad había aprendido a educar a sus sentidos, ahora su oído más afinado que antes alcanzaba escuchar aquello que la hizo sonreír de manera siniestra.

—El príncipe Zuko y la señorita Mai por fin dan el gran paso —Se escuchaba en un leve susurro—. El palacio de viste de gala, se espera que el «gran maestro aire» auspicie la ceremonia.

—¿Crees que venga con su prometida?

—Ella llegará después de mediodía. Lo han confirmado, venid… —El resto de la conversación se perdió y se mezcló con el ruido propio que hacían los calderos al ser vaciados.

—Así que mi hermano —comentó entre dientes con una mirada sin mostrar expresión alguna— se va casar.

Algo similar a un rayo azulado pasaba entre sus dedos como si fuera una simple cinta, en tres años había aprendido a dominar su técnica del «rayo», pero aquel azul se volvió con lentitud en un color rojo sangre. Era momento de llevar a cabo su venganza.

Miro con atención la pequeña celda reforzada en un material que era imposible fundir. Lo era hace tres años atrás, pero ahora ella no era aquella chiquilla de catorce años, entonces sus pies descalzos de forma paulatina empezaron a tornarse rojo, el «fuego control» que todo maestro fuego aprende a temprana edad a controlar con sus manos, ahora se reflejaba en sus pies con gran intensidad.

No importaba las capas de aquel extraño material, poco a poco se iba fundiendo.

—Mai, tú serás la primera —sonrío—. El precio de tu traición será tu vida.

La imagen de su segunda y mejor amiga vino a su mente, la risa sincera de aquella cirquera que con un solo toque podía inmovilizar a cualquier oponente la hizo sonreír con nostalgia.

— Ty lee, tú serás la segunda. —sentenció en el mismo tono grave, mientras sus tobillos ya se hundían dentro del piso reforzados, el calor era sofocante pero eso poco importaba, después de todo una maestra fuego como lo era la princesa «Azula» era una experta en controlar su elemento.

La sonrisa abierta de su tío «Iroh» vino a su mente, en ese momento se detuvo al verse impactada por recuerdos familiares felices de una época no muy distante.

—Traidor —Ya no habían más sonrisas—. Tío Iroh siempre preferiste a «Zuko», sin demostrártelo eras el único consciente de mi verdadera naturaleza.

La envidia calo muy hondo en ella, ahora el fuego fundía con mayor rapidez el piso reforzado; La lista en su cabeza parecía interminable, todo para hacer sufrir a su hermano y aplacar ese odio que había cultivado hacia él durante todo el tiempo que había permanecido cautiva.

No lejos de ahí, ante el aumento inesperado de temperatura los soldados empezaron avanzar hacia aquel pasillo prohibido.

—¿Por qué hace tanto calor? —Un soldado cuestionaba al acercarse, antes de tener la respuesta algo similar a un látigo lo partió por la mitad alertando al otro soldado que intentó huir para alertar que algo estaba pasando en aquel lugar, pero encontró el mismo destino.

El látigo no era más que una de las técnicas perfeccionadas por la perturbada princesa. Era un rayo pero con la velocidad que lo lanzo tenía la habilidad de hacer explotar a todo aquello que tocaba.

La princesa exudaba maldad pura. El extraño material debajo de sus pies seguía fundiéndose, sabía que debía darse prisa antes que noten la ausencia de los soldados y también sabía que no debía causar ninguna explosión que alerte al resto de los guardias.

Ellos no eran rivales para Azula, pero no quería volver a pasar por aquellos sedantes que la mantenían dormida por días porque tenía que llevar acabo su venganza.


Ajenos por completo a lo que sucedía en aquella parte del palacio, dos jóvenes se reencontraba con mucha emoción después de tanto tiempo de no verse.

—Mai te ves increíble. — Ty lee no se contuvo en darle uno de sus famosos abrazos de oso. Ella parecía más emocionada que la novia misma.

Mai sonrío con suavidad, al ver el hermoso traje imperial en color rojo bordado con hilos de oros que mostraba el sello de la Nación del «Fuego».

—Esto parece irreal —Una leve sonrisa de pozo en sus labios—. No puedo explicar mis emociones, la ansiedad…

—Ahhhh, ahhh… —Ty Lee la interrumpió con rapidez mientras movía sus manos— Es natural que tengas nervios —Mostró una sonrisa abierta de compresión—, después de esta noche serás la emperatriz de la Nación del Fuego. Eso no pasa todo los días, además… —De puntillas se acercó a Mai y la logró sorprender porque indiscretamente preguntó— ¿Nerviosa por la noche de bodas o tú —susurró a su oído— ya lo han hecho?

— ¡¿Qué?! —Mai no pudo evitar sonrojarse violentamente ante tan comentario indiscreto, su amiga comenzó a reír de forma escandalosa.

—Entonces… necesitas unos consejos para la gran "noche" —recalcó haciendo las comillas con sus dedos, mientras soltaba una risa espontánea y contagiosa.

—¡Cómo se te ocurre!... —Mai exclamó con vergüenza e incomodidad, pero ante su risa contagiosa preguntó con interés mientras sus mejillas se enrojecían más— ¿Tú... ya lo has… hecho?

Ahora fue el turno de sonrojarse de su amiga, la sonrisa nerviosa la delataba mientras negaba fervientemente con su cabeza y sus manos.

—Déjalo ahí… —sugirió con incomodidad, pero sin explicación alguna su expresión cambio al mirar hacia la ventana y ver los hermosos colores de la mañana. Era un día despejado, perfecto para la boda que se celebraría al final de ese mismo día.

—¿La extrañas? —Ty Lee se acercó a ella para abrazarla por la espalda y trasmitirle la serenidad que ella necesitaba aquel día.

—Desde que fue encerrada en las profundidades del palacio —reveló con tristeza—, nunca más he visto Azula. Zuko lo prohibió por nuestra seguridad.

—Una sabia decisión, propio de quién se convertirá en nuestro emperador —comentó sin soltarla—, mira es…

Ty Lee soltó a su amiga mientras se lanzaba por la ventana, algunas cosas nunca cambiaría.

—¡Sokka! —Fue el grito que se empezaba a escuchar a lo lejos, Mai sonrío pero de pronto miró hacia la puerta de su habitación, algo no estaba bien y ella lo sabía, al ver que no pasaba nada y pensando que esa extraña sensación era producto de sus nervios regresó su mirada hacia su ventana y notó a su amiga prácticamente asfixiar al apuesto joven, mientras que la hermosa maestra «agua» descendía de aquel imponente bisonte volador.

Se perdió por completo en la hilarante escena que su amiga estaba protagonizando.

El tiempo paso sin que ella se diera cuenta hasta que de pronto escucho para su desconcierto una voz que nunca se imaginó volver escuchar y menos ese día:

—Pensé —Aquella voz le congeló hasta los tuétanos —, que una ninja como tú siempre debía estar en alerta. Hola Mai, ¿me extrañaste?

Continuará.


«N/A. 2» Hallo! Soy Inu no Taisho integrante del Group's Evil, quiero agradecer a Luna Park por ayudar con las correcciones al capítulo. Español no es mi lengua materna. Toda crítica a mejorar es aceptada. Gracias por leer. Saludos.